214 Dios es Dios, el hombre es el hombre
Ⅰ
Tal vez hayas abierto el libro de las palabras de Dios
para investigar o con la intención de aceptar;
cualquiera que sea tu actitud,
Dios espera que lo leas hasta el final y que no lo dejes de lado fácilmente.
Dios espera que lo leas hasta el final y que no lo dejes de lado fácilmente.
Después de leer estas palabras,
tal vez tu actitud cambie,
pero eso depende de tu motivación
y de tu grado de comprensión.
Sin embargo, deberías saber una cosa:
la palabra de Dios no puede hacerse pasar por la del hombre,
y menos aún puede hacerse que la palabra del hombre sea la de Dios.
Un hombre usado por Dios no es el Dios encarnado,
y el Dios encarnado no es un hombre usado por Dios.
En esto, hay una diferencia esencial.
Ⅱ
Tal vez después de leer estas palabras
no las reconozcas como palabras de Dios,
sino sólo como el esclarecimiento que el hombre ha obtenido.
En ese caso, la ignorancia te ciega.
¿Cómo pueden ser las palabras de Dios
lo mismo que el esclarecimiento que el hombre ha obtenido?
Las palabras del Dios encarnado abren una nueva era,
guían a toda la humanidad, revelan misterios
y le muestran al ser humano la dirección que ha de tomar en la nueva era,
la dirección que ha de tomar en la nueva era.
El esclarecimiento obtenido por el hombre
no es otra cosa que simples instrucciones para la práctica o el conocimiento.
No puede guiar a toda la humanidad a una nueva era
ni revelar los misterios de Dios mismo.
A final de cuentas, Dios es Dios, y el hombre es el hombre.
Dios tiene la esencia de Dios y el hombre tiene la del hombre.
Si este considera las palabras habladas por Dios
como un simple esclarecimiento del Espíritu Santo
y toma las de los apóstoles y profetas
como palabras habladas personalmente por Dios,
eso sería un error por parte del hombre.
Ⅲ
Pase lo que pase,
nunca deberías mezclar lo erróneo con lo correcto
ni hacer que lo elevado sea bajo,
ni confundir lo profundo con lo superficial.
Pase lo que pase,
nunca deberías refutar deliberadamente
lo que sabes que es la verdad.
Todos aquellos que creen que existe Dios
deberían afrontar los problemas desde el punto de vista correcto,
y aceptar la nueva obra de Dios y Sus nuevas palabras
desde la perspectiva de Su ser creado;
de lo contrario, serán descartados por Él.
de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Prefacio