6. Diferenciación entre los líderes verdaderos y los falsos, y los pastores verdaderos y los falsos
Las palabras relevantes de Dios:
La obra de un obrero calificado puede llevar a las personas al camino correcto y concederles una mayor entrada a la verdad. Su obra puede llevar personas delante de Dios. Además, la obra que hace puede variar de individuo a individuo y no está sujeta a reglas, lo que permite a las personas libertad y liberación, y la capacidad de crecer poco a poco en la vida y tener una entrada más profunda en la verdad. La obra de un obrero no calificado se queda demasiado corta; su obra es necia. Solo puede llevar a las personas a las reglas, y lo que demanda de las personas no varía de individuo a individuo; no obra de acuerdo con las necesidades reales de las personas. En este tipo de obra hay demasiadas reglas y demasiadas doctrinas y esto no puede llevar a las personas a la realidad o a la práctica normal del crecimiento en la vida. Solo les puede permitir adherirse a unas cuantas reglas inútiles. Este tipo de guía solo puede llevar a las personas a descarriarse. Te guía para que te vuelvas como él; te puede llevar a lo que él tiene y es. Para que los seguidores disciernan si los líderes están calificados, la clave es examinar la senda por la que lideran y los resultados de su obra, y ver si los seguidores reciben principios de acuerdo con la verdad, y si reciben los caminos de práctica adecuados para su transformación. Debes distinguir entre la diferente obra de diferentes tipos de personas; no debes ser un seguidor necio. Esto afecta la cuestión de la entrada de las personas. Si no eres capaz de distinguir el liderazgo de qué persona tiene una senda y cuál no, te desorientarán fácilmente. Todo esto tiene relación directa con tu propia vida.
La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La obra de Dios y la obra del hombre
Necesitas tener un entendimiento de los múltiples estados en los que las personas estarán cuando el Espíritu Santo lleve a cabo obra en ellas. En particular, quienes se coordinan para servir a Dios deben tener una comprensión mucho mejor de estos estados. Si únicamente hablas de muchas experiencias o formas de lograr la entrada, eso demuestra que tu experiencia es demasiado parcial. Si no conoces tu verdadero estado y no comprendes los principios-verdad, no es posible que logres un cambio de carácter. Si no conoces los principios de la obra del Espíritu Santo ni comprendes el fruto que produce, será difícil que puedas discernir la obra de los espíritus malignos. Debes poner al descubierto la obra de los espíritus malignos, así como las nociones del hombre, y penetrar directamente en el meollo del asunto; también debes señalar muchas de las desviaciones que ocurren en la práctica de las personas y los problemas que podrían tener en su fe en Dios, de modo que puedan reconocerlos. Como mínimo, no debes hacer que se sientan negativas o pasivas. Sin embargo, debes entender las dificultades que existen de un modo objetivo para la mayoría de las personas, no debes ser irracional ni “intentar enseñar a cantar a un cerdo”; esa conducta es insensata. Para resolver las muchas dificultades que experimentan las personas, primero debes comprender la dinámica de la obra del Espíritu Santo; debes comprender cómo el Espíritu Santo lleva a cabo obra en diferentes personas; debes tener un entendimiento de las dificultades que enfrentan las personas y de sus deficiencias, y debes distinguir los asuntos clave del problema y llegar a su origen, sin desviarte ni cometer ningún error. Solo esta clase de persona está calificada para coordinarse en servicio a Dios.
La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Con qué debería estar equipado un pastor apto para el uso
Los que sirven a Dios deben ser Sus íntimos; deben ser agradables a Él y capaces de mostrar la mayor lealtad a Él. Independientemente de si actúas en público o en privado, puedes obtener el deleite de Dios delante de Dios; puedes mantenerte firme delante de Él, e, independientemente de cómo te traten otras personas, siempre caminas por la senda por la que debes caminar y le prestas toda la atención a la carga de Dios. Sólo las personas que son así son íntimas de Dios. Que los íntimos de Dios sean capaces de servirle directamente se debe a que Él les ha dado Su gran comisión y Su carga, a que pueden hacer suyo el corazón de Dios y a que toman la carga de Dios como propia, y no consideran las ganancias o las pérdidas de sus perspectivas de futuro; incluso cuando sus perspectivas son que no tendrán nada y no tienen nada que ganar, siempre creerán en Dios con un corazón amante de Él. Por tanto, este tipo de persona es íntima de Dios. Los íntimos de Dios son también Sus confidentes; sólo estos podrían compartir Su inquietud y Sus pensamientos, y aunque su carne es dolorosa y débil, son capaces de soportar el dolor y abandonar lo que aman para satisfacer a Dios. Dios da más cargas a esas personas y lo que Él desea hacer queda demostrado en el testimonio de esas personas. Así, estas personas son agradables para Dios; son siervos de Dios que concuerdan con Sus intenciones y sólo ellos pueden gobernar junto a Él.
La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Cómo servir de acuerdo con las intenciones de Dios
Su actitud siempre es de hostilidad hacia la nueva obra de Dios; nunca tienen la mínima tendencia a someterse y jamás se han sometido o humillado de buen grado. Se creen muy superiores a los demás y nunca se someten a nadie. Delante de Dios, se consideran los mejores para predicar la palabra y los más hábiles para obrar en los demás. Nunca desechan los “tesoros” que poseen, sino que los tratan como herencias familiares a las que adorar y las usan para predicar a los demás y sermonear a los necios que los idolatran. De hecho, hay una cierta cantidad de personas de este tipo en la iglesia. Se podría decir que son “héroes indómitos”, que residen temporalmente en la casa de Dios generación tras generación. Consideran que predicar la palabra (doctrina) es su deber supremo. Año tras año y generación tras generación, se dedican a cumplir enérgicamente su deber “sagrado e inviolable”. Nadie se atreve a tocarlos; ni una sola persona se atreve a reprenderlos abiertamente. Se convierten en “reyes” en la casa de Dios y campan a sus anchas mientras tiranizan a los demás, era tras era.
La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Los que se someten a Dios con un corazón sincero, sin duda serán ganados por Él
La obra en la mente del hombre es demasiado fácil de lograr para él. Los pastores y los líderes en el mundo religioso, por ejemplo, confían en sus dones y posiciones para hacer su obra. Las personas que los siguen mucho tiempo se van a infectar con sus dones y van a ser influidas por algo de su ser. Se enfocan en los dones, habilidades y conocimiento de las personas, y prestan atención a cosas sobrenaturales y a muchas doctrinas profundas pero poco realistas (por supuesto, estas doctrinas profundas son inalcanzables). No se enfocan en los cambios en el carácter de las personas, sino en entrenar a las personas para predicar y obrar, mejorar su conocimiento y sus abundantes doctrinas religiosas. No se enfocan en qué tanto cambia el carácter de las personas ni tampoco en qué tanto las personas entienden la verdad. No se interesan en la esencia de las personas, y mucho menos tratan de conocer sus estados normales y anormales. No contraatacan las nociones de las personas ni tampoco ponen de manifiesto sus nociones, y mucho menos podan sus deficiencias o corrupciones. La mayoría de los que los siguen sirven con sus dones, y lo único que publican son nociones religiosas y teorías teológicas que están alejadas de la realidad y son completamente inútiles para dar vida a las personas. De hecho, la esencia de su obra es cultivar el talento, cultivar a una persona sin nada para que se convierta en un talentoso graduado del seminario que después va a hacer la obra y liderar.
La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La obra de Dios y la obra del hombre
Servir a Dios no es una tarea sencilla. Aquellos cuyo carácter corrupto permanece inalterado no pueden servir nunca a Dios. Si tu carácter no ha sido juzgado ni castigado por las palabras de Dios, entonces tu carácter aún representa a Satanás, lo que prueba que sirves a Dios por tus propias buenas intenciones, que tu servicio está basado en tu naturaleza satánica. Tú sirves a Dios con tu temperamento natural y de acuerdo con tus preferencias personales. Es más, siempre piensas que las cosas que estás dispuesto a hacer son las que deleitan a Dios, y que las cosas que no deseas hacer son las que son repugnantes para Dios; obras totalmente según tus propias preferencias. ¿Puede esto llamarse servir a Dios? En última instancia, tu carácter-vida no cambiará ni un ápice; más bien, tu servicio te volverá incluso más obstinado, haciendo así que se arraigue profundamente tu carácter corrupto, y de esta manera, desarrollarás reglas en tu interior sobre el servicio a Dios que se basan principalmente en tu propio temperamento, y experiencias derivadas de tu servicio según tu propio carácter. Estas son las experiencias y lecciones del hombre. Es la filosofía del hombre para los asuntos mundanos. Las personas como estas se pueden clasificar como fariseos y funcionarios religiosos. Si nunca despiertan y se arrepienten, seguramente se convertirán en los falsos cristos y los anticristos que desorientan a las personas en los últimos días. Los falsos cristos y los anticristos de los que se habló surgirán de entre esta clase de personas. Si aquellos que sirven a Dios siguen su propio temperamento y actúan en base a su propia voluntad, corren el riesgo de ser descartados en cualquier momento. Aquellos que aplican sus muchos años de experiencia adquirida al servicio a Dios con el fin de ganarse el corazón de los demás, de sermonearlos, constreñirlos y enaltecerse a sí mismos, y que nunca se arrepienten, nunca confiesan sus pecados, nunca renuncian a los beneficios del estatus; estas personas caerán delante de Dios. Son de la misma especie que Pablo, presumen de su veteranía y hacen alarde de sus calificaciones. Dios no perfeccionará a este tipo de personas. Este servicio trastorna la obra de Dios. Las personas siempre se aferran a lo viejo. Se aferran a las nociones del pasado, a todo lo de tiempos pretéritos. Este es un gran obstáculo para su servicio. Si no puedes desecharlas, estas cosas acabarán con tu vida entera. Dios no te aprobará en lo más mínimo; ni siquiera si te rompes las piernas mientras corres o si te quiebras la espalda a causa de tu labor, ni siquiera si eres martirizado en tu servicio a Dios. Muy por el contrario: Él dirá que eres un malhechor.
La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Se debe depurar el servicio religioso
¿Por qué han invertido mucho esfuerzo la mayoría de las personas en leer las palabras de Dios, pero después sólo tienen conocimiento y no pueden decir nada sobre una senda real? ¿Piensas que poseer conocimiento equivale a poseer la verdad? ¿No es este un punto de vista confundido? Tú eres capaz de hablar de tantos temas del conocimiento como granos de arena hay en una playa, pero nada de eso contiene una senda verdadera. ¿Acaso no estás intentando engañar a las personas al hacer esto? ¿No estás armando un espectáculo vacío, sin sustancia que lo respalde? ¡Todo este comportamiento es perjudicial para las personas! Cuanta más alta la teoría y más desprovista está de la realidad, más incapaz es de llevar a las personas a la realidad. Cuanta más alta la teoría, más te hace rebelarte contra Dios y oponerte a Él. No consideres un tesoro la teoría espiritual, ¡no sirve de nada! Algunas personas llevan décadas hablando de la teoría espiritual y se han convertido en grandes figuras espirituales, pero, al final, siguen sin entrar en la realidad-verdad. Como no han practicado ni experimentado las palabras de Dios, no tienen principios ni una senda de práctica. Las personas así son en sí mismas carentes de la realidad-verdad, así que ¿cómo pueden llevar a otras hacia la senda correcta de la fe en Dios? No pueden más que extraviar a la gente. ¿Así no se perjudican a sí mismos y a los demás? Como mínimo, debes ser capaz de resolver los problemas reales que tienes justo en frente de ti. Es decir, debes ser capaz de practicar y experimentar las palabras de Dios y de poner en práctica la verdad. Esa es la única sumisión a Dios. Solo cuando tienes entrada en la vida eres apto para trabajar para Dios, y solo cuando te esfuerzas sinceramente por Él puedes recibir Su aprobación. No hagas siempre grandes declaraciones ni hables de teorías altisonantes; eso no es real. Pontificar sobre la teoría espiritual para hacer que la gente te admire no es dar testimonio de Dios, sino más bien alardear. No beneficia en absoluto a las personas ni las edifica, y fácilmente puede llevarlas a adorar la teoría espiritual y a no centrarse en practicar la verdad; ¿y no es eso extraviar a la gente? Seguir así dará lugar a numerosas teorías vacías y reglas que limitarán y atraparán a la gente; es verdaderamente mortificante.
La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Concéntrate más en la realidad
Cualquiera que no entienda el propósito de la obra de Dios es alguien que se resiste a Él, y alguien que ha llegado a entender el propósito de la misma pero que todavía no busca satisfacer a Dios se considera aún más un opositor a Dios. Hay algunos que leen la Biblia en grandes iglesias y la recitan todo el día, pero ninguno de ellos entiende el propósito de la obra de Dios. Ninguno de ellos es capaz de conocer a Dios y mucho menos es conforme a las intenciones de Dios. Son todos personas inútiles y viles, que se ponen en alto para sermonear a “Dios”. Son personas que enarbolan la bandera de Dios, pero se resisten deliberadamente a Él, que llevan la etiqueta de creyentes en Dios mientras comen la carne y beben la sangre del hombre. Todas esas personas son diablos malvados que devoran el alma del hombre, demonios jefes que perturban deliberadamente que la gente se embarque en la senda correcta, así como obstáculos en la búsqueda de Dios por parte de las personas. Pueden parecer de “buena constitución”, pero ¿cómo van a saber sus seguidores que no son más que anticristos que llevan a la gente a resistirse a Dios? ¿Cómo van a saber sus seguidores que son diablos vivientes dedicados a devorar a las almas humanas?
La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Todas las personas que no conocen a Dios son las que se resisten a Él