Pregunta 5: Pablo dijo muy claramente en 2 Timoteo que “Toda Escritura es inspirada por Dios” (2 Timoteo 3:16). Esto significa que cada palabra de la Biblia es la palabra de Dios, y que la Biblia representa al Señor. Creer en el Señor es creer en la Biblia, creer en la Biblia es creer en el Señor. ¡Apartarse de la Biblia significa no creer en el Señor! Nuestra creencia en el Señor sólo requiere que nos aferremos con firmeza a la Biblia. Incluso si no aceptamos la obra de Dios en los últimos días, ¡aun así recibiremos la salvación y entraremos en el reino de los cielos! ¿Hay algo de malo en este entendimiento?
Respuesta: Los pastores y ancianos del mundo religioso concluyeron que todo lo que hay en la Biblia es la palabra de Dios porque Pablo dijo: “Toda Escritura es inspirada por Dios” (2 Timoteo 3:16), y que mientras nos aferremos a la Biblia podremos ser arrebatados al reino de los cielos. Especialmente en los últimos días, la mayoría de creyentes en el Señor también cree en esto. ¿Pero este punto de vista se ajusta a la verdad y a los hechos? ¿Acaso el Señor Jesús dijo alguna vez “Toda Escritura es inspirada por Dios”? ¿El Espíritu Santo dijo eso? No. Lo dijo Pablo. Muchas personas usan estas palabras de Pablo como la base de su creencia de que cada palabra de la Biblia está inspirada por Dios y que es la palabra de Dios. ¿No es un gran error? Algunas personas también creen que, aunque las palabras hayan sido pronunciadas por un ser humano, si están registradas en la Biblia, serán la palabra de Dios. ¿No es tal punto de vista presuntuoso y absurdo? Todos deberíamos tener muy claro que la Biblia es sólo un testimonio y un registro que documenta la obra de Dios. La Biblia es un producto de la obra de Dios para salvar a la humanidad. Cada etapa de la obra de Dios está repleta de la batalla entre Dios y las malvadas fuerzas de Satanás, que son el motivo por el cual la palabra de Dios no es lo único registrado en la Biblia, pues también contiene palabras de varias personas e incluso de Satanás. Este hecho está muy claro. ¿Es un argumento válido decir que cada palabra de la Biblia es la palabra de Dios? ¿No es distorsionar la verdad y confundir el negro y el blanco? ¿Cómo podemos aún desarrollar tales creencias erróneas? ¿Por qué no podemos hablar de acuerdo con los hechos? Cualquiera que haya leído la Biblia sabe que esta contiene conversaciones entre Dios y Moisés, entre Dios y Job, entre Dios y Su pueblo escogido, e incluso entre Dios y Satanás. Así que, ¿podrían las palabras pronunciadas por la persona con la que conversa Dios convertirse en la palabra de Dios? ¿No sería absurdo? Por eso, decir que toda Escritura es dada por inspiración de Dios y es la palabra de Dios ¡no puede ser válido! Algunas personas absurdas insisten en decir que las palabras del hombre y de Satanás en la Biblia son las palabras de Dios. Esto no se corresponde en absoluto con la verdad, ¡no hace más que mancillar a Dios, blasfemar contra Él y ofender seriamente Su carácter! Las palabras de Dios son las palabras de Dios, las del hombre son las del hombre y las palabras de Satanás son las palabras de Satanás. ¿Por qué las personas las confunden? Las palabras de Dios siempre serán la verdad. Las palabras del hombre nunca pueden ser la verdad, como mucho sólo pueden ajustarse a ella. Las palabras de Satanás siempre serán falsedades y mentiras. ¡Aunque se pronunciaran diez mil veces, seguirían siendo mentiras y falsedades y cosas sin sentido! La gente inteligente debería ser capaz de reconocer esto. Sólo los necios e ignorantes insisten en sus absurdos puntos de vista. Sobre esta cuestión, entenderemos mejor las cosas tras leer uno pasajes de la palabra de Dios Todopoderoso.
Dios Todopoderoso dice: “Hoy, las personas creen que la Biblia es Dios, y que Él es la Biblia. Así, también creen que todas las palabras de la Biblia fueron las únicas palabras que Dios habló y que Él las pronunció todas. Los que creen en Dios piensan incluso que, aunque los sesenta y seis libros del Antiguo y el Nuevo Testamento fueron escritos por personas, fueron, todos, inspirados por Dios y son un registro de las declaraciones del Espíritu Santo. Esta es la comprensión errónea que tiene el hombre, y no es completamente acorde con los hechos. En realidad, aparte de los libros de profecía, la mayor parte del Antiguo Testamento es un registro histórico. Algunas de las epístolas del Nuevo Testamento provienen de las experiencias de las personas, y, otras, del esclarecimiento del Espíritu Santo. Las epístolas paulinas, por ejemplo, surgieron de la obra de un hombre; todas fueron resultado del esclarecimiento del Espíritu Santo y se escribieron para las iglesias, y fueron palabras de exhortación y aliento para los hermanos y hermanas de las mismas. No fueron palabras habladas por el Espíritu Santo; Pablo no podía hablar en nombre del Espíritu Santo ni era profeta, y, mucho menos, tuvo las visiones que tuvo Juan. Sus epístolas se escribieron para las iglesias de Éfeso, Filadelfia, Galacia, y otras. Por tanto, las epístolas paulinas del Nuevo Testamento son epístolas que Pablo escribió para las iglesias y no son inspiraciones del Espíritu Santo ni Sus declaraciones directas. […] Si las personas consideran las epístolas o las palabras como las de Pablo como declaraciones del Espíritu Santo, y las adoran como a Dios, sólo puede decirse que no discriminan correctamente. Dicho con mayor severidad, ¿no es esto simplemente blasfemia? ¿Cómo podría un hombre hablar en nombre de Dios? ¿Y cómo podrían las personas postrarse ante los registros de sus epístolas y ante las palabras que habló como si fueran un libro sagrado o un libro celestial? ¿Podría el hombre pronunciar a la ligera las palabras de Dios? ¿Cómo podría un hombre hablar en nombre de Dios?” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Relativo a la Biblia (3)).
Muchos creyentes piensan que “La Biblia representa a Dios, representa al Señor” y dicen: “Creer en la Biblia es creer en el Señor, creer en el Señor es creer en la Biblia.” Tal punto de vista no parece erróneo, pero para las personas con experiencia, tal punto de vista es erróneo. Esto demuestra que la gente cree en Dios, pero no conoce a Dios, y, además, no tienen claro la relación entre la Biblia y Dios. Si alguien insiste en que la Biblia representa a Dios y que creer en la Biblia es creer en Dios, déjenme que les pregunte: ¿Es la Biblia la que salva a las personas o es Dios quien lo hace? ¿La Biblia puede reemplazar a Dios y hacer Su obra? ¿La Biblia puede reemplazar la obra del Espíritu Santo? Dios creó los cielos, la tierra y todas las cosas. ¿La Biblia puede crear los cielos, la tierra y todas las cosas? ¿Es Dios más grande o es la Biblia más grande? ¿Quién llegó antes, Dios o la Biblia? ¿Habéis reflexionado todos sobre estas cuestiones? Si la gente aún no puede ver a través de estas cosas de sentido común que los creyentes deben entender, ¿son personas que experimentan la obra de Dios? ¿En absoluto han experimentado ninguna obra del Espíritu Santo? ¿No tienen ningún conocimiento de la sabiduría y magnificencia de Dios? Todos sabemos que Dios es el único y verdadero Dios, el Señor de la creación. Dios puede pronunciar palabras, Él creó los cielos y la tierra y todas las cosas, y reina sobre ellas. Dios es Espíritu, y aun así puede hacerse carne como el Hijo del Hombre para hablar y obrar entre los hombres, redimirlos y salvarlos. Dios es real y está vivo, el Todopoderoso, quien es, y quién fue, y quien será. Por el contrario, la Biblia es un mero registro que documenta las dos etapas de la obra de Dios en la Era de la Ley y en la Era de la Gracia. Es un libro de historia. ¿Cómo es posible comparar la Biblia con Dios? Es por eso que, sea cual sea la perspectiva, la Biblia no puede representar a Dios, creer en la Biblia no es creer en Dios, y aferrarse a la Biblia no es seguir a Dios. La Biblia es la Biblia, Dios es Dios. La Biblia y Dios son cosas totalmente diferentes. ¡Es un hecho irrefutable!
Extracto del guion de la película de “Rompe el hechizo”