Cómo manejar la ayuda y los consejos de los demás
Sábado 31 de diciembre de 2022, soleado
El tiempo ha pasado volando. Hace dos meses que me convertí en supervisora de trabajo de video, y no me he dado ni cuenta. Siento que he ganado mucho últimamente. Tanto al resolver los estados de mis hermanos y hermanas, como al compartir los problemas del trabajo, cada vez estoy más cómoda. Parece que tengo calibre y que estoy a la altura de esta tarea. Oh, por cierto, mañana es Año Nuevo, y Li Ran tiene que volver a casa un par de días para ocuparse de un asunto. Ha sido supervisora durante mucho tiempo y siempre me ha ayudado. Pero ahora que llevo un par de meses de práctica, me siento capaz de organizar el trabajo incluso sin ella a mi lado. Los videos que hacen los hermanos y hermanas últimamente no están a la altura y se han vuelto negativos. Necesito escribirles para hablar lo antes posible. Espero que puedan comprender las intenciones de Dios y escapar de sus estados negativos.
Lunes 2 de enero de 2023, cielos despejados a nubosos
Hoy recibí cartas de algunos de los hermanos y hermanas e indicaban que nuestra charla les ayudó mucho y que, de cara al futuro, están dispuestos a mejorar sus habilidades y cumplir con su deber adecuadamente. Leer estas cartas me hizo muy feliz, y pensé: “Mira, sí que puedo resolver algunos problemas reales”. Y me di una palmadita en la espalda. Li Ran volvió esta tarde. Me preguntó cómo había ido el trabajo los últimos días y me recordó: “Resolver los estados de todos no es suficiente; necesitamos hablar con ellos sobre técnicas y principios, si no, no podrán hacer videos de calidad”. En cierto modo, estaba de acuerdo con lo que decía, pero su ceño fruncido y su tono insatisfecho me hicieron sentir incómoda: “¿No viste que acabo de hacer algo bueno? ¿Por qué sigues insistiendo en este pequeño error?”. Tras escucharla decir varias veces: “No se pueden resolver los estados de la gente y ya”, empecé a sentirme muy incómoda, como si hacer esto significara que tuviera un coeficiente intelectual muy bajo. “Yo también hago las cosas con consideración. Estás subrayando un error cometido en un momento de irreflexión. ¿Intentas hacerme quedar mal? Es como si el trabajo que he hecho los últimos días no tuviera ningún valor”. Li Ran seguía repasando los problemas de mi trabajo, pero no quería seguir escuchándola y le contesté bruscamente: “Bueno, si tienes tantas ideas, ¿por qué no vienes y me dices exactamente cómo hacerlo?”. Li Ran se quedó atónita un momento, y las cosas se pusieron un poco incómodas. Me di cuenta de que la había avergonzado al decir eso, así que oré en silencio a Dios, pidiéndole que me ayudara a calmarme y a no actuar según mis emociones. Cuando terminó nuestra conversación, me pregunté: “Li Ran no estaba equivocada en lo que decía, pero aun así no quise aceptarlo cuando lo escuché. Esto indica un carácter corrupto, ¿pero cómo voy a resolverlo?”.
Jueves 5 de enero de 2023, nublado
Hoy, Li Ran me preguntó cómo había estado últimamente. Le dije: “Bien, solo un poco baja de energía y con sueño”. En cuanto le dije esto, me contestó: “¿Por qué tienes sueño? ¿No necesitas reflexionar sobre tu actitud hacia tu deber? Dices que estás bien, pero si estuvieras normal, ¿por qué no hay ningún resultado en el trabajo del que eres responsable? Tu video más reciente todavía no ha salido, así que ¿a qué dedicas todo tu tiempo?”. Después, se basó en su propia experiencia de estar en un estado superficial en su deber de hablar conmigo. Me sentí ofendida y quería responder muchas cosas: “¿Soy superficial? No. Ya he reconocido mi comportamiento superficial y he empezado a corregirlo, ¿por qué sigues pensando que me comporto de esa forma? La razón por la que no obtengo resultados no es porque no esté atenta a mis deberes. Sí tengo un sentido de urgencia en lo que estoy haciendo, pero no puedo simplemente saltarme la fase de investigación, ¿verdad? Sigues metiéndote con mis problemas y dándoles importancia. ¿Por qué no ves mi progreso? ¿Esperas que sea perfecta?”. Tras la conversación con Li Ran, Shasha también habló de cómo había sido superficial y no había llevado la carga de sus deberes. La verdad era que yo mostraba algunos de los comportamientos que ella mencionaba, pero no quería admitirlo, y repliqué: “Creo que cumplo con mi deber bastante bien últimamente. No he notado que sea superficial en mis deberes, como tú dices, pero iré a orar y reflexionar, ¿está bien?”. Me di cuenta de lo desafiante que había sido, y que este estado era terrible, así que oré en silencio: “Oh, Dios, por favor, vela por mi corazón. No importa quién sea, mientras hable según la verdad, debo escucharle. Ya no quiero resistirme a las críticas constructivas de mis hermanas”.
Viernes 6 de enero de 2023, nublado a soleado
Todavía me pesa el corazón cuando pienso en el estado en que me revelé anoche. “¿Por qué soy tan impulsiva? ¿Por qué no soporto que los demás señalen mis problemas? ¿Qué tipo de carácter es ese? Siempre que alguien dice algo sobre mí, me vuelvo loca. ¿Cómo puedo cumplir con mi deber o colaborar con los demás así?”. Esta mañana, vi un video vivencial llamado “Cómo abordar la poda”. Contenía un pasaje de la palabra de Dios que realmente me conmovió. Dios Todopoderoso dice: “Cuando se poda a un anticristo, lo primero que este hace es resistirse y rechazarlo en lo más profundo de su corazón. Lucha contra ello. ¿Y por qué es así? Porque los anticristos, por su propia esencia-naturaleza, sienten aversión por la verdad y la detestan, y no aceptan la verdad en absoluto. Naturalmente, la esencia y el carácter de un anticristo le impiden reconocer sus propios errores o su propio carácter corrupto. En función de estos dos hechos, la actitud de un anticristo hacia la poda es la de rechazarla y desafiarla, total y absolutamente. La detestan y se resisten a ella desde el fondo de su corazón, y no muestran el menor atisbo de aceptación o sumisión, y mucho menos de auténtica reflexión o arrepentimiento. Cuando se poda a un anticristo, da igual quién lo haga, a qué se refiera, el grado de culpa que tenga en el asunto, lo flagrante que sea su error, el mal que cometa, o las consecuencias que su maldad cree para la obra de la iglesia; el anticristo no tiene en cuenta nada de esto. Para los anticristos, el que los poda los está señalando o busca faltas para mortificarlos. El anticristo puede incluso creer que está siendo intimidado y humillado, que no está siendo tratado como un ser humano, y que está siendo menospreciado y ridiculizado. Después de que un anticristo es podado, nunca reflexiona sobre qué fue lo que realmente ha hecho mal, qué carácter corrupto ha revelado y si ha buscado los principios que tendría que haber seguido, si actuó de acuerdo con los principios-verdad o si cumplió con sus responsabilidades relativas al asunto por el que lo podan. No examinan ni reflexionan sobre nada de esto, tampoco piensan sobre estas cuestiones ni las sopesan. En cambio, se enfrentan a la poda según su propia voluntad y con un ánimo impetuoso. Cada vez que un anticristo es podado, se llenará de ira, desobediencia y resentimiento y no escuchará el consejo de nadie. Se niega a aceptar que lo poden y es incapaz de regresar ante Dios para conocerse y reflexionar sobre sí mismo, para abordar las acciones que violan los principios, como ser superficial o descontrolarse en su deber, ni tampoco utiliza esta oportunidad para resolver su propio carácter corrupto. En cambio, halla excusas para defenderse, para reivindicarse, e incluso dirá cosas para provocar la discordia e incitar a los demás” (La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 12: Quieren retirarse cuando no tienen estatus ni esperanza de recibir bendiciones). La palabra de Dios dice que, como los anticristos sienten aversión por la verdad, cuando se podan o cuando otros señalan sus problemas, se oponen de manera acérrima. Nunca son capaces de reflexionar sobre sus problemas, y siempre confían en su impulsividad para manejar las cosas, e incluso llenan su corazón de falacias, al decir que otros los podan porque los desprecian y quieren humillarlos. Están repletos de quejas hacia los demás. Si lo comparamos, mis comportamientos y los de un anticristo eran iguales. Li Ran señaló que yo no captaba los puntos clave mientras resolvía los asuntos, y que no me comunicaba lo suficiente en los asuntos profesionales o técnicos. De hecho, son asuntos en los que merece la pena centrarse. Era verdad que los hermanos y hermanas carecían de habilidades profesionales y de captación de los principios, lo que significaba que sus videos siempre tenían que ser reelaborados, y que este problema nacía, en efecto, de mi negligencia. Después de que Li Ran terminara su sugerencia, yo debería haber hablado de inmediato sobre cómo corregir esta desviación, pero como no soportaba el tono que empleaba al señalar mis problemas, sentí que intentaba humillarme y menospreciarme, así que no pude evitar descargar mi descontento. No quería escuchar nada de lo que dijo después ni reconocer los problemas que señalaba. Pensé que me despreciaba e intentaba humillarme y menospreciarme. ¿Acaso lo que revelaba no era el mismo comportamiento vergonzoso de quienes no aceptan la verdad y constantemente exponen argumentos ridículos de forma irracional? La gente que realmente ama la verdad y es razonable enfrenta que la poden y le señalen sus problemas con una actitud de aceptación. Es capaz de reflexionar y buscar la verdad para resolver estas desviaciones lo antes posible. Aunque no puede reconocer estas cosas en el momento, no pierde los estribos ni sigue exponiendo argumentos ridículos para intentar anular las críticas de los demás. Sin embargo, cuando mi hermana me dio algunas sugerencias que podrían beneficiar el trabajo, además de no aceptarlas, creía que intentaba humillarme y menospreciarme. Mi comprensión era absurda e irrazonable, y no oré a Dios ni me rebelé contra mí misma. En lugar de eso, descargué mis quejas y mi descontento para avergonzar a mi hermana. Fui insistente, y no dejé que nadie me molestara ni se acercara. Esto indica un carácter que es reacio a la verdad y está lleno de crueldad. Si no lo corrijo, ¡seguro que Dios me desdeñará y me descartará!
Recordé un pasaje de la palabra de Dios que había leído: “Si bien hoy en día muchas personas cumplen con su deber, son pocas las que persiguen la verdad. Muy pocas personas persiguen la verdad y entran en la realidad mientras cumplen con su deber; para la mayoría, todavía no hay principios en su forma de hacer las cosas, todavía no son personas que se sometan verdaderamente a Dios; simplemente aseguran que aman la verdad, y están dispuestos a perseguirla, y a luchar por ella, pero todavía no se sabe cuánto durará su determinación. Las personas que no persiguen la verdad son susceptibles de revelar sus actitudes corruptas en cualquier momento o lugar. Carecen de cualquier sentido de responsabilidad hacia su deber, suelen ser negligentes, actúan como les da la gana, e incluso son incapaces de aceptar la poda. En cuanto se vuelven negativas y débiles, son susceptibles de abandonar su deber; esto ocurre a menudo, no hay nada más común; así se comportan todos los que no persiguen la verdad. Y así, cuando las personas aún no han obtenido la verdad, son poco fiables y no se puede confiar en ellas. ¿Qué significa que no son de fiar? Significa que cuando se encuentran con dificultades o contratiempos, es probable que se derrumben y se vuelvan negativas y débiles. ¿Es alguien que suele ser negativo y débil digno de confianza? Por supuesto que no. Pero las personas que entienden la verdad son diferentes. Las que realmente entienden la verdad están destinadas a tener un corazón temeroso de Dios y sumiso a Él, y solo las personas con un corazón temeroso de Dios son dignas de confianza; las que no tienen un corazón temeroso de Dios no lo son. ¿Cómo se debe abordar a las personas que no tienen un corazón temeroso de Dios? Por supuesto, hay que proporcionarles ayuda y apoyo afectuosos. Hay que hacerles un mayor seguimiento a medida que cumplen con su deber, y ofrecerles más ayuda e instrucciones; solo así se puede garantizar que hagan su deber de forma eficaz. ¿Y cuál es el objetivo de hacer esto? El objetivo principal es mantener la obra de la casa de Dios. El objetivo secundario es identificar con prontitud los problemas, atenderlos, apoyarlos o podarlos, corrigiendo sus desviaciones y supliendo sus carencias y deficiencias. Esto es beneficioso para las personas; no existe nada malicioso en ello” (La Palabra, Vol. V. Las responsabilidades de los líderes y obreros. Las responsabilidades de los líderes y obreros (7)). Al pensar en la palabra de Dios me di cuenta de que los hermanos y hermanas no señalan los problemas y las desviaciones porque son malévolos o intentan ridiculizar y menospreciar a la gente al exponer sus defectos, sino porque son responsables de la obra de la iglesia, y porque todo el mundo tiene un carácter corrupto, no es de fiar, y es capaz de cometer el mal involuntariamente, y vulnerar los principios al actuar según los deseos personales, al ser superficial en los deberes, y al retrasar y trastornar la obra de la iglesia, lo que causa graves consecuencias. Se dice que: “Cuando la gente está perdida, tiene miedo de que nadie le guíe”. Cuando las personas tienen a su alrededor a alguien que les suele ofrecer ayuda o les poda en sus deberes, esto es de gran ayuda y protección para ellos. Normalmente, cuando hago un seguimiento de trabajo y veo omisiones o desviaciones, las señalo, y conciencio a la gente de su gravedad y sus consecuencias. Lo hago porque quiero que la gente cumpla con sus deberes de forma adecuada, y evite desviaciones y retrasos en su trabajo. Li Ran señalaba mis problemas por las mismas razones. En parte, fue para ayudarme a obtener buenos resultados, así como por amor y sentido de la carga, y por mi propio bien. No debería haberme resistido ni enfadado; y mucho menos haberle hablado mal. Al igual que al principio, cuando los videos no estaban a la altura, y se debía principalmente a que la gente no captaba los principios técnicos. No fui consciente de este problema, y cuando me lo señaló, debería haber guiado a todos en el resumen de estas desviaciones para aprender algunas habilidades, pero en ningún momento reflexioné sobre mí misma ni resumí mis problemas y solo le contesté bruscamente. ¿De qué manera estaba siendo razonable? Me dije a mi misma que, en adelante, debía aceptar que los demás señalaran mis problemas y dejar de oponerme.
Sábado 7 de enero de 2023, soleado
Hoy un líder asistió a nuestra reunión y descubrió algunas desviaciones que habían surgido durante nuestro trabajo. Por ejemplo, algunos hermanos y hermanas discutieron por un video y no resolvimos este problema, solo nos limitamos a ofrecer algunas sugerencias y les permitimos seguir adelante, lo que provocó que el video no estuviera a la altura, y retrasó el trabajo. El líder también nos expuso y criticó por no hacer un trabajo real. Al escuchar todos estos problemas uno por uno empecé a sentirme muy incómoda, y me di cuenta de lo insensible que me había vuelto. Los problemas que señalaba el líder eran los mismos que Li Ran me señaló. Pero como no había querido escucharla y no me los había tomado en serio, se habían quedado sin resolver. Si hubiera sido capaz de aceptar sus advertencias y hablado las cosas en detalle con ella, y buscado una senda de resolución, quizá estos problemas se podrían haber resuelto y mejorado ligeramente, o al menos, el trabajo no habría llegado a un estado tan terrible.
Martes 14 de marzo de 2023, de muy nublado a soleado
Durante uno de mis devocionales, leí unas palabras de Dios sobre el carácter de ser reacio a la verdad y fui más consciente de la gravedad de este problema. Dios Todopoderoso dice: “En la iglesia hay quienes piensan que esforzarse mucho o hacer algunas cosas arriesgadas significa que han acumulado méritos. De hecho, teniendo en cuenta sus actos estas personas son ciertamente dignas de elogio, pero su carácter y su actitud hacia la verdad son abominables y repugnantes. […] Dios no aborrece el calibre escaso de la gente, su necedad ni que tenga un carácter corrupto. ¿Qué es lo que más aborrece Dios en la gente? Que sienta aversión por la verdad. Si sientes aversión por la verdad, solamente por eso, Dios nunca se deleitará en ti. Esto es inamovible. Si sientes aversión por la verdad, si no la amas, si tu actitud hacia ella es ser indiferente, despectivo, arrogante, o incluso de repulsa, resistencia y rechazo… Si te comportas de este modo, Dios sentirá una repulsión total hacia ti y estás acabado, sin posibilidad de salvarte. Si realmente amas la verdad en tu corazón, solo que tienes un calibre un tanto escaso y careces de perspicacia, eres un poco necio y a menudo cometes errores, pero no tienes la intención de hacer el mal, y simplemente has hecho algunas tonterías; si estás dispuesto a escuchar de corazón la enseñanza de Dios sobre la verdad, y anhelas sinceramente la verdad; si la actitud que adoptas en tu trato con la verdad y las palabras de Dios es de sinceridad y anhelo, y puedes atesorar y apreciar las palabras de Dios, con eso basta. A Dios le gustan esas personas. Aunque a veces seas un poco necio, a Dios le sigues gustando. Dios ama tu corazón, que anhela la verdad, y ama tu actitud sincera hacia la verdad. Por lo tanto, Dios tiene misericordia de ti y siempre te concede gracia. Él no tiene en cuenta tu calibre escaso ni tu necedad, ni tampoco tus transgresiones. Como tu actitud hacia la verdad es sincera y entusiasta y tu corazón es sincero, entonces, teniendo en cuenta la sinceridad de tu corazón y esta actitud tuya, Él siempre será misericordioso contigo, y el Espíritu Santo obrará en ti y tendrás esperanzas de salvación. Por el contrario, si eres intransigente de corazón y autocomplaciente, si sientes aversión por la verdad, nunca estás atento a las palabras de Dios ni a todo lo que implica la verdad y eres hostil y desdeñoso desde el fondo de tu corazón, ¿cuál es la actitud de Dios hacia ti? De aborrecimiento, repugnancia y constante ira” (La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. Comprender la verdad es lo más importante para cumplir bien con el deber). Al haber leído la palabra de Dios sentí que Su carácter es justo y santo. Dios no desprecia a la gente porque sea ridícula o falta de calibre, se fija en su actitud hacia la verdad. Si una persona tiene buenos dones, calibre y es apta para hacer su trabajo, pero suele revelar un carácter reacio a la verdad en su deber, y normalmente es incapaz de aceptar la verdad o reflexionar, entonces a Dios no le gustará esta persona, independientemente de lo bueno que sea su calibre. Dios ama a las personas que están dispuestas a aceptar la verdad, aunque carezcan de calibre y no puedan hacer grandes trabajos. Al ver el estándar que Dios utiliza para evaluar a la gente, y compararlo con mi comportamiento, sentí que estaba en gran peligro. Había confiado en mi inteligencia y calibre, y como supervisora, había sido capaz de hacer algo de trabajo y resolver algunas dificultades que los miembros de mi equipo tenían con la entrada en la vida, lo que me hizo sentir que sabía lo que hacía. Pero cuando otros señalaron mis problemas, mi orgullo me dominó, y sentía que intentaban menospreciarme y humillarme. Mi actitud hacia las sugerencias de los demás, las cosas positivas y la verdad fue despectiva y arrogante, y había disgustado a Dios. Ya había transgredido mis deberes, y si continuaba tan irracional e impenitente, Dios seguramente me echaría y descartaría. ¡Esto me aterrorizaba! Oré a Dios en silencio y con sinceridad: “Oh, Dios, deseo arrepentirme. Quiero cumplir con mis deberes adecuadamente con mis hermanos y hermanas, pero mi carácter corrupto es muy grave. Por favor, disciplíname más y sálvame de las ataduras de mi carácter corrupto”.
Martes 21 de marzo de 2024, soleado
Hoy leí un pasaje de la palabra de Dios que me dio una senda de práctica. Dios dice: “Primero debes resolver todas las dificultades que existen dentro de ti a mediante la confianza en Dios. Ponle fin a tu carácter degenerado y sé verdaderamente capaz de comprender tu propia condición y de saber cómo debes actuar; sigue comunicando cualquier cosa que no entiendas. Es inaceptable que una persona no se conozca a sí misma. Sana primero tu propia enfermedad, y, al comer y beber Mis palabras más a menudo y al contemplarlas, vive tu vida y actúa con base en ellas; ya sea que estés en casa o en algún otro lugar, debes permitir que Dios tenga el control dentro de ti. Echa fuera la carne y la naturalidad. Siempre deja que las palabras de Dios tengan el control dentro de ti. No tienes que preocuparte porque tu vida no esté cambiando; con el tiempo, llegarás a sentir que tu carácter ha cambiado mucho. Antes estabas muy dispuesto a ser el foco de atención; no obedecías a nadie, o eras ambicioso, santurrón u orgulloso; poco a poco te irás deshaciendo de estas cosas. Si deseas deshacerte de ellas ahora mismo, ¡no es posible! Eso se debe a que tu antiguo yo no permitirá que otros lo toquen; tan profundas son sus raíces. Así pues, debes hacer un esfuerzo subjetivo, someterte absoluta y activamente a la obra del Espíritu Santo, usar tu voluntad para cooperar con Dios y estar dispuesto a poner Mis palabras en práctica. […] No seas santurrón; toma las fortalezas de los demás para compensar tus propias deficiencias, observa cómo otros viven según las palabras de Dios y mira si vale la pena emular sus vidas, sus acciones y sus palabras. Si consideras que los demás son menos que tú, entonces eres santurrón, presuntuoso y no beneficias a nadie. Lo que resulta vital ahora es enfocarse en la vida, comer y beber más de Mis palabras, experimentar Mis palabras, conocer Mis palabras, hacer que Mis palabras se conviertan verdaderamente en tu vida; esto es lo principal. Si alguien no puede vivir según las palabras de Dios, ¿puede madurar su vida? No, no puede. Debes vivir según Mis palabras en todo momento y que Mis palabras sean el código de conducta para tu vida, de modo que sientas que Dios se deleita en que actúes de acuerdo con ese código, y que actuar de una manera distinta es lo que Dios odia; y, poco a poco, llegarás a andar por el camino correcto” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Declaraciones de Cristo en el principio, Capítulo 22). Dios dice: “Es inaceptable que una persona no se conozca a sí misma. Sana primero tu propia enfermedad”. La verdad era que Dios ya había hecho una senda práctica muy clara. Cuando se nos enfrenta con las cosas, debemos acudir siempre ante Dios para reflexionar, conocernos a nosotros mismos y buscar la verdad para resolver nuestros problemas. En el pasado, cuando los demás señalaban mis problemas, inmediatamente me volvía impulsiva y poco reflexiva y pensaba: “Lo que dices no es objetivo; las cosas no son así”, o: “Puede que hayas señalado mi problema, pero no necesariamente eres mejor que yo”. Discutía y me mostraba desafiante, y no veía la situación como de Dios, así que me enfrentaba a los demás y terminaba sin conseguir nada. La verdad es que, aunque la persona que señale mi problema pueda revelar corrupción y pueda decir cosas que no son totalmente exactas, siempre y cuando esté parcialmente conforme a los hechos sobre los que me está corrigiendo, debo aceptarlo, reflexionar sobre mí misma y buscar la verdad relacionada con la resolución de este problema. Es una actitud de aceptar la verdad. Solo al practicar de esta forma se puede resolver de a poco mi carácter arrogante, que es reacio a la verdad.
Lunes 10 de abril de 2023, soleado
Hoy, me escribió el líder sobre nuestro lento progreso al hacer los videos, y me dijo que solo lo hacemos por inercia y que no estamos atentos al seguimiento de este trabajo, que no buscamos las razones que hay detrás de esta lentitud, y que con ello descuidamos nuestros deberes. Mi primera reacción fue discutir, y pensé: “Estamos resolviendo este problema; es solo cuestión de tiempo. Además, los que hacen los videos tienen dificultades reales con las técnicas, así que, ¿de verdad puedes culparnos?”. Me sentí ofendida, pero me di cuenta de que estaba volviendo a resistirme y a no aceptar sugerencias, así que oré a Dios: “Oh, Dios, ¡soy tan rebelde! Sigo siendo irracional y no puedo buscar la verdad para aprender lecciones. Oh, Dios, por favor, cuida mi corazón, para que pueda aceptar la guía y la ayuda del líder”. Después de esto, revisamos juntos el problema de la lentitud de la producción de video y al final descubrimos que nuestra eficiencia era realmente muy baja y que estábamos procrastinando demasiado. Por lo general, solo les decía palabras vacías para animarles a seguir, pero en realidad nunca comprendí en qué partes iban más lentos, qué secciones se podían omitir, qué partes eran propensas a atascarse y perder tiempo, o cómo corregir la actitud laxa que algunos tenían en sus deberes. Al investigar y buscar realmente los principios-verdad para resolver estos asuntos, el trabajo podría avanzar, al menos, el doble de rápido. Casi rechazo de nuevo las sugerencias de los demás, y si llegaba a hacerlo, estos problemas habrían seguido sin resolverse, y el trabajo hubiera seguido retrasándose. ¡Cuanto más experimento, más siento lo necesario que es aceptar el consejo de los demás y reflexionar cuando las cosas suceden!
Al recordar mi propia experiencia, ¡me lleno de emoción y veo cuán sabio es Dios! Si Li Ran no hubiera señalado mi problema, nunca me habría dado cuenta de la gravedad de mi carácter a ser reacia a la verdad, y sin la revelación de Dios y las palabras de exposición, tampoco habría sabido cómo reflexionar sobre mí misma. Habría seguido por la senda equivocada, y al final, mis hermanos y hermanas me habrían rechazado, y Dios me habría descartado. Fue la obra maravillosa de Dios la que reveló mi corrupción y fealdad, y las duras palabras de juicio de Dios las que expusieron mi carácter corrupto, y me permitieron ver mi carácter satánico que era reacio a la verdad, despertar y dar la vuelta. ¡Esto era todo el amor de Dios! Aunque todavía no he cambiado mucho, estoy dispuesta a aceptar el juicio y el castigo de la palabra de Dios en el futuro para poder cambiar de a poco.