I

Hemos venido de todo el mundo a reunirnos en la casa de Dios.

Leemos y disfrutamos de las palabras de Dios,

y asistimos al banquete de bodas del Cordero.

Para ganar la verdad y ser purificados y perfeccionados por Dios,

aceptamos el juicio de Sus palabras, las pruebas y los refinamientos.

La palabra de Dios nos permite amarnos con el corazón.

Cuando somos débiles, nos sostenemos y animamos mutuamente;

compartimos nuestra experiencia y conocimiento de las palabras de Dios.

El amor de Dios nos conecta.

II

Hemos venido de todo el mundo a reunirnos en la casa de Dios.

Aceptamos que Dios Todopoderoso nos pastoree y riegue.

Dios nos guía en persona en la lucha contra Satanás.

La senda es dura y accidentada,

y soportamos la persecución y las tribulaciones.

Con las palabras de Dios como guía y con Su amor a nuestro lado,

nos liberamos de la opresión de las fuerzas de la oscuridad

y nos esforzamos al máximo.

Al ver la omnipotencia y la sabiduría de Dios, nuestra fe se fortalece.

Daremos un buen testimonio y la bienvenida al día de la gloria de Dios.

III

Con Dios a nuestro lado, la vida en el reino es un gozo incomparable.

Cumpliremos nuestro deber bien y con lealtad para retribuir el amor de Dios.

Para que el evangelio del reino de Dios se difunda por todo el universo,

nos entregamos por completo y esforzamos con lealtad por Dios hasta la muerte.

Trabajando a la par, oramos el uno por el otro y nos impulsamos.

Dios nos guía para correr hacia un hermoso mañana.

Buscaremos amarlo y seguiremos Su voluntad, por siempre y para siempre.

Recordaremos las exhortaciones de Dios,

daremos un buen testimonio y seremos leales hasta el final.