799 El resultado final que la obra de Dios pretende lograr
I
En mucha de la obra de Dios, cualquiera que tenga una experiencia verdadera desarrolla un corazón temeroso de Él, que es más que admiración. Las personas han visto Su carácter por Su obra de castigo y juicio y, por lo tanto, tienen corazones temerosos de Él. A Dios se le ha de temer y se ha de someterse a Él, porque Su ser y Su carácter no son los mismos que los de un ser creado, y están por encima de los de un ser creado. Dios existe por sí mismo, Él es eterno, no es un ser creado, y solo Dios es digno de temor y sumisión; el hombre no está calificado para esto.
II
Todos los que han experimentado la obra de Dios y verdaderamente lo conocen desarrollan corazones temerosos de Él. Sin embargo, los que no abandonan sus nociones acerca de Él, es decir, los que sencillamente no lo ven como Dios, no tienen un corazón temeroso de Él, y aunque lo siguen no son conquistados; este tipo de persona es rebelde por naturaleza. Lo que Dios pretende lograr obrando así es que todos los seres creados tengan corazones temerosos del Creador, que lo adoren y se rindan incondicionalmente ante Su dominio. Este es el resultado final que toda Su obra pretende lograr.
de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La obra de Dios y la obra del hombre