Saliendo de la neblina
Hace diez años, motivada por mi naturaleza arrogante, nunca pude obedecer completamente los arreglos de la iglesia. Obedecía si me convenía, pero si no, escogía si obedecer o no. Esto resultó en violar seriamente los arreglos de la obra durante el cumplimiento de mi deber. Hice mi propia voluntad, ofendí el carácter de Dios y posteriormente fui enviada a casa. Después de varios años de autorreflexión, tenía más o menos algún conocimiento sobre mi propia naturaleza, pero todavía no mucho en cuanto al aspecto de la verdad que es la esencia de Dios. Más tarde, la iglesia dispuso que me encargara de la obra del evangelio y comencé a tener sospechas de Dios: Soy tan corrupta y además había ofendido el carácter de Dios, ¿por qué me usaría Dios? ¿Se está aprovechando de mí? ¿Seré eliminada después de que se aproveche de mí? ¡Ah! Ya que la iglesia me ha dado una oportunidad la voy a atesorar, incluso si tengo que convertirme en un hacedor de servicio. A partir de entonces cumplí mi deber teniendo esa mentalidad, pero sin buscar una meta más alta: que Dios me hiciera perfecta.
Una vez, cuando estaba practicando la devoción espiritual, vi estas palabras de Dios: “No puedes solo estar contento hoy con cómo eres conquistado, sino que también debes considerar el camino que vas a recorrer en el futuro. Debes tener aspiraciones y el valor para ser perfeccionado y no debes estar pensando siempre que no eres capaz. ¿Tiene la verdad favoritos? ¿Puede la verdad oponerse de manera deliberada a las personas? Si buscas la verdad, ¿te puede abrumar? Si permaneces firme por la justicia, ¿te derribará? Si tu aspiración realmente es buscar la vida, ¿puede la vida eludirte? Si no tienes la verdad, no es porque la verdad no te preste atención, sino porque te mantienes alejado de la verdad; si no puedes mantenerte firme por la justicia, no es porque haya algo malo con la justicia, sino porque crees que no coincide con los hechos; si no has obtenido la vida después de buscarla muchos años, no es porque la vida no tenga conciencia de ti, sino porque tú no tienes conciencia de la vida y la has ahuyentado; si vives en la luz y no has sido capaz de obtenerla, no es porque la luz sea incapaz de iluminarte, sino porque no has puesto atención a la existencia de la luz, y por eso la luz se ha apartado de ti en silencio. Si no buscas, entonces solo se puede decir que eres una basura despreciable y que no tienes coraje en la vida y que no tienes el espíritu para resistir las fuerzas de la oscuridad. ¡Eres demasiado débil! No eres capaz de escapar de las fuerzas de Satanás que te asedian y solo estás dispuesto a llevar esta clase de vida segura y protegida y morir en la ignorancia. Lo que debes lograr es tu búsqueda de ser conquistado; este es tu obligación ineludible. Si te conformas con ser conquistado, entonces expulsarás la existencia de la luz” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Las experiencias de Pedro: su conocimiento del castigo y del juicio). Después de comer y beber este pasaje de la palabra de Dios, quedé muy emocionada por dentro. Vi que la intención de Dios es permitir a todas las personas buscar que Dios las perfeccione y las haga aptas para ser usadas por Dios. Entonces tomé una decisión: voy a desechar mis propias aprensiones y ya no voy a ser negativa y pasiva. Creeré en las palabras de Dios y lucharé para que Dios me perfeccione. Pero poco a poco, ya que todavía no conocía la esencia de la fidelidad de Dios, comencé a no creer en las palabras de Dios otra vez, siempre pensaba que estas palabras estaban dirigidas a alguien más, y sólo podían proporcionar un poco de consuelo y aliento a alguien como yo. Seguía recordando cómo una vez ofendí el carácter de Dios, que mi naturaleza estaba tan corrompida que a veces hasta revelaba mi carácter corrupto mientras cumplía con mi deber, que nunca podría ser perfeccionada sin importar cuánto lo buscara y pensaba que debería estar satisfecha de ser sólo una hacedora de servicio. Así sin más, comencé inconscientemente a vivir de nuevo en la pasividad. Hasta que un día, cuando estaba comiendo y bebiendo la palabra de Dios, vi las siguientes palabras de Dios: “La esencia de Dios es fiel; Él hace lo que dice y todo lo que hace se logra” (‘El segundo aspecto del significado de la encarnación’ en “Registros de las pláticas de Cristo”). En ese momento pareció como si de repente algo hiciera clic dentro de mí, como si una neblina que se había extendido sobre mi corazón se disipara instantáneamente. Años de malentendidos y aprensiones se desvanecieron de repente. Entonces recordé de nuevo ese pasaje de la palabra de Dios del que solía comer y beber. “Si tu aspiración realmente es buscar la vida, ¿puede la vida eludirte? Si no tienes la verdad, no es porque la verdad no te preste atención, sino porque te mantienes alejado de la verdad; si no puedes mantenerte firme por la justicia, no es porque haya algo malo con la justicia, sino porque crees que no coincide con los hechos; si no has obtenido la vida después de buscarla muchos años, no es porque la vida no tenga conciencia de ti, sino porque tú no tienes conciencia de la vida y la has ahuyentado”. En este momento, sentí la transmisión de formidable justicia y amor ilimitado desde los renglones de las palabras de Dios, me di cuenta de lo noble y grandioso que es Dios, mientras que al mismo tiempo fui consciente de mi propia vileza, estrechez de miras y decadencia. Dios es fiel. Esto es indudable e incuestionable. Dios tiene una esencia fiel, Él es confiable y Él está tratando de salvar al hombre en la medida de lo posible. En tanto que el hombre busque la verdad y el cambio en el carácter de acuerdo con las exigencias de Dios, Dios hará al hombre completo, porque lo que Dios dice lo hace, ¡y lo que Él hace será hecho! Más bien, sospeché que Dios era como el hombre y que me desecharía una vez que dejara de ser útil. En absoluto traté la palabra de Dios como la verdad y además no creí en Dios genuina y positivamente. En cambio, viví en las imaginaciones y sospechas de mi mente, careciendo del valor ante la verdad y cobardemente cediendo a las influencias oscuras, incapaz de defender la justicia. Fue entonces cuando comprendí realmente que buscar el conocimiento de la esencia de Dios es muy importante. Si hubiera puesto atención a buscar el conocimiento del carácter y la esencia de Dios antes, no habría pasado tantos años viviendo en aprensión, retrasando el progreso de mi propia vida.
¡Gracias, Dios Todopoderoso! Eres Tú el que me cuidó y me alumbró y me guio para deshacerme de los grilletes que me habían controlado durante tantos años, permitiéndome salir de la bruma. En el pasado, no te conocía y a menudo vivía en el malentendido, sin poder confiar en Tu palabra y tratándola simplemente como un consuelo y aliento para las personas. No traté Tu palabra como la verdad y la vida, y además no te traté como Dios. Pero Tú no me toleraste y fuiste paciente conmigo. Tú me alumbraste e hiciste brillar Tu luz sobre mí, para que tuviera un poco de conocimiento de Tu fiel y justa esencia. Esto es precisamente una demostración de Tu amor por el hombre. ¡Oh, Dios! ¡De ahora en adelante pondré un enorme esfuerzo en la verdad de conocer a Dios, viviré a la altura de lo que Tú esperas de mí, buscaré el conocimiento de Tu esencia y buscaré el cambio del carácter pronto para que Tú me puedas perfeccionar!
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