664 Cuando Dios pone a prueba la fe de la humanidad
Ⅰ
Cuando Dios pone a prueba la fe de la humanidad,
ningún ser humano da testimonio verdadero
y nadie es capaz de ofrecer la totalidad de sí mismo;
en cambio, el hombre sigue escondiéndose y se niega a abrirse,
como si Él fuera a robarle su corazón.
Ni siquiera Job se mantuvo verdaderamente firme durante sus pruebas
ni emanó dulzura en medio del sufrimiento.
Todas las personas producen algo de verdor en el calor de la primavera;
nunca permanecen verdes bajo los fríos vientos de invierno.
Con su estatura escuálida y demacrada, el hombre no puede cumplir las intenciones de Dios.
Ⅱ
En toda la humanidad no hay uno solo que pueda servir de modelo a los demás,
porque todos los hombres son, en esencia, iguales;
no difieren entre sí y hay pocas distinciones entre ellos.
Por esta razón, incluso hoy los hombres
siguen siendo incapaces de conocer los hechos de Dios plenamente.
Solo cuando Su castigo descienda sobre toda la humanidad,
sin saberlo, serán conscientes de Sus hechos,
y sin que Él haga nada ni obligue a nadie,
el hombre llegará a conocerlo, y, así, contemplará Sus hechos.
Este es el plan de Dios;
es el aspecto de Sus hechos que se pone de manifiesto
y lo que el hombre debería saber.
de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Las palabras de Dios al universo entero, Capítulo 26