357 Nadie entiende las intenciones de Dios
I
Yo os lo he concedido todo con abnegación, de forma que, aunque sufrís, habéis obtenido de Mí todo lo que he traído del cielo. Pero no tenéis en absoluto dedicación, y aunque hagáis una pequeña contribución, después tratáis de “ajustar cuentas” conmigo. ¿No equivaldrá a nada tu contribución? Lo que tú me has dado no es sino un único grano de arena, pero me has pedido una tonelada de oro. ¿No estás siendo simplemente poco razonable? Yo obro entre vosotros. No hay absolutamente ningún rastro del diez por ciento que Yo debería recibir, y menos aún algún sacrificio adicional. Aún más, los malvados se apoderan del diez por ciento contribuido por los piadosos.
II
¿No estáis todos dispersos lejos de Mí? ¿No sois todos adversarios Míos? ¿No estáis todos destruyendo Mi altar? ¿Cómo podrían Mis ojos ver como un tesoro a este tipo de persona? ¿No son cerdos, perros que aborrezco? ¿Cómo podría hacer Yo referencia a vuestras maldades como un tesoro? ¿Para quién es realmente Mi obra? ¿Será que se trata simplemente de derribaros a todos para revelar Mi autoridad? ¿No penden todas vuestras vidas de una sola palabra Mía? ¿Por qué razón estoy usando únicamente palabras para instruiros, y no he convertido las palabras en hechos para derribaros tan pronto como sea posible? ¿Son Mis palabras y Mi obra simplemente para derribar a los hombres? ¿Soy un Dios que mata indiscriminadamente al inocente?
III
Justo ahora, ¿cuántos de vosotros estáis aquí ante Mí con todo vuestro ser para buscar la senda correcta de la vida humana? Solo vuestro cuerpo está ante Mí, pero vuestro corazón está suelto y está muy lejos de Mí. Como no sabéis cuál es realmente Mi obra, hay muchos de vosotros que queréis apartaros de Mí y distanciaros de Mí, y queréis vivir en ese paraíso en el que no hay castigo, no hay juicio. ¿No es esto lo que las personas desean en su corazón? Yo no te estoy obligando. La senda que tomes es tu propia elección, y la senda de hoy va junto al juicio y la maldición, pero deberíais saber todos que todo lo que os he concedido, sea juicio o castigo, son los mejores regalos que os puedo dar, y cosas que necesitáis con urgencia.
de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. ¡Sois todos muy básicos en vuestro carácter!