293 Dios espera que la humanidad pueda continuar viviendo
I
Dios había odiado al hombre porque el hombre era hostil con Él; pero en Su corazón, Su cuidado, preocupación y misericordia por la humanidad permanecían inmutables. Incluso cuando destruyó a la humanidad, Su corazón permaneció inmutable. Cuando la humanidad estaba llena de corrupción y rebeldía hacia Dios hasta un punto muy grave. Él tuvo que destruirla por Su carácter y Su esencia, y de acuerdo con Sus principios. Pero por Su esencia, Dios siguió compadeciéndose de ella, y hasta quiso usar diversas formas para redimirla, a fin de que continuase viviendo.
II
El hombre, sin embargo, se opuso a Dios, siguió rebelándose y se negó a aceptar Su salvación, es decir, se negó a aceptar Sus buenas intenciones. Por mucho que Dios lo llamara, se lo recordara, le proveyera, lo ayudara o tolerara, el hombre no lo entendía ni lo apreciaba, ni le prestaba atención. En Su dolor, Dios no olvidó concederle al hombre Su máxima tolerancia, esperando que el hombre se dé la vuelta. Después de alcanzar Su límite, hizo lo que tuvo que hacer sin dudarlo. En otras palabras, hubo un período y un proceso específicos desde el momento en que Dios planeó destruir la humanidad hasta el comienzo de Su obra de destrucción de la misma. Este proceso existió para que el hombre se diera la vuelta, y esta fue la última oportunidad que Dios le dio al hombre.
de La Palabra, Vol. II. Sobre conocer a Dios. La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo I