Los pastores y ancianos religiosos tienen el poder en el mundo religioso y la mayoría de las personas los obedecen y los siguen; esto es un hecho. Vosotros decís que los pastores y ancianos religiosos no reconocen el hecho de la encarnación de Dios, que no creen la verdad expresada por Dios encarnado y que están caminando la senda de los fariseos; nosotros estamos de acuerdo con este punto. Pero, ¿por qué decís que los pastores y ancianos religiosos todos son fariseos hipócritas, todos anticristos expuestos por la obra de Dios en los últimos días, y que su destino final será hundirse en la destrucción y perdición. Esto no es algo que podamos aceptar en este momento. Por favor habladnos según vuestro fundamento para esta afirmación de que estas personas no pueden ser salvadas y de que todas ellas se hundirán en la destrucción y la perdición?

2 Mar 2021

Respuesta:

La esencia de cómo las personas en los círculos religiosos desafían a Dios sólo se puede revelar y analizar después de la venida de Cristo encarnado. Ningún humano corrupto puede ver el trasfondo de la verdad y de la esencia del desafío a Dios de los círculos religiosos, porque los humanos corruptos no tienen ninguna verdad. Sólo pueden ser engañados, explotados y manipulados por falsos pastores y demonios anticristos a unirse a ellos para hacer el mal y volverse lacayos y cómplices de Satanás en desafiar a Dios. Esto es natural. […] Seguidamente veamos cómo, durante la Era de la Gracia, el Señor Jesús reveló la verdad y la esencia de cómo las fuerzas del mal de los anticristos superiores en los círculos religiosos desafiaron a Dios continuamente:

“Pero, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres, pues ni vosotros entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque devoráis las casas de las viudas, aun cuando por pretexto hacéis largas oraciones; por eso recibiréis mayor condenación.

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque recorréis el mar y la tierra para hacer un prosélito, y cuando llega a serlo, lo hacéis hijo del infierno dos veces más que vosotros.

¡Ay de vosotros, guías ciegos!, que decís: ‘No es nada el que alguno jure por el templo; pero el que jura por el oro del templo, contrae obligación’. ¡Insensatos y ciegos!, porque ¿qué es más importante: el oro, o el templo que santificó el oro? También decís: ‘No es nada el que alguno jure por el altar; pero el que jura por la ofrenda que está sobre él, contrae obligación’. ¡Ciegos!, porque ¿qué es más importante: la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda? Por eso, el que jura por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él; y el que jura por el templo, jura por él y por el que en él habita; y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por el que está sentado en él.

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque pagáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, y habéis descuidado los preceptos de más peso de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad; y estas son las cosas que debíais haber hecho, sin descuidar aquellas. ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y os tragáis el camello!

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque limpiáis el exterior del vaso y del plato, pero por dentro están llenos de robo y de desenfreno. ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de adentro del vaso y del plato, para que lo de afuera también quede limpio.

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así también vosotros, por fuera parecéis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad.

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos, y decís: ‘Si nosotros hubiéramos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en derramar la sangre de los profetas’. Así que dais testimonio en contra de vosotros mismos, que sois hijos de los que asesinaron a los profetas. Llenad, pues, la medida de la culpa de vuestros padres. ¡Serpientes! ¡Camada de víboras! ¿Cómo escaparéis del juicio del infierno? Por tanto, mirad, yo os envío profetas, sabios y escribas: de ellos, a unos los mataréis y crucificaréis, y a otros los azotaréis en vuestras sinagogas y los perseguiréis de ciudad en ciudad, para que recaiga sobre vosotros la culpa de toda la sangre justa derramada sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel hasta la sangre de Zacarías, hijo de Berequías, a quien asesinasteis entre el templo y el altar. En verdad os digo que todo esto vendrá sobre esta generación” (Mateo 23:13-36).

Estas son las palabras más conocidas del Señor Jesús durante la Era de la Gracia que revelan y juzgan a los principales sacerdotes, escribas y fariseos de los círculos religiosos judaicos.

Del hecho de que el Señor Jesús pronunció “siete ayes” que revelaron y analizaron minuciosamente a los principales sacerdotes, escribas y fariseos de los círculos religiosos durante la Era de la Ley, podemos ver que la mayoría de los líderes religiosos eran fariseos hipócritas y, desde hace mucho tiempo ya, habían sido fuerzas satánicas del mal opuestas a Dios. Esto es ya un hecho indiscutible.

[…]

Los “siete ayes” del Señor Jesús que expusieron a los fariseos, ya habían revelado que la oscuridad y depravación de los círculos religiosos no eran diferentes de las del mundo secular. Por lo que las personas pueden ver completamente que las acciones de los principales sacerdotes, escribas y fariseos de los círculos religiosos no estaban sirviendo a Dios en lo absoluto, sino que más bien estaban desafiando y oponiéndose a Dios. Tenían las posiciones de sacerdotes y líderes que servían a Dios, sin embargo no practicaban la verdad y la justicia. Más bien, llevaban a cabo toda clase de acciones horribles y hasta trataban al Cristo encarnado como un enemigo, condenándolo, oprimiéndolo y clavándolo en la cruz. Habiendo cometido estos grandes pecados, ¿cómo no podrían provocar la ira de Dios? Es por esto que Dios los odiaba y fue iracundo con ellos, y esta fue la razón por la que Él los reveló, juzgó y condenó. Esto es completamente natural. Esto nos muestra que Dios no permite que nadie ofenda Su carácter justo. Durante la Era de la Gracia, Dios ya había despreciado y odiado los diversos actos malvados contra la verdad y contra Él mismo, llevados a cabo por estos principales sacerdotes, escribas y fariseos de los círculos religiosos. Las revelaciones y juicios inmisericordes que Él usó contra ellos ilustran que Dios es justo y santo. Dios nunca ha elogiado a aquellos en los círculos religiosos que sirven a Dios, pero que lo desafían. Dios se hizo carne precisamente con el propósito de venir al mundo humano personalmente para buscar a Sus ovejas, para salvar a todos los que amen la verdad y puedan oír la voz de Dios. Dios escoge a todos aquellos que de todo corazón quieren a Dios y que pueden aceptar la verdad. Durante el tiempo de la predicación del Señor Jesús, todos los principales sacerdotes, escribas y fariseos de los círculos religiosos se convirtieron en blanco de la condenación y eliminación de Dios. Esto revela la justicia y santidad de Dios. Sólo Dios es adorable, querido, respetable y digno de confianza, y todos los líderes, escribas y fariseos de los círculos religiosos eran unos hipócritas, llenos de mentiras, engaños, insidia y maldad. Todos ellos eran la estirpe de las víboras que engañaban y controlaban al pueblo y desafiaban a Dios. Eran precisamente el tipo de personas que deben ser abandonadas. Durante la Era de la Gracia, cuando el Señor Jesús llevaba a cabo Su obra redentora, ningún principal sacerdote, escriba o fariseo judaico vino nunca ante el Señor Jesús en arrepentimiento. Ni tampoco muchos fariseos reflexionaron realmente sobre sus acciones malvadas ni las lamentaron después de que el Señor Jesús fue clavado en la cruz y completó Su obra redentora. Si los hubiera, sólo serían unos cuantos individuos. Estos hechos son suficientes para probar que todos los principales sacerdotes, escribas y fariseos eran demonios que odiaban la verdad y desafiaban a Dios. No importa cuánta maldad llevaron a cabo, incluso clavar al Señor Jesús en la cruz, ellos nunca lamentaron sus acciones pecaminosas. Este tema realmente da que pensar. Aquí no es difícil ver que la mayoría de los líderes en los círculos religiosos son falsos pastores que sirven a Dios, pero desafían a Dios. Son realmente demonios anticristo, la personificación de Satanás. Sin embargo, muchas personas que creen en Dios todavía los adoran y los siguen. Esto es suficiente para mostrar que los humanos son totalmente corruptos y que ya han sido engañados por mentiras y pecados. Satanás los ha cegado. Aunque han sido arruinados por los demonios, todavía neciamente se niegan a cambiar, como si ya estuvieran muertos. ¡De esta manera podemos ver cuán difícil es la obra de Dios de salvar a estos humanos profundamente corrompidos! Este es un tema clave en el que todos los humanos corruptos deben reflexionar y entender.

[…]

La Biblia registra muchos ejemplos de los principales sacerdotes, escribas y fariseos judaicos desafiando y condenando al Señor Jesús. Aquí las personas pueden ver que estos principales sacerdotes, escribas y fariseos judaicos sólo se enfocaban en llevar a cabo ritos religiosos y en enseñar a las personas a seguir reglas y a obedecer leyes. Esto es suficiente para mostrar que ellos no practicaban ninguna verdad en su creencia en Dios y que no tenían realidad en absoluto. Eran versados en la Biblia y estudiaban la ley, pero ellos no conocían a Dios en lo absoluto. Lo más detestable es que hasta incluso podían asesinar a los profetas y a las personas justas. No sólo no aceptaron ni se sometieron a Cristo, quien se había hecho carne y expresaba verdades, sino que incluso pudieron condenarlo, capturarlo, entramparlo y asesinarlo, convirtiéndose ellos mismos en enemigos de Dios. Así que el odio de Dios hacia ellos estaba profundamente enraizado y Él los reveló, analizó y condenó. Aún más, esto revela que Dios es un Dios justo y santo. A Él le gustan las personas que hacen justicia y odia a las que hacen el mal. Dios nunca elogió a los principales sacerdotes, escribas y fariseos del círculo religioso judaico. Dios sólo los reveló, juzgó y maldijo. Este es un hecho verdadero reconocido por todos aquellos que creen en el Señor Jesús. Si las personas realmente entienden la Biblia, ¿por qué no usan las palabras del Señor Jesús para reconocer la verdadera naturaleza hipócrita de resistencia a Dios de los pastores y ancianos contemporáneos en los círculos religiosos? ¿Por qué las personas no se pueden poner del lado del Señor Jesús con el fin de distinguir y abandonar a la desagradecida estirpe de las víboras que sirven a Dios, pero que lo desafían? Si las personas realmente entendieran la Biblia, entonces deberían ser capaces de ver un hecho aún más aterrador: que la mayoría de los líderes y pastores en los círculos religiosos de hoy, están actuando en los mismos roles que los de los principales sacerdotes, escribas y fariseos que desafiaron a nuestro Señor Jesús durante la Era de la Gracia. Siguen desafiando a Dios Todopoderoso quien ha sido encarnado en los últimos días, y sus pecados son aún mayores que los de los principales sacerdotes, escribas y fariseos que desafiaron al Señor Jesús. Odian la verdad en extremo y tienen mucho miedo de ser marginados cuando el pueblo escogido de Dios acepte el camino verdadero, se someta a la obra de Dios y sea ganado por Dios. Por lo tanto, no vacilan en fabricar mentiras y rumores para engañar a las personas y hasta tergiversan la verdad, distorsionan los hechos, incriminan y entrampan, difaman y condenan y, descarada y deliberadamente, malinterpretan la Biblia con el fin de condenar a Cristo y blasfemar contra la obra del Espíritu Santo y las declaraciones de Dios. Con el fin de salvar sus propias posiciones y sustentos, usan todo tipo de medios despreciables para juzgar a Dios, blasfemar contra Dios y desafiar a Dios. Sus acciones son completamente las mismas que los diversos trucos satánicos usados por los principales sacerdotes, escribas y fariseos judaicos al desafiar al Señor Jesús. Todos ellos caminan por la senda del anticristo de oponerse a Dios. Al observar las diferentes formas de servir a Dios externamente, pero de resistirse a Él internamente, que la mayoría de los líderes y pastores de los círculos religiosos llevan a cabo, podemos ver que principalmente hay siete actos malvados que hace mucho tiempo han provocado la ira de Dios. Y ciertamente ellos serán castigados. Los siete actos malvados llevados a cabo por la mayoría de los pastores y líderes religiosos se enumeran a continuación:

1. Sólo se involucran en rituales religiosos que mantienen y pronuncian la herencia y doctrinas de la humanidad, pero abandonan los mandamientos de Dios. Nunca les enseñan a las personas a someterse a Dios, a entenderlo o a escuchar Sus palabras. No hablan en absoluto de la realidad de la verdad y nunca usan las palabras de Dios para revelar la oscuridad en los círculos religiosos para que las personas conozcan sobre la era del mal.

2. No reverencian a Dios en absoluto. No tienen un lugar para Dios en sus corazones y hasta roban con avaricia y a escondidas de las ofrendas a Dios. No pueden realmente servir a Dios, pero roban de las ofrendas dadas a Dios como su sustento, y a menudo llaman a las personas y las fuerzan a donar para ellos poder vivir con mayores lujos, convirtiéndose en verdaderos vampiros y parásitos.

3. Recorren tierra y mar para seducir a las personas a entrar en su iglesia y, una vez que lo hacen, las personas son engañadas y controladas para convertirse en sus esclavos. No les dan a las personas el derecho de elegir libremente el camino verdadero y no permiten que investiguen el camino verdadero ni que busquen la aparición y la obra de Dios, causando que se rebajen a ser los hijos del infierno. Es el ciego guiando al ciego y todos caerán en el hoyo.

4. En su predicación, ellos muchas veces se roban la gloria de Dios con el fin de presumir y dar testimonio de ellos mismos para que las personas los imiten, los admiren y los sigan, haciendo que las personas los idolatren con el fin de entramparlas y controlarlas. Ellas nunca dan testimonio de Dios de una manera honesta y verdadera ni honran a Dios como ser supremo para que las personas se sometan a Dios y lo adoren.

5. Ellos odian la verdad y especialmente tienen celos de las personas que buscan y entienden la verdad: las reprimen, y condenan. Sólo permiten a las personas que los adoren y los sigan a ellos, pero les impiden y restringen de aceptar a Cristo y bloquean las iglesias porque tienen miedo de que las personas den testimonio de la obra de Dios en los últimos días.

6. Con el fin de salvar sus propias posiciones y sustentos, hasta inventan toda clase de rumores y mentiras para calumniar, condenar y blasfemar a Cristo de los últimos días, a Dios Todopoderoso. Llenan todo de oscuridad y hasta preferirían una lucha de vida o muerte contra Dios hasta el fin. Es obvio que no sirven a Dios, sino más bien a sus propias posiciones y sustentos.

7. No admiten el hecho de la encarnación de Dios ni tampoco creen en la palabra ni en la obra de Dios encarnado en los últimos días. Esto es suficiente para probar que todos ellos tienen la naturaleza y esencia de los anticristos de odiar la verdad, y caminan la senda del anticristo de servir a Dios, pero desafiando y oponiéndose a Dios.

Estos siete actos malvados llevadas a cabo por las fuerzas del anticristo en los círculos religiosos que desafían a Dios, son hechos abiertamente reconocidos por todos los creyentes en Dios. Estos siete actos malvados cometidos actualmente en los círculos religiosos, tienen casi la misma esencia que los “siete ayes” por los cuales el Señor Jesús reveló y juzgó a los fariseos. Esto es suficiente para probar que los líderes religiosos por mucho tiempo han aparentado servir a Dios, pero de hecho han desafiado a Dios y caminado la senda del anticristo. Estos hechos también han expuesto que todos ellos tienen la naturaleza satánica y la esencia de odiar la verdad y desafiar a Dios. Es por esto que se pueden convertir en las fuerzas hostiles a Cristo de los últimos días y ellos guían a los círculos religiosos hacia la oscuridad y el mal. Esto cumple completamente la profecía en el Libro del Apocalipsis de la Biblia de que los círculos religiosos son “la gran ramera” y “la gran Babilonia”. Ahora bien, algunas personas que aman a Dios y anhelan la aparición de Dios ya han llegado a ver las intenciones de la naturaleza y esencia del anticristo de estos modernos fariseos y han comenzado a dejar los círculos religiosos para buscar los pasos de la obra de Dios. Aunque estos “fariseos” de los círculos religiosos están claramente conscientes de que todas las palabras expresadas por Cristo de los últimos días son verdades, juicios y castigos dirigidos a los humanos corruptos, ellos, no obstante, escogen asumir una actitud de desafiar, juzgar, condenar y oponerse a Dios por su odio a la verdad. Lo más importante es que también han cometido el pecado atroz de blasfemar al Espíritu Santo y a la obra de Dios. Las tres manifestaciones principales de este pecado se enumeran a continuación:

1. Inventan mentiras para calumniar la carne de Dios. Esta es una grave blasfemia contra Dios.

2. Tratan las palabras de Dios como palabras humanas y dicen que hay espíritus malignos en las palabras de Dios que hechizan a las personas cuando las ven. Esta es una grave blasfemia contra Dios.

3. Describen la obra de Dios en los últimos días como la obra de espíritus malignos, que es lo mismo a decir que la obra del Espíritu Santo es la obra de los espíritus malignos. Esta es una blasfemia contra el Espíritu Santo.

Las personas en los círculos religiosos están esparciendo graves blasfemias contra Dios de estas tres formas. Si realmente fueran personas que reverenciaran a Dios, no se atreverían en lo absoluto a decir tales cosas. Recordando los días de predicación de nuestro Señor Jesús, en ese tiempo había personas religiosas que dijeron que el Señor Jesús usaba a Beelzebú, el rey de los demonios, para echar fuera a los demonios. Esto es realmente cometer el pecado de blasfemar contra el Espíritu Santo. El Señor Jesús dijo: “Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada” (Mateo 12:31). En los círculos religiosos de hoy, la mayoría de los líderes y pastores salen y esparcen rumores y calumnias que blasfeman contra el Espíritu Santo. Independientemente de cuáles sean sus intenciones y metas, ya han cometido el pecado de blasfemar al Espíritu Santo. Aquellas personas que realmente reverencian a Dios nunca se atreverían a hablar descuidadamente sin haber efectuado una investigación detallada del camino verdadero, pero deciden arbitrariamente que el Relámpago Oriental es la obra de espíritus malignos y que las personas son engañadas al momento de oír su mensaje. ¡Esto es realmente ridículo! […] La mayoría de los pastores y líderes en los círculos religiosos ya han sido revelados precisamente como aquellos que caminan en la senda del anticristo. Para mantener su estatus y sustento luchan con desesperación contra Cristo hasta el fin. Sus corazones son duros hasta la médula, no tienen arrepentimiento y piensan que Dios finalmente llegará a un compromiso con ellos, revelándose a sí mismo y llamándolos desde el cielo, de la misma manera como el Señor Jesús lo hizo con Pablo durante la Era de la Gracia. Clavar a Dios en la cruz y luego desear recibir la misericordia de Dios es descarado al extremo. Son necios e intransigentes hasta la muerte, exhibiendo actitudes “heroicas e inquebrantables” típicas del “espíritu heroico” de las dinastías religiosas. Esto cumple la profecía en el Libro de Hebreos en la Biblia: “Porque si continuamos pecando deliberadamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados, sino cierta horrenda expectación de juicio, y la furia de un fuego que ha de consumir a los adversarios” (Hebreos 10:26-27).

[…] Este es un periodo clave para esparcir el evangelio del reino. Muchas personas, al investigar el camino verdadero, se vuelven aturdidas y confundidas por las mentiras y rumores de los demonios del anticristo en los círculos religiosos. Son engañadas por las falacias y herejías del gran dragón rojo, así que no se atreven a aceptar el camino verdadero. Muchas otras personas, al investigar el camino verdadero, son impedidas y confundidas por líderes y pastores en los círculos religiosos, por lo que no pueden venir ante Dios. Así es como sus vidas son arruinadas y sofocadas por líderes y pastores religiosos y por el gran dragón rojo. Para los pastores y líderes en los círculos religiosos, pelear con Dios por Sus escogidos es algo depravado, hasta el punto de ser enemigos de Dios. Ni remotamente les dan a los escogidos de Dios el derecho de investigar el camino verdadero o de escoger libremente. Este hecho malvado dilucida adecuadamente que ellos, al igual que el gran dragón rojo, son demonios que pisotean vidas y almas humanas y se las tragan. Ya han cometido este atroz pecado de ofender a Dios. ¿Acaso el hecho de que puedan obstaculizar tan salvajemente a las personas de que acepten el camino verdadero y regresen a Dios no los expone como cómplices y aliados de Satanás? La deuda de sangre que les deben a los humanos se debe pagar en su totalidad. Dios les retribuirá basado en sus propias acciones individuales y esta es la razón esencial por la cual Dios no se revela a sí mismo ni obra en los círculos religiosos durante Su encarnación en los últimos días. La manera como el Señor Jesús odió, expuso y juzgó a los principales sacerdotes, escribas y fariseos de los círculos religiosos, es la misma como Dios Todopoderoso en los últimos días odia, expone, juzga y condena a los pastores y ancianos de los modernos círculos religiosos que caminan la senda del anticristo. Puedes ver que cuando Dios ha aparecido en la carne para obrar de nuevo, aunque Su nombre ha cambiado, Su carácter y esencia no lo ha hecho. Dios siempre es Dios, los humanos siempre son humanos y Satanás siempre es el enemigo de Dios. Estos son hechos inmutables. Las personas deben ver claramente la esencia y la verdad de los círculos religiosos que sirven a Dios, pero que desafían a Dios, para que puedan aceptar el camino verdadero, obedecer la obra de Dios en los últimos días y alcanzar la salvación de Dios. Este es un asunto de urgencia y no se puede retrasar, porque el día de Dios se acerca. Como dice Dios Todopoderoso: “Lo que debéis entender es esto: la obra de Dios nunca espera a nadie que no pueda seguir Su ritmo y el carácter justo de Dios no le muestra misericordia a ningún hombre” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Cristo hace la obra del juicio con la verdad).

Hay una verdad en la Biblia que podemos ver: durante la Era de la Gracia, el Señor Jesús no sólo no llamó a los principales sacerdotes, escribas y fariseos de los círculos religiosos, sino que, al contrario, Él los expuso y los juzgó. En particular, todos los involucrados en la crucifixión del Señor Jesús fueron severamente castigados y todos ellos sufrieron terribles destinos. Este es un hecho reconocido por todos. ¿Puede Dios Todopoderoso, quien viene en la Era del Reino, ser misericordioso e indulgente con las fuerzas del anticristo en los círculos religiosos? De ninguna manera; esto se debe a que Dios es justo y santo y Dios no permite que nadie ofenda Su carácter. Dios Todopoderoso ya ha decidido sus finales y claramente ha revelado el hecho pecaminoso de que la mayoría de los pastores y líderes en los círculos religiosos de hoy que se resisten a Dios. Veamos lo que dice Dios Todopoderoso: “¿Deseáis conocer la raíz de la oposición de los fariseos a Jesús? ¿Deseáis conocer la esencia de los fariseos? Estaban llenos de fantasías sobre el Mesías. Aún más, sólo creían que Él vendría, pero no buscaban la verdad-vida. Por tanto, incluso hoy siguen esperándole, porque no tienen conocimiento del camino de la vida ni saben cuál es la senda de la verdad. Decidme, ¿cómo podrían obtener la bendición de Dios tales personas insensatas, tozudas e ignorantes? ¿Cómo podrían contemplar al Mesías? Se opusieron a Jesús porque no conocían la dirección de la obra del Espíritu Santo ni el camino de la verdad mencionado por Jesús y, además, porque no entendían al Mesías. Y como nunca le habían visto ni habían estado en Su compañía, cometieron el error de aferrarse en vano al nombre del Mesías mientras se oponían a Su esencia por todos los medios posibles. Estos fariseos eran tozudos y arrogantes en esencia, y no obedecían la verdad. El principio de su creencia en Dios era: por muy profunda que sea Tu predicación, por muy alta que sea Tu autoridad, no eres Cristo a no ser que te llames el Mesías. ¿No son estas opiniones absurdas y ridículas? Os pregunto de nuevo: ¿No es extremadamente fácil para vosotros cometer los errores de los antiguos fariseos, dado que no tenéis el más mínimo entendimiento de Jesús? ¿Eres capaz de discernir el camino de la verdad? ¿Puedes garantizar realmente que no te opondrás a Cristo? ¿Eres capaz de seguir la obra del Espíritu Santo? Si no sabes si te opondrás o no a Cristo, entonces Yo digo que ya estás viviendo al filo de la muerte. Los que no conocían al Mesías fueron todos capaces de oponerse a Jesús, de rechazarlo, de difamarlo. Las personas que no entienden a Jesús son capaces de rechazarlo y vilipendiarlo. Además, son capaces de ver el regreso de Jesús como el engaño de Satanás, y más personas condenarán el retorno de Jesús a la carne. ¿No os asusta todo esto? Lo que afrontáis será blasfemia contra el Espíritu Santo, la ruina de Sus palabras a las iglesias y el rechazo de todo lo expresado por Jesús. ¿Qué podéis obtener de Él si estáis tan confundidos? ¿Cómo podéis entender la obra de Jesús cuando Él vuelva a la carne sobre una nube blanca, si os negáis obstinadamente a ser conscientes de vuestros errores? Os digo esto: las personas que no reciben la verdad, pero que esperan ciegamente la llegada de Jesús sobre nubes blancas, blasfemarán sin duda contra el Espíritu Santo y pertenecen a la categoría que será destruida. Deseáis simplemente la gracia de Jesús, y sólo queréis disfrutar el gozoso reino del cielo, pero nunca habéis obedecido Sus palabras ni habéis recibido la verdad expresada por Él cuando vuelva a la carne. ¿Qué ofreceréis a cambio de la realidad del regreso de Jesús sobre una nube blanca? ¿La sinceridad con la que cometéis repetidamente pecados, y después los hacéis vuestras confesiones una y otra vez? ¿Qué ofreceréis en sacrificio a Jesús, quien vuelve sobre una nube blanca? ¿Los años de trabajo con los que os exaltáis a vosotros mismos? ¿Qué ofreceréis para hacer que el Jesús retornado confíe en vosotros? ¿Vuestra naturaleza arrogante, que no obedece ninguna verdad?” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. En el momento que contemples el cuerpo espiritual de Jesús, Dios ya habrá vuelto a crear el cielo y la tierra).

“¿Cuántos de ellos buscan la verdad, y siguen la justicia? Todos son bestias como cerdos y perros, que dirigen a una banda de moscas apestosas, meneando la cabeza con autocomplacencia e incitando todo tipo de problemas[1] en medio de un montón de estiércol. Creen que su rey del infierno es el mayor de los reyes, sin darse cuenta de que ellos mismos no son más que moscas apestosas. Y no solo eso, sino que se aprovechan del poder de los perros y cerdos que tienen como padres para calumniar la existencia de Dios. Igual que las moscas diminutas, creen que sus progenitores son tan grandes como las ballenas dentadas[2]. No se dan cuenta de que son diminutos, pero sus padres son cerdos y perros inmundos millones de veces más grandes que ellos. Inconscientes de su propia bajeza, se apoyan en el hedor de la putrefacción que rezuma de esos perros y cerdos para correr enloquecidos, pensando en vano que procrearán generaciones futuras, ¡sin ninguna vergüenza! Con alas verdes en su espalda (esto se refiere a su afirmación de creer en Dios), son presuntuosos y se jactan en todas partes de su propia belleza y atractivo, mientras que echan en secreto las impurezas de sus propios cuerpos sobre el hombre. Además, están extremadamente satisfechos de sí mismos, como si pudieran usar un par de alas con los colores del arcoíris para esconder sus propias impurezas; y por estos medios traen su opresión a la existencia del Dios verdadero (esto se refiere a lo que sucede entre bambalinas en el mundo religioso). ¿Cómo iba a saber el hombre que, aunque las alas de la mosca sean hermosas y encantadoras, la mosca en sí después de todo no es más que una criatura minúscula con la barriga llena de suciedad y el cuerpo cubierto de gérmenes? Sobre la base de sus padres, unos cerdos y perros, hacen estragos por la tierra (esto se refiere a la manera en que los oficiales religiosos que persiguen a Dios se basan en el firme apoyo del gobierno de la nación para levantarse contra el Dios verdadero y la verdad) con su salvajismo descontrolado. Es como si los fantasmas de los fariseos judíos hubieran regresado con Dios a la nación del gran dragón rojo, de vuelta a su viejo nido. Han iniciado otra ronda de persecución, retomando su obra de hace varios miles de años. ¡Sin lugar a duda, este grupo de degenerados perecerá en la tierra al final! Al parecer, tras varios milenios, los espíritus inmundos se han vuelto más astutos y maliciosos. Constantemente están pensando en formas de socavar en secreto la obra de Dios. Con una infinidad de trucos y artimañas desean recrear en su tierra natal la tragedia de hace varios miles de años, incitando a Dios hasta que casi da un grito. Arde en deseos de regresar al tercer cielo para aniquilarlos” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La obra y la entrada (7)).

Extracto de La comunicación desde lo alto

Piensa en la Era de la Gracia, cuando la humanidad profundamente corrupta clavó al Señor Jesús en la cruz. ¿Cuál fue exactamente la naturaleza de su acción? Para haber podido entregar al Señor Jesús, que difundió el camino del reino de los cielos, al rey de los diablos y, encima de eso, decir que el Señor Jesús tenía que ser clavado en la cruz, y que preferían liberar a un ladrón que dejar de crucificar al Señor Jesús; ¿no fue demoniaca tal humanidad corrupta? Sólo los demonios podrían odiar tanto a Dios para involucrarse en una enemistad mortal contra Dios. Los principales sacerdotes, escribas y tantos seguidores gritaron al unísono que el Señor Jesús debía ser crucificado; sólo pudieron haber sido una multitud de demonios que odiaba a Dios, ¿no es así? Ahora bien, ¿no condenan también a Dios Todopoderoso a una voz la mayoría de los pastores y líderes en la comunidad religiosa, junto con muchos creyentes? ¿Acaso no son estos unos demonios que se oponen a Dios? Especialmente ahora, cuando el gran dragón rojo se resiste y condena locamente la obra de Dios, la comunidad religiosa también toma partido con el gran dragón rojo y hasta se une a este para resistirse a Dios, condenar a Dios y blasfemar a Dios. De esta manera la raza humana está siendo testigo de que la comunidad religiosa y el gran dragón rojo están formando juntos un frente de batalla unificado y uniéndose en el campo de Satanás. La comunidad religiosa hace mucho que se ha convertido en cómplice de Satanás, lo que revela completamente que la esencia maligna y corrupta de los que sirven a Dios de la comunidad religiosa está, de hecho, resistiéndose a Dios. Esto prueba por completo las palabras que el Señor Jesús habló que revelaron y juzgaron a las fariseos judíos, precisamente revelaron la misma esencia corrrupa y maligna de la comunidad religiosa actual. La resistencia a Dios de la comunidad religiosa de hoy es igual o superior a aquella de la comunidad religiosa en la Era de la Gracia. Conforman un grupo demoniaco de anticristos que Dios ha rechazado y condenado, y pertenecen completamente a las fuerzas del mal de Satanás. De esto es evidente que la corrupción de la raza humana ha alcanzado un extremo donde, de hecho, puede crucificar una vez más a Cristo, quien en los últimos días está entregando la verdad e impartiendo justicia. Esto es suficiente para mostrar que la raza humana ha sido tan corrompida por Satanás que se ha convertido en demonios […]. El juicio y castigo de Dios en los últimos días son la obra de poner fin al destino de Satanás. ¿Acaso es probable que Dios muestre indulgencia a estos anticristos demoniacos de la comunidad religiosa que están involucrados en una enemistad mortal contra el verdadero Dios encarnado de los últimos días? Todos pueden esperar y ver el espectáculo que será cuando las naciones y los pueblos del mundo sean testigos de la aparición pública de Dios. ¿Por qué gemirán los pueblos? ¡Entonces la verdad será traída a la luz del día!

Extracto de La comunicación desde lo alto

Notas al pie:

1. “Incitar todo tipo de problemas” se refiere a cómo las personas demoniacas se desmandan, obstruyen la obra de Dios y se oponen a ella.

2. “Las ballenas dentadas” se usa en tono burlón. Es una metáfora de cómo las moscas son tan pequeñas que los cerdos y los perros les parecen grandes como ballenas.

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