Algunas personas piensan que creer en Dios significa comprometerse a ir a la iglesia los domingos, ofrecer donaciones y obras de caridad, y asistir a las actividades de la iglesia con regularidad. Creen que, si hacen estas cosas, serán salvas. ¿Están estas ideas en consonancia con la voluntad de Dios?

2 Mar 2021

Versículos bíblicos como referencia:

“No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?’ Y entonces les declararé: ‘Jamás os conocí; apartaos de mí, los que practicáis la iniquidad’” (Mateo 7:21-23).

“El reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo conquistan por la fuerza” (Mateo 11:12).

“En verdad os digo que si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos” (Mateo 18:3).

Las palabras relevantes de Dios:

Aunque muchas personas creen en Dios, pocas entienden qué significa la fe en Él y qué deben hacer para conformarse a Su voluntad. Esto se debe a que, aunque están familiarizadas con la palabra “Dios” y con expresiones como “la obra de Dios”, no conocen a Dios y, menos aún, Su obra. No es de extrañar, por tanto, que todos los que no conocen a Dios estén confusos en su creencia en Él. Las personas no se toman en serio la creencia en Dios, y esto se debe, totalmente, a que creer en Dios les es muy poco familiar; es totalmente extraño para ellos. De esta forma, no están a la altura de las exigencias de Dios. Es decir, si las personas no conocen a Dios ni Su obra, no son aptas para que Él las use, y, menos aún, pueden satisfacer Su voluntad. “Creer en Dios” significa creer que hay un Dios; este es el concepto más simple respecto a creer en Él. Aún más, creer que hay un Dios no es lo mismo que creer verdaderamente en Él; más bien es una especie de fe simple con fuertes matices religiosos. La fe verdadera en Dios significa lo siguiente: con base en la creencia de que Dios tiene la soberanía sobre todas las cosas, uno experimenta Sus palabras y Su obra, purifica su carácter corrupto, satisface la voluntad de Dios y llega a conocerlo. Sólo un proceso de esta clase puede llamarse “fe en Dios”. Sin embargo, las personas consideran a menudo que la creencia en Dios es un asunto simple y frívolo. Las personas que creen en Dios de esta manera han perdido el significado de creer en Él y, aunque pueden seguir creyendo hasta el final, jamás obtendrán Su aprobación, porque marchan por la senda equivocada. Hoy siguen existiendo quienes creen en Dios según letras y doctrinas huecas. No saben que carecen de la esencia de la creencia en Dios, y no pueden obtener Su aprobación. Aun así, siguen orando a Dios para recibir bendiciones de seguridad y suficiente gracia. Detengámonos, calmemos nuestro corazón y preguntémonos: ¿Puede ser que creer en Dios sea realmente la cosa más fácil en la tierra? ¿Puede ser que creer en Dios no signifique nada más que recibir mucha gracia de Él? Las personas que creen en Dios sin conocerlo o que creen en Dios y, sin embargo, se oponen a Él, ¿son realmente capaces de satisfacer la voluntad de Dios?

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Prefacio

Algunas personas siempre piensan: “¿Acaso creer en Dios no es simplemente una cuestión de asistir a reuniones, entonar cánticos, escuchar la palabra de Dios, orar y cumplir algunos deberes? ¿No se trata de eso?” No importa cuánto tiempo hayáis creído en Dios, seguís sin haber obtenido un entendimiento profundo del significado de creer en Él. En realidad, el significado de la creencia en Dios es tan profundo que las personas son incapaces de comprenderlo. Al final, las cosas que hay en las personas que son de Satanás y las cosas de su naturaleza deben cambiar, y deben volverse compatibles con los requisitos de la verdad; solo de esta forma se puede alcanzar verdaderamente la salvación. Si como solías hacer cuando estabas dentro de la religión, simplemente escupes algunas palabras de doctrina o gritas algunos eslóganes y después llevas a cabo unas cuantas acciones y buenas conductas y te abstienes de cometer algunos pecados, algunos pecados obvios, esto todavía no quiere decir que has entrado en el camino correcto de la creencia en Dios. ¿Acaso que puedas ceñirte a las reglas indica que caminas por la senda correcta? ¿Significa que has escogido correctamente? Si las cosas dentro de tu naturaleza no han cambiado y al final sigues resistiéndote a Dios y ofendiéndolo, entonces este es el mayor de tus problemas. Si en tu creencia en Dios no resuelves este problema, entonces ¿se puede considerar que has sido salvado? ¿Qué quiero decir con esto? Quiero haceros entender a todos en vuestro corazón que una creencia en Dios no puede estar separada de Sus palabras, de Él o de la verdad. Debes escoger bien tu senda, esforzarte en la verdad y en las palabras de Dios. No obtengas solo un conocimiento a medias o un entendimiento a medias y luego pienses que has terminado; si te engañas a ti mismo, solo te harás daño. Las personas no deben desviarse de su creencia en Dios; si al final no tienen a Dios en su corazón y simplemente sostienen un libro y le echan un vistazo fugaz sin dar cabida a Dios en su corazón, entonces están acabadas.

La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. En la fe en Dios, lo más importante es elegir el camino correcto

El significado de creer en Dios consiste en ser salvo; así pues, ¿qué significa ser salvo? “Ser salvo”, “apartarse de la influencia oscura de Satanás”: las personas hablan a menudo acerca de estos temas, pero no saben qué significa ser salvado. ¿Qué significa ser salvado? Esto se relaciona con la voluntad de Dios. Hablando de manera simple, ser salvado significa que puedes seguir viviendo y que eres devuelto a la vida. Así que antes de eso, ¿estás muerto? Puedes hablar y puedes respirar, entonces ¿cómo se puede decir de ti que estás muerto? (El espíritu está muerto). ¿Por qué se dice que las personas están muertas si su espíritu está muerto? ¿En qué se basa este dicho? ¿Bajo qué campo de acción vive la gente cuando ha obtenido la salvación? (Bajo el campo de acción de Satanás). ¿Y en qué se apoyan las personas para vivir bajo el campo de acción de Satanás? Dependen de su naturaleza satánica y su carácter corrupto para vivir. Cuando una persona vive según estas cosas, ¿están vivos o muertos todo su ser, su carne y todos los aspectos de su alma y su pensamiento? Desde el punto de vista de Dios, está muerta. A simple vista, parece que estás respirando y pensando, pero en lo único que piensas constantemente es en el mal; piensas en cosas que desafían a Dios y que se rebelan contra Él, en cosas que Dios detesta, odia y condena. A los ojos de Dios, todas estas cosas no sólo pertenecen a la carne, sino que pertenecen totalmente a Satanás y a los demonios. Así pues, ¿qué son las personas a los ojos de Dios? ¿Son humanos? No, no lo son. Dios las ve como demonios, como animales y como satanases, ¡como satanases vivos! Las personas viven de acuerdo con las cosas y la esencia de Satanás, y, a los ojos de Dios, ellas mismas son satanases vivos revestidos de carne humana. Dios define a esas personas como cadáveres vivientes, como personas muertas. Dios lleva a cabo Su actual obra de salvación para tomar a esas personas —a estos cadáveres vivientes que viven de acuerdo con su carácter satánico corrupto y su esencia satánica corrupta—, Él toma a estas así llamadas personas muertas, y las convierte en seres vivos. Eso es lo que significa ser salvado.

El objetivo de creer en Dios es alcanzar la salvación. Ser salvado significa que pasas de ser una persona muerta a ser una persona viva. La implicación de esto es que tu respiración es revivida y estás vivo; puedes conocer a Dios y inclinarte para adorarlo. En tu corazón, ya no te resistes a Dios; ya no lo desafías, ya no lo atacas ni te rebelas en Su contra. Sólo las personas como estas están auténticamente vivas a los ojos de Dios. Si alguien simplemente dice que reconoce a Dios, ¿forma parte de los vivos o no? (No, no es así). Entonces, ¿qué clase de personas son los vivos? ¿Qué clase de realidad poseen los vivos? Al menos, los vivos pueden hablar el lenguaje humano. ¿Qué es eso? Significa que las palabras que pronuncian tienen que ver con ideas, pensamientos, discernimiento. ¿En qué cosas piensan y qué hacen con frecuencia? Son capaces de hacer actividades humanas y cumplir con sus deberes. ¿Cuál es la naturaleza de todo lo que hacen y dicen? Implica que todo lo que revelan, todo lo que piensan y todo lo que hacen se hace con la naturaleza de temer a Dios y rechazar el mal. Dicho de una manera más apropiada, como un ser viviente, ninguna de tus acciones y ninguno de tus pensamientos son condenados por Dios o detestados y rechazados por Él; por el contrario, son aprobados y encomendados por Dios. Esto es lo que hacen los vivos y es también lo que los vivos deben hacer.

La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. Solo con obediencia sincera se puede tener verdadera fe

Una vida espiritual normal no se limita a prácticas como orar, cantar himnos, participar en la vida de la iglesia y comer y beber de las palabras de Dios. Más bien, implica vivir una nueva y dinámica vida espiritual. Lo que importa no es cómo se practica, sino qué fruto da la práctica. La mayoría de la gente cree que una vida espiritual normal implica necesariamente orar, cantar himnos, comer y beber de las palabras de Dios o reflexionar sobre ellas, sin que importe que tales prácticas tengan algún efecto o conduzcan a un verdadero entendimiento. Estas personas se centran en seguir procedimientos superficiales sin preocuparse por los resultados; viven en los rituales religiosos, no dentro de la iglesia, y ni mucho menos son personas del reino. Al orar, cantar himnos, y comer y beber de las palabras de Dios solo siguen reglas, lo hacen por obligación y para estar al día con las tendencias, no por voluntad propia ni de corazón. Por mucho que estas personas oren o canten, sus esfuerzos no darán ningún fruto, ya que solo practican las reglas y los rituales de la religión, no las palabras de Dios. Se centran solo en darle importancia a cómo practican, y tratan las palabras de Dios como reglas a seguir. Estas personas no están poniendo en práctica las palabras de Dios, solo están satisfaciendo la carne y actuando para que otras personas las vean. Todas estas reglas y rituales religiosos tienen un origen humano; no provienen de Dios. Dios no sigue reglas ni está sujeto a ninguna ley. En su lugar, Él hace cosas nuevas cada día, y así logra una obra práctica. Lo mismo sucede con la gente de la Iglesia de las Tres Autonomías, que se limitan a prácticas como asistir a diario a los servicios matutinos, ofrecer oraciones por la tarde y oraciones de gratitud antes de las comidas, y a dar gracias por todo; hagan lo que hagan y por mucho tiempo que lo hagan, no tendrán la obra del Espíritu Santo. Cuando las personas viven entre reglas y anclan su corazón a métodos de práctica, el Espíritu Santo no puede obrar, ya que su corazón está ocupado por reglas y nociones humanas. Por lo tanto, Dios es incapaz de intervenir y obrar en ellas, y solo pueden seguir viviendo bajo el control de las leyes. Tales personas nunca podrán recibir el elogio de Dios.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Acerca de una vida espiritual normal

Puesto que tú crees en Dios, debes comer y beber Sus palabras, experimentar Sus palabras y vivir Sus palabras. ¡Solo esto puede llamarse creer en Dios! Si dices con la boca que crees en Dios, mas no eres capaz de poner en práctica ninguna de Sus palabras o producir algún tipo de realidad, a esto no se le llama creer en Dios. Esto es “buscar pan para saciar el hambre”. Hablar únicamente de testimonios triviales, cosas inútiles y cuestiones superficiales, sin tener ni siquiera un mínimo de realidad, esto no es creer en Dios, y tú simplemente no has captado la manera correcta de creer en Dios. ¿Por qué debes comer y beber tantas palabras de Dios como te sea posible? Si no comes ni bebes Sus palabras y solo buscas ascender al cielo, ¿es eso creer en Dios? ¿Cuál es el primer paso que debe dar el que cree en Dios? ¿A través de qué senda Dios perfecciona al hombre? ¿Puedes ser perfeccionado sin comer ni beber las palabras de Dios? ¿Puedes ser considerado una persona del reino sin que las palabras de Dios sirvan como tu realidad? ¿Qué significa exactamente creer en Dios? Quienes creen en Dios deberían, al menos, tener un buen comportamiento en lo externo; lo más importante de todo es poseer las palabras de Dios. No importa lo que suceda, nunca puedes darle la espalda a Sus palabras. Conocer a Dios y cumplir Sus intenciones se logra a través de Sus palabras. En el futuro, cada nación, denominación, religión y sector será conquistado a través de las palabras de Dios. Dios hablará directamente, y toda la gente sostendrá las palabras de Dios en sus manos, y por medio de esto la humanidad será perfeccionada. Por dentro y por fuera, las palabras de Dios lo impregnan todo: la humanidad hablará de las palabras de Dios con la boca, practicará de acuerdo con las palabras de Dios, mantendrá las palabras de Dios en su interior, y tendrá impregnadas las palabras de Dios tanto por dentro como por fuera. Así será perfeccionada la humanidad. Aquellos que cumplen las intenciones de Dios y son capaces de dar testimonio de Él, ellos son quienes tienen las palabras de Dios como su realidad.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La Era del Reino es la Era de la Palabra

¿Qué es, hoy, creer realmente en Dios? Es aceptar Su palabra como la realidad-vida y conocer a Dios a partir de Su palabra para lograr un amor verdadero hacia Él. Para decirlo con claridad: creer en Dios tiene como propósito que puedas obedecerle, amarle y llevar a cabo el deber que debe realizar una criatura de Dios. Este es el objetivo de creer en Dios. Debes obtener el conocimiento de la hermosura de Dios, de cuán digno de veneración Él es, de cómo Él lleva a cabo la obra de salvación y perfeccionamiento en Sus criaturas; esto es lo esencial de tu fe en Dios. Creer en Dios es, principalmente, el cambio de una vida de la carne a una vida de amar a Dios; de vivir dentro de la corrupción a vivir dentro de la vida de las palabras de Dios. Es dejar de estar bajo el campo de acción de Satanás y vivir bajo el cuidado y la protección de Dios; es ser capaz de lograr obedecer a Dios y no a la carne; es permitir que Él gane la totalidad de tu corazón, permitirle que te perfeccione y liberarte del carácter satánico corrupto. Creer en Dios tiene como objetivo, principalmente, que Su poder y Su gloria puedan manifestarse en ti, que puedas llevar a cabo Su voluntad, que cumplas Su plan y seas capaz de dar testimonio de Él delante de Satanás. La fe en Dios no debería girar alrededor del deseo de contemplar señales y prodigios ni tener como propósito el beneficio de tu carne personal. Debe consistir en buscar conocer a Dios y ser capaz de obedecerle, y, como Pedro, obedecerle hasta la muerte. Estas son las metas principales de la fe en Dios. Se come y bebe la palabra de Dios para conocerle y satisfacerle. Comer y beber la palabra de Dios te proporciona un mayor conocimiento de Él y solo después de esto puedes obedecerle. Solo teniendo conocimiento de Dios puedes amarle, y esta es la meta que el hombre debería tener en su fe en Dios. Si, en tu fe en Dios, siempre estas intentando contemplar señales y prodigios, el punto de vista de esta fe en Dios es erróneo. Creer en Dios es, sobre todo, la aceptación de Su palabra como la realidad-vida. La meta de Dios solo se logra poniendo en práctica las palabras provenientes de Su boca y llevándolas a cabo en tu interior. En su fe en Dios, el hombre debería esforzarse por que Dios lo perfeccione, por ser capaz de someterse a Él y por obedecerlo plenamente. Si puedes obedecer a Dios sin quejarte, tener en cuenta Sus deseos, alcanzar la estatura de Pedro y poseer el estilo de Pedro del que Dios habla, ese será el momento en el que habrás tenido éxito en tu fe en Dios, y esto significará que Dios te ha ganado.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Todo se logra por la palabra de Dios

Debes saber qué tipo de personas deseo; los impuros no tienen permitido entrar en el reino, ni mancillar el suelo santo. Aunque puedes haber realizado muchas obras y obrado durante muchos años, si al final sigues siendo deplorablemente inmundo, entonces ¡será intolerable para la ley del Cielo que desees entrar en Mi reino! Desde la fundación del mundo hasta hoy, nunca he ofrecido acceso fácil a Mi reino a cualquiera que se gana mi favor. Esta es una norma celestial ¡y nadie puede quebrantarla! Debes buscar la vida. Hoy, las personas que serán perfeccionadas son del mismo tipo que Pedro; son las que buscan cambios en su carácter y están dispuestas a dar testimonio de Dios y a cumplir con su deber como criaturas de Dios. Solo las personas así serán perfeccionadas. Si solo esperas recompensas y no buscas cambiar tu propio carácter vital, entonces todos tus esfuerzos serán en vano. ¡Y esta verdad es inalterable!

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. El éxito o el fracaso dependen de la senda que el hombre camine

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