Pregunta 8: Aunque los pastores y ancianos gobiernen el mundo religioso y sean unos hipócritas que van por el camino de los fariseos, ¿qué tienen que ver sus pecados con nosotros? Aunque los obedezcamos y escuchemos, nosotros creemos en el Señor Jesús, no en ellos. A mí no me parece que hayamos tomado el camino de los fariseos. ¿Cómo nos hemos podido convertir en fariseos?
Respuesta: Muchas personas religiosas creen en los fariseos, los idolatran y obedecen ciegamente. Por tanto, si lo pensáis, es obvio que el camino que siguen es el de los fariseos. ¿Os atrevéis a decir que idolatráis y protegéis a los fariseos dentro de vuestro corazón, pero que no tenéis nada que ver con sus pecados? ¿Os atrevéis a decir que seguís a los fariseos hipócritas, pero que, a diferencia de ellos, no sois opositores a Dios? ¿Es que todavía no entendemos una cuestión tan sencilla? El tipo de persona a la que seguís es el tipo de camino por el que vais. Si seguís a los fariseos, vais por el camino de los fariseos. Si vais por el camino de los fariseos, es natural que seáis de su mismo tipo. La persona a la que se seguimos y el camino que elegimos guardan relación directa con nuestra naturaleza. Quien sigue a los fariseos tiene la misma naturaleza y esencia que ellos. ¡Esta es una verdad innegable! La esencia de los fariseos es la hipocresía. Creen en Dios, pero no aman la verdad ni buscan la vida. Simplemente creen en un Dios difuso del cielo y tienen sus propias nociones y fantasías, pero no creen en Cristo encarnado ni lo aceptan. Todos ellos son unos incrédulos en el sentido estricto de la palabra. Su creencia en Dios consiste en hacer investigaciones teológicas y en considerar la fe en Dios una rama del conocimiento que investigar. Su sustento depende de la investigación bíblica y teológica. En su corazón sienten que la Biblia es su sustento. Piensan que, cuanto mejor expliquen los conocimientos bíblicos y las teorías teológicas, más gente los idolatrará, más en lo alto y más firmemente podrán mantenerse en el atril y mayor estabilidad tendrá su estatus. Precisamente porque los fariseos son personas que viven nada más que por el estatus y el sustento, que están hartas de la verdad y la desprecian, cuando el Señor Jesús se encarnó y vino a obrar, se aferraron obstinadamente a sus nociones, fantasías y conocimientos bíblicos para proteger su estatus y sustento, sin reparar en nada a la hora de resistirse y condenar al Señor Jesús y oponerse a Dios. Con las palabras de Dios Todopoderoso vemos completamente la esencia de odio a la verdad de los fariseos, así como las causas de su oposición a Dios. Dios Todopoderoso dice: “¿Deseáis conocer la raíz de la oposición de los fariseos a Jesús? ¿Deseáis conocer la esencia de los fariseos? Estaban llenos de fantasías sobre el Mesías. Aún más, sólo creían que Él vendría, pero no buscaban la verdad-vida. […] cometieron el error de aferrarse al mero nombre del Mesías mientras se oponían a Su esencia por todos los medios posibles. Estos fariseos eran tozudos y arrogantes en esencia, y no obedecían la verdad. El principio de su creencia en Dios era: por muy profunda que sea Tu predicación, por muy alta que sea Tu autoridad, no eres Cristo a no ser que te llames el Mesías. ¿No es esta creencia absurda y ridícula?” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. En el momento que contemples el cuerpo espiritual de Jesús, Dios ya habrá vuelto a crear el cielo y la tierra). “Muchos de los que no buscan la actualidad se vuelven enemigos de Dios encarnado, se convierten en anticristos. ¿No es esto un hecho evidente? En el pasado, cuando Dios aún no se había hecho carne, quizá tú eras una figura religiosa, o un creyente devoto. Después que Dios se hizo carne, muchos de estos devotos creyentes, sin saberlo, se convirtieron en anticristos. ¿Sabes tú lo que está pasando aquí? En tu creencia en Dios, no te concentras en la realidad o en la búsqueda de la verdad, sino que en cambio te obsesionas con falsedades. ¿No es esto la fuente más clara de tu enemistad con Dios encarnado? Dios encarnado es llamado Cristo, así que ¿no son todos los que no creen en Dios encarnado, anticristos?” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Sólo los que conocen a Dios y Su obra pueden satisfacer a Dios). Esto demuestra que, por su naturaleza, los fariseos religiosos están hartos de la verdad y la odian. No creen más que en sus nociones y fantasías. No creen más que en las teorías teológicas que investigan y desarrollan, pero no en Cristo encarnado ni en las verdades expresadas por Él. Todos ellos son enemigos de Dios encarnado, ¡unos anticristos a los que deja al descubierto la obra de la encarnación de Dios en los últimos días! Quienes los obedecen son como ellos y también se aferran obstinadamente a sus nociones, fantasias, conocimientos bíblicos y teorías teológicas. Los obedecen renegando de Cristo, oponiéndose a Él, condenándolo, negándose a aceptar la verdad ¡y considerando a Cristo su enemigo! Los hechos demuestran suficientemente que, en naturaleza y esencia, quien obedece a los fariseos también está harto de la verdad y la odia; que va precisamente por el camino de los fariseos; que se encuentra en la misma categoría que ellos ¡y que es una persona que se opone a Cristo! Todo el mundo puede comprender este hecho. ¡La obra de Dios de los últimos días ya lo ha revelado plenamente!
En el marco de la religión, todo el mundo cree en Dios bajo el control de los fariseos, a quienes obedecen y hacen caso en todo. Al igual que ellos, únicamente estudian la Biblia y teología, pues sólo les importa comprender conocimientos bíblicos y teorías teológicas, y nunca se interesan por buscar la verdad ni por practicar las palabras del Señor. Al igual que los fariseos, creen exclusivamente en un Dios difuso del cielo, pero no en Cristo encarnado de los últimos días, Dios Todopoderoso. Por más autoridad y poder que tengan las verdades expresadas por Dios Todopoderoso, se siguen aferrando de manera obstinada a sus nociones y fantasias, a la vez que obedecen a los pastores y ancianos en su oposición y condena a Dios Todopoderoso. Ni que decir tiene que estas personas son del mismo tipo que los fariseos ¡y que van por el camino de oposición a Dios de los fariseos! Aunque dichas personas no obedezcan a los fariseos, son de su mismo tipo y, además, hijos de los fariseos, ya que su naturaleza y esencia son las mismas. ¡Son todos unos incrédulos que solamente creen en sí mismos sin amar la verdad, unos anticristos que desprecian la verdad y se oponen a Cristo! Tal como ha revelado Dios Todopoderoso: “Muchos en la iglesia no tienen discernimiento. Cuando sucede algo engañoso, inesperadamente se ponen del lado de Satanás; incluso se ofenden cuando se les llama lacayos de Satanás. Aunque las personas podrían decir que no tienen discernimiento, siempre se ponen del lado donde no está la verdad, nunca se ponen de pie y defienden la verdad. ¿Acaso carecen verdaderamente de discernimiento? ¿Por qué se ponen inesperadamente del lado de Satanás? ¿Por qué nunca dicen una palabra que sea justa y razonable a favor de la verdad? ¿Ha surgido esta situación auténticamente como resultado de su confusión momentánea? Cuanto menos discernimiento tienen las personas, menos capaces son de ponerse del lado de la verdad. ¿Qué muestra esto? ¿Acaso no muestra que los que no tienen discernimiento aman el mal? ¿Acaso no muestra que son la simiente leal de Satanás? ¿Por qué siempre pueden ponerse del lado de Satanás y hablan su idioma? Todas sus palabras y acciones, la expresión en su rostro, todo ello es suficiente para probar que no son amantes de la verdad; más bien, son personas que detestan la verdad” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Una advertencia a los que no practican la verdad). ¿No es verdad esto? Cuando las personas religiosas siguen a los pastores y ancianos, no sólo los obedecen, sino que hacen todo lo posible por protegerlos; en cuanto oyen que alguien deja en evidencia a los pastores y ancianos, estas personas se molestan y salen en su defensa. ¿Qué problema hay aquí? ¿Acaso no es esto suficiente para demostrar que estas personas únicamente tienen sitio en su corazón para los pastores y ancianos, pero no para Dios? En el corazón de estas personas, todos los pastores y ancianos son superiores a Dios. ¿Qué problema nos indica esto? Cuando el hombre se opone a Dios, no hay muchos que salgan en defensa de Dios. ¡No hay muchos capaces de alzarse para dar testimonio de Dios! Sin embargo, en cuanto queda al descubierto la esencia farisaica de los pastores y ancianos religiosos, ¿por qué tanta gente clama justicia en su nombre y sale en su defensa? Esto basta para demostrar que estas personas son hijos obedientes de los fariseos, ¡cómplices y lacayos de los anticristos! ¡Nadie lo puede negar!
Extracto del guion de la película de “Libres de la trampa”