8. Durante dos mil años, la fe del hombre en el Señor se ha basado en la Biblia. Después de que Dios Todopoderoso empezase la obra del juicio de los últimos días, todos aquellos que lo aceptaron a Él, se centraron en leer Sus Palabras y rara vez leen la Biblia. Lo que quiero saber es cómo puede la gente abordar la Biblia y usarla correctamente después de aceptar la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días.
Versículos bíblicos como referencia:
“Examináis las Escrituras porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida” (Juan 5:39-40).
Las palabras relevantes de Dios:
Hoy, estoy diseccionando la Biblia de esta forma y eso no significa que la aborrezca, o que niegue su valor como referencia. Te estoy explicando y aclarando el valor inherente y los orígenes de la Biblia para que no sigas atrapado en las tinieblas. Porque las personas tienen muchas opiniones sobre ella, y la mayoría de ellas son equivocadas; leer la Biblia de esta forma no sólo evita que obtengan lo que deberían, sino, más importante, obstaculiza la obra que pretendo hacer. Interfiere tremendamente con la obra del futuro, y sólo ofrece inconvenientes, no ventajas. Por tanto, lo que te estoy enseñando es simplemente la esencia y la historia interna de la Biblia. No te estoy pidiendo que no la leas o que vayas por ahí proclamando que está desprovista de valor, sino sólo que tengas el conocimiento y la opinión correctos de ella. ¡No seas demasiado parcial! Aunque la Biblia es un libro de historia escrito por los hombres, también documenta muchos de los principios por los cuales los antiguos santos y profetas servían a Dios, así como las experiencias de los apóstoles recientes en su servicio a Él, todo lo cual vieron y conocieron verdaderamente estas personas, y puede servir de referencia para las personas de esta era en su búsqueda del camino verdadero. Por tanto, al leer la Biblia, las personas también pueden obtener muchos caminos de vida que no pueden encontrarse en otros libros. Estos caminos son los caminos de vida de la obra del Espíritu Santo, experimentados por profetas y apóstoles en eras pasadas, y muchas de las palabras son valiosas y pueden proveer lo que las personas necesitan. Así pues, a todas las personas les gusta leer la Biblia. Como hay tanto oculto en ella, las opiniones de las personas sobre ella son diferentes de las que tienen sobre los escritos de grandes figuras espirituales. La Biblia es un registro y una recopilación de las experiencias y el conocimiento de personas que sirvieron a Jehová y a Jesús en la antigua era y en la nueva; así, las generaciones posteriores han sido capaces de obtener de ella mucho esclarecimiento, iluminación y sendas de práctica. La razón por la que la Biblia es más elevada que los escritos de cualquier gran figura espiritual es que sus escritos se basan en la Biblia, todas sus experiencias proceden de ella, y todos la explican. Así pues, aunque las personas puedan obtener provisión de los libros de cualquier gran figura espiritual, siguen adorando la Biblia, ¡porque parece muy elevada y profunda para ellos! Aunque la Biblia reúne algunos de los libros de las palabras de vida, como las epístolas de Pablo y de Pedro, y, aunque estos libros pueden proveer a las personas y ayudarles, los mismos siguen siendo obsoletos, siguen perteneciendo a la era antigua, y por muy buenos que sean, sólo son apropiados para un período, y no son eternos. Y es que la obra de Dios siempre está desarrollándose, y no puede simplemente detenerse en la época de Pablo y Pedro, o permanecer siempre en la Era de la Gracia en la que Jesús fue crucificado. Por tanto, estos libros sólo son apropiados para la Era de la Gracia, no para la Era del Reino de los últimos días. Sólo pueden proveer para los creyentes de la Era de la Gracia, no para los santos de la Era del Reino, y, por muy buenos que sean, siguen siendo obsoletos. Ocurre lo mismo con la obra de creación de Jehová o Su obra en Israel: por muy grande que fuera, llegaría a estar obsoleta, y llegaría el tiempo en el que esto pasaría. La obra de Dios también es igual: es grande, pero llegará un momento en el que termine; no siempre puede permanecer en medio de la obra de la creación ni entre la de la crucifixión. No importa cuán convincente fue la obra de la crucifixión ni lo efectiva que fue para derrotar a Satanás; la obra sigue siendo, después de todo, obra, y las eras siguen siendo, después de todo, eras. La obra no siempre puede permanecer sobre la misma base ni los tiempos pueden permanecer inmutables, porque existió la creación y también existirán los últimos días. ¡Es inevitable! Por consiguiente, las palabras de vida del Nuevo Testamento —las epístolas de los apóstoles y los Cuatro Evangelios— han pasado a ser hoy libros históricos, viejos almanaques, y ¿cómo podrían los viejos almanaques llevar a las personas a la nueva era? Independientemente de lo capaces que sean estos almanaques de proveer vida a las personas y de llevarlas a la cruz, ¿acaso no están obsoletos? ¿No están desprovistos de valor? Por tanto, digo que no deberías creer ciegamente en estos almanaques. Son demasiado antiguos, no pueden llevarte a la nueva obra y sólo pueden ser una carga para ti. No sólo no pueden llevarte a la nueva obra y a una nueva entrada, sino que te conducen a viejas iglesias religiosas; si así fuera, ¿no estarías retrocediendo en tu creencia en Dios?
La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Relativo a la Biblia (4)
La Biblia ha formado parte de la historia humana durante varios milenios. La gente, además, le da la misma consideración que a Dios, hasta el punto de desplazarlo en los últimos días, para Su disgusto. Entonces, cuando la ocasión lo permitió, Dios se sintió obligado a aclarar la verdadera historia y los orígenes de la Biblia; de no haberlo hecho, la Biblia aún ocuparía el lugar de Dios en el corazón de la gente y esta emplearía las palabras de la Biblia para calibrar y condenar los actos de Dios. Al explicar la esencia, la estructura y los defectos de la Biblia, de ningún modo estaba negando Dios su existencia ni la estaba condenando; por el contrario, estaba aportando una descripción adecuada y oportuna que restablecía la imagen original de la Biblia, abordaba los malentendidos respecto a ella y le daba a la gente la perspectiva correcta de la Biblia para que dejara de idolatrarla y de estar perdida; es decir, para que, temerosa hasta de enfrentarse al trasfondo y los fallos reales de la Biblia, no confundiera más su fe ciega en ella con la fe y adoración hacia Dios. Una vez que la gente tiene una comprensión pura de la Biblia, puede dejarla de lado sin reparos y aceptar valientemente las nuevas palabras de Dios. Este es el objetivo de Dios en estos capítulos. La verdad que Dios quiere contar en ellos es que ninguna teoría ni realidad puede reemplazar Su obra y Sus palabras de hoy en día y que nada puede sustituirlo a Él. Si la gente no puede escapar de la trampa de la Biblia, nunca podrá presentarse ante Dios. Si desea presentarse ante Dios, primero debe purificar su corazón de cualquier cosa que pueda reemplazar a Dios; entonces lo satisfará.
La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Las palabras de Cristo cuando Él entró en las iglesias, Introducción
Muchas personas creen que entender y ser capaz de interpretar la Biblia es lo mismo que encontrar el camino verdadero, pero, de hecho, ¿son las cosas realmente tan simples? Nadie conoce la realidad de la Biblia: que no es nada más que un registro histórico de la obra de Dios, y un testimonio de las dos etapas anteriores de la misma, y que no te ofrece un entendimiento de los objetivos de la obra de Dios. Todo aquel que ha leído la Biblia sabe que documenta las dos etapas de la obra de Dios durante la Era de la Ley y la Era de la Gracia. El Antiguo Testamento registra la historia de Israel y la obra de Jehová desde la época de la creación hasta el final de la Era de la Ley. El Nuevo Testamento registra la obra de Jesús en la tierra, que se encuentra en los Cuatro Evangelios, así como la obra de Pablo. ¿No son, estos, registros históricos? Mencionar hoy las cosas del pasado las convierte en historia, y no importa cuán verdaderas o reales puedan ser, siguen siendo historia, y la historia no puede ocuparse del presente, ¡porque Dios no mira atrás en la historia! Así pues, si sólo entiendes la Biblia y no entiendes nada de la obra que Dios pretende hacer hoy, y, si crees en Dios, pero no buscas la obra del Espíritu Santo, entonces no entiendes lo que significa buscar a Dios. Si lees la Biblia con el fin de estudiar la historia de Israel, de investigar la historia de la creación de todos los cielos y la tierra por parte de Dios, entonces no crees en Dios. Pero hoy, como crees en Él y buscas la vida, como persigues el conocimiento de Dios y no letras y doctrinas muertas ni un entendimiento de la historia, debes buscar la voluntad de Dios de hoy, así como la dirección de la obra del Espíritu Santo. Si fueras arqueólogo podrías leer la Biblia, pero no lo eres. Eres uno de esos que creen en Dios, y más te vale buscar Su voluntad de hoy.
La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Relativo a la Biblia (4)
Si deseas ver la obra de la Era de la Ley y cómo siguieron los israelitas el camino de Jehová, debes leer el Antiguo Testamento; si deseas entender la obra de la Era de la Gracia, debes leer el Nuevo Testamento. Sin embargo, ¿cómo ves la obra de los últimos días? Debes aceptar el liderazgo del Dios de hoy y entrar en la obra de hoy, porque esta es la nueva obra y nadie la ha registrado anteriormente en la Biblia. Hoy, Dios se ha hecho carne y ha seleccionado a otros escogidos en China. Él obra en estas personas, continúa Su obra en la tierra y continúa la obra de la Era de la Gracia. La obra de hoy es una senda por la que el hombre nunca ha caminado, y es un camino que nadie ha visto jamás. Es una obra que nunca se ha llevado a cabo antes; es la obra más reciente de Dios en la tierra. Así pues, la obra que nunca se ha realizado antes no es historia, porque el ahora es el ahora, y aún no se ha convertido en pasado. Las personas no saben que Dios ha llevado a cabo una obra mayor y más nueva en la tierra y fuera de Israel, que ya ha ido más allá del ámbito de Israel, así como de la predicción de los profetas; que es una obra nueva y maravillosa fuera de las profecías, y una obra más nueva más allá de Israel; una obra que las personas no pueden percibir ni imaginar. ¿Cómo podría contener la Biblia registros explícitos de tal obra? ¿Quién podría haber registrado cada fragmento de la obra de hoy, sin omisión y de antemano? ¿Quién podría haber registrado en aquel viejo libro enmohecido esta obra más poderosa y sabia que desafía las convenciones? La obra de hoy no es historia, y, por tanto, si deseas caminar por la nueva senda de hoy, debes apartarte de la Biblia, ir más allá de los libros de profecía o historia que están en ella. Solo entonces serás capaz de caminar por la nueva senda apropiadamente, y solo entonces serás capaz de entrar en el nuevo ámbito y en la nueva obra. Debes entender por qué hoy se te pide que no leas la Biblia, por qué hay otra obra independiente de ella, por qué Dios no busca una práctica más nueva y detallada en ella, y por qué hay, en su lugar, una obra más poderosa fuera de ella. Esto es todo lo que deberíais entender. Debes conocer la diferencia entre la obra antigua y la nueva, y, aunque no leas la Biblia, tienes que ser capaz de diseccionarla; si no, seguirás adorándola, y te será difícil entrar en la nueva obra y pasar por nuevos cambios. Ya que hay un camino más elevado, ¿por qué estudiar ese, que es más bajo y obsoleto? Ya que hay declaraciones más nuevas y una obra más nueva, ¿por qué vivir entre viejos registros históricos? Las nuevas declaraciones pueden proveer para ti, lo que demuestra que esta es la nueva obra; los viejos registros no pueden saciarte ni satisfacer tus necesidades actuales, y esto prueba que son historia, y no la obra de aquí y ahora. El camino más elevado es la obra más nueva, y con ella, por muy alto que fuera el camino del pasado, sigue siendo la historia de las reflexiones de las personas; independientemente de su valor como referencia, sigue siendo el camino antiguo. Aunque se registra en el “libro sagrado”, el camino antiguo es historia; aunque no hay constancia del mismo en el “libro sagrado”, el nuevo camino es del aquí y el ahora. Este camino puede salvarte y cambiarte, porque es la obra del Espíritu Santo.
La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Relativo a la Biblia (1)