103 Alabamos la nueva vida
Ⅰ
Cristo de los últimos días ha aparecido
y expresa la verdad para salvar al hombre.
Sus palabras nos juzgan, castigan y purifican,
y nos guían hacia la senda de vida correcta.
Las palabras de Dios me han transformado,
disfruto de una vida nueva de amor a Dios.
Ya no estoy perdido ni sufro;
mi espíritu se ha liberado y yo entono canciones.
¡Qué maravilloso es entender la verdad!
Desecho mi corrupción y soy libre de veras.
Todas mis nociones y malentendidos desaparecen
y cambia mi carácter rebelde.
Las palabras de Dios son la valiosa verdad
que purifica nuestro carácter corrupto.
Asistimos al banquete de Cristo y probamos el amor de Dios.
Lo amaré por siempre.
Ⅱ
Los hermanos y hermanas se unen, sin barreras ni distancia entre sí.
Colaboramos juntos en la iglesia en unión de corazón y mente,
entonando cantos de alabanza con alegría.
Nuestra voz se llena del amor de Dios
y cantamos lo que realmente sentimos.
Dios Todopoderoso nos renueva y transforma en personas nuevas.
¿Quién no le da voz a su corazón? ¿Quién no le da voz a su amor?
Tú alabas a Dios y bailas y yo aplaudo.
Hemos roto las ataduras del mundo, de la familia y la carne;
es muy dulce amarse unos a otros.
La vida depravada se acabó. Qué alegría es vivir ante Dios.
Desempeñamos bien nuestro deber y glorificamos a Dios.
Practicamos la verdad y nos sentimos libres y liberados.
El pueblo de Dios goza de una vida nueva; amamos a Dios y vivimos en la luz.
Adoraremos por siempre a Dios Todopoderoso.