I

Solo el Creador siente ternura hacia esta humanidad. Solo el Creador muestra compasión y afecto a esta humanidad. Solo el Creador tiene un afecto verdadero y difícil de quebrar por esta humanidad. De igual forma, solo el Creador puede conceder misericordia a esta humanidad y apreciar a todos Sus seres creados.

II

Su corazón se ve arrastrado con cada una de las acciones del hombre: Está enojado, angustiado y apenado por la perversidad y la corrupción del hombre. Se siente complacido y alegre y experimenta un cambio en Su corazón y se regocija ante el arrepentimiento, la creencia y la sumisión del hombre; cada uno de Sus pensamientos e ideas existe por la humanidad y gira alrededor de esta; lo que Él es y tiene se expresa totalmente por el bien de la humanidad; la totalidad de Sus emociones están entretejidas con la existencia de la humanidad.

III

Por el bien de la humanidad, Él va sin parar y a toda prisa de un lado a otro; da en silencio cada pedazo de Su vida; dedica cada minuto y segundo de Su vida… Nunca ha sabido cómo atesorar Su propia vida, pero siempre ha apreciado a la humanidad que Él Mismo creó… Él da todo lo que tiene a esta humanidad… Otorga Su misericordia y tolerancia incondicionalmente y sin esperar recompensa. Lo hace solo para que la humanidad pueda seguir sobreviviendo delante de Sus ojos y bajo Su provisión de vida. Lo hace solo para que la humanidad pueda rendirse a Él un día y reconocer que Él es Aquel que nutre la existencia del hombre y provee la vida de toda la creación.

de La Palabra, Vol. II. Sobre conocer a Dios. Dios mismo, el único II