“Encarcelada” por mi propio padre
Por Keanna, Ucrania En verano de 2020. Por entonces, mi hermana Albina y yo nos encontramos con un video de la Iglesia de Dios Todopoderoso...
¡Damos la bienvenida a todos los buscadores que anhelan la aparición de Dios!
En mayo de 2023, colaboraba con Xin Jie, Jiang Yan y Xiao Xin en deberes relacionados con textos. La hermana Xin Jie acababa de llegar, pero era diligente para encargarse de los asuntos, buena para buscar la verdad y preguntaba sobre lo que no entendía y compartía opiniones diferentes. Al principio, era capaz de compartir con ella con amor y paciencia, pero, con el tiempo, Xin Jie solía tener opiniones distintas de las mías, lo que me hacía sentir avergonzada, así que comencé a resistirme a ella y a excluirla internamente.
En una ocasión, estábamos analizando un sermón juntas y Xin Jie tenía una opinión diferente a la mía. Pensé: “Cuando estudiamos o seleccionamos sermones juntas, sueles tener opiniones diferentes, pero, esta vez, tengo que compartir contigo mi opinión de forma detallada”. Así que me explayé sobre mi opinión, pero Xin Jie seguía sin estar de acuerdo. Las otras dos hermanas lo pensaron por un momento y coincidieron en que los puntos de Xin Jie tenían sentido, así que empezaron a refutar mi opinión, lo que me hizo sentir muy avergonzada. Pensé: “He estado cumpliendo mi deber por más tiempo que ustedes, entiendo más que ustedes y, además, soy la líder del equipo, ¡sería totalmente humillante que no entienda las cosas mejor que una recién llegada! Todo esto es culpa de Xin Jie por causarme problemas. Esto no puede seguir así. Debo encontrar la manera de convencer a las demás hermanas y hacer que se pongan de mi lado”. Pero, por mucho que hablara sobre el tema, las hermanas seguían sin estar de acuerdo con mi opinión. Me negué a dejar el asunto y pensé: “Xin Jie siempre contradice mis opiniones, lo que realmente perjudica mi imagen como líder del equipo. Esto no puede seguir así. Debo seguir buscando los principios relevantes para que las hermanas reconozcan que mi opinión es la correcta y no quedar mal”. Pero, incluso después de compartir durante mucho tiempo, las hermanas seguían sin estar de acuerdo conmigo. Finalmente, Xin Jie sugirió que le pidiéramos al supervisor su opinión y tuve que resignarme. Más tarde, el supervisor dijo que la opinión de Xin Jie estaba más de acuerdo con los principios. Ese resultado me hizo sentir aún peor y pensé: “Esto es terrible. No solo las hermanas del equipo aceptaron la opinión de Xin Jie, sino que hasta el supervisor está de acuerdo con ella. Me he convertido en una líder de equipo solo de nombre y soy completamente inútil en este equipo”. Mi opinión sobre Xin Jie empeoró y, cuando había problemas en el trabajo, me desvivía por comunicarme solo con las otras dos hermanas y dejé de hablar con Xin Jie.
Unos días después, Xin Jie nos dio una carta de comunicación que había escrito para que la revisáramos. En general, la carta de Xin Jie era bastante buena y las dos hermanas con las que colaboraba también le dieron su aprobación. Pensé: “Esto no puede ser. Tengo que escrutarla minuciosamente y señalar tus deficiencias para que las dos hermanas vean que no eres tan buena como pareces”. Cuando revisé la carta, fui especialmente meticulosa y anoté cada problema que encontré, tecleando con fuerza como si estuviera desahogando mi descontento. La verdad era que la carta de Xin Jie había mejorado un poco y, aunque tenía ciertos problemas menores, eso era normal y debería haber hablado con ella pacientemente sobre cómo corregirla y mejorarla. Pero, para salvar mi orgullo, me desviví por buscarle el menor defecto y le dije con un tono severo: “Esta parte no está bien escrita, esa otra parte no está integrada con los principios, esta sección no da testimonio de Dios, sino de ti misma. Debes corregirla toda de nuevo según los principios”. Después de decir esto, Xin Jie agachó la cabeza y no dijo nada, y el clima en el estudio se volvió especialmente opresivo. Después de un rato, vi que Xin Jie aún no había comenzado a corregir la carta y pensé: “¿Por qué no has comenzado a revisarla todavía? ¿No aceptas mis sugerencias o qué? ¡De ninguna manera! ¡Tengo que decírtelo y humillarte delante de todos!”. Así que le dije a Xin Jie con un tono autoritario: “Termina la revisión para esta noche y envíale la carta al supervisor. ¡Deja de procrastinar!”. La revisión le costó mucho a Xin Jie, quien no sabía cómo proceder y sentía que yo la limitaba. No se atrevió a expresar sus dificultades y parecía realmente afligida. Finalmente, fue solo después de que Jiang Yan hablara con Xin Jie que consiguió revisar la carta antes de enviarla.
Un día, de repente recibí una carta de Xin Jie. Cuando la abrí, descubrí que Xin Jie señalaba el comportamiento que yo había tenido durante ese tiempo y diseccionaba la naturaleza de mis acciones a la luz de un pasaje en el que Dios pone al descubierto a los anticristos que atacan y excluyen a los demás. En mi cabeza, seguía tratando de justificarme y simplemente no podía aceptarlo. Me di cuenta de que mi estado era incorrecto y que debía empezar por aceptar y obedecer. Así que oré a Dios: “Dios, como Xin Jie ha señalado mis problemas, deben existir dentro de mí, pero todavía no soy consciente de ellos. Te ruego que me esclarezcas y me guíes para reconocer mi carácter corrupto”.
En mi búsqueda, encontré un pasaje de las palabras de Dios: “¿Qué otras manifestaciones existen para atacar y excluir a las personas? (Menospreciar a los demás). Menospreciar a los demás es una de las formas en que se manifiesta; no importa lo bien que hagas un trabajo, los anticristos seguirán menospreciándote o condenándote, hasta que seas negativo y débil y no puedas mantenerte en pie. Entonces estarán contentos y habrán logrado su objetivo. ¿Es la condena una parte de lo que significa menospreciar a los demás? (Sí). ¿Cómo condenan los anticristos a la gente? Hacen montañas de un grano de arena. Por ejemplo, tú hiciste algo que no era un problema, pero ellos quieren hacer un gran alboroto al respecto para atacarte, así que piensan en todo tipo de formas para ensuciarte y condenarte haciendo una montaña de un grano de arena, de tal manera que otros que escuchan piensan que lo que los anticristos dicen tiene sentido y que tú hiciste algo malo. Con esto, los anticristos han logrado su objetivo. Esto es condenar, atacar y excluir a los disidentes. ¿Qué significa excluir? Significa que en su interior saben que lo que hiciste estaba bien, pero te envidian y te odian, y tratan de atacarte intencionalmente, así que dicen que lo que hiciste estuvo mal. Entonces usarán sus propios puntos de vista y falacias para ganarte en el debate, hablando de manera convincente para que todos los que escuchen sientan que lo que dicen es correcto y bien dicho; entonces, todas esas personas les darán su aprobación, se pondrán de su lado en contra tuya. Los anticristos usan esto para atacarte, para hacerte negativo y débil. Con esto, han logrado su objetivo de atacar y excluir a los disidentes. Excluir a los disidentes puede ocurrir a veces en forma de debate cara a cara, o a veces juzgando a alguien, causando problemas, calumniándolo, e inventando cosas sobre él a sus espaldas. […] Aunque cree que es mejor subyugarlo, si no es posible, el anticristo hará todo lo que pueda para aislar al disidente y luego excluirlo. Si no puede excluirlo, lo sigue aislando hasta, finalmente, dominarlo y hacer que suplique misericordia. El anticristo atrae y usa ciertas fuerzas para atacar a personas que persiguen la verdad o cuyas opiniones no concuerdan con las suyas. Destruye la iglesia y la divide en facciones hasta que queda seccionada en dos o tres grupillos: uno que lo escucha, uno que no y otro que es neutral. Bajo su ‘brillante’ dirección, cada vez es más la gente que lo escucha y menos la que no lo hace. Más personas se rinden ante él y las que tienen opiniones diferentes a las suyas quedan aisladas y no se atreven a alzar la voz. Cada vez menos personas pueden distinguirlo u oponérsele y, de esa manera, el anticristo va ganando control sobre la mayoría de la gente de la iglesia y asume una posición de autoridad. Ese es el objetivo que persigue el anticristo. Cuando trata con personas que tienen opiniones diferentes a las suyas, no muestra ninguna tolerancia. Piensa: ‘Aunque opines diferente, debes someterte a mi liderazgo porque ahora soy yo quien tiene la última palabra. Estás por debajo de mí. Si eres un dragón, debes hacerte un ovillo; si eres un tigre, debes postrarte; no importan las habilidades que tengas: mientras yo esté aquí, ¡olvídate de tener ventaja o causar problemas!’. Ese es el objetivo del anticristo: controlar a la iglesia de forma unilateral y controlar al pueblo escogido de Dios” (La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 2: Atacan y excluyen a los disidentes). Dios pone al descubierto que los anticristos usan todo tipo de métodos y medios para atacar y excluir a quienes no están de acuerdo con ellos o amenazan su estatus, con el fin de tomar el poder, salirse con la suya en un grupo y lograr su objetivo de controlar a los demás. Reflexioné sobre mi comportamiento a la luz de las palabras de Dios. Durante mi período como líder de equipo, la mayoría de las veces, las hermanas a mi alrededor solían estar de acuerdo con mis opiniones, lo que satisfacía mi deseo de estatus. Pero, tras la llegada de Xin Jie, a veces ella ofrecía sugerencias distintas y sentía que mi presencia ante el grupo decaía, lo que me hizo sentir descontenta y comenzar a excluir a Xin Jie. Durante nuestros estudios y conversaciones, cuando las hermanas no aceptaban mis opiniones, buscaba información en secreto y hablaba con las hermanas de forma reiterada para tratar de convencerlas a todas, no quedar mal y hacer que Xin Jie reconociera que mis opiniones eran las correctas. Cuando Xin Jie no estaba de acuerdo conmigo, la trataba con frialdad y, si había problemas en el trabajo, no los compartía con Xin Jie, sino que la aislaba y la limitaba. Para establecer mi prestigio, cuando revisé la carta de Xin Jie, en lugar de ayudarla por amor a refinar la carta y mejorarla cuando encontraba errores, me centré en sus fallas a propósito, la critiqué y la menosprecié. Eso la hizo volverse negativa y sentir que no había forma de revisar la carta. Aun así, no me detuve y la presioné para que revisara la carta lo antes posible, con el pretexto de no retrasar el trabajo, y le causé dificultades a propósito. ¿Acaso no eran esos comportamientos y actos míos iguales que atacar y excluir disidentes, tal como Dios exponía? Cuando los hermanos y hermanas colaboran en sus deberes, no es como en el mundo secular, donde quienes tienen estatus y poder lo deciden todo. En la casa de Dios, la verdad tiene el poder y todos pueden compartir juntos sus opiniones distintas para buscar los principios. Debemos seguir a quien tenga razón y cuya opinión esté de acuerdo con los principios, e implementar todo según las palabras de Dios y los principios-verdad. Pero yo me tenía en demasiada estima y siempre quería que los demás se sometieran a mi voluntad. Si alguien no me hacía caso, buscaba maneras de hacer que se sometiera y no lo dudaba ni un instante, incluso si eso entorpecía el trabajo y limitaba a mi hermana. Al pensar en la manera en que solo los anticristos y las personas malvadas pueden hacer acciones malvadas como atacar y excluir a los demás, no podía creer que yo también pudiera hacer esas cosas. Me di cuenta de la enorme gravedad de mis problemas, así que oré a Dios para que me esclareciera y pudiera reconocer mis problemas.
Más tarde, leí dos pasajes de las palabras de Dios: “¿Cuál es el objetivo principal de un anticristo al atacar y excluir a un disidente? Buscan crear una situación en la iglesia donde no haya voces contrarias a las de ellos, en la que su poder, su estatus como líder y sus palabras sean todos absolutos. Todo el mundo debe hacerles caso, e incluso si tienen una discrepancia de opinión, no deben expresarla, sino dejarla enconarse en su corazón. Cualquiera que se atreva a disentir abiertamente de ellos se convierte en un enemigo del anticristo, y buscarán cualquier forma de ponerles las cosas difíciles, y estarán impacientes por hacerlos desaparecer. Esta es una de las formas en que los anticristos atacan y excluyen al disidente para afianzar su estatus y proteger su poder. Piensan: ‘Está bien que tengas opiniones diferentes, pero no puedes ir por ahí hablando sobre ellas como te dé la gana, y mucho menos poner en peligro mi poder y estatus. Si tienes algo que decir, puedes decírmelo en privado. Si lo dices delante de todos y me haces quedar mal, te buscarás un problema, ¡y tendré que ocuparme de ti!’. ¿Qué clase de carácter es ese? Los anticristos no permiten que otros hablen libremente. Si tienen una opinión, ya sea sobre el anticristo o sobre cualquier otra cosa, no pueden sacarla a relucir sin más. Deben tener en cuenta la imagen del anticristo. Si no, este los catalogará de enemigos y los atacará y excluirá. ¿Qué clase de naturaleza es esta? Es la de un anticristo. ¿Y por qué hacen esto? No permiten que en la iglesia haya voces alternativas, no permiten que haya disidentes en ella, no permiten que los escogidos de Dios comuniquen abiertamente la verdad y distingan a la gente. Lo que más temen es que los demás los expongan y los distingan; tratan constantemente de consolidar su poder y el estatus que tienen en el corazón de la gente, que según ellos nunca deben tambalearse. Nunca podrían tolerar nada que amenace o afecte a su orgullo, reputación o estatus y valor como líder. ¿Acaso no es eso una manifestación de la naturaleza maliciosa de los anticristos? No contentos con el poder que ya poseen, lo consolidan y afianzan y buscan el dominio eterno. No solo quieren controlar el comportamiento de los demás, sino también sus corazones. Esos métodos que utilizan los anticristos no buscan otra cosa más que proteger su poder y su estatus y son, exclusivamente, el resultado de su deseo de aferrarse al poder” (La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 2: Atacan y excluyen a los disidentes). “¿Cuál es el origen de los métodos, manifestaciones, motivaciones y fuentes de acción del anticristo al atacar y excluir a los disidentes? (Satanás). Para ser específicos, provienen de las ambiciones y deseos humanos y de la naturaleza de Satanás. ¿Cuál es, entonces, el objetivo del anticristo? Su objetivo es hacerse con el poder, controlar el corazón de las personas y disfrutar de los beneficios del estatus. Eso es lo que constituye un verdadero anticristo. Desde la perspectiva de los dos métodos, ganarse el corazón de la gente y atacar y excluir a los disidentes, ¿cómo interpreta un anticristo el significado de la palabra ‘líder’ y el papel que este desempeña? Cree que un líder es alguien con poder y estatus que puede dar órdenes, atraer, desorientar, amenazar y controlar a las personas a las que guía. Esto es lo que entiende por la palabra ‘líder’. Por eso, cuando está en un rol de liderazgo, implementa esas tácticas en su trabajo y así lleva a cabo su deber. Entonces, ¿qué es lo que está haciendo realmente cuando ejecuta su deber? Se puede afirmar con seguridad que está cometiendo hechos malvados; para ser precisos, está estableciendo su propio reino independiente, compitiendo con Dios por el pueblo escogido, por el corazón de la gente y por estatus. Quiere ocupar el lugar que Dios tiene en el corazón de las personas, hacer que lo adoren” (La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 2: Atacan y excluyen a los disidentes). Dios pone al descubierto que los que tienen la naturaleza de un anticristo consideran el estatus como su vida y son capaces de actuar con temeridad y usar cualquier medio necesario para competir con Dios por las personas y hacer que ellas los sigan y obedezcan, con el fin de proteger su estatus y poder. Al reflexionar, me di cuenta de que yo también daba un gran valor a la reputación y el estatus, y que siempre había querido tener la última palabra en el equipo desde que me había convertido en su líder para hacer que todos se centraran en mí. Si los actos de alguien amenazaban mi estatus, usaba trucos para atormentar a esa persona y solo me detenía cuando todos se sometían a mí. Vivía según filosofías satánicas, como “Solo puede haber un macho alfa”, “Que los que se sometan a mí prosperen y los que se resistan a mí perezcan” y “Yo soy el único soberano del universo”, y esas ideas eran mis principios de supervivencia. Reflexioné sobre cuando había colaborado con una hermana en nuestros deberes. Ella no estaba de acuerdo con mis opiniones y tampoco seguía mis instrucciones. En consecuencia, le puse las cosas difíciles e hice que se sintiera limitada por mí y que no quisiera cumplir los deberes conmigo. Ahora, al colaborar con Xin Jie y otras hermanas, seguía siendo egocéntrica y no permitía que nadie hiciera sugerencias distintas. Cuando Xin Jie no estaba de acuerdo conmigo, sentía que me había puesto en un apuro, así que la obligaba a aceptar mis opiniones para proteger mi estatus e imagen, lo que ocasionó estancamientos prolongados cuando tratábamos los problemas. Pero no solo no hice introspección, sino que también busqué oportunidades para atacarla y vengarme de ella, y le puse las cosas difíciles a propósito para humillarla. Eso perjudicó de gran manera a Xin Jie. ¡Yo realmente carecía de humanidad! El hecho de que pudiera cumplir el deber de líder de equipo se debía a la exaltación de Dios. Su intención era que liderara a todos para buscar juntos los principios-verdad, colaborar en armonía, cumplir bien con nuestros deberes y progresar tanto en la entrada en la vida como en las cuestiones técnicas, pero no para actuar como una autoridad y limitar a los demás. Que hubiera cumplido los deberes durante mucho tiempo no significaba que entendiera la verdad o tuviera realidad. En realidad, no veía las cosas de manera integral y mi plática y comprensión no siempre eran correctas. Debería haber escuchado más las sugerencias de todos y aceptado la plática de la persona que estuviera de acuerdo con la verdad. Todos tienen una aptitud y comprensión distintas; por lo tanto, las perspectivas sobre los problemas varían, de modo que es natural que surjan opiniones diferentes y yo no debería excluirlas ni rechazarlas para proteger mi estatus, sino buscar los principios-verdad junto con todos. Pero traté mis opiniones y comprensión como los principios-verdad y obligué a los demás a que aceptaran y se sometieran, mientras que atacaba y excluía a quienes no me hacían caso. ¡Esas acciones malvadas mías eran transgresiones ante Dios! Pensé en todos los anticristos que la casa de Dios había expulsado, quienes, para proteger su estatus, habían reprimido y excluido a quienes podían discernirlos, lo que había causado un tremendo caos en el trabajo de la iglesia, así como graves perturbaciones y trastornos. Luego, reflexioné sobre mí misma y me di cuenta de que, para proteger mi estatus como líder de equipo, yo también atacaba y excluía a la hermana que tenía opiniones diferentes. Siempre le buscaba defectos para ponerle la vida difícil y aislarla. ¡Mi comportamiento era igual al de un anticristo! ¡Era realmente malévola! Si no me arrepentía, tendría el mismo desenlace que el de uno de esos anticristos ¡y al final Dios me descartaría y castigaría! Al darme cuenta de esto, me asusté y quise arrepentirme.
Después, busqué una senda para colaborar con los demás y leí algunas de las palabras de Dios: “La cooperación armoniosa implica muchas cosas. Al menos, una de estas muchas cosas es permitir que los demás hablen y hagan sugerencias diferentes. Si eres realmente razonable, sin importar el tipo de trabajo que realices, primero debes aprender a buscar los principios-verdad, y también debes tomar la iniciativa de buscar las opiniones de otros. Mientras te tomes en serio todas las sugerencias, y luego resuelvas los problemas con un solo corazón y una misma mente, en esencia lograrás una cooperación armoniosa. De este modo, encontrarás muchas menos dificultades en tu deber. Más allá de los problemas que surjan, será fácil resolverlos y afrontarlos. Este es el efecto de la cooperación armoniosa. A veces surgen disputas por asuntos triviales, pero mientras no afecten al trabajo, no supondrán un problema. Sin embargo, en los asuntos clave y en los importantes que afectan al trabajo de la iglesia, debes llegar a un consenso y buscar la verdad para resolverlos. Como líder u obrero, si siempre te consideras por encima de los demás y te deleitas en tu deber como si este fuera un cargo público, siempre entregándote a los beneficios de tu estatus, siempre haciendo tus propios planes, considerando y disfrutando tu propia fama, ganancia y estatus, siempre ocupándote de tus propios asuntos, y siempre buscando ganar estatus mayor, manejar y controlar a más personas y extender el ámbito de tu poder, esto es un problema. Es muy peligroso tratar un deber importante como una oportunidad para disfrutar de tu posición como si fueras un funcionario del gobierno. Si siempre actúas así, sin deseo de trabajar con otros, sin querer diluir tu poder ni compartirlo con nadie ni permitiendo que ningún otro te haga sombra ni te robe el protagonismo, si solo quieres disfrutar del poder por tu cuenta, entonces eres un anticristo. Pero si buscas a menudo la verdad, si cuando practicas te rebelas contra la carne y contra tus motivaciones e ideas, y eres capaz de asumir la responsabilidad de colaborar con los demás de forma activa, abres tu corazón para consultar y buscar con otros, escuchas atentamente sus ideas y sugerencias, y aceptas los consejos que son correctos y están en consonancia con la verdad, venga de quien venga, entonces estás practicando de forma sabia y correcta y eres capaz de evitar tomar la senda incorrecta, lo que te protege” (La Palabra, Vol. IV. Desenmascarar a los anticristos. Punto 8: Quieren que los demás se sometan solo a ellos, no a la verdad ni a Dios (I)). “Cuando dos personas colaboran para cumplir con un deber, en ocasiones porfían por una cuestión de principios. Tienen distintos puntos de vista y llegan a opiniones distintas. ¿Qué se puede hacer en ese caso? ¿Ocurre con frecuencia? Es un fenómeno normal. La mentalidad, aptitud, percepción, edad y experiencia de todos son diferentes, y es imposible que dos personas tengan exactamente las mismas ideas y puntos de vista y, por lo tanto, que puedan llegar a discrepar en sus opiniones y puntos de vista es un fenómeno muy común. No podría ser más habitual. No hace falta hacer un lío al respecto. Lo más importante cuando se plantea un problema semejante es cómo cooperar y buscar la unidad ante Dios y puntos de vista y opiniones unánimes. ¿Cuál es la senda hacia la unidad de puntos de vista y opiniones? Es buscar el aspecto relevante de los principios-verdad, no actuar en función de los propósitos propios o ajenos, sino buscar los propósitos de Dios. Esta es la senda hacia la cooperación armoniosa. Solo cuando busques los propósitos de Dios y los principios que Él exige podrás alcanzar la unidad” (La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. La cooperación en armonía). Las palabras de Dios me mostraron una senda de práctica para colaborar con los demás en mi deber. Cuando alguien no está de acuerdo con mis opiniones, debo dejar a un lado mi estatus y posición, no insistir en mí misma y buscar con los demás los principios relevantes para practicar según lo que Dios exige. Como cada uno de nosotros tiene una aptitud y experiencias distintas, y la comprensión que cada persona tiene de un mismo asunto varía entre ellas, Dios dispone que colaboremos juntos para complementarnos y suplir nuestras fortalezas y debilidades. Reflexioné sobre cuando Xin Jie propuso una opinión diferente. Si hubiera podido dejar a un lado mi estatus como líder de equipo y aceptar sus sugerencias con un corazón de búsqueda, el progreso del trabajo no se habría retrasado. Todo había sido por mi culpa por darle demasiada importancia a mi estatus y proteger constantemente mi estatus e imagen, lo que entorpecía el trabajo. Más tarde, me disculpé con Xin Jie y puse al descubierto mis acciones malvadas. Para mi sorpresa, Xin Jie no me guardaba rencor por el daño que le había hecho y pudimos interactuar de nuevo con normalidad. Cuando estudiábamos temas técnicos y dialogábamos juntas sobre los asuntos, también me centré en escuchar las opiniones de las hermanas. A veces, cuando las hermanas no estaban de acuerdo con mis opiniones, me sentía un poco molesta, pero era capaz de orar a Dios, rebelarme contra mí misma y buscar y reflexionar de acuerdo a las opiniones de los demás. Así, me di cuenta de que cada una tenía su propia comprensión, podía compartir algo de iluminación y que podía beneficiarme de lo que los demás compartían.
Más tarde, cuando estaba eligiendo sermones y pensé que uno tenía problemas, lo descarté, pero Xin Jie dio una opinión diferente en su revisión. Ante la sugerencia de la hermana, me sentí algo resistente y pensé: “Si estoy de acuerdo con la opinión de Xin Jie, ¿me hará parecer inferior a ella? ¿Qué pensará de mí el resto de las hermanas?”. Al pensar de esa manera, discutí con Xin Jie por un rato para tratar de que aceptara mi opinión. Me di cuenta de que mi estado era incorrecto y que estaba intentando proteger mi orgullo y hacer que Xin Jie me hiciera caso, así que oré en mi interior: “Dios, me cuesta aceptar las sugerencias distintas de Xin Jie. Te ruego que protejas mi corazón y me ayudes a aprender a desprenderme de mí misma, buscar los principios en esto, comenzar por aceptar y someterme cuando enfrento opiniones distintas y aprender a negarme a mí misma. Si mi opinión no es la adecuada, estoy dispuesta a aceptar las sugerencias de los demás”. Entonces recurrimos a los principios relevantes, revisamos el sermón juntas y descubrimos que los problemas que yo había mencionado no eran sustanciales y que, en general, el sermón era bueno. Aunque mi orgullo quedó un poco herido, me sentí bastante feliz, ya que, si no hubiera sido por las sugerencias de Xin Jie, habría pasado por alto un buen sermón. Escuchar las sugerencias de los demás no solo me ayuda a evitar hacer el mal, sino que también me permite descubrir mis deficiencias, lo que compensa mis defectos.
A través de esta experiencia, vi que, si no sigo la senda correcta ni persigo la verdad en mi deber y solo intento proteger mi estatus, soy propensa a hacer el mal y a resistirme a Dios en cualquier momento. Eso hace que disguste a las personas y que Dios me desdeñe, lo que me lleva por un camino sin retorno. Solo aprendiendo a dejar de lado el orgullo y el estatus, renunciando a mis opiniones, buscando los principios-verdad y aprendiendo a colaborar con los demás puedo obtener beneficios adicionales inesperados. Realmente experimenté los beneficios de aceptar sugerencias distintas y hacer las cosas según los principios. ¡Gracias a Dios!
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