I

El carácter corrupto está hondamente arraigado en todas las personas. Los puntos de vista de las personas sobre las cosas, las nociones y las figuraciones, así como su grado de rebeldía, no difieren mucho. Toda persona vive bajo el poder de Satanás y de acuerdo con su carácter satánico. Lo que es igual es que Dios da a cada persona la misma oportunidad, que Dios tiene la misma actitud hacia todo el mundo y que la provisión de verdad y vida por parte de Dios es la misma para todos, con lo que los criterios y exigencias de Dios para cada persona también son los mismos. Si piensas que eres irredimible y que vivir no tiene sentido porque has revelado actitudes corruptas que otros han notado y por las que sienten aversión, eso no es lo que Dios desea ver.

II

Durante su búsqueda de la verdad, la gente ha de revertir estados incorrectos, corregir constantemente sus puntos de vista sobre su búsqueda y presentarse constantemente ante Dios a pedirle que la escrute y le dé esclarecimiento y guía. Dios le dará ayuda y gracia y guiará a toda persona con paciencia, bondad, misericordia y perdón inmensos. Por eso no debes dudar de las actitudes y el deseo de la gente de perseguir la verdad y de anhelar la justicia y la luz, y tampoco debes dudar de que la esencia de Dios es la de salvar a la humanidad y de misericordia y perdón hacia ella. No abandones la búsqueda de la verdad en ningún momento y no te des por perdido ni seas negativo.

III

Cuando caigas en la negatividad, tienes que pensar para tus adentros: Dios ha expresado muchas verdades para proveer a más personas para que comprendan la verdad y resuelvan sus problemas reales. Entonces, ¿por qué quieres rendirte? ¿Por qué surgen quejas en tu interior? ¿Por qué dudas de la sinceridad de Dios al salvarte? La gente puede ser necia, de poca estatura y débil, pero no puede perder la fe cuando se trata de la salvación. Siempre y cuando persigáis sinceramente la verdad y aspiréis a amar a Dios y a transformar vuestro carácter como lo hizo Pedro, os ganaréis la aprobación de Dios; eso es seguro.

de La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. El conocimiento del propio carácter es la base de su transformación