Pregunta 8: Entonces, ¿cómo creeremos en el Señor y recibiremos la vida si dejamos la Biblia?
Respuesta: Tu pregunta es crucial. Esto es lo que todos los creyentes queremos saber. El Señor Jesús una vez dijo esto: “Examináis las Escrituras porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida” (Juan 5:39-40). Antes, nosotros también estudiábamos la Biblia una y otra vez, pensando que podríamos recibir la vida eterna con ella. En realidad, la Biblia solo da testimonio de Dios. Si queremos recibir la verdad y la vida creyendo en Dios, el testimonio de la Biblia no es suficiente. Dios Todopoderoso dice: “El Cristo de los últimos días trae la vida y el camino de la verdad, duradero y eterno. Esta verdad es el camino por el que el hombre obtendrá la vida, y el único camino por el cual el hombre conocerá a Dios y por el que Dios lo aprobará. Si no buscas el camino de la vida que el Cristo de los últimos días provee, entonces nunca obtendrás la aprobación de Jesús y nunca estarás cualificado para entrar por la puerta del reino de los cielos, porque tú eres tanto un títere como un prisionero de la historia. […] Los pasos de la obra de Dios son vastos y poderosos, como olas agitadas y fuertes truenos, pero te sientas y pasivamente esperas la destrucción, apegándote a tu locura y sin hacer nada. De esta manera, ¿cómo puedes ser considerado alguien que sigue los pasos del Cordero? ¿Cómo puedes justificar al Dios al que te aferras como un Dios que siempre es nuevo y nunca viejo? ¿Y cómo pueden las palabras de tus libros amarillentos llevarte a una nueva era? ¿Cómo pueden llevarte a buscar los pasos de la obra de Dios? ¿Y cómo pueden llevarte al cielo? Lo que sostienes en tus manos es la letra que solo puede darte consuelo temporal, no las verdades que pueden darte la vida. Las escrituras que lees solo pueden enriquecer tu lengua y no son palabras de filosofía que te ayudan a conocer la vida humana, y menos aún los senderos que te pueden llevar a la perfección. Esta discrepancia, ¿no te lleva a reflexionar? ¿No te hace entender los misterios que contiene? ¿Eres capaz de entregarte tú mismo al cielo para encontrarte con Dios? Sin la venida de Dios, ¿te puedes llevar tú mismo al cielo para gozar de la felicidad familiar con Dios? ¿Todavía sigues soñando? Sugiero entonces que dejes de soñar y observes quién está obrando ahora, quién está llevando a cabo ahora la obra de salvar al hombre durante los últimos días. Si no lo haces, nunca obtendrás la verdad y nunca obtendrás la vida” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Solo el Cristo de los últimos días le puede dar al hombre el camino de la vida eterna). Por las palabras de Dios Todopoderoso, comprendemos que solo Cristo puede expresar la verdad, redimir a la humanidad y salvar a la humanidad. Solo si el hombre viene a Cristo puede recibir la verdad y la vida. La Biblia no puede reemplazar la autoridad y el poder de Dios y no puede dar al hombre vida en nombre de Dios, ni mucho menos reemplazar la obra del Espíritu Santo. Solo si aceptamos y obedecemos a Cristo de los últimos días podemos recibir la obra del Espíritu Santo y recibir la verdad y la vida. Si el hombre no acepta las palabras expresadas por Cristo de los últimos días, no puede recibir la vida, porque la Biblia no es Dios, sino solo el testimonio de la obra de Dios. Aquí vemos que la vida no proviene de la Biblia, sino de Cristo. Solo Cristo es el Señor de la Biblia y el manantial de la vida.
Antes creíamos en Dios solo de acuerdo con la Biblia. A nuestros ojos, la Biblia representaba al Señor y a Dios. La Biblia reemplazaba a Dios en nuestros corazones. Más que creer en Dios, creíamos en la Biblia. Por eso, cuando Dios Todopoderoso, el Cristo de los últimos días, obra, pensamos que lo que él dice y hace no está de acuerdo con la Biblia y entonces le negamos y rechazamos, e incluso le condenamos y nos oponemos a él. Hermanos y hermanas, sabemos que el carácter de Dios es recto y no tolera ofensas del hombre. En el pasado, los sumos sacerdotes, maestros de la ley, y los fariseos, aunque habían creído en Dios durante generaciones, se aferraron al Antiguo Testamento, condenaron por la ley al Señor Jesús, ¡y lo crucificaron! Hoy, cuando Dios Todopoderoso ha venido, de nuevo nos oponemos a su obra por la Biblia. ¿No es lo mismo que los fariseos que se oponían al Señor Jesús en la Era de la Gracia? Deberíamos extraer una lección del fracaso de los fariseos. “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6). Antes de aceptar la obra de Dios de los últimos días, no comprendía el significado de esta palabra. ¡Hoy comprendo que solo el Cristo de los últimos días es la puerta para entar en el reino de los cielos! ¡Solo si aceptamos y obedecemos a Cristo de los últimos días podemos ser guiados por el camino de la salvación!
Vamos a leer un pasaje de la palabra de Dios Todopoderoso. “Los que quieren obtener la vida sin confiar en la verdad de la que Cristo habló son las personas más absurdas de la tierra, y los que no aceptan el camino de la vida que Cristo trajo están perdidos en la fantasía. Y así digo que aquellos que no aceptan al Cristo de los últimos días Dios los detestará para siempre. Cristo es la puerta para que el hombre entre al reino durante los últimos días, y no hay nadie que pueda evitarle. Nadie puede ser perfeccionado por Dios excepto por medio de Cristo. Tú crees en Dios y por tanto debes aceptar Sus palabras y obedecer Su camino. No puedes simplemente pensar en obtener bendiciones sin ser capaz de recibir la verdad o de aceptar la provisión de la vida. Cristo viene en los últimos días para que a todos los que verdaderamente creen en Él les pueda proveer la vida. Su obra es en aras de concluir la era antigua y entrar en la nueva, y Su obra es el camino que deben tomar todos los que entrarán en la nueva era. Si no eres capaz de reconocerlo y en cambio lo condenas, blasfemas y hasta lo persigues, entonces estás destinado a arder por toda la eternidad y nunca entrarás en el reino de Dios. Porque este Cristo es Él mismo la expresión del Espíritu Santo, la expresión de Dios, Aquel a quien Dios le ha confiado hacer Su obra en la tierra. Y por eso digo que si no puedes aceptar todo lo que el Cristo de los últimos días hace, entonces blasfemas contra el Espíritu Santo. La retribución que deben sufrir los que blasfeman contra el Espíritu Santo es obvia para todos. También te digo que si te resistes al Cristo de los últimos días y si reniegas de Él, entonces no habrá nadie que pueda soportar las consecuencias en tu lugar. Además, a partir de este día no tendrás otra oportunidad para obtener la aprobación de Dios; incluso si tratas de redimirte tú mismo, nunca más volverás a contemplar el rostro de Dios. Porque al que tú te resistes no es un hombre, lo que niegas no es algún ser diminuto, sino a Cristo. ¿Sabes cuáles serán las consecuencias de esto? No habrás cometido un pequeño error, sino que habrás cometido un crimen atroz. Y así les aconsejo a todos que no tengan una reacción violenta contra la verdad, o hagan críticas descuidadas, porque solo la verdad te puede dar la vida y nada excepto la verdad te puede permitir volver a nacer y contemplar el rostro de Dios” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Solo el Cristo de los últimos días le puede dar al hombre el camino de la vida eterna). Por las palabras de Dios vemos que nadie puede entrar en el reino de los cielos si no es a través de Cristo de los últimos días. Cuando la nueva obra de Dios llega al hombre, este, al aceptarla o rechazarla, decide su destino. ¡Podemos decir que la actitud del hombre hacia Cristo de los últimos días es su actitud hacia Dios! Si el hombre siempre se opone al Cristo de los últimos días y lo rechaza, perderá la oportunidad de salvarse y la salvación eterna. Aquí vemos el carácter justo de Dios. Hermanos y hermanas, desde 1991, el Cristo de los últimos días, Dios Todopoderoso, ha expresado millones de palabras, este libro, “La Palabra Aparece en Carne”. Revela el mayor misterio, el plan de gestión de seis mil años de Dios, y señala el único modo de que podamos ser salvados y recibir la verdad.
Extracto del guion de la película de “Revelar el misterio de la Biblia”