89 La hermosura de Dios está siempre en mi corazón

Las palabras de Dios resuenan como un relámpago.

Es el Hijo del hombre quien habla,

lo que conmueve a innumerables corazones ardientes

y nos acerca más a Dios.

Comemos y bebemos Sus palabras, conociendo la verdad,

disfrutando de Su amor cada día.

Con el riego y sustento de Sus palabras,

crecemos en la vida cada día.

Mediante el juicio y las pruebas de las palabras de Dios,

nuestro carácter corrupto se limpia.

Contemplo la justicia de Dios, disfruto de Su misericordia.

La hermosura de Dios está siempre en mi corazón.


Las palabras de Dios están profundamente arraigadas

en el corazón del hombre,

nuestro corazón se acerca cada vez más a Él.

Sus palabras guían nuestro camino al pasar por dificultades y pruebas.

Seguimos de cerca a Dios y jamás nos detenemos,

jamás nos detenemos.

Aunque nos encontramos con debilidad, dolor y negatividad,

Sus Palabras nos sustentan, apoyan e inspiran.

Tras pasar por tantos refinamientos, nuestra fe se ha perfeccionado.

Derrotamos a Satanás junto a Dios.

Las palabras de Dios son la verdad y vida,

nos guían por el viento y la lluvia.

Mi amor por Dios se hace más fuerte al pasar por dificultades y pruebas.

La hermosura de Dios está siempre en mi corazón.

La hermosura de Dios está siempre en mi corazón.

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