Punto 7: Son perversos, insidiosos y falsos (I)

Apéndice: Gestión del caso de los anticristos en Canadá

¿Cuál es la situación actual de la gente que cumple con su deber en la iglesia canadiense? ¿Tenéis discernimiento del anticristo Yan? ¿Podéis ver algún problema en la forma en que Yan habló y actuó? (En ese momento, no vi ningún problema; solo pensé que no estaba haciendo el seguimiento del trabajo. Realmente no sabía mucho más que eso). Alguien más puede hablar. (No tuve mucho contacto con Yan. Asistí a algunas reuniones con él hace dos años, pero no volví a verlo después de eso). Yan fue un líder de vuestra iglesia, entonces, ¿cómo es posible que ninguno de vuestros equipos tuviera contacto con él? ¿Es porque ahora se ha descubierto que tiene problemas y estáis tratando de evadir vuestras responsabilidades o realmente no tuvisteis contacto con él? Oí que alguien tuvo una relación inapropiada con Yan, ¿es esto cierto? (Sí). ¿Lo percibisteis? (No). Entonces, estáis muy ciegos. Alguien más puede continuar. (Tuve mucho contacto con Yan. En ese momento, solo pensaba que era un poco arrogante y sentencioso, y que le encantaba exaltarse a sí mismo y alardear. Pero nunca percibí que tuviera la esencia de un anticristo). Le gustaba seducir a las mujeres, ¿lo sabías? (No. Siempre hablaba con severidad en las charlas sobre lo mala que era la promiscuidad para los hombres y las mujeres, y a menudo hablaba de que teníamos que poner fin a ese comportamiento. Nunca pensé que pudiera ser así a puerta cerrada). La siguiente persona puede continuar. (Me vinculé con Yan durante un año, pero no me llevaba muy bien con él y no tuvimos una cooperación armoniosa. Solo me contactaba con él cuando nos comunicábamos por cuestiones de trabajo y no mucho más que eso. Por este motivo, no pude discernirlo con claridad). ¿No pudiste discernirlo? ¿Fue que no viste lo que estaba sucediendo o que no lo discerniste? ¿Cómo es que no pudiste discernirlo con claridad? ¿Cómo ocurrió esto? (Porque seguí una senda errónea e idolatré y admiré a un hombre talentoso. Yan era muy elocuente, y en cada charla citaba las palabras de Dios y los sermones y las enseñanzas de lo Alto. Parecía que sabía cómo resolver problemas, y cada vez que había algún inconveniente en la iglesia, intentaba solucionarlo). Si sabía cómo resolver problemas, ¿cómo es que el Equipo de Producción Audiovisual de la iglesia canadiense ha tenido tantas dificultades que aún no se han podido resolver? Dices que realmente sabía cómo resolver problemas, pero ¿no es eso un sinsentido? ¿No es engañoso? (Sí). ¿Escucháis sermones? ¿Asistís a las reuniones de cada semana? (Sí). Entonces, ¿me escucháis cuando predico los sermones sobre cómo discernir a los anticristos? (Sí). Después de escucharme, ¿podéis lograr discernimiento sobre Yan? ¿Podéis ver algún problema en la forma en la que Yan hacía las cosas? Estabais escuchando sermones y os estabais reuniendo en el mismo lugar que el anticristo, y aun así no pudisteis ver a un anticristo tan obvio… ¿cuál es el problema aquí? Yan fue líder durante dos años y cinco meses; ¿quién tuvo más contacto con él? ¿En qué equipo pasó más tiempo? ¿Cuántas personas de ese equipo pudieron discernirlo? ¿Cuántas descubrieron que había un problema con él y no lo comunicaron? ¿Quién descubrió que era problemático y se presentó para informarlo? ¿Conocéis las respuestas a estas preguntas? (Nadie discernió cómo era realmente). Entonces, ¿cómo descubristeis más tarde que era un anticristo? (Una hermana que se relacionó con él dijo que no se encontraba en un buen estado, y cuando intentamos averiguar más sobre este asunto, descubrimos que Yan establecía relaciones problemáticas con las mujeres). Esa hermana sacó el problema a la luz. ¿Alguien más lo denunció? (No).

Durante este tiempo que hemos pasado compartiendo y diseccionando las diversas manifestaciones de los anticristos, ¿habéis descubierto algún otro problema con Yan? (Al compartir cómo discernir a los anticristos, he descubierto que Yan era muy bueno para generar divisiones entre las personas. A menudo, juzgaba a ciertos hermanos y hermanas delante de mí y trataba de sembrar discordia en mi relación con la hermana con la que trabajaba, diciendo que solo era una complaciente que no practicaba la verdad, entre otras cosas. Esto hizo que me formara ciertas opiniones sobre su persona y, con el tiempo, ya no pude trabajar bien con ella). En realidad, todos teníais vuestras opiniones sobre Yan, pero nadie las comunicó ni lo denunció. Todos vosotros sois unos complacientes que preferiríais retrasar el trabajo de la iglesia y no preocuparos en absoluto. Él no hizo el trabajo que lo Alto le asignó y, al ver esto, vosotros no lo denunciasteis, sino que protegisteis y consentisteis a este anticristo. ¿Por qué no lo hicisteis? ¿Temíais desagradarle o no entendíais claramente las cosas? (No entendía claramente las cosas. Aparte de verlo ocasionalmente cuando tenía algún problema, en general no mantuve un vínculo cercano con él. Solía decir que estaba ocupado trabajando, pero no sabíamos si esto era cierto o no). No había necesidad de investigar lo que hacía a escondidas; deberíais haber podido calar parte de lo que hacía justo delante de vosotros. Hay ciertas manifestaciones cuando los anticristos hacen algo. No solo estaba haciendo cosas a escondidas; vosotros podríais reconocer esas manifestaciones en persona. Si no pudisteis ver esas manifestaciones, ¿no estabais ciegos? (Sí). Así que, si ahora hubiera otra persona con esas características, ¿podríais discernirla? ¿Puede alguien como Yan hacer un trabajo real? ¿Puede compartir la verdad y resolver problemas? (No). ¿Por qué decís que no? (En términos de resultados de trabajo, la iglesia tuvo muchos problemas que no se resolvieron durante mucho tiempo; el progreso de todo el trabajo fue increíblemente lento y las películas que filmamos no cumplían con los requisitos de la casa de Dios). Antes de que se tomaran medidas con Yan, ¿visteis que esto era un problema? (No). Entonces, ¿qué entendéis después de escuchar los sermones? No podéis ver problemas tan graves y luego siempre encontráis excusas y decís: “No nos relacionamos con él. ¿Cómo podríamos saber las cosas que hacía a escondidas? Solo somos creyentes comunes; él era un líder. No podíamos estar siguiéndolo siempre, así que es razonable que no pudiéramos desentrañar cómo era realmente y que no lo denunciáramos”. ¿Es esto lo que queríais decir? (Sí). ¿Cuál es la naturaleza de esto? (Intentamos evadir nuestras responsabilidades). Entonces, ¿abordaréis el asunto de esta manera nuevamente si encontráis a alguien así en el futuro? (No, no lo haré así de nuevo. Una vez que lo descubra, debo denunciarlo). No estoy tan seguro de que lo hagáis. Hay personas en muchas iglesias que denuncian a falsos líderes y anticristos, pero ninguna lo ha hecho en la iglesia canadiense. Este anticristo estuvo activo durante mucho tiempo y nadie lo denunció; no hubo quién lo denunciara. Hace poco, el Equipo de Producción Audiovisual de Estados Unidos envió una carta en la que se denunciaba a alguien. Estaba redactada de manera organizada y fundamentada, y también era muy específica y precisa; básicamente, estaba escrita sobre una base fáctica. Esto demuestra que, en cada iglesia, hay algunas personas que pueden discernir a los falsos líderes y anticristos; esto es algo bueno. A veces, los falsos líderes y anticristos montan un espectáculo durante un tiempo y revelan ciertos problemas. Algunas personas pueden ser solamente capaces de ver que hay problemas, pero no pueden desentrañar la esencia y la verdad de estos problemas ni saben cómo resolverlos; esto también tiene que ver con la falta de discernimiento. ¿Qué deberíais hacer en tales circunstancias? En momentos como esos, deberíais acudir a alguien que entienda la verdad para discernir a esas personas. Si hay varias personas que pueden hacerse responsables y buscar, comunicarse y debatir el asunto juntas, entonces podréis alcanzar un consenso y calar la esencia del problema, y luego podréis discernir si son falsos líderes y anticristos. No es tan difícil resolver el problema de los falsos líderes y anticristos; los falsos líderes no realizan trabajo real y es sencillo descubrirlos y verlos claramente; los anticristos perturban y trastornan la obra de la iglesia y también son fáciles de descubrir y ver claramente. Todo esto tiene que ver con el problema de perturbar al pueblo escogido de Dios mientras cumple su deber, y deberíais denunciar y desenmascarar a esa gente; tan solo de esa forma podéis impedir que la obra de la iglesia sufra demoras. Denunciar y poner al descubierto a los falsos líderes y anticristos es una tarea crucial que garantiza que el pueblo escogido de Dios pueda llevar a cabo su deber adecuadamente, y esa es una responsabilidad que recae sobre todo Su pueblo. No importa de quién se trate, siempre que sean falsos líderes o anticristos, el pueblo escogido de Dios debe desenmascararlos y sacarlos a la luz, y si lo hacéis cumpliréis con vuestra responsabilidad. Mientras el problema informado sea verdadero y realmente haya un caso de un falso líder o un anticristo, la casa de Dios siempre lo manejará de manera oportuna y de acuerdo con los principios. Entonces, ¿disteis a conocer el problema con el anticristo Yan? No, no lo hicisteis. Fuisteis desorientados y manipulados por este diablo durante mucho tiempo, como si no tuvierais conciencia. Tener a un anticristo tan obvio a vuestro lado que actuó deliberadamente todo este tiempo y simplemente permitirle continuar sin cuestionarlo… ¿Realmente no tenéis ninguna conciencia? ¿Vivís la vida de la iglesia normalmente? ¿Podéis disfrutar de la obra del Espíritu Santo? ¿Os beneficiáis cada vez que asistís a una reunión? Deberíais poder sentir todas estas cosas. Lo más importante es que el anticristo Yan no realizó ningún trabajo real en absoluto, causó retrasos en el trabajo de producción audiovisual y desordenó por completo la obra de la iglesia. Cualquiera con corazón debería haber podido ver estas cosas, pero ninguno de vosotros desenmascaró ni denunció a este anticristo. Parece como si os gustara mezclaros con diablos inmundos y espíritus malignos y que no tuvierais amor por la verdad en absoluto. Puede que no estéis dispuestos a reconocerlo, pero es un hecho. Os relacionasteis con un diablo y aun así pensáis que es genial. Pensáis que ya no necesitáis leer las palabras de Dios ni perseguir la verdad y que simplemente podéis cumplir con las formalidades al realizar vuestro deber; creéis que no necesitáis preocuparos más por alcanzar la salvación, practicar la verdad, someteros a las orquestaciones y los arreglos de Dios ni cumplir con vuestro deber correctamente. Creéis que podéis simplemente entregaros a la carne y vivir sin ataduras y despreocupados, como la gente de Sodoma en aquel entonces, comiendo, bebiendo, festejando y sin hacer ningún trabajo adecuado, sin que nadie se haga responsable y sin que nadie ponga al descubierto ni denuncie al anticristo. Eso llevó a que la iglesia estuviera sin la obra del Espíritu Santo durante mucho tiempo. Y no os importa; ya habéis caído en la decadencia, no sois diferentes de los incrédulos y no creyentes. Habéis escuchado sermones durante años, e incluso ahora no sois capaces de discernir a los falsos líderes y anticristos, y en lugar de ello estáis dispuestos a mezclaros con anticristos y a pasaros el día comiendo sin reflexionar seriamente sobre nada. Esta conducta basta para demostrar que no tenéis verdadera fe en Dios. En primer lugar, no amáis la verdad ni la aceptáis; en segundo lugar, no tenéis sentido de la responsabilidad por vuestro deber, y mucho menos puede decirse que lo llevéis a cabo con lealtad; además, sencillamente hacéis caso omiso de la obra de la iglesia. En apariencia realizáis vuestro deber, pero no obtenéis resultados; simplemente os limitáis a seguir las formalidades. Con independencia de cómo los falsos líderes y anticristos perturben y dañen la obra de la iglesia, vosotros no estáis al tanto de nada, y tampoco os importa lo más mínimo. Solo cuando se revela por completo a un anticristo reconocéis que no tenéis discernimiento, y cuando pregunto sobre los pormenores, decís: “No lo sé, ¡no soy responsable!”. Os desentendéis completamente del asunto. ¿Pensáis que al decir esto el asunto se termina y que podréis eludir vuestra responsabilidad? ¿La casa de Dios dejará de examinarlo? La casa de Dios os ha regado todo este tiempo, habéis escuchado numerosos sermones, ¿y cuál es el resultado? Es un problema grave que aparezca un anticristo en la iglesia, pero vosotros no sois conscientes de ello. Eso muestra que no habéis hecho ningún progreso, que estáis dormidos y sois torpes y que os entregáis a la carne. Sois un montón de gente muerta, ni uno solo de vosotros está vivo ni persigue la verdad, como mucho hay unos cuantos contribuyentes de mano de obra. Tras haber creído en Dios y escuchado sermones durante todo este tiempo, os relacionáis después con un anticristo, sin desenmascararlo ni denunciarlo; ¿cuál es la diferencia entre vosotros y alguien que no es creyente? Estáis con los anticristos, no sois el pueblo de Dios; seguís a los anticristos, a Satanás, y desde luego que no sois seguidores de Dios. Pese a que no hayáis hecho las mismas cosas malvadas que el anticristo ha cometido, lo habéis seguido y protegido, ya que no lo habéis puesto al descubierto ni denunciado, y habéis hablado mucho acerca de la escasa relación que teníais con él y sobre vuestro desconocimiento de sus actos. Al hacer eso, ¿acaso no lo estabais defendiendo con los ojos abiertos? El anticristo ha causado mucha maldad y ha paralizado la obra de la iglesia, ha trastornado la vida de la iglesia hasta desordenarla por completo, y aun así afirmáis que no sabíais lo que estaba haciendo; ¿quién se creería eso? Visteis con vuestros propios ojos que el anticristo estaba perturbando y dañando la obra de la iglesia, pero mostrasteis una completa indiferencia y no tuvisteis ninguna reacción. Nadie lo desenmascaró ni lo denunció, ninguno de vosotros pudo cumplir siquiera esa diminuta responsabilidad, ¡carecéis por completo de conciencia y razón! Todas las iglesias envían con frecuencia cartas que denuncian a falsos líderes y anticristos; ¿nunca lo habéis visto? Tan solo la iglesia de Canadá es una charca de agua estancada que nunca se ha puesto en contacto con lo Alto para informar sobre su situación. No sois más que una sarta de gente muerta, ¡ni uno solo de vosotros está vivo! Dios no reconoce una iglesia como esa y, si no os arrepentís, estaréis completamente acabados y seréis todos descartados.

Hoy es 10 de julio de 2019. A partir de hoy, el Equipo de Producción Audiovisual canadiense entrará formalmente en un período de aislamiento y reflexión por un año. ¿Cuántas personas hay en el Equipo de Producción Audiovisual? (Dios, hay 34 personas). ¿Y cuántos líderes? (Dos). Bien, así que vosotros dos, levantaos y dejadme veros. Vosotros, las personas del Equipo de Producción Audiovisual, recordad este día, 10 de julio. A partir de hoy, el Equipo de Producción Audiovisual canadiense se clasificará formalmente como Grupo B por el término de un año. Si os arrepentís, podréis regresar a la iglesia común. Veremos cómo os comportáis durante este año; si continuáis desempeñando vuestro deber y mostráis arrepentimiento, podréis reanudar la vida en la iglesia. ¿Lo entendéis? (Sí). Durante este período, vuestros deberes seguirán siendo los mismos. Si alguno de vosotros no quiere que lo echen o lo expulsen, ¿qué pensáis de adoptar este método de aislamiento y reflexión? ¿Os parece bien? (Sí). ¿Por qué os doy un año? (Para darnos la oportunidad de arrepentirnos). Para daros la oportunidad de arrepentiros. Si, después de un año, vuestra conducta sigue siendo vergonzosa, vuestra eficiencia laboral sigue sin estar a la altura, seguís retrasándoos en el cumplimiento de vuestro deber y vuestro trabajo sigue igual de caótico que antes, no habéis progresado en absoluto con vuestra labor profesional y entrada en la vida y no habéis logrado ningún resultado, entonces continuaréis aislados durante un año más, y de esta manera el período se extenderá año tras año. Cuando hayáis progresado, es decir, cuando podáis escribir algunos artículos de testimonio vivencial y vuestro comportamiento, vuestra comprensión y vuestros resultados laborales sean realmente satisfactorios, podréis reanudar la vida en la iglesia. Los otros equipos de la iglesia canadiense podrán continuar con la vida en la iglesia. Veremos cuál es vuestra actitud hacia el cumplimiento de vuestro deber en el futuro. Si seguís comportándoos de manera vergonzosa, se aislará a todos los miembros de la iglesia canadiense. ¿Lo entendéis? (Sí). ¿Qué pensáis de este resultado del manejo del asunto? (Es bueno). ¿De verdad creéis que es bueno o solo lo decís? (De verdad es bueno). Bien, estáis satisfechos con esto. Así que este sermón de hoy es el último que escucharéis. Mi intención original era aislaros y descartaros completamente y no permitiros volver a escuchar sermones. Todos los sermones que habéis escuchado en estos años han sido en vano y no habéis ganado nada, ¿entonces por qué seguís escuchando? ¡Me duele tanto veros! Todos vosotros parecéis tan dormidos y torpes.

Hace un tiempo, cuando estaba conversando con una hermana de la iglesia canadiense, me enteré de que lo único que hacían allí era tontear y existía un libertinaje extremo; había tanto ruido que ella no podía escribir, como si estuviera en una zona bulliciosa del centro de la ciudad. Eso comenzó a desagradarme, y dije que la gente de la iglesia canadiense no era devota, sino libertina, como los incrédulos, y que no perseguía la verdad. Más tarde, hablé con esas personas sobre asuntos de producción audiovisual y estaban totalmente dormidas. ¿A qué me refiero con “dormidas”? Cuando les hablaba, no mostraban ninguna reacción ni expresión facial; tenían la mirada fija, como si hubieran sido poseídas por espíritus malignos; no tenían ninguna reacción ni actitud sobre nada. ¿No es repugnante? A juzgar por los estados mentales y las apariencias de esa gente, ninguno de los equipos sirve para nada; todos son caóticos. En particular, hubo un incidente de promiscuidad en el Equipo de Producción Audiovisual, pero insisten en que no sabían nada. ¿Es exacto lo que dicen? ¿No es engañoso? De hecho, los líderes y obreros ya se ocuparon de este asunto del anticristo Yan, pero como es tan grave y repugnante, tuve que intervenir personalmente. ¿Por qué tuve que hacerlo? Porque no lo manejaron de manera adecuada. Solo le restaron importancia al tema, no pudieron resolver ninguno de los problemas ni diseccionar el asunto en absoluto. ¿Qué tan insensibles sois ahora? Podrían pincharos en la cara con una aguja y no sangraríais; sois totalmente incapaces de sentir nada. Todos los líderes y obreros han sido podados, pero después siguieron igual y no cambiaron. Por eso tuve que intervenir y cambiar vuestro “tratamiento”. ¿Qué lecciones habéis aprendido por medio de este asunto? Sentís tristeza en el corazón, ¿verdad? ¿Pensáis que es justo que maneje las cosas de esta manera? (Sí). ¿Por qué es justo? Hablemos francamente: si no sigues la senda correcta ni practicas la verdad; si ondeas la bandera de la fe en Dios pero quieres vivir como los no creyentes y actuar deliberadamente, entonces tu fe en Dios no tiene sentido. ¿Por qué lo digo? ¿Dónde radica el sentido de la fe en Dios? Radica en el cambio completo de la senda que siguen las personas, de su perspectiva de la vida y de su rumbo y sus objetivos en la vida una vez que comienzan a creer en Dios, en que estas cuestiones se vuelvan totalmente diferentes de las de aquellos que no creen, de las personas mundanas y de los demonios, y que la senda que siguen los creyentes sea completamente opuesta a la de ellos. ¿Cuál es esa dirección opuesta? Que quieras ser una buena persona y alguien que se somete a Dios y tiene una semejanza humana. Entonces, ¿cómo puedes lograrlo? Debes enfocarte en esforzarte por la verdad, y solo entonces podrás cambiar. Si no persigues la verdad ni la practicas, tu fe en Dios no tiene sentido ni valor; tu fe es una cáscara vacía, palabras endiabladas dirigidas a engañar, solo palabras vacías, sin ningún efecto en absoluto. Deberíais contemplar lo que estoy diciendo. Estas palabras son las verdades más simples y fundamentales, y quizá no las habíais contemplado antes. ¿Es así? Si dices: “Creo en Dios. Haré lo que se supone que debo hacer, haré lo que quiera, y en cuanto a someterme a Dios, someterme a Sus orquestaciones y arreglos, ser leal a Él y ser alguien con humanidad, esas cosas no tienen nada que ver conmigo”. Entonces, si esas cosas no tienen nada que ver contigo, ¿qué haces creyendo en Dios? ¿Por qué crees en Dios? ¿Cómo quieres creer en Él? ¿Qué tipo de persona quieres ser en tu fe en Dios? Si estas cosas no tienen nada que ver contigo, tu fe en Dios simplemente no tiene sentido. Si siempre crees en Dios basándote en tus nociones e imaginaciones, siempre haces las cosas según tus preferencias, haces lo que quieres y te entregas a la carne, entonces tus pensamientos, tus puntos de vista y lo que haces no tienen nada que ver con la verdad ni con lo que Dios requiere; por tanto, tu fe en Él no tiene sentido y no hay necesidad de que sigas creyendo. Incluso si lo hicieras, sería un desperdicio de esfuerzo y Dios no te salvaría.

Este tema es muy pesado y todos os sentís molestos por la forma en que se manejó este asunto; fue un poco inesperada. Sea como sea, habrá más casos como este en el futuro. Ahora que esta vez hemos abordado la cuestión de esta manera, si algo así vuelve a ocurrir en el futuro, no se manejará del mismo modo, sino que tal vez se aborde de forma más estricta. Decidme, ¿es apropiado? (Sí).

A continuación, compartiremos un tema algo más relajado. ¿Os gusta escuchar historias? (Sí). Entonces os contaré una historia. ¿Cuál debería contaros? ¿Qué tipo de tema os gustaría escuchar? ¿Preferís escuchar narraciones, discutir asuntos de actualidad o política o escuchar sobre historia? No vamos a hablar de esas cosas, ya que es inútil hablar de ellas. Os contaré una historia sobre el comportamiento de las personas que creen en Dios, su carácter y los diversos estados que experimentan en la vida diaria.

Apéndice:

El capital a debate:
“¡Déjalo estar!”

Había cinco personas conversando, y una de ellas, el señor Uni, dijo: “De mi tiempo en la universidad, lo que más extraño es la vida en el campus. El campus estaba lleno de plantas de todo tipo y, durante la primavera y el otoño, la gran hermosura del paisaje me hacía sentir relajado y feliz. Además, por aquellos años, era un joven muy idealista e inocente, y no tenía tantas presiones. La vida fue tan sencilla durante mis tres años en la universidad… si pudiera retroceder diez o veinte años y volver a la vida en el campus, creo que eso sería lo más maravilloso de esta vida…”. Esto dijo la primera persona, cuyo nombre era “señor Uni”. ¿Qué significa “Uni”? Significa “un estudiante universitario”; de ahí proviene el nombre “señor Uni”. Aún no había terminado de recordar y disfrutar su vida maravillosa cuando intervino el señor Graduado diciendo: “¿Se puede considerar un curso de tres años como una carrera universitaria? Eso es un curso de formación profesional. Una licenciatura en la universidad suele durar cuatro años; solo eso se puede considerar como una carrera universitaria. Estuve cuatro años en la universidad. Durante ese tiempo, descubrí que había muchos estudiantes universitarios en el mercado de talentos y que era difícil encontrar trabajo. Así que, antes de graduarme, lo pensé bien y decidí continuar con un posgrado. En ese momento, no había muchos estudiantes de posgrado, y encontrar un trabajo sería fácil. Como era de esperar, después de graduarme del posgrado, encontré un gran trabajo con un buen ingreso, y viví muy bien. Este fue el resultado de ser un estudiante de posgrado”. ¿Qué mensaje recibís al escuchar esto? El señor Uni se graduó de un curso de formación profesional, mientras que el señor Graduado completó un posgrado, obtuvo un ingreso elevado, y ganó estatus y respeto en la sociedad. El señor Graduado estaba hablando felizmente, cuando el señor Gerente dijo: “¡Todavía eres joven, muchacho! No tienes ninguna experiencia en la sociedad. No importa si estudias un posgrado o un doctorado, no hay nada mejor que elegir una buena especialización en la universidad. Antes de comenzar la universidad, hice una investigación de mercado y vi que las empresas de todos los tamaños necesitaban personas con habilidades de gestión, así que cuando llegué a la universidad elegí estudiar gestión de mercado, con el objetivo de convertirme en el gerente principal de una empresa, es decir, en un ‘CEO’. En la época en que me gradué, varias empresas de todos los tamaños necesitaban talentos como yo. El mercado era enorme, y cuando comencé a buscar empleo, varias empresas intentaron captarme. Al final, pude elegir entre varias opciones. Elegí la mejor empresa extranjera e inmediatamente me convertí en gerente con un alto ingreso. En cinco años, ya había comprado mi propio coche. Bastante listo, ¿no creéis? ¿Puedo o no puedo tomar buenas decisiones?”. Mientras el señor Gerente hablaba, los otros dos se sentían algo desafiantes, pero no dijeron nada. Pensaban para sus adentros: “Es un gerente de alto nivel y tiene una visión más amplia. Tiene mucho más capital que nosotros. Aunque nos sintamos algo desafiantes, no diremos nada. Simplemente admitiremos la derrota”. Cuando el señor Gerente terminó de hablar, se sentía muy satisfecho consigo mismo, ya que pensaba que estos jóvenes no tenían tanta experiencia como él. Entonces, alguien llamado señor Funcionario comenzó a hablar. El señor Funcionario no había pensado mucho en lo que los otros tres habían dicho. Con tranquilidad, sostuvo su té, tomó un sorbo, miró a su alrededor y dijo: “Hoy en día todos son estudiantes universitarios. ¿Quién no puede entrar en la universidad? No es suficiente con solo ir a la universidad, y tampoco basta con entrar en los negocios. Aunque seas un gerente de alto nivel, ese no es un trabajo para toda la vida; no es estable. ¡La clave es encontrar un trabajo fijo y así estarás asegurado para toda la vida!”. Cuando los demás oyeron esto, dijeron: “¿Trabajo para toda la vida? ¿Quién habla de eso hoy en día? ¡Eso es cosa del pasado!”. El señor Funcionario replicó: “¿Cosa del pasado? ¡Bah! ¡Solo decís eso porque sois miopes y os falta perspicacia! Cuando conseguís un trabajo para toda la vida, aunque los ingresos sean un poco más bajos, os aseguráis una vida estable, tenéis autoridad y podéis meter las narices en todo lo que os plazca. La mayoría de la gente no entendía cuando me presenté al examen para ser funcionario público y me preguntaban por qué alguien tan joven querría trabajar para las agencias gubernamentales. Después de que aprobé el examen para ser funcionario, mis amigos y familiares que querían un trabajo o que estaban involucrados en litigios vinieron a buscarme. Eso es tener mucha autoridad, ¿no es cierto? Aunque el ingreso no es alto, me proporcionaron vivienda y coche. Mis beneficios son mejores que los vuestros. Además, también puedo hacer que se me reembolsen los gastos cuando salgo a comer o de compras, y también puedo viajar en taxi o avión gratis. Vuestros trabajos no son lo suficientemente buenos; todos tenéis empleos inseguros. ¡Me ha ido mucho mejor que a vosotros!”. Los demás se sintieron incómodos al oír estas palabras y contestaron: “Aunque tus beneficios sean bastante buenos, tienes una mala reputación. Extorsionas y actúas como un tirano por todas partes, y no sirves al pueblo. Simplemente perjudicas a la gente y haces todo tipo de cosas malas”. El señor Funcionario respondió: “¿Y qué importa si tengo mala reputación? ¡Me va bien así!”. Todos comenzaron a discutir el asunto, hasta que finalmente la última persona no pudo contenerse más, se levantó y dijo: “Mirad, habéis ido a la universidad, habéis estudiado un posgrado, sois gerentes de alto nivel, sois funcionarios, y yo no he tenido las experiencias que vosotros tenéis. Aunque solo soy una persona insignificante, tengo que compartir mis experiencias con vosotros. Cuando volví a la ‘mater’…”. Los otros se sorprendieron y preguntaron: “¿Qué es eso de la ‘mater’? Aprobar el examen de servicio público convierte a uno en funcionario; estudiar un posgrado, en graduado; ser el principal gerente de una empresa, en CEO, así que ¿qué significa esto de la ‘mater’? ¿Puedes explicarlo?”. Esta persona dijo: “¿Así que vosotros podéis ir a la universidad, estudiar un posgrado, ser gerentes de alto nivel y convertiros en funcionarios, pero yo no puedo volver a mi alma mater para ver cómo están las cosas?”. ¿Lo veis? Se enfadó. Esta persona insignificante tenía poca educación, pero aun así era vanidosa. Los demás dijeron: “Todos sabemos lo que es ‘volver a la alma mater’. No necesitas decir que volviste a la ‘mater’. Solo di que volviste a tu alma mater”. Los demás le preguntaron luego de qué nivel educativo era su alma mater; si se trataba de un instituto de secundaria, una escuela técnica, una universidad o un posgrado. Él respondió diciendo: “Nunca fui a la universidad, nunca estudié un posgrado y nunca me presenté a un examen para ser funcionario. ¿No está bien ir simplemente a la escuela primaria? ¡Déjalo estar!”. Se sintió avergonzado; había revelado su origen y ya no lo podía ocultar. Había estado fingiendo todo el tiempo. Al relacionarse con los demás, nunca les había revelado su nivel de educación. Ahora, todo había salido a la luz; había quedado mal, así que se abalanzó hacia la puerta y se escapó. Los demás no entendían por qué había huido y dijeron al unísono: “¿No te habías graduado solo de la escuela primaria? ¿Por qué huyes? ¡Y estabas tan orgulloso de ello!”. Terminaré la historia aquí; con esto es suficiente.

En esta historia, hay cinco personas. ¿Sobre qué tema están hablando? (Sobre su formación académica). ¿Y qué significa la formación académica realmente para la gente? (Su estatus social). La formación académica de una persona está relacionada con su estatus social; esto es un hecho objetivo. Entonces, ¿por qué la gente quiere hablar sobre su estatus social? ¿Por qué las personas desean sacar a la luz su estatus e identidad sociales como temas de conversación? ¿Qué es lo que hacen con ello? (Alardear de sí mismas). Entonces, ¿cómo debería titularse esta historia? (“Una comparación entre formaciones académicas”). Si el título de esta historia fuera “Una comparación entre formaciones académicas”, ¿no sería demasiado categórico? (Sí. ¿Qué tal “Ostentación de estatus”?). Sería demasiado directo; no estaría implícito y no sería lo suficientemente profundo. ¿Y si pusiéramos “El capital a debate” como título principal y “¡Déjalo estar!” como título secundario? Es un poco satírico, ¿verdad? “El capital a debate” significa que todo el mundo habla sobre su capital, incluidos su estatus social y su formación académica. ¿Y qué significa “¡Déjalo estar!”? (No admitir que otras personas son mejores). Así es. Aquí se vislumbra un tipo de carácter. “Entonces, ¿qué pasa si eres un estudiante de posgrado? ¿Y si recibiste una educación superior a la que yo recibí?”. Nadie admite que otras personas son mejores que uno mismo. Eso es lo que implica hablar de capital. ¿Acaso no escuchamos a menudo este tipo de conversaciones cuando estamos con otras personas? Hay quienes hacen alarde de la riqueza o de los orígenes prestigiosos de su familia; otros se jactan de llevar el apellido de ciertos emperadores y celebridades; algunas personas hablan de la universidad en la que se graduaron y de su pasado glorioso, y hasta una chica que trabaja como masajista en un salón de belleza dice cosas como: “Aprendí a realizar masajes con un maestro reconocido, con corrección a cargo de expertos y un seguimiento personalizado. Al final, me convertí en una masajista profesional de primera clase, y la década del 2000 fue mi época más gloriosa…”. Aquí, la palabra “gloriosa” está fuera de lugar. Hasta una masajista de la industria de los servicios habla de su “época más gloriosa”. En realidad, no hace más que alardear y jactarse. De lo que estamos hablando realmente con este tema es de ciertas conversaciones que se escuchan a menudo, de comportamientos que se observan con frecuencia y de las actitudes que habitualmente se revelan cuando interactuamos con la gente en la vida real. ¿Por qué las personas hablan de ese capital? ¿Qué carácter o motivación las mueve? ¿Se pueden considerar gloriosas esas cosas de las que se habla? La gloria no tiene nada que ver con eso. Entonces, ¿se beneficia la gente al hablar de tales cosas? (No). ¿Y vosotros? ¿Habláis también de esas cosas? (Sí). Si sabéis que no aportan ningún beneficio, ¿por qué habláis sobre ellas? ¿Por qué la gente disfruta hablando de esas cosas? (Porque son el capital del que la gente hace alarde). ¿Cuál es el propósito de hacer alarde de ellas? (Que los demás los tengan en alta estima). Esto se debe al hecho de que nadie quiere ser una persona común y corriente. Incluso alguien que se graduó en educación primaria habló de volver a su “alma mater” para ver cómo estaban las cosas, ansioso por utilizar este tipo de lenguaje literario para engañar e insensibilizar a los demás a fin de que lo tengan en alta estima. ¿Cuál es el propósito de lograr que otros lo tengan en alta estima? Poder estar por encima de otras personas, ocupar un lugar y una posición entre los demás, llevar una aureola sobre la cabeza, ostentar autoridad en las cosas que dice, contar con el apoyo de los demás y tener prestigio. Si te desprendieras de estas cosas y fueras una persona común y corriente, ¿qué deberías poseer? Primero, deberías tener la perspectiva correcta. ¿Cómo surge tal perspectiva? Surge al leer las palabras de Dios y entender qué actitud debes tener hacia ciertas cosas de acuerdo con las intenciones de Dios y que la gente debería tener dentro de su humanidad normal: esta es la perspectiva correcta. Entonces, como una persona ordinaria, común y normal, ¿cuál es la perspectiva más apropiada y correcta que deberías adoptar hacia todas estas cuestiones, hacia el estatus y el capital sociales, los antecedentes familiares, etcétera? ¿Lo sabéis? Supongamos que hay alguien que ha creído en Dios durante muchos años, que cree que ha entendido muchas verdades y cree seguir el camino de Dios, y es leal a Dios y a su deber, pero que considera su estatus en la sociedad y entre las personas y su valor como algo muy importante, y que valora mucho estas cosas, e incluso a menudo alardea de su capital, de sus gloriosos antecedentes y de su valor; ¿es esta persona realmente alguien que entiende la verdad? Claramente, no. Entonces, ¿alguien que no entiende la verdad es una persona que la ama? (No). No. ¿Cuál es la relación entre hablar del capital y si alguien entiende y ama la verdad? ¿Por qué digo que alguien que aprecia su propio valor y alardea de su capital no es alguien que ama y entiende la verdad? ¿Cómo debería abordar estos asuntos de estatus social, capital personal y valor alguien que verdaderamente la ama y la entiende? ¿Qué cosas se incluyen en el estatus social? Los antecedentes familiares, la educación, la reputación, los logros en la sociedad, los talentos personales y la etnia. Entonces, ¿cómo abordas estas cosas para verificar que eres alguien que entiende la verdad? Esta pregunta debería ser fácil de responder, ¿no? Deberíais entender mucho sobre este aspecto en teoría. Decid lo que se os ocurra. No penséis: “Uy, no lo he meditado, así que no puedo decir nada”. Si no lo habéis pensado bien, solo decid lo que pensáis en este momento. Si solo podéis hablar una vez que habéis meditado algo, eso se llama “escribir artículos”. Ahora solo estamos conversando; no os estoy pidiendo que escribáis un artículo. Hablad primero desde una perspectiva teórica. (Entiendo por las palabras de Dios que Él no se fija en qué nivel de educación tiene alguien o cuál es su estatus social, sino que principalmente mira si persigue la verdad, si puede practicarla y si verdaderamente se somete a Dios y cumple con su deber con una calidad razonable. Si alguien tiene un alto estatus social y tiene un alto nivel educativo, pero no tiene comprensión espiritual, no camina por la senda de perseguir la verdad y no teme a Dios ni se aparta del mal, entonces será descartado al final y no podrá mantenerse firme en la casa de Dios. Por lo tanto, los antecedentes académicos y el estatus que uno pueda tener no son importantes. Lo que es importante es si persigue la verdad). Excelente, este es un concepto fundamental. ¿Por qué digo que es fundamental? Porque la gente suele hablar básicamente de estos temas y de este contenido. ¿Alguien más tiene una comprensión diferente? Alguien añada algo a lo que ya se ha dicho. (Si uno puede perseguir la verdad, podrá ver que la búsqueda de fama, ganancia y estatus es realmente una especie de esclavitud, un grillete que se lleva, y que cuanto más se persigan estas cosas, más vacío se sentirá y más llegará a apreciar el daño y el dolor que la fama, la ganancia y el estatus causan a las personas. Cuando entiende esto y ve a alguien que considera estas cosas como capital, pensará que esa persona es realmente digna de lástima). (Una persona que verdaderamente ama y entiende la verdad medirá el estatus social y la reputación usando las palabras de Dios; mirará lo que Dios dice y requiere, lo que Él quiere que las personas persigan, lo que la gente en definitiva obtendrá al perseguir estas cosas y si lo que logra es consistente con los resultados que Dios espera ver en las personas). Habéis tocado el tema aquí, ¿pero lo que decís tiene mucho que ver con la verdad? ¿Sois capaces de evaluar esto? La mayoría de las personas tienen algún conocimiento perceptual, y si os pidiera que dierais un sermón, sería un sermón de exhortación. ¿Por qué digo que sería un sermón de exhortación? Un sermón de exhortación es aquel en el que se dicen cosas que dan consejos y ánimos a las personas; no puede resolver problemas reales. Aunque cada oración pueda sonar correcta y razonable, en línea con la razón humana y los requisitos racionales, tiene poco que ver con la verdad y es solo el pequeño conocimiento superficial y perceptual que la gente tiene. Si compartieras estas palabras con otros, ¿serías capaz de resolver los problemas y dificultades de las personas desde su origen? No, no podrías, y es por eso que digo que sería un sermón de exhortación. Si no puedes resolver las dificultades y los problemas de las personas desde sus orígenes, entonces no estás resolviendo los problemas de las personas por medio de la verdad. Aquellos que no entienden la verdad siempre defenderán el conocimiento, la reputación y el estatus y no podrán escapar de las limitaciones y la esclavitud de estas cosas.

Pensad en ello: ¿cómo debéis abordar el valor, el estatus social y los antecedentes familiares del hombre? ¿Cuál es la actitud correcta que deberíais tener? Primero de todo, a partir de las palabras de Dios, debéis ver cómo Él aborda este asunto; solo así podréis comprender la verdad y no hacer nada que vaya en contra de ella. Entonces, ¿cómo considera Dios los antecedentes familiares de alguien, su estatus social, la educación que recibió y la riqueza que posee en la sociedad? Si no ves las cosas según las palabras de Dios y no puedes ponerte de Su lado y aceptar las cosas de parte de Dios, entonces la forma en que las ves estará ciertamente muy alejada de las intenciones de Dios. Si no hay mucha diferencia, tan solo una pequeña discrepancia, eso no es un problema; pero si la forma en que ves las cosas va completamente en contra de las intenciones de Dios, entonces no se ajusta a la verdad. En lo que a Dios respecta, lo que Él da a las personas y cuánto les da depende de Él, y el estatus que estas tienen en la sociedad también está ordenado por Dios y de ninguna manera es obra de la propia gente. Si Dios hace que alguien padezca el dolor y la pobreza, ¿significa eso que esa persona no tiene esperanza de salvación? Si tiene una valía y una posición social bajas, ¿no la salvará Dios? Si tiene un estatus bajo en la sociedad, ¿lo tiene también ante los ojos de Dios? No necesariamente. ¿De qué depende esto? Depende de la senda que esa persona recorra, de lo que persiga y de su actitud hacia la verdad y hacia Dios. Si alguien tiene un estatus social muy bajo, una familia muy pobre y un bajo nivel de educación, pero cree en Dios de manera sensata, ama la verdad y las cosas positivas, a los ojos de Dios, ¿tiene un valor alto o bajo, es valioso o despreciable? Es valioso. Viéndolo desde esta perspectiva, ¿de qué depende el valor de alguien, independientemente de que este sea alto o bajo, noble o humilde? Depende de cómo te ve Dios. Si Dios te ve como alguien que persigue la verdad, entonces tienes valía y eres valioso: eres un recipiente valioso. Si Dios ve que no persigues la verdad y que no te entregas sinceramente a Él, eres despreciable y careces de valor: eres un recipiente insignificante. No importa cuán educado seas o cuán alto sea tu estatus en la sociedad, si no persigues ni entiendes la verdad, tu valía nunca podrá ser alta; incluso si muchas personas te apoyan, te alaban y te adoran, sigues siendo un desgraciado deleznable. Entonces, ¿por qué ve Dios a las personas de esta manera? ¿Por qué a una persona tan “noble”, con un estatus tan alto en la sociedad, con tantas personas que la alaban y la admiran, e incluso con un prestigio tan elevado, Dios la considera insignificante? ¿Por qué la forma en que Dios ve a las personas es totalmente contraria a la opinión que estas tienen de los demás? ¿Acaso Dios se pone a sí mismo en contra de la gente adrede? En absoluto. Es porque Dios es verdad, Dios es justicia, mientras que el hombre es corrupto y no tiene ni verdad ni justicia, y Dios mide al hombre según Su propio criterio y Su criterio para medir al hombre es la verdad. Decir esto puede sonar un poco abstracto, así que, para decirlo de otra manera, el criterio de medida de Dios se basa en la actitud de una persona hacia Él, hacia la verdad y hacia las cosas positivas; esto ya no es abstracto. Supongamos que hay una persona que tiene un estatus en la sociedad y un nivel educativo altos, que es muy educada y cultivada y que tiene una historia familiar particularmente gloriosa y espléndida, pero hay un problema: no ama las cosas positivas, siente repulsión, aborrecimiento y odio hacia Dios desde el fondo de su corazón y, cuando surge algo relacionado con Él, con los temas de Dios o con Su obra, aprieta los dientes con odio, se le enciende la mirada y hasta quiere golpear a otras personas. Si alguien menciona un tema relacionado con Dios o con la verdad, siente repulsión y hostilidad, y surge su naturaleza brutal. ¿Una persona así es valiosa o inútil? ¿Cuánto valen su formación académica, sus supuestos estatus y prestigio sociales a los ojos de Dios? Nada en absoluto. ¿Cómo ve Dios a esa gente? ¿Cómo determina su naturaleza? Esas personas son demonios y satanases, y son los desgraciados más inútiles y despreciables. Viéndolo ahora, ¿cuál es la base para definir si el valor de alguien es noble o insignificante? (Es su actitud hacia Dios, la verdad y las cosas positivas). Así es. Primero, uno debe entender cuál es la actitud de Dios. Entender primero la actitud de Dios y comprender los principios y criterios según los cuales Él define a las personas, y luego medirlas con base en los principios y criterios que Dios tiene para ellas: solo esto es lo más preciso, apropiado y justo. Ahora tenemos una base para medir a las personas; ¿cómo deberíamos ponerla en práctica específicamente? Por ejemplo, alguien tiene un alto nivel educativo y es popular dondequiera que vaya, todos piensan bien de él y creen que tiene grandes perspectivas; ¿se lo verá entonces como una persona noble a los ojos de Dios? (No necesariamente). Así pues, ¿cómo deberíamos medir a esta persona? La nobleza o bajeza de una persona no se basa en su estatus en la sociedad, ni en su formación académica, mucho menos en su etnia, y por supuesto tampoco en su nacionalidad; entonces, ¿en qué debe basarse? (Debe basarse en las palabras de Dios y en la actitud de la persona hacia la verdad y hacia Él). Correcto. Por ejemplo, vosotros vinisteis de China continental a los EE. UU., e incluso si algún día os convertís en ciudadanos estadounidenses, ¿cambiarán vuestro valor y vuestro estatus? (No). No, no cambiarán; tú seguirás siendo tú. Si crees en Dios, pero no puedes obtener la verdad, sigues siendo el tipo de persona que perecerá. Algunas personas superficiales no creen verdaderamente en Dios ni persiguen la verdad, siguen al mundo secular y, después de convertirse en ciudadanos estadounidenses, dicen: “vosotros los chinos” y “vosotros los de China continental”. Decidme, ¿son gente noble o insignificante? (Insignificante). ¡Son tan insignificantes! Actúan como si al convertirse en ciudadanos estadounidenses se volvieran nobles, ¿no son sumamente superficiales? Son sumamente superficiales. Si una persona puede abordar la fama y la ganancia, el estatus social, la riqueza y los logros académicos con un corazón común y corriente —por supuesto, este corazón corriente no significa que ya hayas experimentado esas cosas y te hayas vuelto insensible, sino que tienes un criterio de medida y no las consideras como las más importantes en tu vida, y que los criterios y principios con los que mides y ves tales cosas, así como tus valores, han experimentado un cambio, y puedes abordarlas correctamente y verlas con un corazón corriente—, ¿qué demuestra esto? Demuestra que te has liberado de cuestiones externas, como el supuesto estatus social, el valor del hombre, etcétera. Quizá no podáis lograr esto ahora mismo, pero cuando comprendáis realmente la verdad, podréis desentrañar estas cosas. Os daré un ejemplo. Alguien se encuentra con hermanos y hermanas ricos, ve que solo visten marcas de lujo y que parecen adinerados, y no sabe cómo hablarles o relacionarse con ellos, por lo que se humilla, los adula y halaga y se comporta de una manera repugnante. ¿No es eso rebajarse a uno mismo? Aquí hay algo que lo domina. Algunas personas, cuando conocen a una mujer o un hombre ricos, los llaman “hermana mayor” o “hermano mayor”. Siempre quieren adular a esa gente y recomendarse a sí mismos. Cuando ven a alguien que es pobre y anodino y que viene del campo con un bajo nivel educativo, lo desprecian, se niegan a prestarle atención y su actitud cambia. ¿Se siguen estas prácticas comunes en la iglesia? Sí, y no podéis negarlo, porque hay algunos entre vosotros que habéis revelado justamente este comportamiento. Algunos llaman “hermano o hermana mayor” o “tía” a otras personas. Estas prácticas sociales son graves. A juzgar por el comportamiento de esta gente, no son personas que persiguen la verdad y no poseen ni un ápice de la realidad-verdad. Este tipo de gente conforma la mayoría entre vosotros y, si no cambian, todos serán descartados al final. Aunque estas opiniones erróneas no afectan la aceptación del camino verdadero por parte de las personas, pueden afectar la entrada en la vida y el desempeño de sus deberes; si no son personas que aceptan la verdad, es probable que causen perturbaciones en la iglesia. Si entiendes la intención de Dios, puedes captar los principios y criterios con los cuales se miden estas cosas. Hay otro aspecto, y es que, sin importar el tipo de estatus social o nivel educativo que tenga una persona, o de qué tipo de familia provenga, hay un hecho que debes reconocer: tus logros educativos y tus antecedentes familiares no pueden cambiar tu calidad humana ni pueden influir en tu carácter. ¿No es así? (Sí). ¿Por qué digo esto? Independientemente del tipo de familia en la que haya nacido una persona o del tipo de educación que haya recibido, ya sea que se haya educado mucho o no, y sin importar el tipo de entorno social en el que haya nacido, ya sea su estatus social alto o bajo, su carácter corrupto es exactamente el mismo que el de cualquier otra persona. Todos son iguales, eso es inevitable. Tu estatus social y tu valor no pueden cambiar el hecho de que eres parte de la raza humana que ha sido corrompida por Satanás ni que eres un ser humano corrupto con actitudes corruptas que está en oposición a Dios. ¿Qué quiero decir con esto? Que no importa lo rica que sea la familia en la que hayas nacido o lo bien educado que estés, de todos modos tienes actitudes corruptas; independientemente de si eres noble o humilde, rico o pobre, o de si tienes un estatus alto o bajo, sigues siendo un ser humano corrupto. Por lo tanto, después de haber aceptado la obra de Dios, todos sois iguales, y Dios es justo y equitativo con todos. ¿No es esta la comprensión que la gente debería tener? (Sí). ¿Qué persona no está corrompida por Satanás y no tiene actitudes corruptas por tener un estatus alto en la sociedad y haber nacido en la raza más noble de toda la humanidad? ¿Esta declaración es defendible? ¿Ha ocurrido este hecho alguna vez a lo largo de la historia de la humanidad? (No). No, no ha ocurrido. En realidad, incluyendo a Job, Abraham y esos profetas y santos antiguos, así como a los israelitas, ningún ser humano podría evitar vivir con este hecho innegable: al vivir en este mundo, toda la humanidad ha sido corrompida por Satanás. En la corrupción del hombre por parte de Satanás, a este no le importa si tienes una educación muy alta o no, cuál es tu historia familiar, cuál es tu apellido o cuán grande es tu árbol genealógico; el resultado final es: si vives entre los seres humanos, has sido corrompido por Satanás. Por lo tanto, tu valía y tus antecedentes académicos no pueden cambiar el hecho de que tengas actitudes corruptas satánicas y que vivas con ellas. ¿No es esta una comprensión que la gente debería tener? (Sí). Una vez que hayáis entendido estas cosas, cuando en el futuro alguien presuma de sus dones y su capital, o volváis a descubrir a alguien “superior” entre vosotros, ¿cómo lo trataréis? (Lo trataré según las palabras de Dios). Correcto. ¿Y cómo lo tratarás según las palabras de Dios? Si no tienes nada que hacer y lo desprecias y te burlas de él diciendo: “Mira cuán educado estás, ¿de qué alardeas? Estás hablando de tu capital de nuevo, pero ¿puedes cumplir bien tu deber? Por muy educado que estés, ¿no has sido corrompido por Satanás?”. ¿Es esta una buena manera de tratar a alguien? No está en consonancia con los principios y no es algo que una persona con humanidad normal debería hacer. Entonces, ¿cuál sería la forma de tratarlo de acuerdo con los principios? No deberías mirarlo con admiración, pero tampoco deberías despreciarlo, ¿no es eso ceder? (Sí). ¿Es correcto ceder? No, no lo es. Deberías tratarlo correctamente, y si puedes usar la verdad que comprendes para ayudarlo, hazlo. Si no puedes ayudarlo, si eres un líder y ves que sería adecuado para un deber en particular, haz que lleve a cabo ese deber. No lo desprecies porque tenga un alto nivel educativo y pienses: “¡Bah! ¿De qué sirve estar tan educado? ¿Comprendes la verdad? Yo no estoy tan educado, pero de todos modos soy líder. ¡Soy apto, soy mejor que tú, así que te despreciaré y te avergonzaré!”. Eso es ser malo y no tener humanidad. ¿Qué significa “tratar a las personas correctamente”? Significa manejar los asuntos de acuerdo con los principios-verdad. ¿Y cuál es el principio-verdad aquí? Tratar a las personas de manera justa. No tengas a las personas en alta estima ni las admires, y no te humilles ante ellas sintiendo que estás en un nivel inferior. Tampoco las halagues, no las pisotees y no las desprecies; es posible que no piensen que tienen una valía muy alta y que no estén haciendo alarde. ¿Está bien que siempre tengas miedo de que alardeen y que, por lo tanto, los pisotees constantemente? No, no está bien. Eso es ser malo y no tener humanidad; si no te inclinas demasiado hacia un lado, te inclinas demasiado hacia el otro. Tratar a las personas correctamente, tratarlas de manera justa: ese es el principio. Este principio parece simple, pero no es fácil de poner en práctica.

Anteriormente, un líder iba a mudarse a algún lugar para vivir. Le dije que podía llevarse con él a los líderes y miembros relevantes del equipo, ya que de esa manera les resultaría conveniente discutir el trabajo entre todos. Lo que dije no era difícil de entender; uno lo entiende en cuanto lo oye. Al final, el personal relevante que llevó consigo tenía bastantes “credenciales”: algunos le llevaban té, otros le lavaban los pies y le frotaban la espalda; todos eran un montón de aduladores. ¿Qué tan repugnante era este líder? Había una persona con una enfermedad infecciosa que lo adulaba y lo halagaba todos los días, lo seguía y lo servía. Incluso estaba dispuesto a correr el riesgo de contraer esta enfermedad con tal de disfrutar de la sensación de ser adulado. Finalmente, debido a que la persona que padecía la enfermedad infecciosa sufrió una recaída después de que se mudaron, este falso líder también fue revelado. Por lo tanto, ya sea que las personas comprendan la verdad o no, no deben hacer cosas malas en absoluto, no deben hacer nada basándose en sus ambiciones y deseos y no deben tener una mentalidad de correr riesgos, ya que Dios escruta los corazones de los hombres y toda la tierra. ¿Qué se incluye en “toda la tierra”? Se incluyen tanto las cosas materiales como las inmateriales. No pruebes medir a Dios, a la autoridad de Dios ni a la omnipotencia de Dios usando tu propio cerebro. Las personas son seres creados y sus vidas son muy insignificantes; ¿cómo pueden medir la grandeza del Creador? ¿Cómo pueden medir la omnipotencia y la sabiduría del Creador en Su creación de todas las cosas y Su soberanía sobre todas las cosas? No debes hacer cosas ignorantes ni hacer el mal en absoluto. Si haces el mal, inevitablemente recibirás una retribución y, cuando un día Dios te revele, obtendrás más de lo que esperabas, y ese día llorarás y rechinarás los dientes. Debes conducirte con autoconocimiento. En ciertos asuntos, antes de que Dios te ponga en evidencia, sería mejor que te compares con Sus palabras, reflexiones sobre ti mismo y saques a la luz lo que está enterrado, descubras tus propios problemas y luego busques la verdad para resolverlos; no esperes a que Dios te revele. Una vez que Él te haya revelado, ¿no hará eso que te vuelvas pasivo? En ese momento, ya habrás cometido una transgresión. Desde que Dios te escruta hasta que te revela, tu valor y la opinión que Él tiene de ti pueden experimentar un gran cambio. Esto se debe a que, mientras Dios te escruta, te está dando oportunidades y encomendándote Sus esperanzas, hasta el momento en que seas revelado. Desde que Él le encomienda Sus esperanzas a alguien hasta que estas esperanzas no se cumplen al final, ¿cuál es el estado de ánimo de Dios? Experimenta una gran caída. ¿Y cuál será la consecuencia para ti? En los casos leves, puedes convertirte en un objeto que Dios detesta y te dejará de lado. ¿Qué significa “dejará de lado”? Significa que serás retenido y observado. ¿Y cuál será la consecuencia en casos más graves? Dios dirá: “Esta persona es una calamidad y no merece ni siquiera rendir servicio. ¡No la salvaré en absoluto!”. Una vez que Dios se forme esta idea, ya no tendrás ningún desenlace y, cuando eso ocurra, podrás postrarte y sangrar, pero no servirá de nada, porque Él ya te habrá dado suficientes oportunidades, pero nunca te arrepentiste y fuiste demasiado lejos. Por lo tanto, sin importar los problemas que tengas o la corrupción que reveles, siempre debes reflexionar y conocerte a ti mismo a la luz de las palabras de Dios o pedir a los hermanos y hermanas que te señalen estas cosas. Lo más importante es que aceptes el escrutinio de Dios, te presentes ante Él y le pidas que te ilumine y esclarezca. No importa qué método utilices: descubrir los problemas a tiempo y luego resolverlos es el efecto que se logra mediante la autorreflexión, y es lo mejor que puedes hacer. ¡No debes esperar hasta que Dios te haya revelado y descartado para sentir remordimiento, ya que será demasiado tarde para arrepentirte! Cuando Dios revela a alguien, ¿tiene profunda ira o abundante misericordia? Es difícil de decir, es incierto y no te daré esa garantía; la senda que sigues depende de ti. ¿Sabéis cuál es Mi responsabilidad? Estoy diciéndoos todo lo que tengo que decir, cada palabra que debo decir, sin omitir una sola. Independientemente del método que utilice, ya sean palabras escritas, historias contadas o la producción de pequeños programas, en cualquier caso, estoy transmitiendo la verdad que Dios quiere que entendáis a través de varios medios, al mismo tiempo que os informo acerca de los problemas que veo. Os estoy advirtiendo, recordando y exhortando, y proporcionando cierta provisión, ayuda y apoyo. A veces también digo cosas duras. Esta es Mi responsabilidad, y depende de ti cómo recorrer el resto del camino. No necesitas examinar Mi discurso y Mis expresiones faciales, y no tienes que observar atentamente cuál es Mi opinión sobre ti; no es necesario que hagas eso. Lo que será tu desenlace en el futuro no tiene nada que ver conmigo; solo está relacionado con lo que tú mismo persigues. Hoy, estoy hablando sin rodeos y con franqueza; estoy hablando de manera totalmente clara. ¿Habéis oído y entendido cada palabra y cada frase que he dicho, lo que debo decir, lo que debería decir y lo que he dicho en el pasado? No hay nada abstracto en lo que digo, nada que no entendáis; todos lo habéis entendido, así que se ha cumplido Mi responsabilidad. No penséis que aún debo seguiros vigilando después de haber terminado de hablar y seguir haciéndome responsable de vosotros, llevándoos de la mano hasta el final. Todos habéis creído en Dios durante varios años, todos sois adultos y no niños pequeños. Tenéis líderes que son responsables de vosotros cuando hacéis las cosas, esa no es Mi responsabilidad. Tengo Mi propio ámbito de trabajo y de responsabilidades; no tengo que andar detrás de cada uno de vosotros y estar todo el tiempo supervisándoos y animándoos, ni me es posible; no estoy obligado a hacer eso. En cuanto a lo que perseguís, lo que decís y hacéis en privado, y qué senda seguís, nada de eso tiene que ver conmigo. ¿Por qué digo que no tiene que ver conmigo? Si podéis cumplir con vuestros deberes en la casa de Dios de manera adecuada y correcta, la casa de Dios será responsable de vosotros hasta el final. Si estáis dispuestos a cumplir con vuestro deber, pagar el precio, aceptar la verdad y actuar según los principios, la casa de Dios os guiará, os proveerá y os apoyará. Si no estáis dispuestos a cumplir con vuestro deber y deseáis salir a trabajar y ganar dinero, las puertas de la casa de Dios están abiertas de par en par y recibiréis una cordial despedida. Sin embargo, si causáis perturbaciones, hacéis el mal y creáis problemas en ella, entonces, no importa quién haga el mal, la casa de Dios tiene decretos administrativos y una organización del trabajo, y se os tratará de acuerdo con tales principios. ¿Lo entendéis? Habéis creído en Dios durante años, habéis leído muchas de Sus palabras, habéis asistido a reuniones y escuchado sermones todos estos años, entonces ¿por qué no os habéis arrepentido ni transformado en lo más mínimo? Hay muchas personas que han escuchado sermones durante años y han comprendido algunas verdades, pero aún no se han arrepentido, todavía cumplen con sus deberes de manera superficial y están en peligro. Os diré algo real: no esperéis siempre que Yo os vigile, os cuide y os enseñe mientras os tomo de la mano, para que podáis hacer algo práctico y efectivo. Si no os vigilo y no os superviso ni os animo, y empezáis a ser negligentes y el progreso del trabajo se ralentiza, estaréis acabados. Eso muestra que cumplís con vuestro deber sin ninguna lealtad y sois todos contribuyentes de mano de obra. Os diré algo: ya he cumplido con Mi ministerio y no estoy obligado a cuidar de vosotros. Esto se debe a que el Espíritu Santo está obrando y os está escrutando en estos asuntos. Lo que se supone que debo hacer se ha hecho y lo que se supone que debo decir se ha dicho; he cumplido con Mi ministerio, he cumplido con Mi responsabilidad, y lo que queda es que vosotros os responsabilicéis de vuestras propias acciones y de vuestro comportamiento. Si no aceptáis la verdad, sino que sois continuamente negligentes y nunca pensáis en arrepentiros, nada tendré que ver con vuestro castigo y con que seáis descartados.

Un aspecto de la historia que acabo de contar fue hablar sobre cómo considerar el estatus social, la valía, los antecedentes familiares y académicos y demás cuestiones de las personas, y cuáles son los estándares y principios para considerar estas cosas. Otro aspecto fue cómo abordar estas cuestiones y cómo desentrañar su esencia. Una vez que hayas detectado la esencia de estas cosas, aunque aún puedan estar presentes en tu corazón, ya no te limitarán y no vivirás conforme a ellas. Cuando ves a un no creyente haciendo alarde de su historia gloriosa de haber ido a la universidad y haber estudiado una maestría o un doctorado, ¿cuál es tu perspectiva y actitud? Si dices: “Estudiar una carrera de grado en la universidad no es nada. Me gradué de mi posgrado hace años”, tener esta mentalidad te resultará problemático y demuestra que no has cambiado mucho en tu fe en Dios. Si te preguntan cuál es tu nivel educativo y dices: “Ni siquiera me gradué de la escuela primaria y ni siquiera puedo escribir un ensayo”, y ven que no eres nadie y empiezan a ignorarte, ¿no es genial? Puedes ahorrar tiempo para leer más palabras de Dios y cumplir más con tu deber, y eso es lo correcto. ¿Qué sentido tiene cotillear con no creyentes e incrédulos? Si dices que tienes un bajo nivel educativo y ningún estatus en la sociedad, y alguien te menosprecia, ¿qué harás? No te lo tomes a pecho y no te sientas limitado; simplemente, deja que hablen, que digan lo que quieran, no significa nada para ti. Mientras eso no te retrase para perseguir la verdad en tu fe en Dios, está bien. Esto es en realidad un tema menor, pero en la vida diaria, por medio de lo que la gente expresa, se puede ver que las personas dan mucha importancia a estas cuestiones de capital y las llevan siempre en su corazón. Eso no solo puede afectar el discurso y el comportamiento de las personas, sino que también puede afectar su entrada en la vida y su elección de la senda correcta de la fe en Dios. Está bien, no volveré a hablar más de este tipo de tema. Volvamos al tema del que estábamos hablando la última vez y continuemos compartiendo y diseccionando las diversas manifestaciones de los anticristos.

Disección de lo perversos, insidiosos y falsos que son los anticristos

I. Disección de la hostilidad y del aborrecimiento de los anticristos hacia las cosas positivas y la verdad

Hemos terminado de diseccionar la sexta manifestación de los anticristos y ahora comenzaremos a diseccionar la séptima: cuán perversos, insidiosos y falsos son los anticristos. Algunos dicen: “En vista de que diseccionamos y ponemos al descubierto a los anticristos, ¿acaso no seríamos demasiado moderados si dijéramos que son perversos, insidiosos y falsos? ¿Quién no tiene un carácter un poco perverso o falso? Todas las personas corrientes tienen estas actitudes corruptas, de modo que si ponemos en evidencia y diseccionamos a los anticristos según este criterio, ¿significaría eso que todo el mundo es un anticristo?”. ¿Alguno de vosotros piensa esto? Si alguno realmente lo piensa, está equivocado. ¿Hay alguna diferencia entre la perversidad, la insidia y la falsedad de los anticristos y las revelaciones de estas actitudes corruptas en la gente corriente? Sin lugar a dudas, hay diferencia; de lo contrario, no incluiríamos estas actitudes en las manifestaciones de los anticristos. Hoy, primero hablaré principalmente sobre esta diferencia, antes de exponer algunos ejemplos reales y algunas manifestaciones concretas de las actitudes perversas, insidiosas y falsas de los anticristos. Es fácil entender el significado literal de las palabras “perverso”, “insidioso” y “falso”. La dificultad consiste en discernir cuál es la diferencia esencial entre estos tipos de manifestaciones en los anticristos y en la gente corriente, por qué definimos a un tipo de persona que tiene estas actitudes y esencias corruptas como un anticristo y cuál es la diferencia en esencia entre los anticristos y la humanidad corrupta corriente. En primer lugar, los anticristos son abiertamente hostiles hacia la verdad y hacia Dios; compiten con Dios por Su pueblo escogido, por Su posición y por el corazón de la gente, e incluso llevan a cabo diversas acciones entre el pueblo escogido de Dios para ganarse su corazón y desorientarlos y paralizarlos. En resumen, la naturaleza de las acciones y del comportamiento de los anticristos, ya sea de manera abierta o secreta, siempre es hostil hacia Dios. ¿Por qué digo que es hostil hacia Él? Porque saben de sobra que Sus palabras son la verdad y que Él es Dios, y aun así se oponen a Él y no aceptan la verdad, al margen de cómo se comparta. Por ejemplo, algunos anticristos atraen a algunas personas y las desorientan y las controlan. Hacen que los obedezcan y los sigan y, así, ellos obtienen de manera fraudulenta todo tipo de libros y materiales de la iglesia y establecen sus propias iglesias y sus propios reinos para poder disfrutar del seguimiento y la adoración de sus adeptos, tras lo cual comienzan a sacar provecho de la iglesia. Está muy claro que este tipo de comportamiento consiste en competir con Dios por Su pueblo escogido; ¿acaso no es esta una característica de los anticristos? ¿Es injusto definir a estas personas como anticristos sobre la base de esta característica obvia? No es injusto en absoluto; ¡esta definición es muy precisa! También hay algunos anticristos que forman camarillas en la iglesia y la desarticulan. Cultivan sus propias fuerzas en la iglesia en todo momento y excluyen a quienes están en desacuerdo con ellos. Por otra parte, mantienen a su lado a quienes los escuchan y siguen para formar sus propias fuerzas y hacen que todo el mundo haga lo que dicen. ¿Acaso no establecen sus propios reinos de esta manera? Sean cuales sean los arreglos de la obra o de los requisitos que tenga lo Alto, se niegan a cumplirlos y, por el contrario, actúan según su parecer, llevando a sus seguidores a que se opongan abiertamente a lo Alto. Por ejemplo, la casa de Dios requiere que se sustituya de inmediato a los líderes y a los obreros que no sean capaces de realizar un trabajo práctico. No obstante, un anticristo pensará: “Aunque algunos líderes y obreros no sean capaces de hacer un trabajo práctico, me apoyan y me aprueban y los he estado preparando. No hay manera de que lo alto sustituya a estas personas, salvo que me echen a mí primero”. Decidme, ¿acaso no está esa iglesia bajo el control de ese anticristo? Los arreglos de la obra de la casa de Dios no pasan por el anticristo ni se pueden llevar a cabo. Cuando hace tiempo que se han promulgado los arreglos de la obra y cada iglesia ha informado sobre cómo se han cumplido —por ejemplo, a quién se ha reasignado otro deber o se ha sustituido debido a ciertas circunstancias—, el anticristo nunca informa al respecto ni reasigna a nadie. Algunos siempre cumplen sus deberes de manera superficial, lo que repercute gravemente en la obra de la iglesia, pero el anticristo no los reasigna. Incluso cuando lo Alto indica directamente al anticristo que sustituya a estas personas, él pasa largo tiempo sin responder. ¿Acaso no hay un problema aquí? Cuando lo Alto les pide que implementen arreglos de la obra o intenta preguntar algo, se encuentra en un callejón sin salida con el anticristo. Los hermanos y hermanas de la iglesia no saben nada de esto ni reciben ningún mensaje ni tienen conexión con lo Alto; la iglesia está totalmente bajo el control de esa sola persona. ¿Cuál es la naturaleza de su actuación? Es un anticristo que toma el mando de una iglesia. Los anticristos forman camarillas en la iglesia, establecen sus propios reinos, se oponen a la casa de Dios y perjudican a Su pueblo escogido. La gente no llega a experimentar la obra del Espíritu Santo ni puede sentir la presencia de Dios ni tiene paz ni alegría, pierde la fe en Él y ya no cumple su deber con energía. Incluso se vuelve negativa y depravada, y su vida se estanca. Todos estos son los resultados de que los anticristos desorienten y controlen a la gente. En la actualidad, en todas las zonas pastorales de China continental, se han puesto al descubierto y se han sustituido diversos falsos líderes y anticristos. Entre ellos, algunos falsos líderes y obreros que no hacían trabajo práctico. Todos tenían las manifestaciones y actitudes de los anticristos; sin embargo, no llegaban a alcanzar el nivel de ser anticristos, de modo que simplemente los sustituyeron. No obstante, algunos se convirtieron en la ley, tenían la última palabra en todo, infringieron por completo los arreglos de la obra y actuaron a su aire, de modo que los definieron como anticristos y los expulsaron. ¡Esta manera de poner al descubierto y tratar a los falsos líderes y a los anticristos es fabulosa! Me alegro mucho cuando veo estas cartas de informes, ya que eso demuestra que parte del pueblo escogido de Dios ha entendido algo de la verdad después de años de escuchar sermones. ¿Por qué digo que ha entendido algo de la verdad? Porque después de haber escuchado estos sermones, puede relacionarlos con algunos asuntos que se encuentra en la vida y aplicarlos a dichas situaciones. Después de terminar de escuchar estas verdades, es posible que realmente no las entienda en ese momento, pero más adelante llega a discernir a las personas y a los acontecimientos. Llega a tener los principios y los estándares según los cuales puede valorar a quienes dictan sus propias leyes, a quienes no hacen un trabajo práctico ni pueden resolver problemas reales, a quienes cumplen su deber de una manera superficial sin llevar carga alguna y a quienes no tienen sentido de la responsabilidad. ¿Acaso no es esto un progreso? Sí, lo es. No se puede decir que tenga estatura, sencillamente entiende un poco de la verdad. El pueblo escogido de Dios tiene cierto discernimiento de los falsos líderes, de los anticristos y de algunos de esos que no hacen un trabajo práctico y que son incompetentes en su faena; ¿acaso no es esto algo bueno? Lo es; demuestra que el pueblo escogido de Dios entiende la verdad, tiene discernimiento y puede estar del lado de Dios y proteger la obra de la iglesia; esto es algo que vale la pena celebrar. Los anticristos no pueden desorientar a quienes entienden la verdad. Tal vez sean capaces de desorientar a los que no la entiendan ni tengan discernimiento durante un tiempo, pero ¿cuánto? Confío en que cuanto más entienda la verdad la gente y más fe tenga en Dios, menos tiempo tardará en rechazar y desechar las ataduras y limitaciones de los anticristos. Por tanto, sigue siendo necesario que compartamos las diversas manifestaciones detalladas de los anticristos; de lo contrario, si estos desorientan y controlan a la gente, a esta le será muy difícil alcanzar la salvación.

Acabo de explicar de manera sencilla las manifestaciones de los anticristos y las razones para definir a estas personas como anticristos. Así pues, ¿cuál es la diferencia entre las manifestaciones de perversidad, insidia y falsedad de los anticristos y las actitudes corruptas de la gente corriente? ¿Podéis llegar a entender esto? Os contaré una historia que, sin duda alguna, está relacionada con la perversidad, la insidia y la falsedad. En el Libro de Job de la Biblia se incluye una conversación entre Dios y Satanás. Dios le pregunta a Satanás: “¿De dónde vienes?” (Job 1:7). ¿Y cómo responde Satanás? (“De recorrer la tierra y de andar por ella” [Job 1:7]). Hasta la fecha, la gente todavía no entiende qué quería decir Satanás con esta frase; esto es lo que se denomina un “carácter”. ¿Por qué no entiende la gente lo que Satanás quería decir? Porque todavía no has averiguado de dónde viene Satanás exactamente. ¿Cuál es el problema de lo que dijo Satanás? Aquí hay un tipo de carácter, y se trata de un carácter perverso. Dejemos de hablar sobre esa frase por ahora y analicemos lo que viene después. Satanás comparece ante Dios y, después de responder a Su pregunta, Él le dice a Satanás: “¿Te has fijado en mi siervo Job? Porque no hay ninguno como él sobre la tierra, hombre intachable y recto, temeroso de Dios y apartado del mal” (Job 1:8). ¿Cómo reaccionaría habitualmente una persona normal al oír que Dios dijo esto? (Querría saber cómo actuaba Job). La gente pensaría de inmediato: “Job temía a Dios, se apartaba del mal y era un hombre intachable. ¡Realmente lo admiro!”. ¿De dónde viene esta admiración? Surge de una especie de anhelo, amor y deseo por las cosas positivas de la humanidad normal. No obstante, si no amas la verdad, ¿qué manifestarás cuando oigas estas palabras? (Desdén). Las desdeñarás y las ignorarás. Algunos piensan: “¿Temer a Dios y apartarse del mal? ¿En qué consiste este temor? ¿Qué significa ‘apartarse del mal’? ¿Dónde puedes encontrar a un hombre intachable hoy en día?”. Parece que no sienten nada después de oír estas palabras, de modo que, ¿ansían y anhelan estas cosas en el corazón? (No). ¿Las desean? (No). ¿Quieren procurar entender exactamente los detalles de esta cuestión? ¿Tienen esta aspiración? No, no la tienen. En su fuero interno no quieren saberlo. Hay otro tipo de persona que no reacciona con normalidad al oír que Dios dijo que Job lo temía, se apartaba del mal y era un hombre intachable. Este tipo de individuo dice: “¿Eh? Job temía a Dios, se apartaba del mal y era un hombre intachable; ¿existe alguien así? Muéstrame lo intachable que era; ¡no me lo creo!”. Este tipo de personas, que tienen estas ideas y manifestaciones, ¿creen y reconocen realmente las palabras que Dios expresó? (No). No las creen ni las reconocen realmente. En primer lugar, hay un aspecto que es seguro: no reconocen que lo que Dios dice es cierto, fiable y preciso ni consideran Sus palabras como la verdad, como las palabras del Creador y como la verdad suprema para toda la humanidad. Dado que no contemplan Sus palabras como la verdad, ¿cómo consideran a Dios? Dado que niegan Sus palabras, ¿podrían llegar a reconocer que Dios es Dios? De ninguna manera, porque niegan las palabras de Dios, Su perspectiva y Sus dichos; la implicación de todo esto es que niegan la existencia de Dios y que Él es la realidad de todas las cosas positivas. Esto es seguro. Hay otro aspecto: ¿qué actitud tiene la gente así hacia las verdades que Dios expresa y hacia las cosas positivas y negativas y qué carácter subyace tras su actitud? ¿Cómo consideran a Job? “¡Eso no es posible! ¿Es posible que todavía haya alguien así en el mundo? Es una reliquia histórica. No puede ser que alguien así viva en este mundo. Solo deberían vivir los traicioneros, los malos, los malvados y los perversos. ¡La gente como Job debería morir, no vivir!”. ¿Qué carácter es este? (Perversidad). Esto es la perversidad de Satanás. ¿Existe hoy en día alguien entre la humanidad que tenga exactamente el mismo carácter perverso que Satanás? ¿Qué tipo de gente, cuando oye que Dios dijo: “Job teme a Dios y se aparta del mal; es un hombre intachable”, no está convencida, se niega a aceptarlo, siente repulsión y aborrecimiento e incluso echa maldiciones desde el corazón? ¿Podemos decir que las personas que dan lugar a todas estas cosas son de la calaña de Satanás? (Sí). Por tanto, ¿iríamos demasiado lejos si las definiéramos como anticristos? (No). Cuando Dios dijo a Satanás de manera clara y solemne: “Job teme a Dios y se aparta del mal; es un hombre intachable”, ¿cuál fue la actitud de Satanás? Dudó de este hecho. Un aspecto de esto es que Satanás dudó que Job fuera ese tipo de hombre y no pensó que fuera posible. Esto fue así porque Satanás es perverso y cree que todo es perverso; no creyó que pudiera haber alguien en la humanidad que fuera tan maravilloso que Dios pudiera contemplarlo realmente como a alguien intachable; Satanás no se lo creyó. Otro aspecto es que cuando Dios descubrió a un hombre tan bueno como Job, ¿qué sintió Satanás en el corazón? En primer lugar, de un modo más superficial, sintió celos y pensó: “¿Cómo podría haber un hombre intachable? ¿No he corrompido a toda la humanidad? Todas las personas son como yo, todas te han traicionado. ¿Cómo podrían seguirte?”. Esta era su mentalidad, traducida al lenguaje humano. Satanás no creyó que esto fuera posible, y este descreimiento tiene dos partes: la primera es que Satanás deseaba que Job no existiera, y la segunda es el pensamiento de Satanás: “Aunque exista, lo aniquilaré”. ¿Acaso no era esto la perversidad de Satanás? (Sí). Esto era la perversidad de Satanás. Él no quería a una persona genuinamente buena, a alguien que temiera a Dios y que se apartara del mal, que compareciera ante Dios, él no quería que alguien como Job viviera en el mundo, no quería que existiera, y mucho menos que surgiera, alguien así; esta era la perversidad de Satanás. ¿Cuál es el origen de la perversidad de Satanás? Su esencia-carácter es perversa. Además, Satanás también es hostil hacia todas las cosas positivas. ¿Qué incluye “todas las cosas positivas”? Incluye a las personas que temen a Dios y que se apartan del mal y son intachables. Al ser hostil hacia Job, ¿acaso no era Satanás hostil hacia Dios? (Sí). Así es como eran realmente las cosas. A la vez que Satanás era hostil hacia Job, también odiaba a Dios. Él quería que nadie adorara a Dios; esto lo habría hecho sumamente feliz y era su mayor deseo. Y, entonces, todos estos hechos se convirtieron en algo opuesto por completo a lo que él esperaba, a lo que quería ver y a lo que anhelaba. Ante sus ojos ocurrió algo así de maravilloso y, aun así, su perversidad y su crueldad lo llevaron a tener otra conversación ante Dios, que es el siguiente diálogo entre él y Dios. ¿Conoce alguien el texto original? (“¿Acaso teme Job a Dios de balde?” [Job 1:9]). Satanás no habló directamente, sus palabras ocultaban una trampa. Él dijo: “¿Acaso teme Job a Dios de balde?” para que pensaras al respecto. Dime, ¿sabía Dios qué quería decir Satanás con esto? (Sí). Dios lo sabía. Dios conocía a Satanás de pies a cabeza y podía ver el asunto con absoluta claridad. En cuanto él dijo: “¿Acaso teme Job a Dios de balde?”, Dios supo qué haría él. Cuando Dios vio que él quería hacer algo, Él supo que se había presentado una oportunidad, que había llegado el momento de utilizar a Satanás para poner a prueba a Job. Así pues, ¿cuál de ellos era sabio? (Dios). Satanás no sabía esto y pensó: “¿Acaso Dios no me había prohibido poner las manos sobre Job? Nunca hubiera esperado que ahora lo consintiera”. Dejaremos la historia aquí. Todo el mundo sabe ya qué ocurrió después.

Ahora diseccionaremos las manifestaciones y el carácter de Satanás a partir de lo que dijo, así como cuáles fueron exactamente su motivación y sus intenciones al decirlo. En primer lugar, Satanás no creyó lo que dijo Dios, es decir, mostró una actitud dubitativa hacia el contenido y la realidad de las palabras que Dios había expresado. Al mismo tiempo que dudó de lo que Dios dijo, quería utilizar algún método para negar lo que Él expresó, pero no podía negarlo directamente. ¿Dónde radicaba la perversidad de Satanás? En el hecho de que él adoptara un método aún más falso y dijera en su corazón: “No te negaré directamente. Conseguiré que me permitas maltratar a Job y después haré que él te niegue. Este será el mejor resultado. ¿Acaso no habrás fracasado entonces?”. Esta era su intención. ¿Qué carácter reveló Satanás en este diálogo con Dios y en sus pensamientos? El carácter era claramente perverso. ¿Cuál es la diferencia entre la perversidad de Satanás y la perversidad de la humanidad corrupta corriente? ¿Qué rol desempeñó Satanás aquí? No fue a buscar a Job directamente para hacer que negara a Dios. Si Job se hubiera resistido, habría sido una vergüenza para él, de modo que Satanás no actuó de esa manera. Así pues, ¿qué hizo Satanás? ¿Cuáles fueron exactamente la motivación, los medios y las tácticas de Satanás al hacer lo que hizo? (Atacar sirviéndose de otro). Realmente subestimas a Satanás; los seres humanos no pueden comprender su perversidad. Todas las cosas positivas rectas y maravillosas del mundo no son maravillosas para Satanás; él quiere convertir todo esto en cosas perversas e impuras. ¿Cuál es la mayor diferencia entre Satanás y los humanos corruptos? La mayor diferencia es que él sabe de sobra que Dios es la verdad, que tiene sabiduría y autoridad y es el origen de todas las cosas positivas; sin embargo, no las reconoce y, por el contrario, le repugnan, las aborrece, las odia e incluso las maldice. No obstante, Satanás suele desorientar a los humanos corruptos y estos no saben qué son las cosas positivas ni qué cosas son rectas, ni mucho menos qué es la verdad ni qué requiere Dios. Aunque revelan algunas actitudes corruptas, estas actitudes corruptas perversas y falsas se revelan en un contexto en el que las personas son estúpidas, ignorantes e insensibles y están cegadas y engañadas, y no entienden la verdad, mientras que Satanás hace el mal a sabiendas. ¿Por qué lo llamamos Satanás? Porque él puede ver todo lo que Dios hace en el reino espiritual y en todo el universo y, a pesar de presenciar todo esto, sigue negando que Dios existe, que es la verdad y que Él tiene soberanía sobre toda la humanidad. Al margen de la cantidad de gente que siga a Dios, de lo fabulosa que sea la obra que Él hace, de la autoridad que Él ejerza o de cuán todopoderoso sea Él, Satanás sigue negando todo esto y sin ningún tipo de vergüenza u honor paraliza, ciega y corrompe a la humanidad, sirviéndose de todo tipo de métodos para desorientarla y hacer que lo siga. ¿Cuáles acabo de decir que eran las principales manifestaciones de la perversidad de Satanás? Está especializado en ir en contra de Dios, no reconoce lo que Dios dice por muy precisas que sean Sus palabras, no reconoce que Sus palabras son cosas positivas y son la verdad y retuerce las cosas en la mente de las personas. Por ejemplo, Dios hizo que la gente registrara la historia de Su creación del hombre y, además de estos registros, también se pueden encontrar restos de pruebas. ¿Y qué hizo Satanás? Fabricó el “darwinismo” y dijo que el hombre había evolucionado a partir de los simios, realizó un dibujo en el que se mostraba que los simios evolucionaron poco a poco de seres de cuatro patas a personas de dos piernas que andaban erguidas, inventándose así esta herejía y falacia. Como resultado, aunque ahora algunos niegan la evolución, muchos todavía no creen que el hombre viene de Dios. ¿Acaso no es esto la perversidad de Satanás? (Sí). Esto es la perversidad de Satanás. Por muy fabulosa que sea la obra que Satanás presencie personalmente hacer a Dios, sigue contrariándolo y oponiéndose a Él hasta el final. Cada día que Dios no destruye a Satanás ni lo acaba, este se le opone en todo momento. Aquí es donde radica la perversidad de Satanás y el origen de esta es que su esencia es perversa.

En la conversación entre Satanás y Dios en el Libro de Job, ¿hay alguna relación entre las manifestaciones de Satanás y las de los anticristos? (Sí). ¿Qué relación? ¿Por qué estoy relatando este pasaje? La perversidad, insidia y falsedad de los anticristos es un tema con el que solemos encontrarnos, y estas cosas también son manifestaciones reales que vemos con frecuencia; así pues, ¿por qué enumero por separado estas manifestaciones de los anticristos como un solo elemento para diseccionar? Acabamos de hablar sobre la perversidad de Satanás y sobre cómo se posiciona específicamente en contra de Dios; ¿acaso los anticristos no hacen esto también? (Lo hacen). ¿Cuáles son las manifestaciones de los anticristos? Después de que un anticristo ha escuchado un sermón, sabe que el sermón es bueno y puede entender esas palabras. Además, tiene cierto calibre y, una vez que ha entendido esas palabras, se esfuerza por recordarlas e intenta aprender de memoria las cosas que le gustan y que son conformes a sus propias nociones. Después, sobre esta base, procesa y formula su propio sermón, que otras personas piensan que es muy bueno cuando lo oyen. De todos modos, esta no es la manifestación principal de la perversidad de un anticristo; ¿cuál es su manifestación principal? Este tipo de personas pueden entender la verdad; por tanto, dime, ¿tienen la capacidad de reconocer la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal? (Sí). Sí, la tienen, no son estúpidas. Por ejemplo, suelen tener contacto con hermanos y hermanas y saben en su corazón quién persigue la verdad y quién no. Saben en su fuero interno quién puede entregarse y renunciar a cosas, quién puede cumplir su deber con lealtad y quién puede sin lugar a dudas elegir practicar la verdad y actuar de acuerdo con los principios al encontrarse con asuntos corrientes. Pero ¿pueden tratar a estas personas con justicia? (No). ¿Cómo tratan a la gente de una manera que se corresponde con las manifestaciones de los anticristos? Por ejemplo, cuando alguien no representa ninguna amenaza para ellos, piensan: “Tú persigues la verdad y tu calibre es mejor que el mío, pero no te promocionaré. El hecho de que no te ascienda no significa que te ignore. Si me adulas, te mantendré a mi lado. Si nunca me adulas y siempre eres tan honesto, si siempre haces las cosas de una manera imparcial y sigues los principios, serás capaz de discernir cualquier cosa mala que yo haga y me calarás, compartirás la verdad conmigo para que me arrepienta y eso me avergonzará demasiado. Si no te metes conmigo, bien. ¡Si siempre te entrometes en mis asuntos, me desharé de ti!”. Este es el tipo de plan que tienen y hacen estos cálculos en su corazón. ¿Qué carácter es este? Tienen dos caracteres: crueldad y perversidad. Así es como piensan antes de cometer un acto como este y hacer que esta persona sufra; esto es perversidad. Saben de sobra que esta persona persigue la verdad y tiene sentido de la rectitud, pero no la promocionan ni se acercan a ella y, en su corazón, están en guardia contra ella y les repugna; ¿qué carácter es este? Es perversidad. ¿A qué hace referencia esta perversidad? No es que los anticristos no entiendan qué son las cosas positivas y qué son las cosas negativas; saben cuál es la senda correcta, solo que no la siguen ni practican la verdad ni escuchan a nadie y eligen la senda de la perversidad. Por ejemplo, algunas mujeres no están dispuestas a ser buenas mujeres y a llevar una vida apropiada y honesta, sino que en su lugar van a un prostíbulo. Hoy en día, nadie las obliga ni las fuerza a hacerlo, de modo que ¿por qué tienen que acudir a un prostíbulo? Es porque son perversas y nacieron para ser eso. Los anticristos son ese tipo de basura y los diseccionamos y definimos como anticristos porque la perversidad de los anticristos nunca puede transformarse en la honestidad y la bondad de la gente normal; esta es la diferencia entre ellos y la gente normal que tiene actitudes corruptas. Cuando los podan o cuando la iglesia recurre a decretos administrativos para castigarlos o cuando los hermanos y hermanas se alzan para oponerse a ellos y desenmascararlos, nada puede cambiar la intención original ni los principios según los cuales actúan; nunca jamás. Nadie puede cambiarlos, nadie puede conmoverlos y hacer que renuncien a sus ideas o principios de conducta; no puedes cambiarlos: son anticristos. ¿Pensabas que los anticristos son tan perversos que no saben lo que está bien y lo que está mal? Lo saben. Cuando un anticristo denuncia problemas o elabora informes sobre su trabajo para lo Alto, utiliza palabras muy agradables y, al leer estos informes, piensas que esta persona debe tener muy buen calibre. Sin embargo, cuando llegas a conocer la situación real sobre el terreno, descubres que siempre infringe los arreglos de la obra en su trabajo, que oprime a quienes persiguen la verdad y que perturba la obra de la iglesia: es un anticristo. Algunos anticristos han dejado comentarios en el sitio web de nuestra iglesia y, cuando no conoces sus antecedentes u orígenes, solo ves la fluidez con que expresan sus comentarios, con frases escritas de una manera particularmente clara y un buen estilo de redacción, y piensas que estas personas tienen buen calibre. Solo después de conocerlas llegas a saber que son anticristos, que hicieron mucho daño y que los habían expulsado de la iglesia tres años atrás. No paraban de publicar mensajes en el sitio web de la casa de Dios para que lo Alto prestara atención al asunto y ellos fueran promocionados y tuvieran una oportunidad de rectificar; así son las cosas. Dime, ¿quieren los anticristos ser bendecidos? (Sí). Realmente lo quieren, temen a la muerte y tienen miedo de perecer.

¿Cuál es la principal manifestación de la perversidad de un anticristo? Que sabe de sobra lo que está bien y lo que es conforme a la verdad, pero llegado el momento de hacer algo, solo elegirá aquello que vulnere los principios y que vaya en contra de la verdad, y que satisfaga sus propios intereses y su posición: esta es la principal manifestación del carácter perverso de un anticristo. Por muchas palabras y doctrinas que entienda, por muy complaciente que sea el lenguaje que utilice en los sermones o por mucho que a otras personas les parezca que tiene entendimiento espiritual, cuando hace algo, solo elige un principio y un método, que es el de ir en contra de la verdad, el de proteger sus propios intereses y el de resistirse a la verdad hasta el final, al cien por cien: este es el principio y el método según el cual elige actuar. Además de todo esto, ¿cuál es exactamente el dios y la verdad que se imagina en su fuero interno? Su actitud hacia la verdad es simplemente la de querer ser capaz de hablar sobre ella y predicarla y no la de querer ponerla en práctica. Se limita a hablar sobre la verdad y quiere que el pueblo escogido de Dios lo tenga en gran estima y aprovechar esta circunstancia para ocupar la posición de líder de iglesia y lograr su propósito de dominar al pueblo escogido de Dios. Se sirve de predicar la doctrina para alcanzar sus fines; ¿acaso no es esto despreciar y pisotear la verdad y burlarse de ella? ¿Acaso no ofende al carácter de Dios al tratar la verdad así? Tan solo la utiliza. En su corazón, la verdad es un eslogan, algunas palabras elevadas que él puede usar para desorientar a la gente y ganársela y que pueden satisfacer el ansia de cosas maravillosas de las personas. Piensa que no hay nadie en este mundo que pueda practicar o vivir la verdad, que las cosas no son así, que esto es imposible y que la verdad solo es aquello que todo el mundo reconoce y que es factible. Aunque hable sobre la verdad, en su corazón no reconoce que lo es. ¿Cómo comprobamos esta cuestión? (No practica la verdad). Nunca la practica; este es un aspecto. ¿Y cuál es otro aspecto importante? Cuando se encuentra en determinadas situaciones de la vida real, la doctrina que entiende nunca es factible. Parece como si realmente tuviera entendimiento espiritual, y predica una doctrina tras otra, pero cuando se encuentra con problemas, sus métodos están distorsionados. Aunque es incapaz de practicar la verdad, lo que hace al menos debe estar en consonancia con las nociones y figuraciones humanas y con las normas y gustos humanos, y debe al menos pasar el examen de los demás. De este modo, su posición se mantendrá estable. No obstante, en la vida real, las cosas que hace están increíblemente distorsionadas, y puede verse a simple vista que no entiende la verdad. ¿Por qué no la entiende? En su corazón, siente aversión por la verdad, no la reconoce, disfruta haciendo cosas según las filosofías satánicas, siempre quiere resolver los asuntos mediante métodos humanos y, si puede convencer a otros y ganar prestigio al hacerlo de esta manera, eso ya le basta. Si un anticristo oye a alguien predicar una teoría vacía cuando va a algún lugar, se entusiasma, pero si ahí hay alguien que predica la realidad-verdad y entra en detalles como los diversos estados de la gente, siente que el orador lo critica y que le apuñala en el corazón, de modo que le repugna y no quiere oírlo. Si le piden que hable sobre su estado reciente, si ha hecho algún progreso y si tuvo problemas para cumplir su deber, no tiene nada que decir. Si continúas hablándole sobre este aspecto de la verdad, se duerme; no disfruta al oírlo. También hay algunos que parecen interesados cuando charlas con ellos, pero en el momento en el que oyen a alguien compartir la verdad, se esconden en un rincón y echan una cabezada; no aman la verdad en absoluto. ¿Hasta qué punto no la aman? Por decirlo suavemente, no les interesa la verdad y les basta con ser mano de obra; hablando en serio, sienten aversión por la verdad, les repugna de manera particular y no pueden aceptarla. Si este tipo de persona es un líder, se trata de un anticristo; si es un seguidor corriente, se mantiene en la senda de los anticristos y es su sucesor. Desde fuera, parecen inteligentes y dotados, con cierto potencial, pero su esencia-naturaleza es la de un anticristo; eso es así. ¿En qué se basan estos juicios? Todos ellos se basan en la actitud de estas personas hacia la verdad y las cosas positivas. Este es el aspecto relacionado con el acercamiento de las personas a la verdad. El otro aspecto es que, en muchas ocasiones, las personas no afrontan directamente la verdad, algunas cosas no guardan relación alguna con la verdad, la gente es incapaz de pensar en qué aspecto de la verdad está involucrado y, por tanto, ¿a quién se encaran directamente estas personas? El Único a quien se encaran directamente es a Dios. ¿Y cómo tratan a Dios estas personas? ¿En qué manifestaciones muestran sus actitudes perversas? ¿Practican una oración y una comunión reales con Dios? ¿Tienen una actitud honesta? ¿Tienen una fe verdadera? (No). ¿Confían de veras en Dios y se encomiendan realmente a Él? ¿Temen de verdad a Dios? (No). Todo esto son cuestiones prácticas y no son en absoluto comentarios o tópicos vacíos. Si no llegas a entender que estas palabras son prácticas, no tienes entendimiento espiritual. Dejadme que os ponga un ejemplo de las manifestaciones de este tipo de personas. En las reuniones, algunos aprietan los puños, hacen juramentos y dicen: “¡No me casaré en la vida, dejaré mi trabajo, lo abandonaré todo y seguiré a Dios hasta el final!”. Cuando han terminado de vocear y se disponen a entregarse a Dios, meditan: “¿Cómo puedo recibir más bendiciones de Dios? Tengo que hacer algo que sea evidente para Él”. No obstante, oyen que Dios dice que no ama a las personas como ellos y piensan: “Y ahora, ¿qué voy a hacer? Me distanciaré de Dios para que Él no pueda verme”. ¿Qué estado es ese? (Cauteloso). Se apartan de Dios para protegerse de Él. ¿Y qué carácter reside en su ánimo de protección? La perversidad. Siempre se protegen de Dios cuando hacen cosas, temen que Él los desenmascare y no aceptan Su escrutinio; ¿es esto creer en Dios? ¿Acaso no es resistirse a Él? Se trata de un estado muy negativo, no es normal. Aunque todavía pueden seguir comiendo y bebiendo las palabras de Dios, en el instante en el que oyen a Dios proferir palabras para juzgar y poner al descubierto a la gente, huyen o bien se apresuran a fingir y encontrar alguna forma de compromiso para cubrirse las espaldas. Se esfuerzan por ocultarse y hacen todo lo posible para mostrarse evasivos y protegerse, a la vez que en su corazón luchan contra Dios. No buscan las intenciones de Dios ni la verdad en lo que hacen. Por el contrario, quieren aparentar aún más que pueden aceptar la verdad y someterse a Dios sin quejarse, intentando ganarse la aprobación de todos a través del fingimiento y de la falsedad. Por lo que respecta a lo que dice Dios, a lo que Él requiere de estas personas y a cómo las evalúa y define, a ellos no les importan estas cosas ni quieren saberlas. No tienen nada claro en el corazón quién es Dios exactamente, sino que, por el contrario, todo son imaginaciones y juicios. Cuando Dios hace algo que no concuerda con sus nociones, lo condenan en su corazón. Aunque dicen que creen en Dios, tienen el corazón lleno de dudas. Este es el carácter perverso de la gente.

Algunos anticristos intentan a menudo verificar a Dios. Se anticipan a los hechos, observan la situación y dan otro paso; dicho de una manera sencilla, podría decirse que su actitud consiste en “esperar a ver”. ¿Qué significa “esperar a ver”? Dejadme que os ponga un ejemplo. Supongamos que alguien deja el trabajo y ora ante Dios: “Oh, Dios, ya no tengo trabajo. Espero que me sustentes en el futuro. Lo pongo todo en tus manos. Dedico mi vida a ti”. Una vez que ha terminado de orar, espera a ver si Dios le concede alguna bendición, si Él le hace alguna revelación sobrenatural o le ofrece una gracia superior o si al menos consigue y disfruta más que cuando realizaba su trabajo en el mundo. Esto es verificar a Dios. ¿Qué representan esta oración y esta dedicación? (Son una transacción). ¿Acaso no hay un carácter perverso en esta transacción? (Sí). Su planteamiento consiste en echar la bola a rodar ofreciendo un incentivo modesto con el fin de atraer una contribución más valiosa pidiendo gracia y bendiciones a Dios; este es su propósito. Alguien dice: “La situación en China es terrible. El tema de los arrestos que practica el gran dragón rojo está empeorando cada vez más. Incluso es peligroso que se reúnan dos personas o una familia de cuatro miembros. Dadas las circunstancias, es muy peligroso creer en Dios en China. Si algo fuera realmente mal, ¿nos salvaríamos? ¿No creeríamos en vano?”. Llega a pensar: “Tengo que encontrar una manera de marchar del país. Cuando la situación era buena en el pasado, ambicionaba la vida fácil y el confort y no quería irme de China. Era maravilloso reunirme con la familia y también podía creer en dios y recibir bendiciones; todo era bueno para todo el mundo. Ahora, las cosas van mal, han llegado los desastres y debo apresurarme a marchar de China. Puedo seguir cumpliendo mi deber cuando haya dejado el país; de esta manera, tendré la oportunidad de conseguir bendiciones”. Al final, huye del país. ¿Qué es esto? Es oportunismo. Todo el mundo puede ser calculador y tener una mentalidad transaccional; ¿acaso no es esto perverso? ¿Hay gente así entre vosotros? En su corazón, esta persona dice: “Si me acosan en el mundo, mis padres y familiares pueden protegerme. Si me arrestan por creer en dios, ¿me mantendrá él a salvo? Parece que es difícil saberlo seguro. Así pues, ¿qué debería hacer si no puedo estar seguro? Sin duda alguna, mis padres no serían capaces de protegerme. Cuando arrestan a alguien por creer en dios, la gente corriente no tiene medios para rescatarlo; si no puedo soportar las crueles torturas y tormentos a manos del gran dragón rojo y me convierto en un Judas, ¿acaso no arruinaré mi insignificante vida? Será mejor que me vaya del país y crea en dios en el extranjero”. ¿Hay alguien que piense así? Debe haberlo, ¿verdad? Por tanto, ¿hay alguien que diga: “Nos denigras; nosotros no hemos pensado eso”? Definitivamente, la gente así no es una minoría y, con el tiempo, lo verás y lo entenderás.

¿Cuáles son las principales características de la perversidad de los anticristos? La primera es que no reconocen las cosas positivas ni que existe algo como la verdad y piensan que sus falacias heréticas y sus cosas negativas perversas son la verdad; esta es una manifestación de la perversidad de los anticristos. Por ejemplo, algunos dicen: “Nuestra felicidad está en nuestras manos” y “Solo con poder es posible tenerlo todo”; esta es la lógica de los anticristos. Creen que con poder tendrán al lado a gente que los adulará y halagará, que les hará regalos y les dará coba, así como todo tipo de beneficios de estatus y toda clase de placeres; creen que ya nadie podrá mangonearlos ni dirigirlos y que ellos pueden mandar a otros; esta es su prioridad más importante. ¿Qué pensáis de que hagan este tipo de cálculos? ¿Acaso no es algo perverso? (Sí). Los anticristos utilizan su lógica satánica y sus falacias heréticas en lugar de la verdad; este es un aspecto de su perversidad. En primer lugar, no reconocen la verdad ni que haya cosas positivas ni la rectitud de las cosas positivas. Además, aunque algunos reconocen que hay cosas positivas y negativas en este mundo, ¿cómo se plantean las cosas positivas y la existencia de la verdad? Siguen sin amarla y la vida que han elegido y la senda que recorren en su creencia en Dios siguen siendo negativas y no se corresponden con la verdad. Solo protegen sus intereses. Tanto si algo es positivo como si es negativo, mientras sirva para proteger sus intereses, es correcto y supremo. ¿Acaso no es este un carácter perverso? Hay otro aspecto: este tipo de gente, que tiene una esencia perversa, desprecia de manera inherente la humildad y la ocultación, la lealtad y la bondad de Dios; desprecia de manera inherente estas cosas positivas. Por ejemplo, fijaos en Mí: ¿acaso no soy una persona totalmente corriente? Lo soy, ¿por qué no os atrevéis a decirlo? Yo mismo reconozco que soy corriente. Nunca he pensado que Yo fuera extraordinario ni fabuloso. Solo soy una persona corriente; siempre he reconocido este hecho y me atrevo a afrontarlo. No quiero ser ningún superhumano ni una persona maravillosa; ¡eso sería agotador! Algunos menosprecian la persona corriente que soy y tienen nociones sobre Mí. Cuando comparecen ante Mí aquellos que creen realmente en Dios, siguen viniendo con cierta devoción, al margen de Mi aspecto exterior. Otros, a pesar de hablarme con mucha educación, muestran una actitud despectiva hacia Mí en su corazón, y puedo asegurarlo por su tono de voz y su expresión corporal. Aunque a veces parecen muy respetuosos, les diga lo que les diga, siempre responden con un “No” y niegan lo que digo. Por ejemplo, si comento que hoy hace mucho calor, responden: “No, no es cierto. Ayer sí que hizo mucho calor”. Niegan lo que digo, ¿verdad? No importa lo que les digas, siempre lo niegan. ¿Acaso no hay gente así por ahí? (La hay). Si digo: “La comida está salada hoy. ¿No lleva demasiada sal o salsa de soja?”, contestan: “Nada de eso. Le han echado demasiado azúcar”. Diga lo que diga, lo niegan, de modo que me callo, porque no nos ponemos de acuerdo y hablamos idiomas distintos. Otros, cuando me oyen hablar sobre la fe en Dios, dicen: “Eres un experto en este tema, así que te escucharé”. Si hablo un poco sobre algo externo, ya no quieren escuchar, como si no supiera nada sobre las cosas externas. Está bien que no quieran prestarme atención, quiero estar tranquilo. No me hace falta que me presten atención, me limito a hacer lo que debería hacer. Tengo Mis responsabilidades y Mi estilo de vida. Dime, ¿qué demuestran estas actitudes de la gente? Todos ven que no parezco una persona ni fenomenal ni competente y que hablo y actúo como alguien corriente, de modo que piensan: “¿Cómo es que no eres como dios? Mírame. Si yo fuera dios, lo más probable es que fuera como él”. No se trata de ser o no ser como Dios. Eres tú quien pides que Yo sea como Dios; nunca dije que fuera como Él ni quise ser como Él; solo hago lo que debería hacer. Si voy a un lugar y algunos no me reconocen, no pasa nada, ya que eso me ahorra problemas. Ya ves, el Señor Jesús habló y obró mucho en Judea en aquel entonces, y al margen de las actitudes corruptas que tuvieran los discípulos que lo siguieron, su actitud hacia Él fue la del hombre hacia Dios: una relación normal. Sin embargo, algunos dijeron del Señor Jesús: “¿Acaso no es el hijo de un carpintero?”, e incluso otros que lo siguieron durante mucho tiempo albergaron esta actitud en todo momento. Esto es algo a lo que el Dios encarnado suele enfrentarse al convertirse en un ser humano normal y corriente y ocurre a menudo. Algunos se entusiasman cuando me ven por primera vez y, al marcharme, se postran y lloran, pero esto no se produce en una interacción normal, y la mayor parte del tiempo tengo que soportarlo. ¿Por qué tengo que aguantarlo? Porque algunos son estúpidos, otros no pueden ser refinados, otros son necesarios como servidores y otros hacen oídos sordos a toda razón. Por eso, en ocasiones, tengo que soportarlo y otras veces no puedo permitir que ciertas personas se me acerquen; esta gente es demasiado repugnante y tiene un carácter antagónico. ¿Cuán antagónico? Por ejemplo, si veo un perrito encantador y digo: “Llamémoslo Huamao”, ¿qué actitud tiene la mayoría de la gente hacia este nombre? Solo es un nombre y, en vista de que fui el primero en proponerlo, así se llamará el perro; es una cuestión muy normal. Ciertos individuos con un carácter antagónico no lo llamarán con ese nombre y dirán: “¿Qué tipo de nombre es Huamao? Nunca he oído que llamen Huamao a un perro. No lo nombremos así, deberíamos ponerle un nombre inglés”. Respondo: “No soy muy hábil eligiendo nombres en inglés, así que llamadlo como queráis y respetaré vuestra decisión”. ¿Por qué respetaré su decisión? Es una cuestión de poca importancia, de modo que ¿por qué discutir al respecto? Algunos no ceden y, por el contrario, deben discutir sobre estas cosas. El hecho de que Yo ceda no significa que crea haberme equivocado; solo es el principio por el que me comporto y actúo. Si no discuto contigo, no quiere decir que te tenga miedo. No discuto, pero sé en el corazón que eres un incrédulo y preferiría tener tratos con un perro antes que con gente como tú. Aparte de aquellos pocos con los que debo interactuar en el ámbito de Mi círculo personal, la gente con quien tendré tratos son hermanos y hermanas, los miembros de la casa de Dios; este es Mi principio. No interactúo ni siquiera con un solo no creyente; no me hace falta hacerlo. No obstante, si hay incrédulos en la casa de Dios que son amigables con la casa de Dios, pueden ser amigos de la iglesia. Tanto si ayudan a la iglesia como si llevan a cabo algún proyecto o gestionan algún asunto para la iglesia, esta puede darles cabida, pero no tendré tratos con ellos como los tengo con los hermanos y las hermanas; estoy muy ocupado con Mi trabajo y no tengo tiempo para encargarme de estos temas. Algunos que han creído en Dios durante varios años deberían tener algún concepto de la obra de Dios, del Dios encarnado y del hecho de que Él salva a la gente; sin embargo, no tienen un corazón temeroso de Dios en absoluto. Son iguales que los no creyentes y no han cambiado para nada. Decidme, ¿qué son estas personas? Son diablos natos, los enemigos de Dios. Cuando la asociación con gente satánica y diabólica se hace más profunda, todo se convierte en una calamidad y un desastre.

En vuestras vidas cotidianas, todos podéis apreciar que, al margen del grupo de gente al que te unas, siempre habrá alguien a quien no le gustes y, aunque no lo provoques ni lo contraríes, hablará mal de ti, te juzgará y te difamará. No tienes ni idea de lo que ha ocurrido; aun así, no le gustas, no se lleva bien contigo y quiere acosarte; ¿cuál es la situación? No sabes qué has hecho para disgustarlo, pero él te importuna por alguna razón desconocida. ¿Hay gente malvada de este tipo? (Sí). Son tus adversarios, y solo se puede explicar de esta manera. Antes de que incluso interactúes con ellos, sienten una antipatía inmediata hacia ti y piensan en cómo pueden perjudicarte; ¿acaso no son tus implacables adversarios? (Sí, lo son). ¿Puedes llevarte bien con un adversario implacable? ¿Puedes recorrer la misma senda? Sin duda, no. Así pues, ¿discreparías de este tipo de personas y discutirías con ellas? (No, no lo haría). ¿Por qué no? Porque hacen oídos sordos a toda razón. Algunos sienten una aversión y una repulsión inherentes por las cosas positivas, correctas y que, comparativamente, son buenas en la humanidad; es decir, las cosas positivas que la gente más bien anhela y quiere; un carácter claro que tienen las personas de este tipo es la perversidad: es gente perversa. Por ejemplo, un hombre busca novia y piensa: “Tanto si es fea o hermosa, mientras sea virtuosa y buena y nos llevemos bien, con eso basta. Sobre todo si es una mujer con humanidad y fe, no importa si soy rico o pobre, feo o guapo, o si enfermo, ella estará comprometida por completo a estar conmigo”. La gente decente suele tener esta opinión. ¿A qué clase de personas les desagrada esta idea o la desaprueban? (Los perversos). Dime, pues, ¿qué opina la gente perversa? ¿Cómo reacciona al oír estas palabras? Te mira con desdén y dice: “Idiota. ¿En qué era vivimos? ¿Y tú buscas a alguien así? ¡Deberías buscar a una mujer rica y bella!”. Los hombres corrientes se casan con mujeres decentes y virtuosas y viven juntos de una manera digna y adecuada en una familia unida y feliz; viven limpiamente. ¿Piensan así las personas perversas? (No). Dicen: “En este mundo de hoy en día, ¿se puede seguir llamando hombre a un hombre que no haya tenido al menos diez novias y varias esposas? ¡Si no ha sido así, vaya vida más desaprovechada!”. Todos piensan así. Les dices: “Encuentra a una mujer decente, virtuosa y buena y, en especial, que tenga humanidad y fe”, ¿les resulta esto aceptable? (No). Te miran con desprecio y dicen: “¡Eres tan tonto! En el mundo actual nadie se preocupa por los asuntos de los demás todo el mundo vive liberado y libre. Sobre todo cuando te marchas de China y vas a Occidente; hay más libertad incluso y nadie te vigila. ¿Por qué eres tan duro contigo mismo? ¡Eres un bobo!”. Esta es la idea que tienen. Por tanto, ¿cómo se sienten cuando les hablas sobre cosas positivas, sobre las cosas positivas más maravillosas del hombre que corresponden a la verdad y la rectitud? Eso les repugna y te maldicen en su corazón. Una vez que sepan que tú eres este tipo de persona, su corazón se pondrá en guardia y te evitarán. Las personas de tipos diferentes no siguen la misma senda. Saben que sientes repulsión por las personas como ellas y menosprecian a la gente como tú en su fuero interno. No quieren hablar contigo sobre cómo se ponen elegantes y tontean con los demás. Temen que compartas la verdad con ellas e intentes hacer que sigan la senda correcta y eso les repugna por completo; en otras palabras, en lo más hondo del corazón, menosprecian todas las cosas positivas. Por tanto, si os encontráis con gente así cuando prediquéis el evangelio, no se lo podéis predicar. Aun en el caso de que lo hagáis y alguno llegue a creer, seguirá siendo un anticristo y no se podrá salvar. ¿Por qué podéis estar ahí sentados y escuchar Mi sermón? ¿Acaso no es porque amáis un poco la verdad en el corazón? Siempre y cuando tengáis al Espíritu Santo obrando en vosotros mientras os hablo, os sentiréis hondamente conmovidos y motivados y desearéis comprometeros, sufrir y esforzaros en la búsqueda de la rectitud, la verdad y la salvación. En el momento en el que los perversos oyen a alguien hablar de esforzarse por la rectitud, la verdad y Dios, sienten que estas palabras están vacías, que son eslóganes y que no se pueden comprender y discriminan a quien las expresa. Por tanto, si os cruzáis con estas personas perversas, no compartáis nada con ellas, ya que no sois de la misma clase de personas, mantened la distancia. Cuando me encuentro con alguien así y veo que tiene esta actitud hacia Mí y habla con cierto tono de voz, ¿debería podarlo y regañarlo? (No, no es necesario). No hace falta prestarle atención ni responderle. ¿Podrías cambiarlo si lo hicieras? No puedes cambiarlo. Tan solo apártalo a un lado y olvídalo; este tipo de personas no creerán en Dios durante mucho tiempo. Uno: no aman la verdad; dos: les repugnan las cosas positivas; tres: discriminan a Dios y tienen por Su carácter y por todo lo que es adorable en Él la menor consideración y el mayor desprecio; estas cosas determinan que Dios nunca las salvará. No importa dónde se encuentre esta gente, si es ingenua o traidora, el hecho de que tenga estas manifestaciones determina que hay cierta perversidad en su carácter, sin duda alguna.

Siempre que un anticristo ejerce su control, la vida de la iglesia y los resultados que logre el pueblo escogido de Dios al cumplir sus deberes no serán buenos y la obra de la casa de Dios se verá obstruida, de modo que si no se pone arreglo y se expulsa a los anticristos, la obra de la iglesia sufrirá grandes pérdidas y se verán perjudicados muchos miembros del pueblo escogido de Dios. Ante todo, los falsos líderes no pueden realizar un trabajo real y, cuando se ocupan de asuntos generales, progresan de manera lenta e infructuosa. Además, no saben cómo cultivar ni usar a la buena gente con calibre adecuado que persigue la verdad. ¿Y qué podemos decir de los anticristos? Cuando un anticristo ejerce su control, actúa solo por su fama, ganancia y estatus, no hace ningún trabajo real en absoluto y, trastorna y perturba directamente la obra de la iglesia; en concreto, se dedica a destruir y no se diferencia de Satanás para nada. Si un anticristo ve a alguien que ama y persigue la verdad, se siente incómodo. ¿De dónde proviene este malestar? De su carácter perverso; es decir, en su naturaleza hay un carácter perverso que odia la rectitud, las cosas positivas y la verdad y se opone a Dios. Por eso, cuando ve a alguien que persigue la verdad, dice: “No tienes mucha formación ni pareces gran cosa; aun así, persigues realmente la verdad”. ¿Qué refleja esta actitud? Esto es desprecio. Por ejemplo, algunos hermanos y hermanas tienen cierto don o aptitud especial y quieren cumplir un deber relacionado con él. En realidad, esto es adecuado por lo que respecta a sus diversas condiciones, pero ¿cómo tratan los anticristos a estos hermanos y hermanas? En su fuero interno piensan: “Si quieres cumplir este deber, primero debes hacerte amigo mío y estar de mi parte; solo entonces te permitiré cumplir este deber. De lo contrario, ¡sigue soñando!”. ¿Acaso no actúan así los anticristos? ¿Por qué les repugnan tanto a los anticristos aquellos que creen de manera sincera en Dios, que tienen cierto sentido de la rectitud y algo de humanidad y que se esfuerzan por perseguir la verdad? ¿Por qué siempre están en desacuerdo con esta gente? Cuando ven a alguien que persigue la verdad y se comporta bien, que nunca es negativo y que tiene buenas intenciones, se sienten incómodos. Cuando los anticristos ven a alguien que actúa de manera imparcial, que puede cumplir su deber según los principios y que puede poner la verdad en práctica una vez que la ha entendido, se vuelven realmente iracundos, se devanan los sesos intentando encontrar una manera de mortificar a esta gente y tratan de ponerles las cosas difíciles. Si alguien cala la esencia-naturaleza de un anticristo, descubre su insidia y su perversidad y desea ponerlas al descubierto e informar sobre ellas, ¿qué hará el anticristo? Pensará en todas las maneras posibles de deshacerse de esa molestia y de sacarse ese fastidio de encima e incitará a los hermanos y hermanas para que rechacen a esa persona. Un hermano o una hermana corrientes no tienen prestigio ni estatus en la iglesia; solo tienen cierto discernimiento de este anticristo y no representan ninguna amenaza para él. ¿Por qué, entonces, al anticristo siempre le caen mal estas personas y las tratan como si fueran una molestia y un fastidio? ¿Cómo se interponen estas personas en el mundo del anticristo? ¿Por qué no puede el anticristo adaptarse a esta gente? Porque en su interior hay un carácter perverso. No puede tolerar que alguien persiga la verdad o siga la senda adecuada. Se pone en contra de quien quiere seguir la senda correcta y, de manera intencionada, te pondrá las cosas difíciles, se devanará los sesos intentando encontrar una manera de deshacerse de ti o, si no, te oprimirá para que te vuelvas negativo y débil o encontrará tus flaquezas y las difundirá con el fin de que los demás te rechacen; y, de ese modo, será feliz. Si no lo escuchas ni haces lo que dice y continúas persiguiendo la verdad, siguiendo la senda apropiada y siendo una buena persona, se siente molesto, descontento e incómodo al ver que cumples tu deber. ¿De qué va esto? ¿Lo has disgustado? No. ¿Por qué te trata así cuando no le has hecho nada ni has perjudicado sus intereses de ninguna manera? Esto solo muestra que la naturaleza de esta clase de cosas —los anticristos— es perversa y que ellos se oponen de manera inherente a la rectitud, las cosas positivas y la verdad. Si les preguntas qué ocurre exactamente, ni siquiera lo saben; se limitan a ponerte las cosas difíciles a propósito. Si propones hacer algo de una manera, ellos tienen que hacerlo de otra; si dices que fulano no es gran cosa, ellos dicen que esa persona es fenomenal; si dices que esta es una gran manera de divulgar el evangelio, ellos dicen que es mala; si dices que una hermana que solo lleva creyendo en Dios uno o dos años se ha vuelto negativa y débil y debería recibir ayuda, ellos dicen: “No hace falta, ella es más fuerte que tú”. En resumen, siempre están en desacuerdo contigo y actúan en tu contra a posta. ¿Cuál es su principio para estar en desacuerdo contigo? El de que todo lo que digas que está bien, ellos dicen que está mal, y todo lo que digas que está mal, ellos dicen que está bien. ¿Hay algún principio-verdad en sus acciones? Ninguno en absoluto. Solo quieren ponerte en ridículo, que quedes en evidencia, hundirte y desanimarte hasta que no puedas mantener la cabeza alta, que dejes de perseguir la verdad, que te vuelvas débil y ya no creas más, y, si logran su objetivo, se alegran en el corazón. ¿Qué está pasando? Esta es la esencia perversa de la clase de personas que son los anticristos. Si ven a hermanos y hermanas que alaban a Dios y dan testimonio de Él, sin prestarles ninguna atención a ellos, ¿son felices? No, no lo son. ¿Cómo se sienten? Celosos. Por lo general, cuando alguien oye a otra persona alabar a un tercero, su reacción normal es: “Yo soy bastante bueno igualmente; ¿por qué no me alabas también?”. Tiene este pensamiento, pero cuando oye a alguien dar testimonio de Dios, piensa: “Tiene mucha experiencia, da este testimonio y todo el mundo lo aprueba. Tiene este entendimiento; ¿por qué yo no lo tengo?”. Envidia y admira a esta persona. Los anticristos tienen una característica determinada: cuando oyen a alguien que da testimonio de Dios y dice: “Esta es la acción de Dios, Su disciplina, Sus obras y Sus arreglos y estoy dispuesto a someterme”, se sienten infelices y piensan: “Dices que todo es la acción de dios. ¿Has visto cómo él gobierna sobre algo? ¿Has sentido cómo él arregla algo? ¿Cómo es que yo no sé nada de todo esto?”. Por una parte, es que ellos son como Satanás en la manera en la que él trató la aprobación de Job por parte de Dios. Los anticristos tienen la misma mentalidad que Satanás cuando Dios gana una persona; tienen el carácter de Satanás. Por otra parte, es que, si alguien entiende la verdad y es capaz de discernir a los anticristos y no los sigue, sino que los rechaza, los anticristos enloquecen y piensan: “¡No puedo ganar a esta persona de ninguna manera, por tanto la aniquilaré!”. Cuando Job se enfrentó a pruebas, Dios dijo a Satanás: “Él está en tu mano; pero guarda su vida”. Si Él no hubiera dicho esto, ¿se habría apiadado Satanás? (No). Es totalmente cierto; no se habría apiadado en absoluto.

¿Qué actitud tienen los anticristos hacia los hermanos y hermanas que persiguen y aman la verdad, hacia la gente que tiene algo de fe y cumple su deber con cierta lealtad? ¿Y qué actitud tienen hacia determinadas personas que hablan sobre experiencias vivenciales para dar testimonio de Dios y suelen compartir la verdad con los hermanos y hermanas? (Sienten celos y odio). ¿De qué depende su actitud? De su carácter perverso. Así pues, cuando sueles ver que, de manera inexplicable, oprimen, odian y hacen sufrir a ciertas personas, sabes que nadie puede cambiar el carácter perverso de un anticristo, que está profundamente arraigado y que es innato. Desde ese momento, está claro que estas personas que son anticristos no pueden alcanzar la salvación. No permiten que los hermanos y hermanas den testimonio de Dios; entonces, ¿pueden dar testimonio de Dios ellos mismos? (No). Odian tanto que otros den testimonio de Dios que llegan a rechinar los dientes; por tanto, dime, ¿pueden dar testimonio de Dios? Son absolutamente incapaces de hacerlo. Algunos dicen: “Eso no es cierto, algunos anticristos dan muy buen testimonio de Dios, y los hermanos y hermanas lloran cuando lo oyen”. ¿Qué tipo de testimonio es este? Tenéis que escuchar este tipo de “testimonio” para determinar si es un testimonio real o no. Supongamos que alguien tiene un buen trabajo y una buena familia y, conmovido por Dios, deja su trabajo y su familia y se dedica en cuerpo y alma a entregarse a Dios; aunque se siente afligido en su corazón, sin embargo, lo abandona todo. Los hermanos y hermanas le dicen: “¿No te sientes siquiera un poco débil?”. Y él responde: “Sí, un poco, pero el hecho de que yo haya sido capaz de dejar a mi familia y mi trabajo, ¿acaso no es la acción de Dios? Solía ganar dos mil o tres mil por día y varias decenas de miles por mes, y poseía muchos bienes. Después de empezar a creer en Dios, con el fin de cumplir mi deber entregué mis bienes a otra persona para que se ocupara de ellos”. Los otros le preguntan: “¿No has administrado tus bienes después de entregarlos a alguien? ¿Ahora ya no posees ni una parte de ellos? ¿Cómo te desprendiste de tus bienes?”. Él responde: “Fue la acción de Dios”. ¿No es esto demasiado ambiguo? (Sí). Solo son palabras vacías. Además, ¿acaso no dice cuánto gana para alardear? ¿Por qué lo explica? Porque da testimonio de la cantidad de cosas a las que ha renunciado. ¿Da testimonio de Dios? Da testimonio de su pedacito de historia “gloriosa”, del precio que ha pagado y de lo mucho que se ha esforzado en el pasado, de su gran dedicación y de que no se queja de Dios. ¿Hay alguna parte de todo esto que dé testimonio de Dios? En todas estas cosas, no habéis visto lo que Dios ha hecho, ¿verdad? No es cierto que él dé testimonio de Dios; sin duda alguna, da testimonio de sí mismo; ¡sin embargo, dice que da testimonio de Dios! ¿Acaso no es esto engañar? Finge dar testimonio de Dios para dar testimonio de sí mismo; ¿acaso no es esto hipocresía? Así, ¿por qué algunos se sienten tan conmovidos y no paran de llorar al oírlo? ¡El mundo está lleno de todo tipo de idiotas! Cuando alguien menciona que da testimonio de Dios, los anticristos tienen que hablar sobre las pequeñas tareas que han llevado a cabo, las pocas cosas a las que se han dedicado y el poco tiempo que han pasado esforzándose; a medida que pasa el tiempo, la gente deja de prestar atención y por eso deben inventarse nuevas cosas que decir; de esta manera, dan testimonio de sí mismos. Si alguien es mejor que ellos y sabe compartir mejor, aportando algo de luz de la verdad, se sienten incómodos. ¿Se sienten así porque sus esfuerzos con la verdad son inferiores a los de los demás y tienen ganas de sobresalir? No, no permitirán que nadie sea mejor que ellos, no pueden soportarlo y solo son felices cuando son mejores que los demás. ¿Acaso no es esto perverso? Si otra persona es mejor que tú y entiende la verdad mejor que tú, deberías aprender de ella; ¿acaso no es esto algo bueno? Es algo de lo que todo el mundo debería regocijarse. Por ejemplo, tenemos el caso de Job, uno de los seguidores de Dios en la historia de la humanidad. ¿Fue esto algo glorioso que ocurrió en los seis mil años de obra de gestión de Dios o fue una ignominia? (Fue algo glorioso). Lo fue. ¿Qué actitud deberías adoptar hacia este asunto? ¿Qué perspectiva deberías tener? Deberías estar feliz por Dios, celebrarlo y alabar Su poderío y el hecho de que Él ha ganado gloria; esto fue algo bueno. Fue algo muy bueno; sin embargo, a algunos incluso les repugna y lo detestan. ¿Acaso no son perversos? Para ser sincero, son perversos y esto se debe a su carácter perverso.

El carácter de los anticristos es perverso; no solo no aceptan la verdad, sino que también pueden resistirse a Dios y establecer sus propios reinos y se oponen a Él de manera implacable; esto es un carácter perverso. ¿Tenéis algún entendimiento de las actitudes perversas? La mayoría de las personas quizá no saben cómo discernirlas, de modo que pongamos un ejemplo. Algunos suelen comportarse de una manera muy normal en circunstancias típicas: hablan e interactúan con otros con mucha normalidad, parecen individuos normales y no hacen nada malo. No obstante, cuando asisten a reuniones y leen las palabras de Dios y comparten la verdad, algunos de ellos no están dispuestos a escuchar, otros se amodorran, otros sienten aversión hacia la verdad, les cuesta soportarla y no quieren escucharla, y otros se duermen sin darse cuenta y no se enteran de nada; ¿qué ocurre? ¿Por qué se manifiestan tantos fenómenos anormales cuando alguien comienza a hablar sobre la verdad? Algunas de estas personas están en un estado anormal, pero otras son perversas. No se puede excluir la posibilidad de que unos espíritus malvados las hayan poseído y, a veces, la gente no puede comprender esto del todo ni discernirlo con claridad. Los anticristos tienen espíritus malvados en su interior. Si les preguntas por qué son hostiles hacia la verdad, dicen que no lo son y se niegan a admitirlo de manera obstinada, cuando en realidad saben en su corazón que no aman la verdad. Cuando nadie lee las palabras de Dios, se relacionan con los demás como si fueran gente normal y no te das cuenta de su trasfondo. Sin embargo, cuando alguien lee las palabras de Dios, no quieren escucharlas y se les llena el corazón de repulsión. De esta manera se revela su naturaleza: son espíritus malvados; son ese tipo de cosa. ¿Las palabras de Dios han dejado en evidencia la esencia de estas personas o han metido el dedo en la llaga? Nada de eso. Cuando asisten a reuniones, no quieren escuchar a nadie que lea las palabras de Dios; ¿acaso no son perversos? ¿Qué significa “ser perverso”? Quiere decir ser hostil hacia la verdad y hacia las cosas y las personas positivas sin razón alguna; ni siquiera ellos saben cuál es la razón, simplemente tienen que actuar de esa manera. Esto es lo que significa ser perverso y, en lenguaje llano, equivale a ser una mala persona. Algunos anticristos dicen: “Solo hace falta que alguien comience a leer las palabras de Dios para que yo no quiera escuchar. Solo hace falta que alguien dé testimonio de Dios para que me repugne y ni siquiera sé el porqué. Cuando veo a alguien que ama y persigue la verdad, no puedo llevarme bien con él. Quiero ponerme en su contra, siempre quiero maldecirlo, perjudicarlo a sus espaldas y mortificarlo hasta la muerte”. Aunque no sepan por qué se sienten de esta manera, son perversos. ¿Cuál es la razón real de esto? Sencillamente, los anticristos no tienen el espíritu de una persona normal en su interior, no tienen una humanidad normal; este es el análisis final. Si una persona normal oye a Dios hablar de una manera tan clara y lúcida sobre diversos aspectos de la verdad, pensará: “En una época tan perversa y promiscua, en la que no se distingue el bien del mal y se confunde lo bueno y lo malo, es muy preciado y excepcional ser capaz de oír tanta verdad y unas palabras tan excelentes”. ¿Por qué es algo preciado? Las palabras de Dios despiertan los deseos y la inspiración de aquellos que tienen tanto corazón como espíritu. ¿De qué inspiración hablamos? Estas personas anhelan la rectitud y las cosas positivas, vivir ante Dios, que haya imparcialidad y justicia en la sociedad y que Él venga y ejerza su poder sobre el mundo; esto es lo que reclaman todos los que aman la verdad. No obstante, ¿anhelan los anticristos estas cosas? (No). ¿Qué anhelan los anticristos? “¡Si tuviera poder, destruiría a todos los que no me gustan! Cuando alguien da testimonio de que cristo es dios que aparece y obra, de que dios es el soberano de la humanidad y de que sus palabras son la verdad, la máxima de vida más elevada de la humanidad y la base de la supervivencia humana, siento repulsión, odio y no quiero escucharlo”. Esto es algo que los anticristos tienen muy arraigado. ¿Acaso no tienen los anticristos este carácter? Mientras alguien los adore, los admire y los siga, serán amigos y estarán del mismo lado; si alguien siempre habla sobre la verdad y da testimonio de Dios, el anticristo se aparta de él, siente repulsión hacia esa persona e incluso la atacará, la excluirá y la mortificará; esto es perversidad. Cuando hablamos de la perversidad, siempre es en referencia a las argucias taimadas de Satanás; las cosas que hacen Satanás, el gran dragón rojo y los anticristos son perversas, y cuando decimos que todos ellos son perversos, nos referimos principalmente a que son hostiles hacia todas las cosas positivas y, en especial, a que se oponen a la verdad y a Dios; esto es perversidad y este es el carácter de los anticristos.

Pensad en qué anticristos de los que os habéis encontrado y de cuya existencia os habéis enterado exhiben este carácter perverso. Una vez conocí a una arpía con una humanidad increíblemente maliciosa. Siempre que en la casa de Dios se predicaba sobre el hecho de que pronto llegarán los grandes desastres, de que no quedaba mucho tiempo, de que los hermanos y las hermanas deberían preparar buenas obras, esforzarse por perseguir la verdad y cumplir bien sus deberes para satisfacer las intenciones de Dios y de que no deberían arrepentirse de nada, siempre que se predicaban estas cosas en la casa de Dios, esta mujer maldecía desde el corazón y pensaba: “¿El fin del mundo? La vida es fantástica. ¡Puede que sea el fin del mundo para ti, pero no para mí! Aunque hayan llegado los grandes desastres, yo debería seguir viviendo. ¡Si alguien tiene que morir, ya os podéis morir vosotros!”. ¿Es esta mujer poco razonable, o qué pasa? Cada vez que alguien compartía este aspecto de la verdad, ella se mostraba irrazonable, se le llenaba el corazón de repulsión y pensaba: “¡Mi vida está bien así! Tengo mucho dinero, coches, casas y una renta elevada. Soy alguien importante en mi círculo local y nadie se atrevería a ofenderme. Mis condiciones de vida son tan buenas que, si vienen los grandes desastres, ¿sufriré alguna pérdida? ¡Todavía no estoy preparada para morir!”. ¿Cuál era su perspectiva sobre la obra de Dios y sobre el hecho de que Él quiera destruir esta humanidad y este mundo perversos? (Ella era hostil hacia todo esto). Al margen de lo que Dios hiciera, si se vieran implicados o perjudicados sus intereses, ella lo odiaría, sería hostil hacia ello, no lo aceptaría y pensaría: “¡Lo que haces está mal!”, y negaría las obras de Dios al instante. Además, lo más perverso de ella era que no le gustaba que la imparcialidad y la rectitud lo rigieran todo; al margen de quien tuviera el poder, aunque fuera Dios quien lo ejerciera y hubiera imparcialidad y rectitud, si eso perjudicaba sus intereses, entonces no servía; para ella, sus intereses eran más importantes que Dios. ¿Acaso no tenían sus acciones una naturaleza demoníaca? Y cuando una naturaleza demoníaca está en juego, ¿acaso no es la misma naturaleza que cuando un espíritu malvado posee a alguien y este dice que no quiere oír las palabras de Dios? (Sí). Siempre que alguien lea las palabras de Dios, ese espíritu malvado dirá que no quiere oírlas. Siempre que cualquier hermano o hermana hablaba sobre la pronta llegada del día de Dios o de los grandes desastres, esta arpía lo odiaba y lo maldecía en el corazón. ¿Por qué lo maldecía? Si Dios viniera a destruir el mundo, ella perdería todas sus propiedades; siempre que cualquier cosa afectara a sus intereses, ella lo maldecía. Por tanto, sus maldiciones tienen la misma naturaleza que un espíritu malvado cuando dice que no quiere oír las palabras de Dios. Comparten una característica común: siempre que alguien menciona la verdad, se exponen las profundidades de su alma, se quedan al desnudo su fealdad, su perversidad y su insidia, se les llena el corazón de odio, conflicto y resistencia y, seguidamente maldicen e insultan; así es un espíritu malvado. Por fuera, esta arpía hablaba y se comportaba como una persona normal, y no como si estuviera poseída por un demonio; sin embargo, la naturaleza de sus acciones era la misma que la de ese demonio. Cuando tengáis la oportunidad, podéis preguntar a la gente rica de la iglesia: “Cuando lleguen el día de Dios y los grandes desastres, y pierdas todas tus propiedades familiares, ¿te sentirás disgustado? ¿Ansías la llegada del día de Dios? ¿Deseas que Él tome el poder y que la imparcialidad y la rectitud lo rijan todo? ¿Anhelas que Dios aniquile a esta humanidad perversa, aun sabiendo que también te aniquilará a ti? ¿Estás dispuesto a que esto ocurra?”. Fijaos en cuál es su punto de vista. Algunos estarán dispuestos a que esto ocurra y otros, no. Considerad todo el mundo, el universo entero, todas las cosas materiales que Dios gobierna; aquí no estamos hablando sobre bienes inmateriales, solo sobre aquello que entra en el ámbito material: las propiedades familiares, los coches, las casas o el dinero, entre otros; si se toma todo esto de manera conjunta, ¿llega a representar tanto como un grano de arena en la mano de Dios? (No). Sin embargo, cuando la gente consigue estas cosas, no quiere abandonarlas y siente que tiene el capital para enfrentarse a Dios y decir: “¡Si te llevas mis propiedades familiares, te odiaré, me opondré a ti y no reconoceré que eres Dios!”. Así, ¿Dios es Dios o no lo es en función de si tú lo reconoces? (No). ¿Tienes el capital de enfrentarte a Él con tan pocas propiedades familiares? ¡Eres un ignorante! Los diamantes son lo más valioso de la Tierra. Cuando la gente corriente ve un diamante de un quilate, se queda fascinada y dice: “¡Qué gran diamante! ¡Debe valer diez o veinte mil dólares estadounidenses!”. Piensa que los diamantes son muy valiosos. Pero, después, oí la noticia de que un planeta no muy alejado de la Tierra estaba hecho de diamante por entero y, de repente, me di cuenta de algo: las personas son muy cortas de miras. Cuando ves un diamante que brilla, te gusta mucho y piensas que es algo fabuloso, pero cuando oyes que un planeta entero está hecho de diamante, ¿cuál es tu perspectiva, entonces? Tu perspectiva sobre los diamantes cambia. Es decir, cuando te llega otra información, se amplía tu horizonte de repente, dejas de ver solo el pequeño espacio que hay ante ti y ya no eres una rana que no alcanza a ver más allá de su charca, porque tienes más información y tu percepción ha cambiado y ha crecido. Al vivir en este mundo, en el que las personas se encuentran en todo momento con todo tipo de situaciones y distintos entornos, sus horizontes cambian constantemente y, a la vez, sus perspectivas se renuevan sin cesar. Esto es normal y es el proceso en el que Dios hace que la gente progrese de manera gradual en esta vida y avance de forma constante en conocimiento, perspectiva y entendimiento del mundo entero y de las obras de Dios. Por tanto, ahora que me habéis escuchado relatar este asunto, ¿cómo deberíais tratarlo? ¿Deberíais pensar: “¡Oh, la gente en la Tierra es muy ignorante, le falta conocimiento y sabe muy poco!”? O sea, tus ideas y percepciones sobre el universo entero, sobre toda la raza humana y sobre todas las cosas y todo lo que Dios dirige tal vez pueden ser los mismos que tu entendimiento de un pequeño diamante cuyo valor se compara con un planeta, ¿verdad? (Verdad). ¿Qué conclusión podemos sacar de esto? En el planeta Tierra, al margen de los logros que haya alcanzado, del prestigio que haya obtenido, de las cosas magníficas que haya llevado a cabo, nadie debe fanfarronear; ¡los seres humanos son insignificantes y no valen un céntimo! Dios colocó algunos diamantes en la Tierra y la gente se pelea para conseguirlos. ¿Acaso no sabe cuántos planetas hay en la mano de Dios que contienen cosas incluso mejores que los diamantes? ¿Acaso no son patéticas las personas? (Sí). Dan pena; son muy ignorantes.

Los anticristos no pueden evitar resistirse a Dios; de manera inherente, odian la verdad y las cosas positivas y ni siquiera pueden dejar en paz a aquellos que persiguen la verdad y aman las cosas positivas; por el contrario, condenan, oprimen y excluyen a estas personas. Por otro lado, los que se confabulan con ellos se les unen de manera natural y se protegen, se defienden y se adulan entre sí. A partir de esto, podemos ver que estos individuos que son anticristos son espíritus malvados reencarnados y demonios impuros, carentes de una humanidad normal. Por mucho que entiendan la verdad sobre la que les hablan, o por mucha claridad que tengan al predicar palabras y doctrinas, a la hora de practicar lo único que eligen hacer es ir en contra de la verdad, resistirse a Dios y salvaguardar su posición y sus intereses; esta es su perversidad. ¿En qué sentido son más perversos? En que odian la verdad; la odian sin explicación ni razón alguna. Si les preguntas por qué odian la verdad, tal vez no sean capaces de explicarlo, pero cada una de sus acciones tiene el carácter y los métodos de los anticristos, desorienta y enreda a la gente y perturba y trastorna la obra de la casa de Dios; este es el resultado de sus acciones. Haced una comparación y fijaos en los líderes y los obreros en cada nivel o en los hermanos y hermanas corrientes que tenéis alrededor vuestro, a los que conocéis y con los que tenéis contacto, para observar si alguno de ellos odia sin razón alguna a esos hermanos y hermanas que persiguen la verdad y siempre quiere atacarlos y excluirlos. Esta persona sabe que eso no está bien, pero es incapaz de evitarlo y pronuncia palabras agradables ante estos hermanos y hermanas, pero se comporta de una manera bastante distinta a sus espaldas, revelando así su semblante demoníaco y comenzando a oponerse a ellos. Si esto no es perversidad, ¿qué es entonces? ¿Qué es lo más repugnante de los anticristos? Suelen decir cosas correctas para desorientar al pueblo escogido de Dios y a los que están alrededor de ellos, e incluso para engatusar y engañar a lo Alto; y aún más, quieren hacer trampas a Dios y ganarse la confianza de la gente con palabras floridas para después correr fuera de control, comportarse de manera temeraria y hacer lo que les apetezca en la casa de Dios. Saben hablar con y sin corrección, saben cómo se supone que deben actuar y cómo no deben hacerlo, saben cuáles son y cuáles no son los principios y saben qué es ir en contra de los principios y qué es actuar de acuerdo con ellos. Tienen estas cosas muy claras en su corazón y algunos incluso saben todo esto de un modo muy transparente y lúcido, pero por muy bien que entiendan los principios y por mucho que los conozcan con claridad, cuando hacen cosas no practican la verdad en absoluto y, sin escatimar esfuerzos, cometen malas acciones de acuerdo con sus deseos. Esto determina que su naturaleza es satánica y la de un anticristo. No solo sienten aversión por la verdad y la odian, sino que suelen odiar y condenar las cosas positivas. ¿Por qué odia el gran dragón rojo la verdad y a Dios? Esto viene totalmente determinado por su naturaleza satánica. Algunos hermanos y hermanas sufren tal persecución que no pueden regresar a sus hogares, y esos diablos y satanases dicen: “Esta gente ya no vive con normalidad; ha abandonado a su familia”. En realidad, no pueden volver a casa porque el gran dragón rojo los persigue. Este tipo de situación se produce con mucha frecuencia. ¿Sobre qué otro tipo de situaciones habéis oído hablar? (El gran dragón rojo dice que si la gente lee demasiado las palabras de Dios sufre un lavado de cerebro). El gran dragón rojo dice: “Las palabras de Dios lavan el cerebro a las personas; han sido deificadas”. Esto es darle la vuelta a la verdad. No cabe duda de que es el gran dragón rojo el que corrompe y lava el cerebro a la gente; sin embargo, le da un giro y dice que las palabras de Dios lavan el cerebro a las personas; ¡estos demonios son muy perversos! El gran dragón rojo reclama para sí todas las buenas obras que han hecho otros y culpa a terceros de las malas acciones que comete. Los anticristos hacen lo mismo; sus métodos son exactamente iguales que los del gran dragón rojo y los de Satanás. ¡Son realmente lacayos de Satanás!

¿Hemos terminado ya de hablar sobre las manifestaciones perversas, insidiosas y falsas de los anticristos? ¿Acaso lo que he compartido hoy no es diferente y más real que lo que podéis entender literalmente? La casa de Dios ha producido muchos vídeos en los últimos años, así como algunos himnos y películas, y todos se han colgado en internet. Un anticristo de China continental vio en línea estas producciones y dijo: “Habéis producido estos programas en el extranjero y esto también podemos hacerlo en China”. Se puso a reclutar a gente, encontró a un grupo de personas y montó un coro en la nación del gran dragón rojo. Al final, los arrestaron a todos. ¿Por qué tenía que hacer esto ese anticristo? ¿Tenía alguna intención? (Sí). ¿Cuál era? (Controlar a la gente). Pero no se trataba de algo tan simple. Quería establecer su propia facción. Su idea era: “¡Si la casa de Dios puede tener un coro, yo también puedo! Si me sale bien, tendré mi propia facción. ¡Solo con que agite el brazo, mucha gente vendrá!”. De este modo, pudo suplantar a la iglesia de Dios. ¿Acaso no es este el propósito que quería conseguir? Pero el resultado fue que el gran dragón rojo tomó medidas drásticas y sus ilusiones quedaron en nada. La casa de Dios lleva a cabo su obra bajo la premisa de la seguridad garantizada. En el caso de este anticristo, ¿se daba esta condición en el país gobernado por el gran dragón rojo? No se daba en su caso; aun así, quería lucirse. No lo hizo muy bien y, al final, todo le salió mal. Hace unos años, otro grupo de personas produjo un programa y lo publicó en internet. Cantaban canciones antiguas, acompañadas de danzas, y llevaban vestidos con motivos florales al estilo de las minorías étnicas. Todo era demasiado convencional y anticuado. Decidme, ¿acaso no causaron perturbaciones estos anticristos? (Sí). Los no creyentes y la gente religiosa no conocían la situación real y creyeron que la iglesia había hecho realmente estas cosas. Los anticristos siempre cometen estupideces; no solo son perversos, sino también bobos. ¿Por qué son tontos? ¿Es porque son tan perversos que se han vuelto estúpidos con la perversidad? No. Da igual el calibre que tenga una persona; si entiende algo de la verdad, aunque no tenga un camino a seguir al hacer las cosas ni sepa lo que es apropiado o inapropiado hacer, tiene un principio esencial: no se comportará con temeridad ni a ciegas. ¿Acaso no es esta la situación? (Sí, lo es). No obstante, aquellos que no entienden la verdad y son tan arrogantes como para perder la razón pueden actuar sin control. ¿Qué supone actuar sin control? Este tipo de gente no tiene ningún sentido de la razón y las personas que carecen de este sentido son incapaces de considerar los problemas. ¿Qué quiero decir con “considerar”? Me refiero a establecer qué hacer en las primeras etapas, qué preparar, qué es necesario para realizar el programa, por qué debe realizarse este programa y, una vez producido, a cuántas personas puede afectar e instruir y si hay consecuencias o desventajas; todo esto debe evaluarse. Este proceso de evaluación se denomina “consideración”. ¿Pueden estos estúpidos considerar las cosas? (No). La gente que no puede considerar los problemas carece de racionalidad; ¿tienen algún entendimiento de la verdad? Sin duda alguna, no. Si alguien entiende realmente algo de la verdad, su sentido de la razón se hará más claro y profundo. Puede tener más claro lo que es positivo, lo que es negativo, lo que está bien, lo que está mal y el ámbito en el que encaja tal o cual principio; es decir, al margen de lo que haga, tanto si hace algo bueno como si hace algo malo, tiene una norma en el corazón. Por ejemplo, si alguien te dijera que corrieras desnudo por la calle, ¿lo harías? (No). ¿Lo harías si alguien te pegara? ¿Lo harías si alguien te diera diez mil yuanes? (Eso sería algo vergonzoso. No podría hacerlo). Saber que esto sería algo vergonzoso de hacer es un tipo de pensamiento, de opinión y de actitud que surge de la racionalidad; es decir, solo con esta racionalidad eres capaz de tener este pensamiento y esta actitud. Por tanto, al margen de que te tienten con dinero o de que te mortifiquen y te atormenten con crueldad, independientemente del punto hasta el que te veas forzado, seguirías sin hacerlo, nada de eso te afectaría en absoluto y te mantendrías firme. Los anticristos no entienden la verdad y por eso no tienen ningún concepto de nada de lo que hacen. ¿Qué significa “concepto” aquí? Quiere decir que no saben qué hacer para dar testimonio de Dios. Este anticristo creía que tenía un corazón tremendamente amoroso, reunió a un grupo de personas para hacer un vídeo de un coro y acabó gastando mucho dinero y poniéndose en riesgo. La situación en China continental es peor que en el extranjero, de modo que, ¿qué pasa si algo sale mal? ¿Consideró él esto? Pudo haber considerado la situación hasta cierto punto, pero no sabía qué programas hacer ni qué resultados lograr; no entendía nada en absoluto. ¿Por qué no entendía? Carecía de racionalidad. ¿Cómo surge la racionalidad? La razón de las personas solo se hace clara y profunda poco a poco a través del hecho de entender la verdad. Los anticristos tienen una naturaleza que odia la verdad, se oponen de manera inherente a las cosas positivas y en lo más íntimo del corazón nunca pueden amar la verdad, así que, ¿pueden entenderla? (No). Si no pueden entender la verdad, ¿pueden tener el pensamiento de la humanidad normal? Nunca pueden tenerlo. ¿Tiene racionalidad la gente que carece del pensamiento de la humanidad normal? No, no la tiene. Cuando los anticristos hacen y dicen algo, sus puntos de vista y todas las cosas que hacen no son distintos de lo que hacen los diablos y los espíritus malvados. ¿Por qué digo que no son distintos? Por ejemplo, a alguien le encanta realmente predicar y alardear, de modo que siempre busca personas que lo escuchen predicar sermones. Aunque a la gente no le guste escucharlo, él predica de todas formas; cuando causa repulsión a otros, no es capaz de percibirlo ni intenta observarlos ni ve lo que necesitan los demás; solo se satisface a sí mismo. ¿Acaso no es esto algo ignominioso? Lo es, y él carece de racionalidad. ¿Hay alguna diferencia entre esta falta de racionalidad y el habla y las acciones arbitrarias y sin sentido de alguien poseído por Satanás y los espíritus malvados? A pesar de que tal vez él no parezca un enfermo mental que corre desnudo por la calle como un loco, puedes ver que se comporta sin racionalidad. Cuando le piden que riegue a varios hermanos y hermanas, o que predique el evangelio o que cumpla algún deber, carece por completo de principios y actúa con temeridad como le apetece. Algunos se han pasado 20 años predicando el evangelio sin ganar a una sola persona y, sin embargo, siguen queriendo ser líderes. ¿Verdad que hay gente así? Sí, la hay. No tienen ningún tipo de principios, convierten en un desastre todo lo que hacen y, aun así, quieren ser líderes y dirigir a otros; hay muchas personas así, seguro. Han creído en Dios durante muchos años, han leído muchas de las palabras de Dios y han escuchado muchos sermones, pero no entienden ninguna verdad. Por tanto, ¿con qué se relaciona su falta de entendimiento? ¿Qué motivo las ha llevado a no entender? ¿Es que están demasiado faltas de calibre y capacidad de comprensión, o es que su calidad humana es mala y no aman la verdad? (Tiene que ver con su esencia). ¿Por qué tiene que ver con su esencia? (Porque su esencia es perversa, no pueden recibir la obra del Espíritu Santo y Dios no obra en ellas, de modo que por mucho que coman y beban las palabras de Dios, nunca entenderán la verdad). Este es un motivo objetivo. La causa objetiva es, por supuesto, que el Espíritu Santo no obra en ellas y, por tanto, no serán capaces de ninguna manera de entender nada; esto se aplica a cualquier persona. También hay un motivo subjetivo, ¿cuál es? (Este tipo de personas odian la verdad). ¿Y cómo considera la verdad la gente que la odia? (Como su antítesis). La considera como su antítesis; ese es un aspecto. ¿Qué más? ¿Son capaces estos individuos de comprender el lado práctico de la verdad? Nunca. Si no pueden ni siquiera comprender este nivel, dime, ¿son capaces de entender la verdad? Nunca, no pueden entenderla. La causa objetiva es que estas personas son incapaces de recibir la obra del Espíritu Santo, y Dios no las esclarece. La causa subjetiva es que son hostiles hacia Él, hacia la verdad y las cosas positivas, y por lo que a ellas atañe, ninguna cosa positiva es positiva. Así pues, ¿qué cosas creen en el corazón que son positivas? Todo aquello que Satanás propugna: cosas que todas son perversas, vacías y vagas. Por tanto, ¿son capaces de entender la verdad estas personas perversas que la odian? Nunca pueden entenderla porque no la aceptan. Ahora, dime, ¿tiene algún sentido compartir la verdad con estos individuos? ¿Pueden estar dispuestos a escuchar cuando les lees las palabras de Dios? Todos ellos son no creyentes y demonios, de modo que ¿cómo podrían escuchar las palabras de Dios? Algunos no pueden comprender este asunto y dicen: “¿Por qué no entienden cuando comparto la verdad con ellos? ¿Acaso no son humanos?”. Te sientes desconcertado y no logras que te entiendan. Las palabras de algunos no se pueden escuchar y las cosas que hacen son simplemente absurdas; son no creyentes y demonios que hacen oídos sordos a toda razón. ¿Por qué digo estas cinco palabras “oídos sordos a toda razón”? Crees que Dios existe y que Él tiene soberanía sobre todas las cosas; ¿acaso no son positivas estas cosas? (Lo son). ¿Y qué cree esta gente? “¿Así es como dios tiene soberanía sobre todo? Él no es gran cosa”. ¿Acaso no hacen oídos sordos a toda razón? (Los hacen). No hay manera de comunicarse con estas personas; son un mundo aparte, bestias, sordas a toda razón. Las bestias nunca entienden qué son las cosas positivas ni qué es la verdad, de modo que no hay forma de comunicarse con ellas. El hecho de que seas incapaz de comunicarte con ellas no es una cuestión de tiempo ni de si haces un esfuerzo arduo ni de cuánto te esfuerces, sino más bien es que simplemente son incapaces de entender, de forma que, ¿qué más se les puede decir? ¿Qué hay exactamente en el interior de esta gente? No hay honestidad ni rectitud ni bondad en su corazón; solo perversidad: está lleno de perversidad. Este es el motivo por el que estas personas hacen oídos sordos a toda razón y no pueden salvarse.

Al comparar la falsedad y la insidia con el carácter de la perversidad, su grado es relativamente más ligero y superficial. Si el grado es superficial, ¿por qué las menciono aquí? Los anticristos actúan y hablan con falsedad y de una manera inexplicable y oscura, hacen que los demás los perciban como insidiosos y falsos y la gente corriente no puede llegar a la verdad del asunto. Actúan y hablan con falsedad y son incapaces de llevarse bien con las personas ingenuas y honestas que persiguen la verdad. Por el contrario, suelen jugar con ellas y utilizarlas. Juegan con ellas, las engañan e incluso las utilizan, sin que ellas se den cuenta de nada. Por supuesto, este comportamiento y estos métodos que emplean los anticristos no son muy perjudiciales para la gente. ¿Qué es lo que causa tanto daño a las personas? Es el carácter perverso de los anticristos, y, lo que es aún más grave, la desorientación, el control y la opresión a las personas que surge de este carácter perverso. Por lo que se refiere a sus acciones, los anticristos siempre tienen una motivación y una intención que no pueden revelar a los demás. Nunca se dedicarán a nada ni se esforzarán por ello sin motivo alguno, ni harán nada por nadie ni por la casa de Dios sin razón o compensación. Detrás de cada una de sus acciones y palabras hay una motivación y una intención y, en el momento en el que se revelan su intención y su motivación, o se malogran sus ambiciones y deseos, buscan la oportunidad de retirarse. En su corazón, piensan: “No vale tanto la pena que me dedique a algo ni que me esfuerce por ello sin ninguna razón. No vale la pena. Uno tiene que recibir algo a cambio de creer en Dios. Es una estupidez que uno se esfuerce por Él sin pedir una recompensa”. Su lógica es: “No existen los almuerzos gratis”. Determinan que la conciencia, la razón, la conducta y las buenas obras que la gente normal debe tener y hacer son estupideces. ¿Acaso no es esto perverso? (Sí). Esto es increíblemente perverso. Por ejemplo, en la casa de Dios se llevan a cabo algunos arreglos de la obra y se ofrece asistencia a los hermanos y las hermanas que cumplen sus deberes, pero los anticristos obstruyen estas acciones desde el interior. ¿Cuál es el propósito de un anticristo al obstruirlas? Si los arreglos de la obra hubieran provenido del anticristo, y sabiendo esto, los hermanos y hermanas se hubieran sentido agradecidos hacia él, este habría tomado la iniciativa. Si los hermanos y hermanas no saben quién hizo los arreglos de la obra y piensan que fue la casa de Dios y dan las gracias a Dios, ¿aceptaría el anticristo esto? De ninguna manera. El anticristo detendría los arreglos de la obra y no se implementarían. Es beneficioso para los hermanos y las hermanas que estos arreglos de la obra provengan de la casa de Dios y la obra del evangelio se expandiría mejor; esto es una cosa importante relacionada con la obra de Dios, de modo que ¿cómo deberían cooperar al respecto los que actúan como líderes? Deberían hacer todo lo que puedan para cooperar bien e implementar la obra. No obstante, algunos anticristos la obstruyen desde el interior y no la implementan durante un plazo de dos años. ¿Cuál es la razón de esto? Se debe a que Satanás causa obstrucciones y perturbaciones. Los anticristos y las personas malvadas perturban y controlan algunas iglesias, en las que no se cuida a los hermanos y hermanas que cumplen sus deberes. De esta manera, los anticristos se sienten felices y piensan en su corazón: “Ya me va bien ser el único beneficiario de algo tan maravilloso y de unos beneficios tan extraordinarios. ¿Cómo iban a ser los beneficiarios todos los hermanos y hermanas?”. ¿De qué modo podría afectar a los anticristos el hecho de que se beneficiaran los hermanos y hermanas? No los afectaría en absoluto. ¡Ellos se beneficiarían, todo el mundo se beneficiaría y eso sería fantástico! Piensa en la situación general: no deberías obstruir esto ni retenerlo, sino que deberías implementarlo con mucho gusto. ¿Acaso no es eso normal? (Sí). Este es el deber que una persona debe cumplir y es tu responsabilidad. Por un lado, no te cuesta nada; por otro lado: ¿acaso no desea todo el mundo que se expanda la obra del evangelio? (Lo deseamos). Cuando los anticristos ven que los hermanos y hermanas disfrutan de la gracia de Dios, ¿se vuelven celosos? ¿De qué están celosos? ¿Acaso no son demonios los anticristos? Así pues, ¿por qué los anticristos no implementan la obra? Porque están celosos. ¿Consideran que implementar la obra sería beneficioso para expandir la obra del evangelio? (No). ¿Afecta eso a sus intereses? ¿Qué tiene que ver con ellos? No tiene absolutamente nada que ver con ellos, pero aun así no la implementan, por lo que se comportan de manera perversa. ¡Son diablos vivientes y deberían estar malditos! Ante un asunto como este, relacionado con la obra de la casa de Dios y con tantas personas que cumplen sus deberes, ellos no tienen en cuenta las consecuencias en absoluto. Si tuvieran alguna buena intención, no serían capaces de hacerlo. ¿Por qué actúan de esta manera? Esto es maldad y perversidad. ¿Hacéis estas cosas? Si sois capaces de hacerlas, no sois diferentes de los anticristos y también sois diablos vivientes. ¡No debéis hacerlas! También hay algunos anticristos que ven que hay personas malvadas en la iglesia que, fuera de control, suelen perturbar la obra de la iglesia, pero ellos hacen caso omiso. Cuando les piden que se encarguen de esta gente, ponen reparos y lo posponen. No tienen en cuenta los intereses de los hermanos y hermanas; solo piensan en que no se vea perjudicada su reputación y eso es todo. Piensan: “Me hicieron líder y debo tener la última palabra. Tengo poder y autoridad absolutos. Si expulso a quien digas que se debe expulsar, eso me dejará en evidencia como alguien que no tiene nada de poder. Debo asegurarme de que los hermanos y hermanas saben que estas personas están bajo mi cuidado y son mis subordinadas”. ¿A quién se resisten? (A Dios). ¿Acaso no es ser perverso resistirse a Dios? Esto es perversidad. ¿Sabes qué tipo de cosa es un ser humano? Dios te dio el aliento, y, si no sabes algo tan importante, ¿acaso no te convierte eso en un estúpido? Dios puede acabar con tu vida en cualquier momento, y, aun así, sigues poniéndote en contra de Dios de manera desesperada; ¡esto es perverso y eres un diablo viviente! Por tanto, un aspecto es que debéis perseguir la verdad y no seguir la senda de un anticristo; además de esto, debéis saber cómo discernir a los anticristos. Si os encontráis con uno de ellos, deberíais observarlo con atención y si veis que va a hacer algo malo, detenerlo de inmediato y uniros con los hermanos y hermanas para ponerlo al descubierto, diseccionarlo, rechazarlo y expulsarlo. Oí hace poco que varios hermanos y hermanas jóvenes de una iglesia se unieron para destituir a un falso líder. Yo digo que estos jóvenes han progresado, no viven según las filosofías satánicas, pueden practicar la verdad y actuar de acuerdo con los principios y son mejores que la mayoría de la gente. La mayoría de las personas tiene filosofías para los asuntos mundanos y está envenenada a fondo por Satanás, cuya influencia todavía no se ha sacado de encima. Ser capaz de deshacerse de un falso líder evidencia que uno entiende alguna verdad y puede salvaguardar la obra de la casa de Dios; esto es algo bueno y demuestra que uno ha madurado en la vida y puede cumplir bien su deber.

Al compartir y poner al descubierto hoy los aspectos de la esencia de perversidad, insidia y falsedad de un anticristo, así como todas sus diversas manifestaciones, vemos que los anticristos se oponen a Dios de manera inherente. Algunos dicen: “Aunque tenga el carácter de un anticristo, no tengo su esencia-naturaleza ni nunca llegaré a ser uno de ellos”. ¿Qué piensas de esta actitud? Aunque no tengas la esencia de un anticristo, no dejas de tener sus manifestaciones y revelaciones, vives las mismas cosas que uno de ellos y tienes su carácter, de modo que corres el peligro de seguir la senda de un anticristo. Con estatus, influencia y capital, solo es cuestión de tiempo que te conviertas en un anticristo, y eso es una realidad. ¿Cuál es Mi intención al decir esto? Lo digo para hacer sonar la alarma y exponeros una realidad: una vez que alguien comienza a seguir la senda de un anticristo, hay dos posibilidades. Una es que lo descubras a tiempo, cambies de dirección, reflexiones sobre ti mismo, te arrepientas y seas capaz de someterte a las instrumentaciones y los arreglos de Dios. Esta es la mejor posibilidad, y tendrás esperanza de alcanzar la salvación. No obstante, si no puedes seguir la senda de perseguir la verdad, una vez que hayas cometido muchas maldades y te hayan definido como un anticristo, las consecuencias no permiten meditar sobre el asunto. ¿Lo entendéis? (Sí). Es bueno que lo entendáis. ¿Qué quiero decir con esto? Me refiero a que, si tienes las manifestaciones de un anticristo, todavía te queda espacio de maniobra y tienes la oportunidad de arrepentirte, pero una vez que te has convertido en un anticristo, estás en peligro. Por tanto, cuando descubres que tienes las manifestaciones de un anticristo, deberías cambiar de rumbo, buscar la verdad y resolver este problema; no trates el asunto a la ligera. De lo contrario, cuando llegues a tener poder y oportunidades, cometerás actos malvados de manera temeraria y provocarás trastornos y perturbaciones en la obra de la iglesia. No serás capaz de soportar las consecuencias, y lo más probable es que todo eso influya en tu resultado y en tu destino.

Hoy hemos explicado con claridad la diferencia esencial entre las actitudes perversas de los anticristos y las de la gente corriente. ¿Lo entendéis ahora? Todos los seres humanos corruptos tienen un carácter perverso y poseen las revelaciones y manifestaciones de un carácter perverso. No obstante, las actitudes perversas de la gente corriente y las de los anticristos son diferentes. Aunque la gente corriente tiene un carácter perverso, en el corazón anhela y ama la verdad y es capaz de aceptarla durante el proceso de su fe en Dios y de cumplir sus deberes. A pesar de que la verdad que pueden poner en práctica es limitada, todavía pueden practicarla en parte, de modo que sus actitudes corruptas pueden purificarse poco a poco y cambiar realmente, y al final son capaces de someterse básicamente a Dios y alcanzar la salvación. Por otro lado, los anticristos no aman la verdad en absoluto ni la aceptan ni la ponen en práctica. Deberíais intentar observar y discernir según lo que digo aquí; tanto si se trata de un líder de iglesia, un obrero o un hermano o hermana corrientes, fijaos en si pueden poner en práctica las verdades que entran en el ámbito de lo que pueden entender. Por ejemplo, supongamos que alguien entiende un principio-verdad, pero llegado el momento de ponerlo en práctica, no lo hace en absoluto y, en cambio, hace lo que quiere y actúa sin control; esto es perversidad y es difícil salvar a una persona así. Algunos no entienden realmente la verdad, pero en su corazón quieren buscar qué deben hacer exactamente que sea conforme a las intenciones de Dios y a la verdad. En lo más íntimo del corazón, desean no ir en contra de la verdad. Debido solo a que no entienden la verdad, hablan y actúan de una forma que infringe los principios, cometen errores e incluso hacen cosas que causan trastornos y perturbaciones; ¿cuál es la naturaleza de esto? La naturaleza de esto no forma parte de hacer el mal; surge de la estupidez y de la ignorancia. La única razón por la que hacen estas cosas es porque no entienden la verdad, porque no son capaces de alcanzar los principios-verdad y porque, según sus nociones y figuraciones, piensan que está bien hacerlas, de modo que actúan de esa manera y, por tanto, Dios determina que son estúpidos e ignorantes y que les falta calibre; no es que entiendan la verdad y vayan en su contra a propósito. Por lo que respecta a los líderes y obreros que siempre hacen cosas según sus nociones y figuraciones y que suelen trastornar la obra de la casa de Dios porque no entienden la verdad, debéis practicar la manera de supervisarlos y de aplicarles restricciones y también debéis compartir más la verdad para resolver problemas. Si alguien tiene un calibre demasiado escaso y no puede entender los principios-verdad, es el momento de despedirlo como falso líder. Si puede entender la verdad y, aun así, va en contra de la verdad adrede, se le debe podar. Si sigue siendo incapaz de aceptar la verdad todo el tiempo y no muestra arrepentimiento, se le debe tratar como a una persona malvada y se le debería echar. No obstante, la naturaleza de los anticristos es mucho más grave que la de las personas malvadas o la de los falsos líderes, porque los anticristos perturban la obra de la iglesia a propósito. Aunque entiendan la verdad, no la practican ni escuchan a nadie, y si escuchan, no aceptan lo que oyen. Aunque aparentemente lo aceptan, se resisten a ello en lo más íntimo del corazón y, llegado el momento de actuar, siguen comportándose de acuerdo con sus preferencias sin ninguna consideración en absoluto hacia los intereses de la casa de Dios. Cuando están con otras personas, pronuncian algunas palabras humanas y tienen cierta semejanza humana, pero cuando actúan a espaldas de la gente, emerge su naturaleza demoníaca; estos son anticristos. Cuando adquieren estatus, algunos cometen todo tipo de maldades y se convierten en anticristos. Otros no tienen estatus; sin embargo, su esencia-naturaleza es la misma que la de los anticristos; ¿puedes decir que son buenas personas? En el momento en el que adquieren estatus, cometen todo tipo de maldades; son anticristos.

¿Alguno de vosotros ha descubierto que él mismo es un anticristo en ciernes y siente que, una vez que haya adquirido estatus, está garantizado al cien por cien que será un anticristo? Si es así, cuando otros te elijan para ser un líder, no debes permitirles que te escojan y deberías decir: “Me abstengo. No me elijáis. Si lo hacéis, estaré perdido”. A esto se le llama tener conciencia de uno mismo. No tener estatus es tu protección. Como seguidor corriente, es posible que nunca tengas la oportunidad de cometer grandes maldades y la probabilidad de que te castiguen podría ser nula. No obstante, en el momento en el que adquieras estatus, la probabilidad de que cometas maldades será del cien por cien, la misma probabilidad de que te castiguen, y todo estará perdido para ti y habrás malogrado por completo cualquier posibilidad que pudieras haber tenido de alcanzar la salvación. Si tienes ambiciones y deseos, deberías apresurarte y orar a Dios, buscar la verdad para resolver el problema, confiar en Él, practicar el autocontrol y no gozar de tu posición; de esta manera, serás capaz de cumplir tu deber con normalidad. Si siempre te centras en conseguir cargos oficiales y disfrutas de tu posición, sin prestar atención al cumplimiento de tu deber, eres un estafador y te deben descartar. Al aceptar un deber, no te centres en el cargo; solo deberías cumplir bien tu deber; atender bien los asuntos es más real que cualquier otra cosa. Si puedes cumplir bien tu deber, ¿acaso no habrás satisfecho a Dios? Por lo que os atañe, esta es la última manera en que podéis evitar hacer el mal. ¿Es algo bueno o malo que siempre os limiten y no os permitan adquirir estatus? (Es algo bueno). Así pues, ¿por qué algunos siguen esforzándose tanto por competir por el estatus durante las elecciones? Estas personas tienen demasiada ambición. No es normal que la gente tenga tanta ambición; se vuelve perversa. Hay muchas hermanas jóvenes, todas ellas veinteañeras, que quieren tener una posición oficial y adoran el estatus. Si no las eligen para ser líderes, se enojan y dejan de comer. Aunque parezcan un poco infantiles, por lo que respecta a su determinación, las cosas se pondrán terriblemente serias a medida que se hagan mayores y se vuelvan expertas, ¿verdad? Al oír que hubo una mujer que se convirtió en emperatriz, algunas mujeres sienten una envidia increíble y desean ser esa mujer. No quieren ser personas corrientes y en su fe en Dios tampoco quieren ser seguidoras corrientes. Sus deseos arden constantemente en su corazón, y en el momento en el que surge una oportunidad de destacar, la aprovechan. No quieren realizar sus deberes de manera disciplinada, cumplir sus responsabilidades, poner el corazón en perseguir la verdad ni someterse a las instrumentaciones y los arreglos de Dios. No les gusta perseguir la verdad ni hacer sus deberes de ese modo, y no quieren tener una vida tan simple; esto les resulta problemático. ¿Hay alguien así entre vosotros? Pongamos por ejemplo a una mujer a quien le guste comportarse de una manera promiscua; por muy bueno que su esposo sea con ella o por mucho dinero que tenga, él nunca puede retener su corazón. Algunas mujeres tienen muchos hijos y, aún así, intentan seducir a los hombres de una forma temeraria y ningún hombre puede controlarlas; son perversas. ¿De dónde proviene esta energía perversa? (De su naturaleza). ¿Y cómo surge su naturaleza? En su interior viven espíritus impuros y ellas son reencarnaciones de espíritus impuros. Aunque los asuntos del reino espiritual son complicados, y sin que importe lo complicados que sean, siempre que uno entienda la verdad y pueda contemplar estos asuntos según las palabras de Dios, tendrá discernimiento, y esto se conoce como penetrar directamente en el reino espiritual. Cuando entiendes la verdad, puedes ver las cosas con profundidad y precisión, tu pensamiento también se vuelve ágil y claro y tu corazón se ilumina. Si no entiendes la verdad, siempre tendrás el corazón atolondrado, no sabrás en tu corazón nada de lo que estás haciendo y serás como un idiota, temeroso de tomar cualquier dirección. Tendrás miedo de estar fanfarroneando si haces más y de no cumplir tus responsabilidades si no lo haces; siempre estarás en ese estado. Esto es porque entiendes muy poco la verdad. ¿Cuál es la primera manifestación de alguien que entiende muy poco la verdad? Tiene una vida mezquina e improductiva. Después de que los anticristos hayan jugado con él y lo hayan acosado y zarandeado, el día que se despierta se da cuenta de que solía juntarse con los anticristos, servirlos y trabajar para ellos, pero a la vez seguía diciendo que los anticristos amaban y eran leales a Dios. Solo ahora ve que utilizaba todas estas palabras de manera incorrecta. ¿Acaso no es esto muy improductivo? (Sí). ¿Por qué lo es? ¡Esto ocurre porque esta persona no entiende la verdad y recibe lo que se merece! Si entiendes la verdad, puedes discernir a los anticristos, calarlos, ponerlos al descubierto y echarlos. ¿Seguirán entonces desorientándote? ¿Aún los seguirás? Sin duda alguna, no. Además, has escuchado muchos sermones, la casa de Dios te ha regado y cultivado durante muchos años, de modo que si no entiendes ninguna verdad, si no puedes discernir a los anticristos, si ni siquiera atiendes las responsabilidades que deberías cumplir y acabas juntándote con los anticristos y siendo su cómplice, ¿acaso no te convierte eso en alguien inútil? ¿Acaso no son patéticas este tipo de personas? Si se supone que sigues a Dios, pero los anticristos te desorientan y te atraen, si recorres la senda de un anticristo durante varios años y quieres regresar, pero careces del valor para afrontar a tus hermanos y hermanas, ¿acaso no es esa una manera improductiva de vivir? Por muy molesto que estés, no sirve de nada. ¿Quién tiene la culpa de que no entiendas la verdad? Nadie, excepto tú.

En total, hemos compartido siete diversas manifestaciones de los anticristos. Por lo que respecta a las manifestaciones detalladas de cada una de ellas de las que hemos hablado, por lo que se refiere a la esencia que hemos diseccionado, así como a las diversas circunstancias que hemos comentado, ninguna de estas cosas ha salido de la nada, sino que están bien fundamentadas y se basan en realidades. No obstante, hay un aspecto a tener en cuenta: si después de haber escuchado estas cosas, simplemente no sois capaces de relacionarlas al enfrentaros a situaciones reales, ¿qué muestra esto? En primer lugar, que os falta entendimiento espiritual, y aún en el caso de que en ocasiones tengáis cierto entendimiento espiritual, solo sería un entendimiento a medias, no completo; en segundo lugar, muestra que no amáis la verdad ni os la tomáis en serio; y en tercer lugar, que también os falta calibre y que carecéis por completo de capacidad de comprensión. He dicho muchas cosas al poner al descubierto a los anticristos, pero no has entendido nada. Tal vez piensas que lo has entendido en el momento, pero después todo se vuelve confuso, y eso muestra que todavía no lo has entendido. ¿Por qué no lo entiendes? ¿Guarda esto alguna relación con la comprensión? Cuando he explicado cosas a este nivel y sigues sin entender, esto significa que también te falta capacidad de comprensión y que realmente no tienes ninguna capacidad para entender la verdad. ¿Es preciso lo que digo? Las cosas son así. Algunos de vosotros habéis estado escuchando sermones durante 10 o 20 años y seguís sin entender la verdad. ¿Cómo explicamos esto? Solo hay dos posibilidades: una es que carecéis de entendimiento espiritual y de calibre y que sois incapaces de entender la verdad; la otra es que, a pesar de tener entendimiento espiritual, no amáis la verdad ni os interesa. Si una de estas dos posibilidades es vuestro caso, sois incapaces de entender la verdad. Si encajáis en las dos posibilidades, no hay manera de que podáis salvaros ni hay esperanza alguna. Si no podéis hacer una comparación adecuada con vosotros mismos una vez que Yo haya terminado de compartir ni sabéis qué quiero decir, ¿qué indica eso sobre vuestra capacidad de comprensión? ¿Acaso no es deficiente? Si fuerais más perezosos, si ansiarais el confort, si no amarais la verdad, si tuvierais preferencias personales y os distrajeran los asuntos externos, estas palabras tendrían cada vez menos efecto en vosotros y su impacto se vería muy reducido; así son las cosas. De hecho, es muy sencillo discernir a los anticristos. Una forma es aclarar los métodos que emplean para hacer las cosas, mientras que otra forma es ver cuál es su carácter, su dirección en la vida y qué ideas tienen sobre la existencia, cuáles son sus actitudes hacia los hermanos y las hermanas, hacia el deber, hacia los intereses de la casa de Dios, hacia Él, hacia la verdad y hacia las cosas positivas, y cuáles son sus principios de acción. Al utilizar estos aspectos, podrás clasificar básicamente a los anticristos. ¿Seguirá siendo necesario observarlos y estudiarlos durante mucho más tiempo? No. Los anticristos no se limitan a practicar la promiscuidad ni a oprimir a la gente. Tienen una naturaleza satánica y son capaces de cualquier cosa. Después de escuchar estos sermones, si simplemente eres incapaz de discernir el carácter de un anticristo y no puedes apreciar que lo que él revela es el carácter de un anticristo, ¿has entendido alguno de estos sermones? Recuerdas la doctrina, pero no puedes relacionarla con nada, y cuando te enfrentas a los hechos, tu doctrina es débil e ineficaz, y esto demuestra que no has entendido. Si lo entiendes en el momento y después haces alguna lectura-oración y si sueles compartir estas cosas con los hermanos y las hermanas, tomas nota de estas verdades y las meditas y oras ante Dios, ganarás más. No obstante, si anhelas la comodidad en tu deber, eres descuidado, no llevas ninguna carga, tienes preferencias personales, eres caprichoso, no amas realmente la verdad, sigues las tendencias mundanas y te atraen los asuntos externos, serás incapaz de cumplir bien tu deber. Al final, estas verdades que hemos compartido no te servirán de nada, lo único que quedará serán palabras y doctrinas y eso querrá decir que habrás escuchado las verdades para nada. ¿Volvéis a escuchar estas charlas más adelante? (Sí). ¿Cuántas veces podéis escucharlas? ¿Tienen un efecto diferente cada vez que las escucháis? ¿Las meditáis posteriormente? ¿Qué impresiones os quedan después de meditarlas? Por lo que a ti respecta, ¿pueden estos sermones convertirse en los principios de práctica y en los criterios para discernir a las personas y las cosas en tu vida? (Puedo comparar ciertas actitudes y manifestaciones obvias de los anticristos conmigo; es decir, las cosas que digo y hago que están claramente dirigidas a atrapar el corazón de los demás, pienso en las palabras de Dios para ponerme en evidencia y sé que la naturaleza de mis acciones es atrapar el corazón de los demás y quiero lograr algún propósito. Sin embargo, todavía me falta bastante en lo que se refiere a discernir a la gente y no comparo de manera deliberada las palabras de Dios con la gente de mi alrededor). Dime, si quieres verte claramente, ¿utilizas un espejo o un charco de agua enfangada? (Un espejo). ¿Cuál es la ventaja de mirar en un espejo? Puedes verte con más claridad. Por tanto, es muy limitado que solo puedas discernirte a ti mismo; también debes aprender a discernir a los demás. Discernir a los demás no consiste en clasificarlos de manera intencionada como anticristos, sino más bien en tener principios para evaluar y discernir el habla y las acciones de distintos tipos de personas. Esto es beneficioso para uno mismo y, al hacerlo, uno también puede tratar a la gente correctamente según los principios, lo que es beneficioso para lograr una cooperación armoniosa al cumplir el deber de uno junto con los demás. No obstante, lo que uno puede conseguir basándose únicamente en conocerse a sí mismo solo son resultados limitados. No puedes centrarte solo en conocerte a ti mismo al perseguir la verdad. También debes centrarte en poner la verdad en práctica para lograr el efecto de la sumisión a Dios. Si solo te centras en un aspecto, nunca lograrás entender la verdad por completo ni entrarás en la realidad-verdad ni crecerás en la vida. En gran medida, esto es lo mismo que entender únicamente palabras y doctrinas: serás incapaz de conocer a Dios. Aquellos que entienden realmente la verdad pueden desentrañar todas las cosas. No solo se conocen a sí mismos, sino que también pueden discernir a otros y calar a todo tipo de personas, acontecimientos y cosas. Solo de esta manera puede uno estar a la altura al cumplir su deber y en condiciones de que Dios lo utilice.

A través de la charla de hoy sobre las manifestaciones del carácter perverso de los anticristos, ¿a qué entendimientos más nuevos y profundos habéis llegado en lo que respecta al carácter perverso? Compartid sobre este tema. (Dios, lo que más me ha conmovido hoy es que Dios diga que si actuamos como anticristos y obstruimos y perturbamos a propósito la obra de la casa de Dios, somos diablos vivientes. Dios habló sobre ciertas personas que no pueden soportar que nadie sea mejor que ellas. Reflexioné sobre mí mismo y me di cuenta de que tengo un espíritu competitivo particularmente desarrollado; cuando veo que alguien con quien cumplo mi deber tiene más fortalezas que yo, me enojo y siempre quiero superarlo. Siento que mi estado es como el de los diablos vivientes que Dios sacó a la luz; veo que la naturaleza de este asunto es más grave de lo que había imaginado y eso me asusta. Nunca entendí esto muy a fondo y ahora que veo cuán extremo es mi carácter corrupto, me siento muy mal). Ahora lo has reconocido. Las actitudes corruptas de las personas no son tan simples como una revelación momentánea; tienen una causa principal y elementos que hacen que te cueste despojarte de ellas, ya que siempre te controlan y te llevan a revelar mucha corrupción, y eres incapaz de controlarte. La gente no puede explicar con claridad por qué es así ni puede controlarlo; estas son sus actitudes. Que alguien sea capaz de entender claramente este tipo de carácter corrupto es un signo de progreso. Este tipo de carácter corrupto puede cambiar si sabes buscar la verdad y ver con claridad su esencia, si puedes aceptar los juicios, las pruebas y el refinamiento de Dios y, si al hacerlo, consigues alcanzar un estado en el que practiques la verdad y te sometas realmente a Dios; de esta manera, comenzarás a practicar la verdad sobre la base de entenderla. Actualmente, a la mayoría de vosotros os cuesta mucho ejercitar el autocontrol cuando reveláis vuestras actitudes corruptas y esto quiere decir que todavía no habéis comenzado a practicar la verdad; lo poco que hacéis al cumplir vuestro deber se basa principalmente en los intereses personales, las preferencias e, incluso, la impetuosidad, y esto guarda poca relación con la transformación del carácter, ¿verdad? (Verdad). Excelente, te has conmovido. ¿Quién más quiere hablar? (Después de escuchar la charla de Dios de hoy, me siento muy conmocionado. Solía pensar que la perversidad significaba hablar con falsedad, en lugar de con sinceridad y fingir siempre y engañar a los demás. No obstante, escuchar a Dios hoy me ha proporcionado una disección de lo que es un carácter perverso; ahora sé que la perversidad significa resistirse a la verdad y a las cosas positivas y contradecirlas, y que si alguien se comporta así, ese es su carácter perverso. Antes tenía un entendimiento muy superficial de lo que es un carácter perverso, pero ahora que he oído la charla de Dios, tengo un nuevo entendimiento. Además, lo que me ha perturbado bastante es que Dios diga que el Equipo canadiense de Producción Audiovisual se clasificará como grupo B durante un año. Me ha impactado mucho oír esto y, por cómo Dios ha llevado este asunto, puedo ver Su carácter justo. Veo que nadie de ese grupo practicaba la verdad y esto puso grandes trabas a la obra de la casa de Dios, lo que me enfada mucho. La gente de nuestro grupo se ha encontrado en una situación similar hace poco; es decir, sin una carga para nuestro deber. Cuando nuestra carga de trabajo se hizo más ligera que antes, no hicimos planes claros para nuestro deber y nos relajamos, dejando que pasaran los días. Después de escuchar la charla de Dios de hoy, veo que si uno no practica la verdad ni persigue un avance en su deber ni toma una actitud seria respecto a la verdad, Dios detesta este tipo de actitud hacia el cumplimiento del deber. También reconozco que debemos apreciar el tiempo y la oportunidad de cumplir nuestro deber. Si no apreciamos nuestro deber, una vez desperdiciados el tiempo durante el que Dios nos aguarda y las oportunidades que Él nos concede, Su ira se desatará contra la gente y será demasiado tarde para arrepentirse). Parece como si necesitarais que os sometan a cierta presión, ¿verdad? (Sí). Excelente. Este es un problema real, y cuando os reunís debéis hablar sobre cómo resolverlo. Debéis compartir todos juntos de manera periódica, elaborar un resumen y crear un nuevo plan. Cada persona tiene una misión en esta vida, incluso Yo, y si no vive para esta misión, no le sirve de nada tener esta vida. Si para ti no tiene ningún valor vivir la vida, tu vida no vale para nada. ¿Por qué digo que no vale para nada? Vivirás como un cadáver andante; no merecerás vivir. Si no cumples tus responsabilidades ni tu misión, no mereces disfrutar de nada de lo que Dios te da. ¿Qué significa esto? Que Él puede arrebatártelo todo en cualquier momento. Dios puede dar y quitar; así son las cosas. En realidad, todos los presentes aquí ahora tienen una misión, solo que cada uno tiene que cumplir tareas diferentes. Los no creyentes también tienen una misión. Su misión es enturbiar las aguas de este mundo y abocar la sociedad al desorden, de modo que la gente viva cada vez con más dolor y muera en medio de los desastres. Vuestra misión es cooperar con la obra de Dios, predicar Su evangelio y Su nueva obra y, a la vez, entender la verdad y alcanzar la salvación; esto es lo más jubiloso. Nada en la historia humana ha sido más jubiloso o afortunado que esto. Nada es más importante que esto; esto es lo más maravilloso de la vida y de la historia humana. Si desechas tu misión y dejas de lado tu deber y tus responsabilidades, tu vida no tendrá ningún valor y vivir no tendrá sentido para ti. Puede ser que no estés muerto todavía y que pases el resto de tu vida en este mundo, pero de todos modos vivir no significará nada ni tendrá ningún valor para ti. Supongamos que alguien no ha oído nunca la verdad ni el camino de Dios y que otra persona en un tiempo supo cuál era el plan de gestión de Dios y entendió Su camino, pero al final no logró obtener la verdad ni la vida; dime, si ambas personas vivieran en el mundo, ¿se sentirían igual en lo más íntimo de su corazón? (No). Los no creyentes no conocen su misión; no tienen ningún sentido de la misión. Tú sabes de dónde proviene tu misión, sabes que Dios es el Creador, el Soberano de todas las cosas, sabes que la gente vino de Dios y debería volver a Él; sabiendo todo esto, ¿todavía puedes vivir en paz en este mundo? ¿Aún puedes ir por la vida a tu aire? No, no puedes. Puesto que Dios te dio esta misión, debes asumir la responsabilidad de predicar el evangelio, dar testimonio de Él a los demás, cumplir todas las responsabilidades que el hombre debería cumplir, dedicar la verdad que entiendes y tu testimonio vivencial de modo que todo el mundo pueda beneficiarse y, entonces, Dios estará satisfecho. Lo que la gente es capaz de hacer son, de hecho, estas cosas. Mientras puedas sufrir un poco, pagar un precio y ansiar las comodidades un poco menos, serás capaz de conseguir estas cosas. De esta manera, tu resultado será diferente al de los no creyentes, y Dios te medirá de otra forma; ¡esto es muy raro! Él te da esta bendición y si no sabes apreciarla, eres demasiado rebelde. Puesto que has elegido esta senda de la fe en Dios, no tengas dudas al respecto, sino que, por el contrario, con decisión, sosiega el corazón y cumple bien tu deber. No te quedes con remordimientos. Aunque ahora mismo no puedas alcanzar la estatura de Pedro ni llevar a cabo las obras justas de Job, esfuérzate por estar a la altura al cumplir tu deber. ¿Qué significa “estar a la altura al cumplir tu deber”? Quiere decir cumplir tu deber de acuerdo con los principios-verdad y los arreglos de la obra de la casa de Dios, sin holgazanear, sin albergar motivos ocultos ni esconder nada, sino dándolo todo al cien por cien y haciendo todo lo que puedas; de esta manera estarás a la altura al cumplir tu deber. Dios no exige mucho a la gente, ¿verdad? (Verdad). ¿Es esto fácil de conseguir? Esto es algo que entra en el ámbito de la humanidad y deberías ser capaz de lograrlo. ¿Alguna pregunta más? Si no, hoy podemos concluir esta charla aquí.

10 de julio de 2019

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