e. Cómo diferenciar la obra del Espíritu Santo del trabajo de los espíritus malignos

Palabras de Dios Todopoderoso de los últimos días

¿Cómo obra el Espíritu Santo en el hombre? ¿Cómo obra Satanás en el hombre? ¿Cómo obran los malos espíritus en el hombre? ¿Cuáles son las manifestaciones? Cuando algo te pasa, ¿viene del Espíritu Santo y lo debes obedecer o rechazar? En la práctica real de las personas surgen muchas cosas que proceden de la voluntad humana que las personas invariablemente creen que provienen del Espíritu Santo. Algunas cosas vienen de los espíritus malignos, pero la gente sigue pensando que han venido del Espíritu Santo, y, algunas veces, el Espíritu Santo guía a las personas desde dentro, pero estas temen que tal guía venga de Satanás y, así, no se atreven a obedecer, cuando, en realidad, esa guía es el esclarecimiento del Espíritu Santo. Así pues, a menos que una persona practique la diferenciación, no hay forma de experimentar en la propia experiencia práctica; sin diferenciación, no hay forma de obtener la vida. ¿Cómo obra el Espíritu Santo? ¿Cómo obran los malos espíritus? ¿Qué proviene de la voluntad del hombre? ¿Y qué nace de la guía y el esclarecimiento del Espíritu Santo? Si comprendes los patrones de la obra del Espíritu Santo dentro del hombre, entonces, en tu vida diaria y durante tus experiencias prácticas, podrás aumentar tu conocimiento y hacer distinciones; llegarás a conocer a Dios, podrás entender y distinguir a Satanás, no te confundirás en tu obediencia o en tu búsqueda y serás alguien cuyos pensamientos son claros, que obedece la obra del Espíritu Santo.

La obra del Espíritu Santo es una guía proactiva y un esclarecimiento positivo, es no permitirles a las personas ser pasivas, trayéndoles consuelo, dándoles fe y resolución y permitiéndoles buscar que Dios las perfeccione. Cuando el Espíritu Santo obra, las personas pueden entrar de un modo activo; no son pasivas ni son forzadas, sino que actúan por iniciativa propia. Cuando el Espíritu Santo obra, las personas están contentas y preparadas, y están dispuestas a obedecer y son felices de humillarse. Aunque sufran y sean frágiles por dentro, tienen la determinación de cooperar; sufren voluntariamente, pueden obedecer y la voluntad humana no las contamina, son sin mancha del pensamiento del hombre y ciertamente son sin mancha de los deseos y motivaciones del hombre. Cuando las personas experimentan la obra del Espíritu Santo son especialmente santas por dentro. Aquellos que poseen la obra del Espíritu Santo viven el amor a Dios y el amor a sus hermanos y hermanas; se deleitan en las cosas que deleitan a Dios y aborrecen las cosas que Dios aborrece. Las personas a las que toca la obra del Espíritu Santo son las que tienen una humanidad normal y constantemente persiguen la verdad y poseen humanidad. Cuando el Espíritu Santo obra dentro de las personas, su condición se vuelve cada vez mejor y su humanidad se vuelve más y más normal y, aunque algo de su cooperación pueda ser imprudente, sus motivos son correctos, su entrada es positiva, no tratan de provocar perturbaciones y no hay malevolencia en ellas. La obra del Espíritu Santo es normal y real, el Espíritu Santo obra en el hombre de acuerdo con las reglas de la vida normal del hombre y Él lleva a cabo el esclarecimiento y la guía dentro de las personas de acuerdo con la búsqueda real de las personas normales. Cuando el Espíritu Santo obra en las personas, Él las guía y las ilumina de acuerdo con las necesidades de las personas normales. Él las provee de acuerdo con sus necesidades y las guía y esclarece de manera positiva según lo que carecen y según sus deficiencias. La obra del Espíritu Santo sirve para esclarecer y guiar a las personas en la vida real; solo si experimentan las palabras de Dios en sus vidas reales pueden ver la obra del Espíritu Santo. Si en sus vidas diarias las personas están en un estado positivo y tienen una vida espiritual normal, entonces poseen la obra del Espíritu Santo. En tal estado, cuando comen y beben las palabras de Dios, tienen fe; cuando oran, son inspiradas; cuando se topan con algo, no son pasivas, y, a medida que las cosas suceden, dentro de esas cosas pueden ver las lecciones que Dios les exige que aprendan. No son pasivas ni débiles y, aunque tengan dificultades reales, están dispuestas a obedecer todos los arreglos de Dios.

[…]

¿Cuál es la obra que proviene de Satanás? En la obra que proviene de Satanás, las visiones dentro de las personas son vagas; las personas no tienen una humanidad normal, los motivos detrás de sus acciones están equivocados y, aunque desean amar a Dios, siempre hay acusaciones en su interior y estas acusaciones y pensamientos provocan una perturbación constante en su interior, restringiendo el crecimiento de su vida e impidiéndoles ir delante de Dios en la condición normal. Es decir, tan pronto como la obra de Satanás está dentro de las personas, su corazón ya no puede estar en paz delante de Dios. Tales personas no saben qué hacer consigo mismas: cuando ven que las personas se reúnen, quieren huir y no pueden cerrar los ojos cuando otros oran. La obra de los malos espíritus arruina la relación normal entre el hombre y Dios y trastorna las visiones anteriores de las personas o su antigua senda de entrada en la vida; en su corazón nunca se pueden acercar a Dios, y siempre pasan cosas que les causan perturbaciones y las encadenan. Su corazón no puede encontrar la paz y se quedan sin fuerza para amar a Dios y su espíritu se hunde. Tales son las manifestaciones de la obra de Satanás. Las manifestaciones de la obra de Satanás son: que no puedas mantenerte firme y dar testimonio, lo que hace que te conviertas en alguien que está en falta delante de Dios y que no tiene lealtad hacia Él. Cuando Satanás perturba, pierdes el amor y la lealtad hacia Dios en tu interior, se te despoja de una relación normal con Él, no buscas la verdad ni el mejoramiento de ti mismo, involucionas, te haces pasivo, te complaces a ti mismo, das rienda suelta a la propagación del pecado y no aborreces el pecado; además, la interferencia de Satanás te vuelve disoluto, hace que el toque de Dios desaparezca dentro de ti y que te quejes de Él y te pongas en Su contra, lo que te lleva a cuestionar a Dios; incluso existe el riesgo de que lo abandones. Todo esto viene de Satanás.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La obra del Espíritu Santo y la obra de Satanás

La obra del Espíritu Santo en el hombre es especialmente normal; el hombre es incapaz de sentirla y parece que viene a través del hombre mismo, aunque, de hecho, es la obra del Espíritu Santo. En la vida diaria, el Espíritu Santo obra en todos tanto en una medida grande como pequeña, y lo único que varía es el alcance de esta obra. Algunas personas son de buen calibre y entienden las cosas con rapidez y el esclarecimiento del Espíritu Santo es especialmente grande en su interior. Mientras tanto, algunas personas son de un calibre pobre y les lleva más tiempo entender las cosas, pero el Espíritu Santo las toca por dentro y ellas, también, pueden alcanzar la fidelidad a Dios; el Espíritu Santo obra en todos los que buscan a Dios. Cuando en la vida diaria las personas no están en contra de Dios o no se rebelan contra Él, no hacen cosas que interrumpen la gestión de Dios y no perturban Su obra, en cada una de ellas el Espíritu de Dios obra en un mayor o menor grado; Él las toca, las esclarece, les da fe, les da fortaleza y las moviliza para que entren proactivamente, sin ser flojas o codiciosas de los placeres de la carne, dispuestas a practicar la verdad y anhelantes de las palabras de Dios. Todo esto es la obra que proviene del Espíritu Santo.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La obra del Espíritu Santo y la obra de Satanás

Toda la obra del Espíritu Santo es normal y real. Cuando lees las palabras de Dios y oras, en tu interior eres listo y resuelto, el mundo exterior no puede perturbarte, en tu interior estás dispuesto a amar a Dios, estás dispuesto a comprometerte con las cosas positivas y aborreces el mundo malvado. Esto es vivir dentro de Dios y no es, como dicen las personas, experimentar un gran disfrute, esas habladurías no son prácticas. Hoy, todo debería comenzar con la realidad. Todo lo que Dios hace es real, y en tus experiencias debes poner atención a conocer realmente a Dios y a buscar las huellas de la obra de Dios y los medios por los cuales el Espíritu Santo toca y esclarece a las personas. Si comes y bebes las palabras de Dios, y oras y cooperas de una forma que sea más real, asimilando lo que fue bueno de los tiempos pasados y rechazando lo que fue malo como Pedro, si escuchas con los oídos y observas con los ojos, y oras con frecuencia, ponderas en tu corazón y haces todo lo que puedes para cooperar con la obra de Dios, entonces con toda seguridad Dios te guiará.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Cómo conocer la realidad

Cuando el Espíritu Santo obra para esclarecer a las personas, por lo general les da conocimiento de la obra de Dios y de su verdadera entrada y estado. También les permite entender las intenciones urgentes de Dios y Sus requisitos para el hombre hoy, para que tengan la determinación de sacrificarlo todo para satisfacer a Dios, amarlo aunque se encuentren con la persecución y la adversidad y mantenerse firmes en el testimonio de Dios aun si eso significa derramar su sangre o dar su vida, y hacerlo sin remordimientos. Si tienes esta clase de determinación, significa que tienes el impulso y la obra del Espíritu Santo, pero debes saber que tú no posees ese impulso a cada instante. En ocasiones, en las reuniones, cuando oras, comes y bebes las palabras de Dios, puedes sentirte extremadamente conmovido e inspirado. Te sientes verdaderamente renovado cuando otros comparten alguna enseñanza sobre su experiencia y entendimiento de las palabras de Dios y tu corazón lo tiene todo perfectamente claro. Todo esto es la obra del Espíritu Santo. Si eres un líder y el Espíritu Santo te proporciona un esclarecimiento e iluminación excepcionales cuando bajas a la iglesia a trabajar, eso te permite ver los problemas que existen dentro de la iglesia; te permite saber cómo compartir la enseñanza sobre la verdad para resolverlos y te hace que seas increíblemente formal, responsable y serio en tu trabajo; todo esto es la obra del Espíritu Santo.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Práctica (1)

La forma en que más ayuda la obra del Espíritu Santo a las personas es dándoles esclarecimiento e iluminación, con los cuales comprenden la verdad y la voluntad de Dios para poder hacer las cosas según Sus exigencias y no apartarse de la senda correcta. ¿Cuál es el objetivo de la obra de esclarecimiento del Espíritu Santo sobre la gente? Su función, algunas veces, es señalar el camino; otras sirve de recordatorio para que tengas sentido; en otras ocasiones te ilumina, te ayuda a comprender la verdad y te da una senda de práctica. Cuando te has desviado hacia tu propia senda, Él te sostiene y ayuda a modo de muleta conduciéndote por la senda correcta y guiándote. Sean cuales sean la luz y el conocimiento con que el Espíritu Santo esclarezca a las personas, que puede variar por el bagaje personal de cada cual, no contradicen ni entran en conflicto con la verdad en absoluto. Si todo el mundo experimentara de tal manera que tuviera auténtica búsqueda y oración y una obediencia sincera, con el Espíritu Santo obrando continuamente para darles esclarecimiento y guía, y si fueran perspicaces, sutiles de pensamiento y capaces de practicar y entrar en aquellas cosas que el Espíritu Santo esclarece, su estatura aumentaría muy rápido. Habrían aprovechado la oportunidad. Una característica de la obra del Espíritu Santo es que es muy veloz. Enseguida termina, a diferencia del trabajo de los espíritus malignos, que siempre insta y obliga a la gente a hacer cosas para que no pueda actuar de otro modo. El Espíritu Santo obra algunas veces dando a las personas alguna sensación cuando están al borde del peligro, con lo que están inquietas y sumamente ansiosas. Esto sucede en circunstancias especiales. Normalmente, cuando la gente se acerca a Dios y busca la verdad, o cuando lee las palabras de Dios, el Espíritu Santo le da una sensación, o un pensamiento o idea sutil. También puede que te transmita una declaración o un mensaje. Es como si hubiera una voz, pero también como si no tuviera voz; es una especie de recordatorio y tú comprendes lo que quiere decir. Si tomas el significado que has comprendido y lo expresas con las palabras adecuadas, aprenderás algo y, además, eso edificará a otras personas. Si la gente siempre experimenta de esta forma, poco a poco llega a comprender muchas verdades. Si siempre tiene la obra del Espíritu Santo a su lado y siempre hay nueva luz que la guía, seguro que nunca se aparta del camino verdadero. Aunque nadie te enseñe, nadie te guíe y no se disponga ningún trabajo para ti, si caminas en la dirección en que el Espíritu Santo te guía, seguro que no te descarrías.

La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. Al creer en Dios, lo más crucial es recibir la verdad

Mientras obra el Espíritu Santo, todavía existe en la gente un carácter corrupto; sin embargo, durante la obra del Espíritu Santo, a las personas les resulta fácil descubrir y reconocer su rebeldía, motivaciones y adulteraciones. Solo entonces la gente siente remordimientos y adquiere la voluntad de arrepentirse. Como tal, sus actitudes rebeldes y corruptas son gradualmente desechadas dentro de la obra de Dios. La obra del Espíritu Santo es especialmente normal; a medida que Él obra en las personas, ellas siguen teniendo problemas, siguen llorando, siguen sufriendo, siguen siendo débiles y todavía hay muchas cosas que no les quedan claras; sin embargo, en este estado pueden evitar retroceder y pueden amar a Dios, y aunque lloran y están angustiadas, todavía pueden alabar a Dios; la obra del Espíritu Santo es especialmente normal y no es sobrenatural en lo más mínimo. La mayoría de las personas creen que, tan pronto como el Espíritu Santo comienza a obrar, ocurren cambios en el estado de las personas y se eliminan las cosas que son sustanciales para ellas. Tales creencias son erróneas. Cuando el Espíritu Santo obra dentro del hombre, las cosas pasivas del hombre siguen estando ahí y su estatura permanece igual, pero él obtiene la iluminación y el esclarecimiento del Espíritu Santo, y, así, su estado se vuelve más proactivo, las condiciones en su interior se vuelven normales y él cambia rápidamente.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La obra del Espíritu Santo y la obra de Satanás

La obra del Espíritu Santo le permite a la gente hacer un progreso positivo, mientras que la obra de Satanás hace que esta se vuelva negativa y retroceda, que se rebele contra Dios y se resista a Él, pierda la fe en Él y se debilite en el cumplimiento del deber. Todo lo que proviene del esclarecimiento del Espíritu Santo es bastante natural, no se fuerza en ti. Si te sometes a ello, entonces tendrás paz, si no, se te reprenderá después. Con el esclarecimiento del Espíritu Santo, no se perturbará ni se constreñirá nada de lo que hagas; serás liberado, habrá un camino para practicar en tus acciones y no estarás sujeto a ninguna restricción, sino que podrás actuar de acuerdo con la voluntad de Dios. La obra de Satanás te causa perturbación en muchas cosas, hace que no te den ganas de orar, que seas muy flojo para comer y beber las palabras de Dios, que no estés dispuesto a vivir la vida de la iglesia y te aleja de la vida espiritual. La obra del Espíritu Santo no interfiere con tu vida diaria y no interfiere con tu vida espiritual normal. Eres incapaz de discernir muchas cosas en el momento mismo en el que suceden; sin embargo, pasados unos días, tu corazón se ilumina y tu mente se aclara. Llegas a tener cierta percepción de las cosas del espíritu y poco a poco puedes discernir si un pensamiento proviene de Dios o de Satanás. Algunas cosas claramente hacen que te pongas en contra de Dios y que te rebeles contra Dios, o que dejes de poner en práctica Sus palabras; todas estas cosas vienen de Satanás. Algunas cosas no son evidentes y no puedes distinguir qué son en ese momento; posteriormente, puedes ver sus manifestaciones y entonces emplear el discernimiento. Si puedes distinguir claramente qué cosas vienen de Satanás y cuáles son dirigidas por el Espíritu Santo, entonces no te vas a desviar fácilmente en tus experiencias.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La obra del Espíritu Santo y la obra de Satanás

Al experimentar la obra de Dios, la obra del Espíritu Santo se posee ocasionalmente, mientras que tener la presencia del Espíritu Santo es algo casi constante. Mientras la razón y el pensamiento de las personas sean normales, y siempre y cuando sus estados lo sean, entonces el Espíritu Santo seguramente está con ellas. Cuando la razón y el pensamiento de las personas no son normales, entonces su humanidad no es normal. Si, en este momento, la obra del Espíritu Santo está en ti, entonces el Espíritu Santo también estará contigo. Pero si el Espíritu Santo está contigo, no conlleva que el Espíritu Santo esté obrando decididamente en ti, porque el Espíritu Santo obra en momentos especiales. Tener la presencia del Espíritu Santo solo puede mantener la existencia normal de la gente, pero el Espíritu Santo solo obra en ciertos momentos. Por ejemplo, si eres un líder o colaborador, cuando riegas y provees sustento para la iglesia, el Espíritu Santo te esclarecerá con ciertas palabras que sean edificantes para otros y puedan resolver algunos de los problemas prácticos de los hermanos y las hermanas, en esos momentos el Espíritu Santo está obrando. A veces, cuando estás comiendo y bebiendo las palabras de Dios y el Espíritu Santo te esclarece con ciertas palabras que son particularmente relevantes para tus propias experiencias, lo que te permite obtener un mayor conocimiento de tus propios estados; esta también es la obra del Espíritu Santo. A veces, mientras hablo, vosotros escucháis y sois capaces de comparar vuestro propio estado con Mis palabras, y a veces sois tocados o inspirados; todo esto es la obra del Espíritu Santo. Algunas personas dicen que el Espíritu Santo está obrando en ellas en todo momento. Esto es imposible. Si ellas dijeran que el Espíritu Santo está siempre con ellas, eso sería realista. Si ellas dijeran que su pensamiento y sentido son normales en todo momento, eso también sería realista y mostraría que el Espíritu Santo está con ellas. Si ellas dicen que el Espíritu Santo está siempre obrando dentro de ellas, que son esclarecidas por Dios y tocadas por el Espíritu Santo en todo momento y que obtienen nuevos conocimientos todo el tiempo, ¡entonces eso no es en absoluto normal! ¡Es totalmente sobrenatural! ¡Sin la más mínima duda, tales personas son espíritus malignos! Incluso cuando el Espíritu de Dios viene en la carne, hay momentos en los que Él debe comer y descansar, y mucho más aún los seres humanos. Aquellos que han sido poseídos por espíritus malignos parecen no tener la debilidad de la carne. Son capaces de abandonar y renunciar a todo, están exentos de emoción, son capaces de soportar el tormento y no sienten la menor fatiga, como si hubieran trascendido a la carne. ¿No es esto extremadamente sobrenatural? La obra de los espíritus malignos es sobrenatural, ¡ningún humano podría conseguir tales cosas! Aquellos a los que les falta discernimiento sienten envidia cuando ven a tales personas: dicen que tienen tanto vigor en su creencia en Dios, poseen una gran fe y ¡nunca muestran el menor signo de debilidad! De hecho, todas estas son manifestaciones de la obra de un espíritu maligno. Se debe a que las personas normales tienen inevitablemente debilidades humanas; este es el estado normal de aquellos que tienen la presencia del Espíritu Santo.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Práctica (4)

Dios obra de un modo amable, delicado, amoroso y afectuoso, de una manera extraordinariamente medida y adecuada. Sus formas no te causan intensas reacciones emocionales como: “Dios debe dejarme hacer esto” o “Dios debe dejarme hacer aquello”. Dios nunca te da esa clase de intensidad mental o emocional que vuelve las cosas insoportables. ¿No es así? Incluso cuando aceptas las palabras de juicio y castigo de Dios, ¿cómo te sientes entonces? Cuando sientes la autoridad y el poder de Dios, ¿cómo te sientes? ¿Sientes que Dios es divino e inviolable? ¿Sientes la distancia entre Dios y tú en esos momentos? ¿Sientes lo aterrador que es Dios? No, en su lugar sientes temor de Dios. ¿Acaso no sienten las personas todas estas cosas debido a la obra de Dios? ¿Tendrían estos sentimientos si fuera Satanás el que obrara en el hombre? Por supuesto que no. […]

¿Qué caracteriza a la obra de Satanás en el hombre? Deberíais saber esto a través de vuestras propias experiencias, es su rasgo arquetípico, lo que hace repetidas veces, lo que intenta hacer con cada persona. Tal vez no podáis ver esta característica, de modo que no sentís que Satanás sea tan espantoso y odioso. ¿Sabe alguien cuál es esta peculiaridad? (Seduce, incita y tienta al ser humano). Es correcto, esas son varias maneras en las que se manifiesta ese aspecto. Satanás también engaña, ataca y acusa al hombre, todas esas son distintas manifestaciones. ¿Hay algo más? (Miente). Engañar y mentir es algo muy natural para Satanás. Hace tales cosas a menudo. También está el mandonear a la gente, incitarla, obligarla a hacer cosas, darle órdenes y tomar posesión de ella a la fuerza. Ahora os describiré algo que os pondrá los pelos de punta, pero no lo hago para asustaros. Dios obra en el hombre y le valora tanto con Su actitud como en Su corazón. Por el contrario, Satanás no aprecia al hombre en absoluto y pasa todo el tiempo pensando en cómo hacerle daño. ¿No es esto cierto? Cuando está pensando en cómo hacerle daño al hombre, ¿lo hace en un estado mental apremiante? (Sí). Entonces, respecto a la obra de Satanás en el hombre, aquí tengo dos frases que pueden describir con amplitud su maldad y su malicia, que pueden permitiros conocer de verdad su odiosidad: en el abordaje de Satanás al hombre, siempre quiere ocupar y poseer con fuerza a todos y cada uno de los hombres, hasta el punto en el que pueda obtener control total del hombre y dañarlo gravemente, para poder conseguir su objetivo y satisfacer su salvaje ambición. ¿Qué significa “ocupar con fuerza”? ¿Es algo que sucede con tu consentimiento o sin él? ¿Ocurre con tu conocimiento o sin él? ¡La respuesta es que pasa sin que tú lo sepas en absoluto! Sucede en situaciones en las que no te das cuenta, posiblemente sin que Satanás te diga o te haga nada, sin premisas ni contexto; ahí está Satanás a tu alrededor, rodeándote. Busca aprovechar cualquier oportunidad y, después, te ocupa y posee violentamente, logrando su objetivo de obtener un control total sobre ti e infligirte daño. Esta es una intención y conducta muy típica de Satanás durante su lucha para apartar a la humanidad de Dios.

La Palabra, Vol. II. Sobre conocer a Dios. Dios mismo, el único IV

Cuando las personas tienen conocimiento de Dios, se alegran de sufrir y vivir para Dios, y sin embargo, Satanás todavía controla las debilidades en su interior, aún es capaz de hacerlos sufrir, los espíritus malignos aún son capaces de obrar y causar perturbaciones en su interior, de hechizarlos, de trastornarlos y hacerlos sentir incómodos y completamente perturbados. En los pensamientos y en la conciencia de las personas hay cosas que son susceptibles de ser controladas y manipuladas por Satanás. Por eso, a veces estás enfermo o atribulado, hay momentos en que sientes que el mundo está desolado, o que no tiene sentido vivir, e incluso hay momentos en que puedes buscar la muerte y querer suicidarte. Es decir, estos dolores los maneja Satanás, y son la debilidad mortal del hombre. Algo que ha sido corrompido y pisoteado por Satanás puede seguir siendo utilizado por este; es la tuerca que Satanás hace girar. […] Cuando obran los espíritus malignos, no existe brecha que no exploten. Pueden hablar desde tu interior o a tu oído, o pueden perturbar tu mente e interrumpir tus pensamientos, adormeciéndote ante el roce del Espíritu Santo, impidiendo que lo sientas, y entonces los espíritus malignos empezarán a perturbarte, a sumir tus pensamientos en el caos y a hacerte perder el sentido, provocando incluso que tu alma abandone tu cuerpo. Esta es la obra que los espíritus malignos hacen en las personas, y estas corren un gran peligro si no pueden reconocer lo que realmente es.

La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. El significado de que Dios pruebe el dolor mundano

Hay en la actualidad algunos espíritus malignos que engañan al hombre con cosas sobrenaturales; eso no es sino una imitación por su parte: engañar al hombre por medio de la obra que actualmente el Espíritu Santo no lleva a cabo. Mucha gente hace milagros y sana a los enfermos y expulsa a los demonios; todo esto no es más que la obra de los espíritus malignos porque el Espíritu Santo ya no hace esa obra en la actualidad y todos aquellos que han imitado la obra del Espíritu Santo a partir de aquella época son, ciertamente, espíritus malignos. Toda la obra que se llevó a cabo en Israel en ese tiempo fue sobrenatural; sin embargo, el Espíritu Santo no obra así ahora, y cualquier obra actual de ese tipo es la imitación y el disfraz de Satanás y es su perturbación. Sin embargo, no puedes afirmar que todo lo sobrenatural viene de los espíritus malignos. Esto depende de la era de la obra de Dios.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. El misterio de la encarnación (1)

Dios no repite Su obra, Él no hace obras que no sean realistas, Él no hace exigencias excesivas al hombre, y Él no hace obra que vaya más allá del sentido del hombre. Toda la obra que hace está dentro del ámbito del sentido normal del hombre, y no supera el sentido de la humanidad normal, y Su obra se hace de acuerdo a las necesidades normales del hombre. Si se trata de la obra del Espíritu Santo, la gente se hace cada vez más normal, y su humanidad se vuelve cada vez más normal. La gente gana un conocimiento cada vez mayor de su carácter satánico corrupto y de la sustancia del hombre, y también gana un anhelo cada vez mayor de la verdad. Es decir, la vida del hombre crece y crece, y el carácter corrupto del hombre llega a ser cada vez más capaz de cambiar, todo lo cual es el significado de que Dios se convierta en la vida del hombre. Si un camino es incapaz de revelar aquellas cosas que son la sustancia del hombre, es incapaz de cambiar el carácter del hombre y, más aún, es incapaz de traer a la gente ante Dios o de proporcionarle una verdadera comprensión de Dios, e incluso hace que su humanidad se vuelva cada vez más inferior y su sentido cada vez más anormal, entonces este no debe ser el camino verdadero, y puede que sea obra de un espíritu maligno, o sea el camino antiguo. En pocas palabras, no puede pertenecer a la obra actual del Espíritu Santo.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Sólo los que conocen a Dios y Su obra pueden satisfacer a Dios

Himnos relacionados

Cuando el Espíritu Santo obra en el hombre

La obra de Dios no se repite

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