Qué es un vencedor y cómo Dios convierte a alguien en vencedor antes de los desastres

26 Feb 2021

Versículos bíblicos como referencia:

“Estos son los que vienen de la gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la sangre del Cordero” (Apocalipsis 7:14).

“Miré, y he aquí que el Cordero estaba de pie sobre el Monte Sión, y con Él ciento cuarenta y cuatro mil que tenían el nombre de Él y el nombre de su Padre escrito en la frente. Y oí una voz del cielo, como el estruendo de muchas aguas y como el sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como el sonido de arpistas tocando sus arpas. Y cantaban un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico, sino los ciento cuarenta y cuatro mil que habían sido rescatados de la tierra. Estos son los que no se han contaminado con mujeres, pues son castos. Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que va. Estos han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero. En su boca no fue hallado engaño; están sin mancha” (Apocalipsis 14:1-5).

Las palabras relevantes de Dios:

El hombre será hecho completamente perfecto en la Era del Reino. Después de la obra de conquista, el hombre será sometido al refinamiento y la tribulación. Los que puedan vencer y mantenerse firmes en el testimonio durante esta tribulación son los que al final serán hechos completos; son los vencedores. Durante esta tribulación, al hombre se le exige aceptar este refinamiento y este refinamiento es la última ocasión de la obra de Dios. Es la última vez que el hombre será refinado antes de la consumación de toda la obra de la gestión de Dios y todos los que sigan a Dios deben aceptar esta prueba final y deben aceptar este último refinamiento. Los que son asediados por la tribulación no tienen la obra del Espíritu Santo y la guía de Dios, pero los que han sido realmente conquistados y ciertamente buscan a Dios, al final se mantienen firmes; son los que poseen humanidad y verdaderamente aman a Dios. No importa qué haga Dios, estos victoriosos no serán despojados de las visiones y seguirán poniendo en práctica la verdad sin fallar en su testimonio. Son los que al final emergerán de la gran tribulación.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La obra de Dios y la práctica del hombre

Ya he dicho antes que un grupo de vencedores será ganado de Oriente: vencedores que proceden de la gran tribulación. ¿Qué significan estas palabras? Significan que estas personas que han sido ganadas sólo obedecieron de verdad después de pasar por el juicio y el castigo, de ser tratados y podados, y tras todo tipo de refinamiento. La fe de estas personas no es vaga ni abstracta, sino práctica. No han visto señales ni prodigios ni milagros; no hablan de letras y doctrinas incomprensibles ni de percepciones profundas, sino que tienen realidad y las palabras de Dios, y un conocimiento verdadero de Su realidad. ¿Acaso un grupo así no es más capaz de poner de manifiesto el poder de Dios?

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Todo se logra por la palabra de Dios

La creencia en Dios exige obediencia a Él y que se experimente Su obra. Él ha realizado mucha obra; se podría decir que, para las personas, todo es perfeccionamiento, refinamiento y, más aún, castigo. No ha habido un solo paso de la obra de Dios que haya estado en sintonía con las nociones humanas; lo que las personas han disfrutado son las duras palabras de Dios. Cuando Él venga, las personas deberían disfrutar de Su majestad y de Su ira. Sin embargo, por muy duras que sean Sus palabras, Él viene a salvar y a perfeccionar a la humanidad. Como criaturas, las personas deberían cumplir con los deberes que les corresponden, y mantenerse firmes en el testimonio de Dios en medio del refinamiento. En cada prueba deberían defender el testimonio correspondiente, y hacerlo de manera contundente por Dios. Una persona que hace esto es una vencedora. Independientemente de cómo te refine Dios, te mantienes lleno de confianza y nunca pierdes la confianza en Él. Haz lo que el hombre debería hacer. Esto es lo que Dios exige del hombre, y su corazón debería ser capaz de regresar por completo a Él y acudir a Él en cada momento. Esto es ser un vencedor. Aquellos a los que Dios alude como “vencedores” son los que siguen siendo capaces de mantenerse firmes en el testimonio y de conservar su confianza y su devoción a Dios cuando están bajo la influencia de Satanás y mientras estén bajo su asedio, es decir, cuando se encuentren entre las fuerzas de las tinieblas. Si sigues siendo capaz de mantener un corazón puro ante Dios y tu amor genuino por Él pase lo que pase, entonces te estás manteniendo firme en el testimonio delante de Él, y esto es a lo que Él se refiere con ser un “vencedor”. Si tu búsqueda es excelente cuando Dios te bendice, pero retrocedes cuando Él no lo hace, ¿es esto pureza? Si estás seguro de que este camino es verdadero, debes seguirlo hasta el final; debes mantener tu devoción a Dios. Si has visto que Dios mismo ha venido a la tierra a perfeccionarte, debes entregarle del todo tu corazón. Si todavía puedes seguir a Dios, haga lo que haga, aunque Él determine un desenlace desfavorable para ti al final, esto es mantener tu pureza ante Dios. Ofrecer un cuerpo espiritual santo y una virgen pura a Dios significa mantener un corazón sincero ante Él. Para la humanidad, la sinceridad es pureza, y la capacidad de ser sincero hacia Dios es mantener la pureza. Esto es lo que deberías poner en práctica. Cuando debes orar, oras; cuando debes reunirte en comunión, lo haces; cuando debes cantar himnos, cantas; y cuando debes renunciar a la carne, renuncias a la carne. Cuando llevas a cabo tu deber no lo haces para salir del paso; cuando te enfrentas a pruebas, te mantienes firme. Esto es devoción a Dios.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Debes mantener tu lealtad a Dios

En cada etapa de la obra de Dios, las personas deben colaborar de una manera. Dios refina a las personas para que tengan confianza mientras se someten a los refinamientos. Dios perfecciona a las personas para que tengan confianza para ser perfeccionadas por Dios y estén dispuestas a aceptar Sus refinamientos y que Él las trate y las pode. El Espíritu de Dios obra en las personas para aportarles esclarecimiento e iluminación, y para que ellas cooperen con Él y practiquen. Dios no habla durante los refinamientos. Él no emite Su voz, pero, aun así, existe la obra que las personas deberían llevar a cabo. Deberías respaldar lo que siempre respaldas, seguir siendo capaz de orar a Dios, estar cerca de Él, y mantenerte firme en el testimonio ante Él; de esta forma cumplirás con tu propio deber. Todos vosotros deberíais ver claramente, en la obra de Dios, que Sus pruebas de la confianza y del amor de las personas exigen que estas oren más a Dios, y que saboreen Sus palabras ante Él con mayor frecuencia. Si Dios te esclarece y hace que entiendas Su voluntad, pero no pones nada de esto en práctica, no ganarás nada. Cuando se ponen en práctica las palabras de Dios, se sigue siendo capaz de orar a Él; y cuando se saborean Sus palabras, se debe ir y buscar ante Él y estar lleno de confianza en Él, sin ningún rastro de desaliento ni frialdad. Quienes no ponen en práctica las palabras de Dios están llenos de energía durante las reuniones, pero caen en las tinieblas cuando vuelven a casa. Algunas personas ni siquiera quieren reunirse. Así pues, debes ver con claridad qué deber deben cumplir las personas. Tal vez no sepas cuál es realmente la voluntad de Dios, pero puedes cumplir con tu deber, orar, practicar la verdad cuando deberías hacerlo, y hacer lo que las personas deberían hacer. Puedes mantener tu visión original. De esta forma, serás más capaz de aceptar el siguiente paso de la obra de Dios. Cuando Dios obra de manera oculta, es un problema si no buscas. Cuando Él habla y predica durante las reuniones, escuchas con entusiasmo; pero cuando Él no habla, te falta energía y te retiras. ¿Qué clase de persona actúa de esta manera? Alguien que sencillamente sigue al rebaño. ¡No tiene postura, testimonio ni visión! La mayoría de las personas son así. Si sigues adelante de esa forma, un día, cuando te enfrentes a una gran prueba, caerás en el castigo. Tener una postura es muy importante en el proceso de perfeccionamiento de Dios a las personas. Si no dudas de un solo paso siquiera de la obra de Dios, si cumples con el deber del hombre, si respetas sinceramente lo que Él te hace poner en práctica, es decir, recuerdas las exhortaciones de Dios, y no las olvidas, independientemente de lo que Él haga en el presente, si no tienes dudas respecto a Su obra, mantienes tu propia postura, defiendes tu testimonio y sales victorioso de cada paso del camino, entonces, al final, serás perfeccionado por Dios, quien te convertirá en vencedor. Si eres capaz de mantenerte firme a través de cada paso de las pruebas de Dios, y puedes mantenerte firme hasta el final, entonces eres es un vencedor, alguien que ha sido perfeccionado por Dios.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Debes mantener tu lealtad a Dios

En cada paso de la obra que Dios hace en las personas, externamente parece que se producen interacciones entre ellas, como nacidas de disposiciones humanas o de la interferencia humana. Sin embargo, detrás de bambalinas, cada etapa de la obra y todo lo que acontece es una apuesta hecha por Satanás ante Dios y exige que las personas se mantengan firmes en su testimonio de Dios. Mira cuando Job fue probado, por ejemplo: detrás de escena, Satanás estaba haciendo una apuesta con Dios, y lo que aconteció a Job fue obra de los hombres y la interferencia de estos. Detrás de cada paso de la obra que Dios hace en vosotros está la apuesta de Satanás con Él, detrás de todo ello hay una batalla. Por ejemplo, si tienes prejuicios hacia los hermanos y hermanas, tendrás palabras que querrás decir —palabras que sientes que pueden ser desagradables para Dios—, pero que, si no las dices, te producirán una incomodidad interna y, en ese momento, una batalla se desatará dentro de ti: “¿Hablo o no hablo?”. Esa es la batalla. Por tanto, en todo aquello con lo que te encuentres hay una batalla, y cuando se produce una en tu interior, gracias a tu cooperación y tus sufrimientos reales, Dios obra en ti. En última instancia, eres capaz de poner el asunto a un lado dentro de ti y el enojo se extingue de forma natural. Ese es el efecto de tu cooperación con Dios. Todo lo que las personas hacen tiene un determinado precio en sus esfuerzos. Sin dificultades reales no pueden satisfacer a Dios; ni siquiera se acercan a ello, ¡y solo están repitiendo eslóganes vacíos! ¿Pueden estos eslóganes vacíos satisfacer a Dios? Cuando Él y Satanás luchan en el ámbito espiritual, ¿cómo deberías satisfacer a Dios? Y ¿cómo deberías mantenerte firme en el testimonio de Él? Deberías saber que todo lo que te ocurre es una gran prueba y es el momento en que Dios necesita que des testimonio. Aunque parezcan no ser importantes desde fuera, cuando estas cosas ocurren muestran si amas o no a Dios. Si lo haces, serás capaz de mantenerte firme en tu testimonio de Él y, si no has puesto en práctica el amor a Dios, esto muestra que no eres alguien que pone en práctica la verdad, que no tienes la verdad ni tienes la vida, ¡que eres cascarilla! Todo lo que acontece a las personas tiene lugar cuando Dios necesita que se mantengan firmes en el testimonio que dan de Él. Aunque, de momento, no te está ocurriendo nada importante y no estás dando un gran testimonio, cada detalle de tu vida diaria tiene relación con el testimonio de Dios. Si puedes obtener la admiración de los hermanos y hermanas, tus familiares y todos a tu alrededor; si un día llegan los incrédulos y admiran todo lo que haces y ven que todo lo que Dios hace es maravilloso, habrás dado testimonio. Aunque no tienes percepción y tu calibre es pobre, por medio de tu perfeccionamiento por parte de Dios puedes satisfacerlo y ser consciente de Su voluntad, lo cual muestra a otros la gran obra que Él ha hecho en personas del calibre más pobre. Cuando las personas llegan a conocer a Dios y se vuelven vencedores delante de Satanás y leales a Dios en gran medida, nadie tiene más agallas que este grupo de personas, y este es el más grande testimonio. Aunque eres incapaz de hacer una gran obra, puedes satisfacer a Dios. Otros no pueden poner a un lado sus nociones, pero tú sí; otros no pueden dar testimonio de Dios durante sus experiencias reales, pero tú puedes usar tu estatura y tus acciones reales para retribuirle por Su amor y dar un testimonio rotundo de Él. Sólo esto puede considerarse amar realmente a Dios. Si eres incapaz de esto, no darás testimonio entre tus familiares, entre los hermanos y hermanas ni ante las personas del mundo. Si no puedes dar testimonio ante Satanás, este se reirá de ti, se burlará de ti, te tratará como un juguete, te pondrá frecuentemente en ridículo, y te volverá loco. En el futuro, pueden sobrevenirte grandes pruebas; pero hoy, si amas a Dios con un corazón sincero e independientemente de cuán grandes sean las pruebas por delante, de lo que te acontezca, puedes mantenerte firme en tu testimonio, puedes satisfacer a Dios y después tu corazón será consolado y no tendrás miedo por muy grandes que sean las pruebas que te encuentres en el futuro. No podéis ver qué pasará en el futuro; solo podéis satisfacer a Dios durante las circunstancias presentes. Sois incapaces de hacer cualquier gran obra y deberíais centraros en satisfacer a Dios experimentando Sus palabras en la vida práctica y dando un testimonio sólido y rotundo que avergüence a Satanás. Aunque tu carne permanece insatisfecha y habrá sufrido, habrás satisfecho a Dios y avergonzado a Satanás. Si siempre practicas de esta forma, Dios abrirá una senda delante de ti. Cuando, un día, venga una gran prueba, otros caerán, pero seguirás siendo capaz de mantenerte firme: debido al precio que has pagado, Dios te protegerá de forma que puedas mantenerte firme y no caer. Si, por lo general, eres capaz de poner en práctica la verdad y satisfacer a Dios con un corazón que lo ama de verdad, Dios te protegerá sin duda durante las pruebas futuras. Aunque eres necio, de una estatura pequeña y un pobre calibre, Dios no te discriminará. Dependerá de que tus intenciones sean correctas. Hoy eres capaz de satisfacer a Dios y por ello estás atento al detalle más pequeño, satisfaces a Dios en todas las cosas, tienes un corazón que lo ama sinceramente, le entregas tu corazón sincero y, aunque existen algunas cosas que no puedes entender, puedes venir ante Él para rectificar tus intenciones y buscar Su voluntad; haces todo lo necesario para satisfacerle. Quizá los hermanos y hermanas te abandonarán, pero tu corazón será satisfactorio para Dios y no codiciarás los placeres de la carne. Si siempre practicas de esta forma, estarás protegido cuando vengan sobre ti las grandes pruebas.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Solo amar a Dios es realmente creer en Él

Como crees en Dios, debes entregar tu corazón ante Dios. Si ofreces y pones tu corazón ante Dios, entonces durante el refinamiento va a ser imposible que niegues o dejes a Dios. De esta manera, tu relación con Él se volverá todavía más cercana y normal y tu comunión con Dios se hará aún más frecuente. Si siempre practicas de esta manera, entonces vas a pasar más tiempo a la luz de Dios y bajo la guía de Sus palabras. También habrá cada vez más cambios en tu carácter y tu conocimiento aumentará día tras día. Cuando llegue el día en que las pruebas de Dios de repente caigan sobre ti, no solo podrás permanecer al lado de Dios sino que también podrás dar testimonio de Él. En ese momento vas a ser como Job y como Pedro. Después de haber dado testimonio de Dios, en verdad lo vas a amar y con gusto vas a dar tu vida por Él; vas a ser testigo de Dios y alguien a quien Él ama. El amor que ha experimentado el refinamiento es fuerte, no débil. Independientemente de cuándo o cómo Dios te someta a Sus pruebas, puedes abandonar tu preocupación por si vives o mueres, con gusto desechar todo por Dios y aguantarlo todo felizmente por Él; de esta manera tu amor será puro y tu fe real. Solo entonces serás alguien a quien Dios ama realmente y a quien de verdad Él ha hecho perfecto.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Solo experimentando el refinamiento puede el hombre poseer el verdadero amor

Como creyentes en Dios, cada uno de vosotros debéis apreciar cómo habéis obtenido la mayor exaltación y salvación al recibir la obra de Dios en los últimos días y la obra de Su plan, que realiza hoy en ti. Dios ha hecho de este grupo de personas el único foco de Su obra a través de todo el universo. Él ha sacrificado toda la sangre de Su corazón por vosotros; Él ha reclamado y os ha dado toda la obra del Espíritu en todo el universo. Es por eso que sois los afortunados. Más aun, Él ha trasladado Su gloria de Israel, Su pueblo elegido, a vosotros, y hará que el propósito de Su plan se manifieste completamente a través de este grupo. Por lo tanto, vosotros sois los que vais a recibir la herencia de Dios y, es más, sois los herederos de la gloria de Dios. Tal vez todos recordáis estas palabras: “Pues esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación”. Todos habéis oído estas palabras antes, sin embargo, ninguno de vosotros comprendió su verdadero significado. Hoy, sois profundamente conscientes de su importancia. Dios cumplirá estas palabras durante los últimos días y se cumplirán en aquellos que han sido brutalmente perseguidos por el gran dragón rojo en la tierra donde yace enroscado. El gran dragón rojo persigue a Dios y es Su enemigo, y por lo tanto, en esta tierra, los que creen en Dios son sometidos a humillación y opresión y, como resultado, estas palabras se cumplirán en este grupo de personas, vosotros. Al estar situado en una tierra que se opone a Dios, toda Su obra se enfrenta a tremendos obstáculos y cumplir muchas de Sus palabras lleva tiempo; así, la gente es refinada a causa de las palabras de Dios, lo que también forma parte del sufrimiento. Es tremendamente difícil para Dios llevar a cabo Su obra en la tierra del gran dragón rojo, pero es a través de esta dificultad que Dios realiza una etapa de Su obra, para manifestar Su sabiduría y acciones maravillosas, y usa esta oportunidad para hacer que este grupo de personas sean completadas. Dios lleva a cabo Su obra de purificación y conquista mediante el sufrimiento, el calibre y todo el carácter satánico de las personas en esta tierra inmunda, para, de esta manera obtener la gloria y así ganar a los que dan testimonio de Sus obras. Este es el significado completo de todos los sacrificios que Dios ha hecho por este grupo de personas.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. ¿Es la obra de Dios tan sencilla como el hombre imagina?

El reino se está expandiendo entre la humanidad, se está formando entre la humanidad y se está erigiendo entre la humanidad; no hay fuerza alguna que pueda destruir Mi reino. De Mi pueblo que está en el reino de hoy, ¿quién de vosotros no es un ser humano entre los seres humanos? ¿Quién de vosotros no se ajusta a la condición humana? Cuando Mi nuevo punto de partida sea anunciado a la multitud, ¿cómo reaccionará la humanidad? Vosotros habéis visto con vuestros propios ojos el estado de la humanidad. ¿De verdad no seguís albergando esperanzas de perdurar para siempre en este mundo? Ahora estoy caminando entre Mi pueblo y vivo entre ellos. Hoy en día, quienes alberguen un amor genuino hacia Mí, son bendecidos. Bienaventurados quienes se someten a Mí, pues ellos con seguridad permanecerán en Mi reino. Bienaventurados quienes me conocen, pues ellos con seguridad ejercerán poder en Mi reino. Bienaventurados quienes me buscan, pues ellos con seguridad escaparán de las ataduras de Satanás y disfrutarán de Mis bendiciones. Bienaventurados quienes son capaces de renunciar a sí mismos, pues con seguridad serán posesión Mía y heredarán la abundancia de Mi reino. Recordaré a los que corren de un lado para otro por Mí; abrazaré con alegría a los que se esfuerzan por Mí y daré gozo a los que me presenten ofrendas. Bendeciré a los que encuentren disfrute en Mis palabras; ellos, con seguridad, serán los pilares que sostienen la viga maestra de Mi reino; con seguridad gozarán de abundancia incomparable en Mi casa, y nadie se puede comparar con ellos. ¿Alguna vez habéis aceptado las bendiciones que os han sido dadas? ¿Alguna vez habéis buscado las promesas que se hicieron por vosotros? Con toda seguridad, bajo la guía de Mi luz, os abriréis paso entre el dominio de las fuerzas de la oscuridad. En medio de la oscuridad, ciertamente no perderéis la luz que os guía. Con seguridad seréis el amo de toda la creación. Con seguridad seréis un vencedor delante de Satanás. Con seguridad, cuando caiga el reino del gran dragón rojo, os erguiréis entre las grandes multitudes para ser testigos de Mi victoria. Con seguridad permaneceréis firmes e inquebrantables en la tierra de Sinim. A través de los sufrimientos que soportéis, heredaréis Mis bendiciones, y, con seguridad, irradiaréis Mi gloria por todo el universo.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Las palabras de Dios al universo entero, Capítulo 19

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