Ⅰ

La Biblia ha formado parte de la historia humana durante varios milenios.

La gente, además, le da la misma consideración que a Dios,

hasta el punto de desplazarlo en los últimos días.

Esto es algo que a Dios le repugna.

Entonces, cuando la ocasión lo permitió,

Dios se sintió obligado a aclarar

la historia interna y los orígenes de la Biblia;

de no haberlo hecho,

la Biblia aún ocuparía el lugar de Dios en el corazón de la gente

y esta emplearía las palabras de la Biblia

para calibrar y condenar los actos de Dios.

La verdad que Dios quiere contarles

es que ninguna teoría ni realidad

puede reemplazar Su obra y Sus palabras de hoy en día

y que nada puede sustituirlo a Él.

Ⅱ

Si la gente no puede escapar de la trampa de la Biblia,

nunca podrá presentarse ante Dios.

Si la gente no puede escapar de la trampa de la Biblia,

nunca podrá presentarse ante Dios.

Si desea presentarse ante Dios,

primero debe purificar su corazón de cualquier cosa que pueda reemplazar a Dios;

entonces lo satisfará.

Aunque aquí Dios solamente explica la Biblia,

no olvides que hay muchas otras cosas falaces

que la gente adora sinceramente aparte de la Biblia;

las únicas cosas que no adora son las que realmente vienen de Dios.

Dios emplea la Biblia como mero ejemplo para recordarle a la gente que,

no tome la senda equivocada,

mientras crea en Dios y acepte Sus palabras,

no vuelva a excederse y caer en la confusión.

de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Declaraciones de Cristo en el principio, Introducción