1032 El Creador controla la vida y la muerte del hombre
I
Si el nacimiento de uno fue destinado por su vida anterior,
entonces su muerte señala el final de ese destino.
Si el nacimiento de uno es el comienzo de su misión en esta vida,
entonces la muerte señala el final de esa misión.
Como el Creador ha determinado una serie fija de circunstancias
para el nacimiento de una persona,
no hace falta decir que Él también ha organizado
una serie fija de circunstancias para su muerte.
En otras palabras, nadie nace por azar, ninguna muerte es inesperada,
y tanto el nacimiento como la muerte están necesariamente conectados
con la propia vida anterior y actual.
II
Las circunstancias del nacimiento y la muerte de uno
están predeterminadas por el Creador;
este es el destino de una persona, su sino.
Todo el mundo quiere un nacimiento ilustre,
una vida brillante y una muerte gloriosa,
pero nadie puede llegar más allá de su propio destino,
nadie puede escapar de la soberanía del Creador.
Este es el destino humano.
El hombre puede hacer todo tipo de planes para su futuro,
pero nadie puede planear cómo nace
o la manera y el momento de partir de este mundo.
III
Aunque las personas hacen todo lo que pueden
para evitar y resistirse a la llegada de la muerte,
aun así, sin que lo sepan, la muerte se les acerca silenciosamente.
Nadie sabe cuándo o cómo morirá, mucho menos dónde ocurrirá.
Nadie sabe cuándo o cómo morirá, mucho menos dónde ocurrirá.
Obviamente, la humanidad no es la que tiene el poder de la vida y la muerte
ni ningún ser del mundo natural, sino el Creador, cuya autoridad es única.
La vida y la muerte de la humanidad no son el producto
de alguna ley del mundo natural,
sino una consecuencia de la soberanía de la autoridad del Creador.
de La Palabra, Vol. II. Sobre conocer a Dios. Dios mismo, el único III