747 ¿Cómo pudo Job temer a Dios?
I
Job nunca le había visto ni oído pronunciar personalmente ninguna enseñanza para él, pero para Dios su corazón y él mismo eran mucho más preciados que esas personas que, delante de Él, solo podían hablar de profundas teorías, jactarse, y departir sobre ofrecer sacrificios, pero nunca habían tenido un conocimiento verdadero de Dios ni le habían temido en realidad. Y es que el corazón de Job era puro, no estaba escondido de Dios, su humanidad era honesta y bondadosa, y amaba la justicia y lo que era positivo. Solo un hombre así, con un corazón y una humanidad semejante era capaz de seguir el camino de Dios, de temerle y apartarse del mal. Este tipo de hombre podía ver la soberanía, la autoridad y el poder de Dios, y tenía la capacidad de lograr la sumisión a Su soberanía y a Sus disposiciones. Solo un hombre así podía alabar realmente el nombre de Dios.
II
Porque Job no consideraba si Dios lo bendecía o traía el desastre sobre él, porque sabía que Su mano lo controla todo, y la preocupación del hombre es señal de necedad, ignorancia y una falta de razón, así como una señal de dudar del hecho de la soberanía de Dios sobre todas las cosas, y una señal de no temerle. El conocimiento de Job era precisamente lo que Dios quería. Él no había experimentado la obra de Dios ni le había oído hablar, ni había visto Su rostro. Que fuera capaz de tener esa actitud hacia Dios era por completo la consecuencia de su humanidad y su búsqueda personal, que las personas no poseen hoy. De ahí que, en aquel tiempo, Dios declaró: “No hay ningún otro como él en la tierra, un hombre perfecto y recto”.
de La Palabra, Vol. II. Sobre conocer a Dios. La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo II