Lo que se esconde detrás de la incapacidad de dar una opinión

19 Ene 2023

Por Song Yu, Países Bajos

En 2021, Katie fue nombrada líder, y supervisábamos juntas el trabajo de la iglesia. Tiempo después, descubrí que a Katie le gustaba hacer las cosas por su cuenta. Aparte del tiempo que dedicaba al trabajo con los textos, su principal responsabilidad, rara vez conversaba o hablaba con los demás sobre trabajo, así que apenas había cooperación entre nosotros. Ella no participaba en los proyectos que los líderes superiores nos asignaban para que hiciéramos juntos. Simplemente nos enviaba un mensaje pidiendo que los hiciéramos. Más tarde, descubrí que había problemas en su trabajo con los textos, al que no estaba dando seguimiento a tiempo. Mi compañera Joyce y yo hablamos con Katie, y le dijimos que ser líder significa hacer un seguimiento y participar en todos los proyectos de la iglesia. Ella respondió que no estaba familiarizada con los proyectos de la iglesia, y que no comprendía los principios del trabajo ni cómo hacer un seguimiento. Dijo que nosotras podíamos ocuparnos de esas cosas, puesto que ella ya estaba muy ocupada con el trabajo con los textos y no le quedaba tiempo ni energía para ello.

Un día, Katie recibió una carta que denunciaba a un líder de la iglesia y un diácono del evangelio por no cumplir los principios en sus deberes. Katie simplemente remitió la carta a los líderes superiores, quienes nos pidieron que trabajáramos juntas para resolver el problema. Pero más tarde, Katie me añadió a un grupo de chat, y le dijo al hermano y la hermana que escribieron la carta que me informasen a mí directamente sobre cualquier cuestión. Después, me mensajeó diciendo que ella no tenía tiempo para estas cosas, que por eso no había leído el contenido de la carta, sino que se la había remitido a los líderes superiores. Quería que yo lo investigase y me ocupara de ello. Cuando leí el mensaje de Katie, sentí que algo iba mal. Los líderes superiores nos habían pedido que nos ocupásemos del problema juntas. ¿Cómo podía darse la vuelta, cargarme con estos problemas y después olvidarse de ello? Esa no es la actitud que deben tener los líderes y los obreros hacia su trabajo. Al poco tiempo de que Joyce y yo habláramos con ella para resolver los problemas con el trabajo de la iglesia, nos dijo que ella estaba ocupada, que no lo entendía y no podía hacerlo. Ahora, los líderes superiores nos pedían específicamente que las dos nos ocupásemos juntas de este informe, y ella me había puesto la misma excusa. Solo había sido líder unos meses, pero ella no participaba en el seguimiento del trabajo ni en la resolución de problemas. Estaba actuando como una falsa líder que no hacía trabajo práctico. Dios ha transmitido con detalle las responsabilidades de los líderes y ha sido muy específico en Sus enseñanzas sobre cómo deberían realizar su labor. Aunque ella acabara de empezar a ser líder, según la palabra de Dios, todavía había cosas que podría estar haciendo. Incluso si ella no comprendía el trabajo o los principios, al menos podría haber hecho un seguimiento del progreso del trabajo. Pero Katie siempre ponía excusas como estar ocupada, ser incapaz o ignorar cosas. Ella no actuaba conforme a la palabra de Dios, y ni siquiera escuchaba cuando le daban indicaciones. No tenía una actitud de aceptación de la verdad. Yo me preguntaba si debía informar sobre su comportamiento a los líderes superiores. Durante un tiempo no paraba de dar vueltas a este problema, y algunas veces quise contárselo a los líderes superiores. Pero entonces pensaba en la vez en que Katie informó de un problema con un líder. Sin entender bien el fondo del asunto, supuse que ella estaba juzgando a ese líder a la ligera, así que la analicé y la expuse con dureza. Más tarde, cuando los líderes superiores lo supieron, trataron conmigo por ser injusta, sentenciosa y por oprimir a las personas, e incluso expusieron y analizaron mi comportamiento en una reunión. Si yo informaba sobre ella a los líderes superiores, ¿pensarían que estaba oprimiéndola, excluyéndola, y que intentaba encontrar algo en su contra? No podía dar esa impresión a los líderes superiores. Si me despedían por esta carta, ¿no sería mayor el riesgo que la recompensa? Por tanto, decidí no mencionar sus problemas de momento.

En junio de este año, dado que la obra evangélica de la iglesia de Katie no iba bien, los líderes superiores pidieron al hermano Jerry que se encargase de la obra evangélica. Hubo algunas reasignaciones de personal, y Jerry y algunos supervisores de la obra evangélica hablaron y llegaron a acuerdos con base en los principios, sin obtener la aprobación de Katie. Cuando Katie se enteró, sintió que Jerry no la tomaba en serio y lo juzgó a sus espaldas. Ella dijo que Jerry era como un anticristo que quería su propio pequeño reino, y que, aunque no fuera un anticristo, era un falso líder que no hacía trabajo práctico. Katie estaba socavando las relaciones entre los supervisores y los hermanos y hermanas. Incitaba a algunos colaboradores y supervisores a participar en luchas internas por celos, y así dificultó la realización de la obra evangélica. Ella también hizo que una hermana participase en la obra evangélica solo para poder averiguar cómo iba el trabajo de Jerry, tener ventaja sobre él y esperar una oportunidad de venganza. Más tarde, ella atacó con algunos problemas menores en los deberes de Jerry, exageró las cosas y convenció a una hermana para que informase sobre Jerry a los líderes superiores. Ella estaba intentando usar a los líderes superiores para acabar con Jerry. Me impactó mucho cuando me enteré. Katie no se paraba ante nada al atacar y relegar a colaboradores por su propia reputación y estatus. Ella quería acabar con los hermanos y las hermanas encargados del principal trabajo de la iglesia. No estaba protegiendo el trabajo de la iglesia en absoluto. Es como revela la palabra de Dios: “La supresión pública de la gente, la exclusión de la gente, los ataques contra la gente y la exposición de los problemas de la gente por parte de los anticristos es todo parte de su objetivo. Sin duda, utilizan medios como estos para atacar a aquellos que persiguen la verdad y pueden discernir a los anticristos, con el propósito de derrotarlos, lo que fortalece así su propia posición. Atacar y excluir a la gente de esta manera es una cualidad maliciosa. Hay agresividad en su lenguaje y en su forma de hablar: exposición, condena, difamación y calumnia malvada. Incluso tergiversan los hechos, hablando de cosas positivas como si fueran negativas y negativas como si fueran positivas. Invertir el blanco y el negro y mezclar lo correcto y lo incorrecto de esta manera logra el propósito de los anticristos de derrotar a la gente y arruinar su reputación. ¿Qué mentalidad da lugar a este ataque y exclusión de los disidentes? La mayoría de las veces, proviene de una mentalidad celosa. En un carácter cruel, los celos conllevan un fuerte odio; y como resultado de sus celos, los anticristos atacan y excluyen a la gente. En una situación como esta, si los anticristos son expuestos, denunciados y pierden su estatus, su mente sufrirá un ataque; no se someterán ni se alegrarán por ello, lo que facilita aún más el desarrollo de una fuerte mentalidad de venganza. La venganza es un tipo de mentalidad, y también es un tipo de carácter corrupto. Cuando los anticristos ven que lo que alguien hizo les ha perjudicado, que otros son más capaces que ellos, o que las declaraciones y sugerencias de alguien son mejores o más elevadas que las suyas, y todo el mundo está de acuerdo con las declaraciones y sugerencias de esa persona, los anticristos sienten que su posición está amenazada, surgen los celos y el odio en sus corazones, y atacan y se vengan. Al vengarse, la gente generalmente da un golpe de prevención a su objetivo. Son proactivos al atacar y doblegar a la gente, hasta que la otra parte se somete. Sólo entonces sienten que se han desahogado. ¿Qué otras expresiones existen para atacar y excluir a las personas? (Menospreciar a los demás.) Menospreciar a los demás es una de las formas en que se expresa; no importa lo bien que lo hagas, seguirán menospreciándote o condenándote, hasta que seas pasivo y débil y no puedas mantenerte en pie. Entonces estarán contentos, porque han logrado su objetivo. ¿Es la condena una parte de lo que significa menospreciar a los demás? (Sí.) ¿Cómo condenan los anticristos a la gente? Hacen montañas de un grano de arena. Por ejemplo, tú hiciste algo que no era un problema, pero hacen un gran alboroto al respecto para atacarte. Piensan en todo tipo de formas para ensuciarte, y te condenan haciendo una montaña de un grano de arena, de tal manera que otros que escuchan piensan que lo que los anticristos dicen tiene sentido y que tú hiciste algo malo. Con esto, los anticristos han logrado su objetivo. Esto es condenar, atacar y excluir a los disidentes. ¿Qué significa excluir? Significa que no importa cuán correctas sean tus acciones —y en realidad, los anticristos también saben que tienes razón— porque te envidian y te odian, y tratan de atacarte intencionalmente, los anticristos dirán que lo que hiciste estuvo mal. Entonces usarán sus propios puntos de vista y falacias para ganarte en el debate, hablando de manera convincente para que todos los que escuchen sientan que lo que dicen es correcto y bien dicho; entonces, todas esas personas se pondrán del lado de los anticristos en oposición a ti. Los anticristos usan esto para atacarte, para hacerte pasivo y débil, y para ganar la aprobación de todos. Con esto, han logrado su objetivo de atacar y excluir a los disidentes. Excluir a los disidentes puede ocurrir a veces en forma de debate cara a cara, o a veces juzgando a alguien, causando problemas, calumniándolo, e inventando cosas sobre él a sus espaldas. Por ejemplo, si los anticristos quieren excluir a un disidente, harán correr la voz de los errores de esa persona, causando problemas en la relación entre el disidente y otras personas, haciendo que la gente se aleje del disidente, y logrando su objetivo de aislarlo. Entonces, encontrarán una oportunidad para utilizar información perjudicial contra él, hasta que sea derrotado y su reputación arruinada. En las mentes de los anticristos, esto es desmoronar a un competidor, no sea que amenace la posición de los anticristos(La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 2). Dios revela que los anticristos se esfuerzan mucho para proteger su propia reputación y estatus. Para gobernar sobre la iglesia como reyes, atacan y rechazan a los que buscan la verdad, e incluso desarrollan odio hacia ellos. Los que buscan la verdad son espinas en sus costados. Por eso hacen una montaña de problemas pequeños, y juzgan y atacan deliberadamente para castigar a los que persiguen la verdad. Socavan a los buscadores de la verdad para ejercer poder en la iglesia. Katie sembró la discordia en la iglesia. Atacó y condenó a Jerry, el encargado de la obra evangélica, e incluso quiso usar a los líderes superiores para castigarlo. Peor aún, ella no cooperaba con sus colaboradores, y siempre hacía las cosas sola. Además, inventaba rumores, juzgando a los líderes superiores por no trabajar en armonía, lo que dio lugar a prejuicios contra los líderes entre los hermanos y hermanas. Ella lo hizo para conseguir su objetivo de gobernar en la iglesia como un rey. Estaba castigando intencionadamente a personas y socavando la obra evangélica. Cuando los líderes superiores descubrieron lo que Katie estaba haciendo, vieron que era una falsa líder en la senda de un anticristo y la retiraron inmediatamente de su puesto como líder.

Después, mi compañera y yo hablamos con Katie y analizamos su comportamiento. Le dijimos que incitar a alguien a informar sobre Jerry era sabotear e interrumpir el trabajo de la iglesia, y que ella estaba en la senda de un anticristo. No solo se negó a aceptarlo, sino que se defendió, afirmando que ella no tenía intenciones ocultas, que solo estaba denunciando un problema con normalidad, y que cómo eso podía alterar el trabajo de la iglesia. Vi que se negaba totalmente a admitir sus errores, incluso ante los hechos ella argumentaba y objetaba. Pensé en las palabras de Dios. “Cuando no ha sucedido nada, no se puede ver la auténtica actitud de una persona hacia la verdad. Cuando la gente es podada, tratada y destituida, se revela su auténtica actitud hacia la verdad. Los que aceptan la verdad saben aceptarla en cualquier situación; si se equivocan, saben admitir su error, afrontar la realidad y aceptar la verdad. En cuanto a los que no aman la verdad, aunque su error esté a la vista, no admiten que se equivocaron, por no hablar de que no aceptan que se ocupe de ellos la casa de Dios. ¿Y qué motivos tienen algunos? ‘Mi intención era hacerlo bien, pero no lo hice bien, así que no puedes culparme por haber hecho un mal trabajo. Mi intención es buena y he sufrido, he pagado un precio y me he esforzado. ¡Esto no es hacer el mal!’. Utilizan esto como motivo y excusa para negarse a permitir que la casa de Dios se ocupe de ellos. ¿Es lo apropiado? Sea cual sea el motivo o la excusa de una persona, no puede disfrazar su actitud hacia la verdad ni su actitud hacia Dios. Es una cuestión de la naturaleza y esencia de una persona y apela, sobre todo, al problema. Te hayas encontrado con un problema o no, tu actitud hacia la verdad constituye tu naturaleza y esencia, tu actitud hacia Dios. Puede saberse de qué forma tratas a Dios por la forma en que tratas la verdad(La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 8 (I)). Así es. Quienes no aceptan la verdad nunca admitirán sus errores. Aunque hagan el mal y perturben el trabajo de la iglesia, seguirán diciendo que tienen buenas intenciones, queriendo absolverse de sus transgresiones y acciones malvadas, como si no tuvieran motivos impropios, y que, aunque interrumpan el trabajo de la iglesia, no se les debería pedir cuentas por ello. Me di cuenta de que Katie era exactamente así. Obviamente, ella estaba saboteando en secreto, causando interrupciones y castigando a personas, mientras seguía justificándose, diciendo que no pretendía hacer el mal. Se negaba a admitir sus errores incluso ante los hechos. Rechazaba totalmente la verdad. Katie también seguía diciendo que había sido líder durante poco tiempo, y que no entendía y no podía hacer gran parte del trabajo. Esto demostraba que, aunque ella era consciente de las responsabilidades y demandas de Dios hacia los líderes, seguía sin cumplir la palabra de Dios. Los líderes superiores habían comunicado que todos debían cooperar en armonía, pero ella no escuchaba y seguía haciendo cosas por su cuenta, a su antojo. Su comportamiento hacía patente que no aceptaba ni se sometía a la palabra de Dios ni a nada positivo. Al final, incluso quería castigar al hermano Jerry para destrozar la obra evangélica en beneficio de su propio nombre y estatus. Esto es prueba suficiente de que ella no defendía en absoluto el trabajo de la iglesia, que, por su naturaleza, no amaba ni aceptaba la verdad, y que su despido fue totalmente justicia de Dios. Esta conclusión me ofreció un mayor discernimiento sobre ella. También reflexioné sobre mí misma. Antes, había notado que Katie era una falsa líder que no hacía trabajo práctico, y había querido informar sobre sus problemas a los líderes superiores, pero al final, ¿por qué no lo hice? Llevé mi estado ante Dios en la oración, pidiéndole que me guiase para entender mi problema.

Leí esto en las palabras de Dios. “Algunos individuos actúan según su propia voluntad. Vulneran los principios y tras ser podados y tratados admiten solo de palabra que son arrogantes y que cometieron un error solo porque no tienen la verdad. Sin embargo, para sus adentros, se siguen quejando: ‘Nadie más que yo se juega el cuello y, al final, cuando algo va mal, me cargan a mí la responsabilidad. ¿No es una estupidez por mi parte? La próxima vez no puedo hacer lo mismo, jugarme el cuello de ese modo. ¡El clavo que sobresale recibe un martillazo!’. ¿Qué te parece esta actitud? ¿Es una actitud de arrepentimiento? (No). ¿De qué actitud se trata? ¿Acaso no se han vuelto evasivos y astutos? Piensan para sus adentros: ‘Tengo suerte de que esta vez no se convirtiera en un desastre; por así decir, de los escarmentados nacen los avisados. He de tener más cuidado a partir de ahora’. No buscan la verdad, y tratan la cuestión y se encargan de ella con mezquindad y maquinaciones astutas. ¿Pueden recibir la verdad de esta manera? No pueden, porque no se han arrepentido. Lo primero que hay que hacer al arrepentirse es reconocer qué has hecho mal y ver dónde has errado, la esencia del problema y el carácter que has revelado; debes reflexionar sobre estas cosas, aceptar la verdad y luego practicar de acuerdo con la verdad. Solo esta es una actitud de arrepentimiento. Si, por el contrario, consideras exhaustivamente maneras astutas, te vuelves más escurridizo que antes, tus técnicas son más ingeniosas y ocultas y tienes más métodos para abordar las cosas, el problema no se resume solo en que seas astuto. Estás empleando medios solapados, tienes secretos que no puedes sacar a la luz. Eso es malvado. No solo no te has arrepentido, sino que te has vuelto más escurridizo y astuto. Dios te considera excesivamente intransigente y malvado, una persona que admite superficialmente que estaba equivocado y acepta el trato y la poda, pero en realidad no tiene la más mínima actitud de arrepentimiento. ¿Por qué decimos esto? Porque mientras este suceso estaba ocurriendo, o después de que hubiera sucedido, no buscaste la verdad y no practicaste de acuerdo con la verdad. Tu actitud consiste en emplear filosofías, lógica y métodos de Satanás para resolver el problema. En realidad lo estás soslayando, le estás poniendo un pulcro envoltorio para que otros no vean ni rastro de él, no dejas que nada se escape. Al final, te acabas creyendo muy listo. Dios ve estas cosas, y no que realmente hayas reflexionado, hayas confesado y te hayas arrepentido de tu pecado a la luz de lo que te ha sucedido, ni que después hayas buscado la verdad y hayas practicado de acuerdo con ella. Tu actitud no es de búsqueda o práctica de la verdad ni de sometimiento a la soberanía y las disposiciones de Dios, sino una actitud que emplea técnicas y métodos de Satanás para resolver tu problema. Das una falsa impresión a los demás, te resistes a que Dios te delate y te pones a la defensiva, y eres desafiante con respecto a las circunstancias que Dios ha instrumentado para ti. Tienes el corazón más cerrado que antes y separado de Dios. De tal manera, ¿puede surgir algún resultado de ello? ¿Puedes seguir viviendo en la luz, en paz y gozo? No puedes. Si rechazas la verdad y a Dios, caerás sin duda en la oscuridad y llorarás y rechinarás los dientes. ¿Es frecuente ese estado en la gente? (Sí). Algunas personas suelen reprenderse a sí mismas, diciendo: ‘Me han tratado esta vez. La próxima he de ser más listo y tener más cuidado. La vida se basa en ser listo, y los que no lo son, son tontos’. Si siempre te guías y te reprendes así, ¿llegarás alguna vez a algún lado? ¿Podrás recibir la verdad? Si te ocurre un problema, debes buscar y comprender y ganar un aspecto de la verdad. ¿Qué se consigue al comprender la verdad? Cuando comprendes un aspecto de la verdad, comprendes un aspecto de la voluntad de Dios; comprendes por qué Dios te hizo esto, por qué te exigió algo semejante, por qué instrumentó unas circunstancias que te castigaron y disciplinaron, por qué utilizó este asunto para podarte y tratarte y por qué has caído, fracasado y quedado en evidencia en esta cuestión. Si entiendes estas cosas, serás capaz de buscar la verdad y alcanzarás la entrada en la vida. Si no las entiendes ni aceptas estos hechos, sino que te empeñas en oponerte y resistirte, en emplear tus propias técnicas para disfrazarte, y en presentarte ante los demás y ante Dios con una falsa apariencia, nunca podrás recibir la verdad(La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. Solo con la búsqueda de la verdad se pueden corregir las nociones y los malentendidos propios acerca de Dios). Las palabras de Dios revelan que si los que cometen errores no reflexionan sobre el origen de su error ni buscan la verdad para resolver su problema, sino que se preocupan por ser tratados si cometen otro fallo, y por eso empiezan a engañar a Dios cuando reaparecen los problemas, entonces, este tipo de persona tiene un carácter astuto e intransigente. Así es como me estaba comportando. Antes, sin entender la situación de Katie, la había acusado de ser sentenciosa y la había reprimido. La líder me expuso y me analizó por ello. Más tarde, reconocí mi carácter arrogante, me previne de que este fallo era una transgresión en mi vida como creyente, y supe que debía aprender la lección y no volver a cometer el mismo error. Pero, a su vez, desarrollé cierta reserva hacia Dios. Me preocupaba mucho que, si volvía a oprimir así a alguien, y decidía ser de los que caminan por la senda de un anticristo, entonces, mi trabajo como líder llegaría a su fin y perdería toda mi dignidad. Así que esta vez, cuando descubrí que Katie era una falsa líder que no hacía un trabajo real, no me atreví a denunciarla y me inundaban las dudas. Me preocupaba que la líder pensara que estaba siendo demasiado dura con ella, y que, al ser suspicaz y no dejar pasar las cosas, yo la estaba oprimiendo y relegando. Para proteger mi reputación y mi estatus, decidí no decir nada. Temía que informar fuera contraproducente e hiciera peligrar mi estatus. Informar sobre el problema de Katie era totalmente normal, pero me invadió la aprensión y especulé sobre lo que pensarían los líderes superiores. Estaba a la defensiva tanto con ellos como con Dios, y jugué con Él. ¡Fui muy astuta! Katie estaba sembrando la discordia, perturbando y saboteando la obra evangélica. Dios estaba exponiéndola y protegiendo Su propia obra. Vi que los pensamientos, las intenciones o las acciones de las personas no pueden escapar al escrutinio de Dios. Entonces, ¿por qué no tenía fe en que Dios lo ve todo? ¿Por qué siempre me preocupaba que el líder me despidiera si solo estaba informando objetivamente sobre el comportamiento de Katie conforme a lo que realmente había visto, sin ninguna intención de reprimirla?

En mis devocionales, leí un pasaje de la palabra de Dios que me ayudó a comprender mejor este problema. Las palabras de Dios dicen, “Si no tienes verdadera fe en Dios y no crees que la verdad reine en Su casa, no puedes lograr nada. Muchos no comprenden la verdad; no creen que la verdad reine en la casa de Dios y no tienen un corazón que temeroso de Dios. Siempre piensan que las autoridades del mundo están para proteger mutuamente sus intereses y que la casa de Dios debe de ser igual. Ciertamente, no creen que Dios sea la verdad y la justicia. Por tanto, una persona así puede ser calificada de incrédula. Sin embargo, una minoría de personas son capaces de denunciar problemas prácticos. A personas como estas se les puede calificar de personas que protegen los intereses de la casa de Dios; son personas responsables. Hay muchos que no resuelven los problemas graves cuando los descubren ni los denuncian a lo alto. No comienzan a denunciar la cuestión y a percibir su gravedad hasta que no la investiga directamente lo alto. Esto retrasa las cosas. Por consiguiente, seas hermano o hermana normal, líder u obrero, siempre que te encuentres con un problema que no sepas resolver y que corresponda a los principios más amplios del trabajo, debes denunciarlo a lo alto y pedirle que te guíe a tiempo. Si encuentras problemas o dificultades desconcertantes, pero no los resuelves, algunos trabajos no podrán avanzar; tendrán que quedar a un lado y detenerse. Esto afecta al progreso del trabajo de la iglesia. Por ello, cuando surjan problemas que puedan afectar directamente al progreso del trabajo, hay que destaparlos y resolverlos a tiempo. Si un problema no es fácil de resolver, debes buscar a gente que comprenda la verdad y gente experta en la materia, y sentarte con ellos a investigar y resolver el problema juntos. Los problemas de este tipo no pueden retrasarse. Cada día que te retrasas en resolverlos es un día de retraso en el progreso del trabajo. No es que se entorpezca a una persona, sino que eso afecta al trabajo de la iglesia, así como a la forma en que los escogidos de Dios cumplen con el deber. Por tanto, cuando encuentres un problema o dificultad desconcertante de este tipo, debes resolverlo. Si realmente no sabes resolverlo, denúncialo rápidamente a lo alto. Él lo resolverá directamente o te indicará la senda. Si un líder no sabe lidiar con problemas de este tipo y se demora en solucionar el problema en lugar de denunciarlo a lo alto y pedirle que lo guíe, ese líder está ciego; es un descerebrado y un inútil. Debería ser destituido y relevado del puesto. Si no se releva del puesto a una persona inútil como esta, el trabajo de la casa de Dios no podrá avanzar; se echará a perder en sus manos. Hay que abordar esto inmediatamente(La Palabra, Vol. V. Las responsabilidades de los líderes y obreros). “Debe resolverse a tiempo todo problema o dificultad desconcertante que te encuentres en el trabajo, siempre y cuando pueda afectar a la forma en que los escogidos de Dios cumplan con el deber o pueda dificultar la progresión normal del trabajo de la iglesia. Si no sabes resolverlo tú, debes buscar a varias personas que comprendan la verdad para que colaboren contigo para resolverlo. Si el problema aún no se resuelve de esta manera, debes tomarlo, denunciarlo a lo alto y pedirle que te guíe. Esto es responsabilidad y obligación de los líderes y obreros(La Palabra, Vol. V. Las responsabilidades de los líderes y obreros). Al leer la palabra de Dios, vi que, aunque había sido creyente muchos años y había leído mucho de la palabra de Dios, tenía muy poca fe en Dios y no entendía Su carácter justo. No creía genuinamente que la verdad impera en la casa de Dios, y por eso las dudas y el recelo seguían residiendo en mi corazón. En realidad, la iglesia evalúa y descarta a las personas en función de los principios de la verdad. Incluso si alguien es un líder, si durante un tiempo no hace un trabajo real, se descontrola en su deber haciendo las cosas a su antojo, o no hace cambios incluso después de que le enseñen y traten con él repetidamente, entonces será transferido o destituido, no será protegido ni instigado. Cuando la casa de Dios despide o retira a alguien, se basa en un comportamiento constante en su deber, y su acercamiento a Dios y a la verdad también se tienen en cuenta. Estas cosas nunca se hacen arbitrariamente. Al pensar más o menos en los últimos dos años como líder, vi que cuando surgía un problema en mi deber, mis líderes siempre me enseñaban la verdad, me ayudaban y me daban indicaciones cuando se enteraban. Cuando era grave, trataban conmigo, me exponían y analizaban, y me ayudaban a entenderme. Como cuando oprimí a Katie porque no entendía la verdad y me amparaba en mi carácter arrogante, el líder no me despidió por eso, sino que me indicó mis problemas y me dio la oportunidad de arrepentirme. Además, Katie fue nombrada líder de la iglesia, pero nunca hacía ningún trabajo práctico y hacía el mal, interrumpiendo y causando estragos en la obra evangélica, caminando por la senda de un anticristo. Cuando los líderes superiores se enteraron de esto, la despidieron de inmediato. Las cosas que presencié y experimenté personalmente demostraron que la verdad y la justicia reinan en la casa de Dios. Pero yo había pensado que al informar sobre los problemas de Katie, parecería que estaba reprimiendo y relegando a alguien talentoso, y que me despedirían. Esta forma de pensar era totalmente equivocada, yo era muy astuta y carecía de auténtica fe en Dios. También supe que no tenía claro lo que era defender el trabajo de la iglesia y lo que era reprimir a las personas. De hecho, si, conforme a los principios, una persona es un falso líder que no hace trabajo real, y si el fin de denunciarlos es proteger el trabajo de la iglesia y se hace con base en los hechos, sin inventar ni urdir nada arbitrariamente, entonces, esto no es oprimir sino defender los principios y proteger el trabajo de la iglesia. Si tus intenciones son vengarte o castigar a alguien, si juzgas o condenas a una persona porque no hace lo que tú quieres o amenaza o se niega a someterse a tu estatus, e incluso si distorsionas los hechos para inculparla o castigarla, entonces eso es opresión. Los comportamientos de Katie que yo quería denunciar eran cosas que yo había presenciado al interactuar con ella. Mi informe no surgió de la nada ni fue un acto deliberado de venganza. Era porque quería denunciar los problemas y evitar daños en el trabajo de la iglesia. Se trataba de proteger el trabajo de la iglesia, no de reprimirla ni castigarla. Además, una de las responsabilidades de un líder es “informar y pedir orientación de forma inmediata respecto a las confusiones y dificultades que afronten en el trabajo(La Palabra, Vol. V. Las responsabilidades de los líderes y obreros). Actualmente, ninguno de nosotros entiende la verdad, así que cuando encontramos mucha confusión y dificultades en nuestro trabajo, cosas que no entendemos totalmente o personas a las que no podemos discernir completamente, deberíamos informar rápidamente a los líderes superiores. Esto es especialmente cierto para aquellos con una labor importante en la iglesia. Solo porque una persona sea líder o supervise un proyecto no significa que sea adecuada para ello, porque antes de que una persona haya alcanzado la verdad, puede seguir su carácter corrupto e interrumpir el trabajo de la iglesia en cualquier momento. Nunca se sabe cuándo puede desviarse y resistirse a Dios. Informar sobre alguien no es delatarlo. No es fijarse de forma despiadada en sus defectos, ni criticarlo, sino buscar los principios de cómo discernir y tratar a los demás. Se hace para defender el trabajo de la iglesia. Si se descubre que esta persona está bien y el problema está en tu propio discernimiento, entonces al informar a los líderes superiores y buscar enseñanza, podrás aprender los principios y tratar justamente a las personas. Si a través de la búsqueda se determina que existen problemas en la labor de esta persona, entonces también podrás comunicarte rápidamente con ella, y ayudarle a reconocer su problema y a cumplir su deber conforme a los principios. Esto es bueno para el trabajo de la iglesia y para los hermanos y hermanas. Por supuesto, aquellos con poca humanidad y que no defienden el trabajo de la iglesia en absoluto deben ser transferidos o despedidos rápidamente para evitar que afecten al progreso del trabajo. Por lo tanto, los líderes tienen el deber y la responsabilidad de informar de los problemas con prontitud. Cuando entendí la voluntad de Dios, decidí que si descubría problemas con otro líder o supervisor de la iglesia, hablaría con mis colaboradores rápidamente si no comprendía algo, y si nadie pudiera entender el asunto con claridad, lo denunciaría con prontitud a los líderes superiores y buscaría los principios. Ya no podía considerar solo mis propios intereses ni ser tan egoísta y astuta. Al poco tiempo, descubrí que mi compañera, la hermana Janie, no comprendía los principios de su deber, que siempre se fijaba en cosas triviales, y retrasaba el progreso del trabajo de vídeo. Cuando los líderes superiores preguntaron por qué se había ralentizado el progreso del trabajo de vídeo, informé sobre los problemas de Janie con datos. Después, enseñaron algunos principios sobre cómo cumplir con este deber, nos dieron una senda más clara, y el progreso del trabajo de vídeo mejoró significativamente. Ver este resultado me llenó con una profunda sensación de paz y sentí la alegría de practicar la verdad.

Mediante esta experiencia, alcancé cierta comprensión de mi carácter corrupto y de por qué no me atrevía a informar. Vi que era demasiado egoísta y astuta, que valoraba demasiado mi estatus. Solo por proteger mis propios intereses, me daba miedo informar sobre un problema y ser acusada de oprimir a una persona con talento. Con la guía de la palabra de Dios conseguí conocer mi carácter corrupto, corregir mis pensamientos y perspectivas erróneas, y alcanzar una senda de práctica. ¡Gracias a Dios!

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