Lo siguiente está escrito en la Biblia: “Pues el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero” (1 Tesalonicenses 4:16). Dais testimonio de que el Señor Jesús ha regresado, pero no hemos oído la voz de mando, la voz del arcángel, ni la trompeta de Dios, y tampoco hemos visto a los santos muertos resucitar. ¿Cómo se puede demostrar, entonces, que el Señor ha regresado?
Respuesta:
¿Está bien que juzgues si el Señor ha regresado basándote en las palabras de Pablo en la Biblia en las que afirma: “Pues el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero” (1 Tesalonicenses 4:16)? La pura verdad es que la Biblia contiene las palabras de Dios, las palabras del hombre y hasta las palabras del diablo, Satanás. A la hora de recibir al Señor, ¿por qué no te guías por las palabras de Dios, sino por las del hombre? ¿Crees que todas las palabras del hombre son la verdad? ¿Y que todas concuerdan con la verdad? Las palabras a las que aludes fueron pronunciadas por Pablo. Pablo era un hombre, no Dios, así que ¿cómo va a ser posible basarse en sus palabras para recibir al Señor? Las palabras de Dios son las únicas que pueden proporcionar una base en las cuestiones relativas al regreso del Señor. No hay base más precisa que las profecías pronunciadas personalmente por el Señor Jesús, pues solo las palabras de Dios son la verdad. El hombre carece de la verdad, ni siquiera cuando sus palabras tienen el esclarecimiento y la iluminación del Espíritu Santo son la verdad, y ni mucho menos hay que tomárselas o acatarlas como la verdad. Entonces, ¿qué dijo el Señor Jesús de Su regreso? El Señor Jesús dijo: “Pero de aquel día y hora nadie sabe, ni siquiera los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre” (Mateo 24:36). El Señor Jesús dijo esto con claridad y franqueza absolutas. Nadie sabe cuándo regresará el Señor, ni siquiera los ángeles del cielo ni el propio Hijo del hombre encarnado. Solamente el Padre, el Espíritu Santo, lo sabe. Siendo esto así, lo más acertado a la hora de recibir al Señor es buscar y estudiar exclusivamente en función de las palabras del Señor Jesús. Ninguna profecía del hombre es exacta y ni mucho menos puede servir como base de ninguna índole. Así pues, ¿afirman las palabras del Señor Jesús que regresará con voz de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios, y que los muertos se levantarán? No. Por tanto, tu conclusión, basada en las palabras de Pablo, de que el Señor no ha regresado porque no han sucedido estos fenómenos es absolutamente ridícula.
Recibimos el regreso del Señor según Sus palabras. Dijo el Señor: “He aquí, vengo como ladrón” (Apocalipsis 16:15). “Vosotros también estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no esperéis” (Lucas 12:40). “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). “Porque como el relámpago al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro extremo del cielo, así será el Hijo del Hombre en su día. Pero primero es necesario que Él padezca mucho y sea rechazado por esta generación” (Lucas 17:24-25). Las palabras del Señor son claras: llega en un momento inesperado para el hombre y expresa la verdad en circunstancias desconocidas para cualquier persona o ángel, con lo que el pueblo escogido de Dios oye la voz de Dios. Cuando el pueblo escogido de Dios oye Su voz y reconoce al Señor, es levantado ante el trono de Dios. Es este pueblo levantado el que después empieza a dar testimonio de que el Señor ha regresado, aparecido y comenzado a obrar, lo que cumple la profecía del Señor Jesús: “Pero a medianoche se oyó un clamor: ‘¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo’” (Mateo 25:6). Así de sencillo es recibir la venida del Señor. Se basa íntegramente en las profecías del Señor Jesús y no hay el más mínimo error en esto; no es preciso que la gente se centre en oír una voz de mando, una voz de arcángel ni la trompeta de Dios, ni en contemplar cómo se levantan los muertos. Todo eso es ridículo. Hay un único fundamento para demostrar el regreso del Señor, que es oír la voz de Dios y que la gente vea que las palabras expresadas por Dios son la verdad y Su voz: esta es la mejor demostración. Si no lo crees, mira con tus propios ojos todas las palabras expresadas por Dios Todopoderoso. Si reconoces que son la voz de Dios y las aceptas, eres una virgen prudente que ha oído la voz del Señor y lo ha recibido. Como dice Dios Todopoderoso: “Aquel que es Dios encarnado poseerá la esencia de Dios, y Aquel que es Dios encarnado tendrá la expresión de Dios. Puesto que Dios se hace carne, manifestará la obra que pretende llevar a cabo y puesto que se hace carne expresará lo que Él es; será, asimismo, capaz de traer la verdad al hombre, de concederle la vida y de señalarle el camino. La carne que no contiene la esencia de Dios definitivamente no es el Dios encarnado; de esto no hay duda. Si el hombre pretende investigar si es la carne encarnada de Dios, entonces debe corroborarlo a partir del carácter que Él expresa y de las palabras que Él habla. Es decir, para corroborar si es o no la carne encarnada de Dios y si es o no el camino verdadero, la persona debe discernir basándose en Su esencia. Y, así, a la hora de determinar si se trata de la carne de Dios encarnado, la clave yace en Su esencia (Su obra, Sus declaraciones, Su carácter y muchos otros aspectos), en lugar de fijarse en Su apariencia externa” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Prefacio). También puedes esperar a que la obra de Dios perfeccione a un grupo de personas para convertirlas en vencedoras y a que se cumplan todas y cada una de las palabras de Dios Todopoderoso. Ahora bien, si esperas hasta ese día para aceptar a Dios Todopoderoso, será demasiado tarde y Dios ya habrá aparecido públicamente.
Ahora ya han aparecido varios desastres inusuales, y según las profecías de la Biblia, habrá desastres aún mayores en el futuro. Entonces, ¿cómo obtener la protección de Dios en medio de los grandes desastres? Contáctanos, y te mostraremos el camino.