¿A quién se debería escuchar sobre el regreso del Señor?

31 Ago 2020

Por Hanmei, Myanmar

¿Cuál es la clave para dar la bienvenida al regreso del Señor? El Señor Jesús dijo: “Mis ovejas oyen Mi voz(Juan 10:27). “Pero a medianoche se oyó un clamor: ‘¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo’(Mateo 25:6). La profecía del Apocalipsis dice: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo(Apocalipsis 3:20). “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias(Apocalipsis 2:7). Estas profecías muestran que escuchar la voz de Dios es la clave para dar la bienvenida a Dios. Oír la voz de Dios es el único camino. Pero muchos creyentes creen que, como los clérigos conocen la Biblia y la explican todo el tiempo, deberían ser los guardianes de algo tan importante. Cuando oyen testimonio de que el Señor ha regresado, no lo investigan, e incluso cuando ven que las palabras de Dios Todopoderoso son la verdad, las ignoran. ¿Esa gente cree en Dios o cree en el clero? ¿A quién deberíamos escuchar sobre la venida del Señor? ¿Deberíamos escuchar la voz de Dios o a nuestros pastores? Antes, nunca había entendido esto en mi fe, sino que solo escuchaba a mi pastor ciegamente y casi pierdo mi oportunidad de darle la bienvenida al regreso del Señor.

En junio de 2017, conocí por Facebook a la hermana Liu y al hermano Duan, de Alemania. Por nuestras conversaciones, vi que eran personas modestas y confiables, con una comprensión pura de la Biblia y enseñanzas esclarecedoras. Gané mucho. Tuvimos algunas reuniones, y aprendí muchas verdades que nunca antes había comprendido, como qué son la verdadera fe y el verdadero arrepentimiento, qué es seguir y someterse a Dios, qué es seguir y someterse a la gente, la esencia y la raíz de la resistencia de los fariseos al Señor Jesús, cómo escuchar la voz de Dios y darle la bienvenida al Señor y más. Sentía que había ganado mucho sustento con esto, y mi corazón se iluminó. Disfrutaba de estas reuniones. En una de ellas, el hermano Duan leyó un par de versos de la Biblia: “Porque como el relámpago al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro extremo del cielo, así será el Hijo del Hombre en su día. Pero primero es necesario que Él padezca mucho y sea rechazado por esta generación(Lucas 17:24-25). Dijo que, en los últimos días, el Señor encarna otra vez como el Hijo del hombre para venir y obrar, y que esta profecía se había cumplido hacía un tiempo. Dijo: “El Señor ha regresado como Dios Todopoderoso encarnado y está expresando verdades y haciendo la obra de juicio, comenzando por la casa de Dios. Dios Todopoderoso ha expresado todas las verdades que purifican y salvan a la humanidad, y es como una gran luz que brilla desde el Oriente, y este es el ‘relámpago’ del Oriente”. Oír esto me sorprendió un poco. Pensé: “¿El Señor Jesús ya ha regresado?”. Luego recordé lo que decía el clero, que solo el Relámpago Oriental da testimonio de que Dios ha regresado en la carne y que no deberíamos creerlo porque solo el Señor Jesús es Cristo. Después de esto, estaba desconcertada y no podía concentrarme en la enseñanza del hermano Duan. Pensé: “El pastor y los ancianos sirven al Señor y conocen bien la Biblia. Deberían saberlo todo sobre algo tan importante, iré a preguntarles primero”.

Ese domingo, fui a la iglesia y le pregunté al pastor, y él dijo: “Hay valor en lo que predican los creyentes de Dios Todopoderoso, pero testifican que el Señor ha regresado como Dios Todopoderoso en la carne. Eso no es posible. Solo el Señor Jesús fue Dios encarnado, así que ellos creen en un ser humano. El Gobierno Comunista Chino oprime su iglesia, y creer en el Relámpago Oriental sería una traición al Señor Jesús”. Oír esto me hizo sentir una ola de miedo. Pensé que si era así, la hermana Liu y el hermano Duan debían haberse alejado del Señor. Empecé a tener dudas sobre ellos, alcé la guardia y ya no quise reunirme con ellos. Pero dudaba cuando pensaba sobre su testimonio de que el Señor Jesús ha regresado. Si eso era cierto y yo no lo investigaba, ¿no me expulsaría el Señor? Pero, entonces, si Dios Todopoderoso fuera Dios encarnado, ¿por qué no lo aceptaba el pastor, en lugar de decir que creían en una persona? Pensé que el pastor conocía la Biblia y la entendía más que yo, por lo que debía alejarme de ellos para evitar ir por el mal camino. Pero, después de llegar a casa, me sentí inquieta e incómoda. Estaba abatida y me sentía triste. Oré a Dios: “Oh, Señor, hoy escuché al pastor, y ahora comencé a dudar de la hermana Liu y del hermano Duan. Temo investigar más sobre el Relámpago Oriental. Señor, ansío Tu regreso, pero tengo miedo de tomar el mal camino y traicionarte. De verdad no sé qué hacer. Por favor, esclaréceme y guíame para que distinga el bien del mal”.

De a poco, gané una sensación de paz tras mi oración, y luego recordé algo que la hermana Liu había compartido una vez: Dios es primordial en nuestra fe, y todo debe basarse en las palabras de Dios, sobre todo para algo tan importante como investigar el camino verdadero. Si solo escuchamos a los demás para todo, creemos y seguimos a la gente, nos apartaremos del camino del Señor. Empecé a reflexionar sobre mí misma. Cuando oí que el Señor había regresado, no busqué primero la voluntad del Señor, qué dicen las palabras de Dios sobre esto, ni si esto venía de Dios. En cambio, adoré al pastor y lo escuché. Esa no es la voluntad del Señor. En todas las reuniones en que había estado con miembros de la Iglesia de Dios Todopoderoso, sus enseñanzas eran esclarecedoras y estaban de acuerdo con la Biblia, y sus explicaciones de la voluntad de Dios eran claras. Tras unas cuantas reuniones, había entendido muchas verdades que nunca antes había sabido y sentía que me había acercado más a Dios y que mi fe había crecido. Claramente, esto venía de Dios y tenía la obra del Espíritu Santo. Pero no miré si la Iglesia tenía la obra del Espíritu Santo o el sustento de la verdad. Pensé que el pastor conocía bien la Biblia, por eso le creí que el Señor no había regresado. Estaba segura de que la Iglesia de Dios Todopoderoso tenía la verdad y la obra del Espíritu Santo, pero igual no lo investigaba. ¿No era eso tener fe en el pastor? ¿Acaso eso era creer en Dios o seguirlo? Pensé en cuando el Señor Jesús apareció y obró. Los principales sacerdotes, escribas y fariseos que servían a Dios en el templo conocían las Escrituras y las leyes a la perfección, pero no reconocieron al Señor Jesús como el Mesías. En cambio, se opusieron fervientemente, lo condenaron y lo crucificaron. Me di cuenta de que conocer bien la Biblia no es lo mismo que conocer a Dios, y, si obedecía ciegamente al pastor, ¡estaría en contra de la voluntad de Dios, y podría oponerme a Él! Decidí que seguiría asistiendo a las reuniones con la hermana Liu y el hermano Duan y que, si decidía que Dios Todopoderoso es el Señor retornado, lo aceptaría y lo seguiría.

En la siguiente reunión, compartí con ellos mi confusión. El hermano Duan dijo: “¿Hay algún fundamento para lo que dijo tu pastor, que la Iglesia de Dios Todopoderoso cree en una persona? ¿Leyó las palabras de Dios Todopoderoso o investigó Su obra? ¿No teme que, si condena así a la Iglesia, se esté resistiendo a Dios?”. “Los fariseos juzgaron que el Señor Jesús era una persona común. No escuchaban las verdades que Él expresaba, sino que se oponían fervientemente y lo condenaban. Terminaron conspirando para Su crucifixión, y ganaron así el castigo de Dios”. “Hoy, los miembros del clero no investigan si las palabras de Dios Todopoderoso son la verdad, si son la voz de Dios, sino que solo lo niegan y lo condenan. ¿No es el mismo error que cometieron los fariseos?”. “Si Dios Todopoderoso es en verdad Dios encarnado, si es el Señor Jesús retornado no lo determina el mundo religioso o la aprobación del gobierno. Debemos ver si las palabras de Dios Todopoderoso son la verdad y si Él hace la obra de Dios. Esa es la clave”. Para explicar mejor la encarnación, el hermano Duan leyó algunos pasajes de las palabras de Dios Todopoderoso. “La ‘encarnación’ es la aparición de Dios en la carne; Él obra en medio de la humanidad creada a imagen de la carne. Por tanto, para que Dios se encarne, primero debe ser carne, una carne con una humanidad normal; esto, como mínimo, es el requisito previo más básico. De hecho, la implicación de la encarnación de Dios es que Él vive y obra en la carne; Dios se hace carne en Su misma esencia, se hace hombre(La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La esencia de la carne habitada por Dios). “El Dios que se hizo carne se llama Cristo, y así el Cristo que les puede dar a las personas la verdad se llama Dios. No hay nada excesivo en esto, porque Él posee la esencia de Dios, y posee el carácter de Dios, y posee la sabiduría en Su obra, que el hombre no puede alcanzar. Los que así mismos se llaman Cristo, pero que no pueden hacer la obra de Dios, son fraudes. Cristo no es solo la manifestación de Dios en la tierra, sino que también es la carne particular asumida por Dios a medida que lleva a cabo y completa Su obra entre los hombres. Esta carne no puede ser suplantada por cualquier hombre, sino que es una carne que puede soportar adecuadamente la obra de Dios en la tierra, expresar el carácter de Dios y representarlo bien, y proveer la vida al hombre(La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Solo el Cristo de los últimos días le puede dar al hombre el camino de la vida eterna). “Aquel que es Dios encarnado poseerá la esencia de Dios, y Aquel que es Dios encarnado tendrá la expresión de Dios. Puesto que Dios se hace carne, manifestará la obra que pretende llevar a cabo y puesto que se hace carne expresará lo que Él es; será, asimismo, capaz de traer la verdad al hombre, de concederle la vida y de señalarle el camino. La carne que no contiene la esencia de Dios definitivamente no es el Dios encarnado; de esto no hay duda. Si el hombre pretende investigar si es la carne encarnada de Dios, entonces debe corroborarlo a partir del carácter que Él expresa y de las palabras que Él habla. Es decir, para corroborar si es o no la carne encarnada de Dios y si es o no el camino verdadero, la persona debe discernir basándose en Su esencia. Y, así, a la hora de determinar si se trata de la carne de Dios encarnado, la clave yace en Su esencia (Su obra, Sus declaraciones, Su carácter y muchos otros aspectos), en lugar de fijarse en Su apariencia externa. Si el hombre sólo analiza Su apariencia externa, y como consecuencia pasa por alto Su esencia, esto muestra que el hombre es ignorante(La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Prefacio).

El hermano Duan compartió esta enseñanza: “Dios encarnado es el Espíritu de Dios vestido en carne. Se convierte en una persona común, habla y obra en la tierra para salvar a la humanidad. Dios encarnado parece ser muy normal, muy común. Posee humanidad normal, come y se viste como todos los demás y tiene emociones humanas normales. Sin embargo, Su esencia es divina. Puede expresar la verdad para alimentar al hombre en cualquier momento y lugar. Hace la obra propia de Dios y expresa el carácter de Dios, los que Dios tiene y es. Es algo que ningún ser creado podría hacer”. “Es como el Señor Jesús, que se veía como una persona común, pero expresaba la verdad y trajo el camino del arrepentimiento. Perdonó los pecados del hombre y expresó el carácter de Dios de misericordia y amor. Sanó a los enfermos, echó fuera demonios y realizó muchas señales y maravillas, como alimentar a 5000 con cinco hogazas de pan y dos pescados, calmar las aguas con una sola palabra, resucitar a los muertos y más. Mostró el poder y la autoridad de Dios. Finalmente, lo clavaron en la cruz, y así completó Su obra de redimir a la humanidad del pecado. Por la obra del Señor, Sus palabras y el carácter que Él expresó, podemos ver que Él era Dios encarnado. Él era el Cristo”. “Una vez más, Dios se ha hecho carne en los últimos días como Dios Todopoderoso. Como el Señor Jesús, por fuera parece una persona común. De verdad vive entre la humanidad y no es sobrenatural para nada, pero Dios Todopoderoso expresa todas verdades que purifican y salvan a la humanidad. Hace la obra de juicio de los últimos días de Dios para purificar y salvar del pecado a la humanidad por completo y nos guía al reino de Dios. Las palabras de Dios Todopoderoso develan todos los misterios del plan de gestión de Dios para salvar a la humanidad. Eso incluye la verdad de las tres etapas de la obra en la Era de la Ley, la de la Gracia y la del Reino, y lo que logran, los misterios de los nombres de Dios y Su encarnación, el significado del juicio de Dios en los últimos días, cómo Dios termina cada era y clasifica a la gente según su tipo, los diferentes destinos de la gente, cómo se realizará el reino de Cristo en la tierra y más. Dios Todopoderoso también ha revelado la verdad de nuestra corrupción por Satanás y nuestra naturaleza satánica que resiste a Dios para que podamos ver nuestras actitudes satánicas como la arrogancia, el engaño, y detestar la verdad”. “También ha revelado el carácter justo e inofendible de Dios hacia nosotros y nos ha mostrado el camino específico para cambiar nuestro carácter y mucho más”. “¿Quién, además de Dios, podría expresar la verdad y revelar los misterios del plan de gestión de Dios? ¿Quién más podría hacer la obra de juicio para purificar y salvar a la humanidad? ¿Quién más podría revelar el carácter justo e inofendible de Dios? Y ¿quién más podría determinar el destino de las personas?”. “Solo Dios en la carne puede hacer este tipo de obra práctica para la salvación de la humanidad. La obra de Dios Todopoderoso y Sus palabras se basan en la obra de redención delSeñor. Esta es una etapa de la obra más nueva y más elevada”. “Esto cumple por completo las profecías del Señor: ‘Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad’ (Juan 16:12-13). ‘No vine a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, esa lo juzgará en el día final’ (Juan 12:47-48). Las verdades expresadas por Dios Todopoderoso, Su obra de juicio y el carácter que Él muestra, todo eso demuestra que Dios Todopoderoso es Dios en la carne, que es el Señor Jesús retornado. Es Cristo de los últimos días”. “No podemos basarnos en la apariencia para determinar si Él es Cristo. La clave es si expresa la verdad, si puede redimir y salvar a la humanidad”.

La enseñanza del hermano Duan me resultó muy inspiradora. La encarnación es Dios en el cielo vestido en la carne de una persona común. Se ve como cualquiera, pero tiene la esencia de Dios. Puede expresar la verdad y hacer la obra propia de Dios. Es algo que ningún ser humano podría hacer. Me hizo pensar en este verso de la Biblia: “Nadie conoce los pensamientos de Dios, sino el Espíritu de Dios” (1 Corintios 2:11). ¿Quién más que Dios encarnado podría explicar tan claramente los misterios de la encarnación? Sin leer las verdades de Dios Todopoderoso, desde el exterior, uno podría confundir a Cristo con una persona común, y entonces, ¡uno podría rechazar y oponerse a Dios!

Después, la hermana Liu compartió su enseñanza. Dijo: “La aparición de Dios Todopoderoso y Su obra cumplen las profecías de la Biblia por completo. Él es el Señor Jesús retornado”. “Muchos verdaderos creyentes de muchas denominaciones ya han leído las palabras de Dios Todopoderoso y han visto que son la verdad y la voz de Dios, y se han vuelto hacia Dios Todopoderoso. Su obra y Sus palabras han conmocionado a todo el mundo religioso. Los miembros del clero han oído de esto, no hay dudas, entonces, ¿por qué no lo investigan y leen las palabras de Dios Todopoderoso? ¿Por qué insisten en resistirlo?”. “Los fariseos sabían que el Señor Jesús sanaba a los enfermos, echaba fuera demonios, predicaba el camino del arrepentimiento, y que eso venía de Dios, pero lo negaron conscientemente. Decían que Él era un nazareno, el hijo de un carpintero. Se oponían a Él fervientemente y lo condenaban y conspiraron con el gobierno romano para crucificarlo. Negaban y condenaban a Cristo. Eran Sus enemigos. Eran anticristos expuestos por la obra de Dios”. “Dios Todopoderoso ha aparecido en los últimos días, y ahora los pastores y los ancianos saben que Él expresa verdades para hacer la obra del juicio. No solo se niegan a investigarlo, también esparcen rumores para negar y condenar a Dios Todopoderoso. En sus iglesias, esparcen los rumores y las mentiras del PCCh para calumniar a la Iglesia de Dios Todopoderoso y unen fuerzas con el partido ateo para oponerse a Él. ¿Qué los diferencia de los fariseos que se oponían al Señor Jesús?”. “La Biblia dice: Pues muchos engañadores han salido al mundo que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Ese es el engañador y el anticristo’ (2 Juan 1:7). ‘Todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, del cual habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo’ (1 Juan 4:3). El clero niega a Cristo, condena a Cristo de los últimos días y resiste a Dios tercamente. ¿No son los anticristos expuestos por la obra de Dios en los últimos días?”.

La enseñanza de la hermana Liu finalmente despejó mis dudas. Me di cuenta de que los miembros del clero no saben nada sobre Cristo o la encarnación. Creen en el Señor Jesús, pero no conocen Su esencia para nada. El Señor Jesús ha regresado para obrar en la carne y ha expresado muchas verdades, pero ellos no lo investigan ni lo reconocen. Lo condenan y se oponen a Él imprudentemente. ¡Son enemigos de Dios! Sabía que ya no podía seguirlos, y que tenía que aceptar la obra de Dios Todopoderoso y seguir los pasos de Dios. Estaba decidida a seguir a Dios Todopoderoso sin importar qué pudiera hacer mi pastor.

Mi pastor supo de mi fe en Dios Todopoderoso pronto. De inmediato, se puso furioso, me regañó por creer en Dios Todopoderoso. Dijo que yo creía en una persona, que eso estaba mal, e hizo que mi esposo intentara hacer que cambiara de opinión. Mi esposo no podía discernir las mentiras del pastor, por lo que empezó a interponerse en el camino de mi fe. Era como si fuera una persona diferente. Cuando se enteraba de que había ido a una reunión, estallaba y arrojaba cosas. Incluso descuidó el negocio familiar por intentar obligarme a renunciar a mi fe. Eso me dolió mucho. La esposa del pastor también intentaba detenerme. Se quedaba en nuestra casa por horas, y yo no podía leer las palabras de Dios porque debía hacerle compañía. Ni siquiera podía cumplir con mis tareas domésticas. Todo eso me alteraba.

Las acciones del pastor me enojaron de verdad. No investigaba el regreso del Señor Jesús e intentaba engañarme con mentiras, para evitar que aceptara el verdadero camino. Incluso usaba a mi esposo para interponerse, para que yo perdiera la salvación de Dios. ¡Qué despreciable! Pensé en cuando el Señor Jesús expuso y condenó a los fariseos: “Pero, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres, pues ni vosotros entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando(Mateo 23:13). Sentí que los pastores y los ancianos del presente son justo así. No oyen la voz de Dios ni le dan la bienvenida al Señor, y esparcen mentiras para entorpecer a los que queremos dar la bienvenida al Señor y entrar en el reino de Dios. Quieren que vayamos al infierno y seamos castigados con ellos, que seamos enterrados a su lado. Son nuestras piedras de tropiezo en el camino al reino. ¡Son anticristos y demonios que devoran almas! Justo como dijo Dios Todopoderoso: “Hay algunos que leen la Biblia en grandes iglesias y la recitan todo el día, pero ninguno de ellos entiende el propósito de la obra de Dios. Ninguno de ellos es capaz de conocer a Dios y mucho menos es conforme a la voluntad de Dios. Son todos personas inútiles y viles, que se ponen en alto para enseñar a Dios. Se oponen deliberadamente a Él mientras llevan Su estandarte. Afirman tener fe en Dios, pero aun así comen la carne y beben la sangre del hombre. Todas esas personas son diablos que devoran el alma del hombre, demonio jefes que estorban a aquellos que tratan de entrar en la senda correcta y obstáculos que amenazan a los que buscan a Dios. Pueden parecer de ‘buena constitución’, pero ¿cómo van a saber sus seguidores que no son más que anticristos que llevan a la gente a levantarse contra Dios? ¿Cómo van a saber sus seguidores que son diablos vivientes dedicados a devorar a las almas humanas?(La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Todas las personas que no conocen a Dios son las que se oponen a Él). Pude ver más allá de la esencia hipócrita que odia la verdad del pastor, y eso me motivó más a seguir a Dios Todopoderoso. Siempre había idolatrado a los pastores y nunca imaginé que aquellos que conocen la Biblia y sirven a Dios son, en realidad, anticristos que odian la verdad y que dificultan la entrada al reino de Dios de los creyentes. Si Dios Todopoderoso no hubiera aparecido y obrado en la carne, si no hubiera expuesto a estos malvados sirvientes y anticristos escondidos en la iglesias, el pastor me habría arruinado sin que yo siquiera lo supiera. ¡Por la misericordia y salvación de Dios acepté la obra de los últimos días de Dios Todopoderoso!

Después de eso, me apoyé en Dios y di testimonio, y mi esposo dejó de interponerse. Ahora, asisto a reuniones con hermanos y hermanas y cumplo con mi deber en la iglesia. Estoy llena de paz y alegría. ¡Gracias a Dios Todopoderoso!

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