Capítulo 8: Los finales para distintos tipos de personas y la promesa de Dios para el hombre

Las palabras relevantes de Dios:

Mi obra tiene una duración de apenas seis mil años y prometí que, de igual manera, el control del maligno sobre toda la humanidad duraría tan solo seis mil años. Así que ya no queda tiempo. No deseo ni seguir ni retrasarme por más tiempo: durante los últimos días, derrotaré a Satanás, recobraré toda Mi gloria y recuperaré todas las almas que me pertenecen en la tierra, de manera que esas almas afligidas puedan escapar del mar de sufrimiento y, así, concluirá toda Mi obra en la tierra. A partir de ese día, nunca más me haré carne en la tierra y nunca más Mi Espíritu, que es soberano sobre todo, obrará sobre la tierra. Solo voy a recrear una especie humana en la tierra, una especie humana que sea santificada y que sea Mi ciudad fiel en la tierra. Pero debéis saber que Yo no voy a aniquilar al mundo entero ni a toda la humanidad. Mantendré ese tercio restante, el tercio que me ama y al que he conquistado por completo, y haré que ese tercio sea fructífero y se multiplique en la tierra, al igual que lo hicieron los israelitas bajo la ley; recibirán la abundancia de ovejas y ganado con la que Yo los alimento, así como todas las riquezas de la tierra. Esta humanidad permanecerá conmigo para siempre; sin embargo, no será la especie humana deplorablemente sucia de hoy, sino una especie humana que sea un conjunto de todos aquellos a los que he ganado. Una humanidad como esta no sufrirá el daño, la perturbación ni el acoso de Satanás, y será la única especie humana que exista sobre la tierra después de que Yo haya triunfado sobre Satanás. Es la humanidad que hoy ha sido conquistada por Mí y que ha obtenido Mi promesa. Por lo que la especie humana que ha sido conquistada en los últimos días es también la especie humana que permanecerá y obtendrá Mis bendiciones eternas. Será la única evidencia de Mi triunfo sobre Satanás y el único botín de Mi batalla contra él. Yo salvo ese botín de guerra del poder de Satanás, y dicho botín es la única cristalización y fruto de Mi plan de gestión de seis mil años.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Nadie que sea de la carne puede escapar del día de la ira

Los que verdaderamente siguen a Dios pueden resistir que se examine su obra, mientras que los que no siguen a Dios realmente no pueden resistir ninguna de las pruebas de Dios. Tarde o temprano serán expulsados, mientras que los victoriosos permanecerán en el reino. Que el hombre verdaderamente busque a Dios o no solo puede determinarse mediante el examen de su obra, es decir, las pruebas de Dios, y no tiene nada que ver con lo que el hombre mismo concluye. Dios no rechaza a ninguna persona a la ligera; todo lo que Él hace puede convencer por completo al hombre. No hace nada que sea invisible para el hombre ni ninguna obra que no pueda convencer al hombre. El que la creencia del hombre sea verdadera o no lo prueban los hechos y no lo puede concluir el hombre. Sin duda, “el trigo no se puede hacer cizaña y la cizaña no se puede hacer trigo”. Todos los que verdaderamente aman a Dios al final permanecerán en el reino y Dios no tratará mal a nadie que verdaderamente lo ame. En función de sus diferentes funciones y testimonios, los vencedores dentro del reino servirán como sacerdotes o seguidores, y todos los que sean victoriosos en medio de la tribulación se convertirán en el cuerpo de sacerdotes dentro del reino. El cuerpo de sacerdotes se formará cuando la obra del evangelio a través del universo llegue a su fin. Cuando ese tiempo llegue, eso que el hombre debe hacer será el desempeño de su deber dentro del reino de Dios y su vida junto con Dios dentro del reino. En el cuerpo de sacerdotes habrá sumos sacerdotes y sacerdotes y los demás serán los hijos y el pueblo de Dios. Todo esto lo determinarán sus testimonios para Dios durante la tribulación; no son títulos que se den a capricho. Una vez que se haya establecido el estatus del hombre, la obra de Dios cesará porque cada uno será clasificado según su especie y regresará a su posición original, y esto es la marca de la consecución de la obra de Dios, este es el resultado final de la obra de Dios y la práctica del hombre, y es la cristalización de las visiones de la obra de Dios y la cooperación del hombre. Al final, el hombre encontrará reposo en el reino de Dios y Dios también regresará a Su morada para reposar. Este será el resultado final de 6000 años de cooperación entre Dios y el hombre.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. La obra de Dios y la práctica del hombre

¿Entiendes ahora lo que es el juicio y lo que es la verdad? Si es así, te aconsejo someterte obedientemente a ser juzgado, de lo contrario nunca tendrás la oportunidad de que Dios te apruebe o de que Él te lleve a Su reino. Aquellos que solo acepten el juicio pero que nunca puedan ser purificados, es decir, los que huyan en medio de la obra del juicio, serán desdeñados para siempre por Dios. Sus pecados son más graves y más numerosos que los de los fariseos, ya que han traicionado a Dios y son rebeldes contra Él. Estas personas que no son dignas siquiera de ser mano de obra recibirán un castigo más severo, un castigo que es, además, eterno. Dios no eximirá a ningún traidor que alguna vez evidenció lealtad con palabras pero que luego lo traicionó. Tales personas recibirán retribución por medio del castigo del espíritu, del alma y del cuerpo. ¿Acaso no es esta precisamente una revelación del carácter justo de Dios? ¿Acaso no es precisamente este el propósito de Dios al juzgar y revelar al hombre? Dios consigna a aquellos que realizan todo tipo de acciones malvadas durante el tiempo del juicio a un lugar infestado de espíritus malignos, y deja que esos espíritus malignos destruyan sus cuerpos carnales como deseen, y los cuerpos de estas personas despiden hedor de cadáver. Tal es su debida retribución. Dios apunta todos y cada uno de los pecados de aquellos falsos creyentes, falsos apóstoles y falsos obreros desleales en los libros de registro de estos y, cuando llegue el momento apropiado, Él los arrojará en medio de los espíritus inmundos, dejando que esos espíritus inmundos contaminen sus cuerpos enteros a voluntad, haciendo que nunca puedan ser reencarnados y nunca más vean la luz. Dios incluye entre los malvados a aquellos hipócritas que realizan servicio durante un tiempo pero que no permanecen leales hasta el final, dejando que se revuelquen en el fango con las personas malvadas y que formen con ellos una banda de surtidos bribones y, al final, Dios los aniquilará. Dios echa a un lado y no presta atención a aquellos que nunca han sido leales a Cristo ni han contribuido nada de su fuerza y, en el cambio de era, Él los aniquilará a todos. Ya no existirán en la tierra ni mucho menos obtendrán paso al reino de Dios. Dios incluye entre los que rinden servicio para Su pueblo a todo el que nunca haya sido sincero con Dios pero que no tenga más opción que lidiar con Él de forma superficial. Solamente un pequeño número de tales personas sobrevivirá, mientras que la mayoría serán destruidas junto con aquellos cuya mano de obra ni siquiera cumpla con el estándar. Al final, Dios llevará a Su reino a todos aquellos que son del mismo sentir que Él, al pueblo y los hijos de Dios, y también a los predestinados por Él para ser sacerdotes. Son la cristalización de la obra de Dios. En cuanto a los que no puedan ser clasificados dentro de ninguna de las categorías demarcadas por Dios, serán incluidos entre las filas de los no creyentes, y con toda seguridad os imaginaréis cuál será su desenlace. Ya os he dicho todo lo que debo decir; la senda que elijáis queda solo a vuestra elección. Lo que debéis entender es esto: la obra de Dios nunca espera a ninguna persona que no pueda seguir Su ritmo y el carácter justo de Dios no le muestra misericordia a ningún hombre.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Cristo hace la obra del juicio con la verdad

Aquellos que solo piensan en la carne y disfrutan de la comodidad; aquellos que parecen creer, pero realmente no creen; aquellos que se dedican a la medicina maligna y la brujería; los promiscuos y arruinados; aquellos que roban sacrificios y posesiones a Jehová; los amantes de los sobornos; aquellos que sueñan ociosamente con ascender al cielo; los arrogantes y vanidosos, que únicamente persiguen su fama y ganancia; aquellos que difunden impertinencias; aquellos que blasfeman contra el propio Dios; aquellos que no hacen sino juzgarlo y difamarlo; aquellos que forman corrillos y buscan la independencia; aquellos que se enaltecen por encima de Dios; los hombres y mujeres frívolos jóvenes, de mediana edad y ancianos atrapados en el libertinaje; los hombres y mujeres que disfrutan de su fama y ganancia y persiguen su estatus personal en medio de los demás; los impenitentes atrapados en el pecado, ¿no son todos ellos imposibles de salvar? El libertinaje, la pecaminosidad, la medicina maligna, la brujería, la blasfemia y las impertinencias se desbocan entre vosotros, entre quienes quedan pisoteadas la verdad y las palabras de vida y adulterado el lenguaje sacro. ¡Vosotros, gentiles, repletos de inmundicia y rebeldía! ¿Cuál será vuestro resultado final? ¡Cómo pueden tener la osadía de seguir viviendo aquellos que aman la carne, los hechizados por ella y los que están atrapados en pecados libertinos! ¿No sabes que las personas como tú son unos gusanos imposibles de salvar? ¿Qué te da derecho a exigir esto y aquello? Hasta la fecha no se ha producido la menor transformación en aquellos que no aman la verdad y solo aman la carne; ¿cómo van a poder salvarse esas personas? Aquellos que no aman el camino de la vida, que no enaltecen a Dios ni dan testimonio de Él, que maquinan por su estatus, que se ensalzan, ¿no siguen siendo los mismos, incluso hoy en día? ¿Qué valor tiene salvarlos? Que puedas salvarte no depende de tu antigüedad ni de cuántos años lleves trabajando, y ni mucho menos de cuántas acreditaciones hayas acumulado. Más bien depende de si tu búsqueda ha dado fruto. Debes saber que quienes se salvan son los “árboles” que dan fruto, no los árboles con follaje exuberante y abundantes flores que aún no dan fruto. Aunque hayas pasado muchos años vagando por las calles, ¿qué importa eso? ¿Dónde está tu testimonio? Tienes un corazón mucho menos temeroso de Dios que uno para amarte a ti mismo y está embelesado con tus deseos lujuriosos; ¿acaso no es eso ser una persona degenerada? ¿Cómo va a ser un espécimen y modelo de salvación? Tu naturaleza es incorregible, posees demasiada rebeldía, ¡eres imposible de salvar! ¿No serán esas personas las descartadas? ¿Acaso cuando termine Mi obra no será el momento en que llegará tu último día? He llevado a cabo una gran obra y pronunciado muchísimas palabras entre vosotros; ¿cuánto de esto os ha entrado de veras en los oídos? ¿A cuánto os habéis sometido? Cuando termine Mi obra será el momento en que dejarás de oponerte a Mí, de estar en contra de Mí. A medida que obro, actuáis constantemente contra Mí; jamás acatáis Mis palabras. Yo llevo a cabo Mi obra y tú realizas tu propia “obra” de crear tu pequeño reino. ¡No sois más que una manada de zorros y perros que todo lo hacen para oponerse a Mí! Siempre procuráis atraer a vuestros brazos a aquellos que os ofrecen su amor sin reservas; ¿dónde están vuestros corazones temerosos? ¡Todo lo que hacéis es engañoso! ¡No tenéis sumisión ni temor y todo lo que hacéis es engañoso y blasfemo! ¿Se pueden salvar unas personas así? Los hombres sexualmente inmorales y lascivos siempre quieren atraer a rameras coquetas para su disfrute. De ningún modo salvaré a esos demonios sexualmente inmorales. Os odio, inmundos demonios, y vuestra lascivia y coquetería os sumirán en el infierno. ¿Qué tenéis que decir? ¡Vosotros, inmundos demonios y malos espíritus, sois repulsivos! ¡Sois repugnantes! ¿Cómo podría salvarse semejante basura? ¿Todavía pueden salvarse aquellos que están atrapados en el pecado? Hoy en día, vuestros corazones no se sienten atraídos por esta verdad, este camino y esta vida; por el contrario, les atrae la pecaminosidad, el dinero, la posición, la fama, el provecho, el disfrute de la carne, el atractivo de los hombres y los encantos de las mujeres. ¿Qué os hace aptos para entrar en Mi reino? Vuestra imagen es aún más grande que la de Dios y vuestro estatus es incluso superior al Suyo, por no hablar de vuestro prestigio entre los hombres: os habéis convertido en ídolos de la gente venera. ¿Tú no te has convertido en arcángel? Cuando se revelen los resultados de las personas, que también será cuando la obra de salvación se acerque a su fin, muchos de vosotros seréis cadáveres imposibles de salvar y deberéis ser descartados. Durante la obra de salvación soy amable y bueno con todas las personas. Cuando la obra concluya, revelaré los resultados de los distintos tipos de personas y en ese momento ya no seré amable y bueno, pues habré revelado los resultados de las personas, habré clasificado a cada una según su tipo y no servirá de nada que continúe Mi obra de salvación, ya que se habrá pasado la época de la salvación y, siendo esto así, no volverá.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Práctica (7)

Mientras exista el viejo mundo, lanzaré Mi ira sobre cada país y promulgaré los decretos administrativos que se hacen públicos a todo el universo, y quienquiera que los vulnere será castigado:

Cuando hablo a todo el universo, todas las personas oyen Mi voz, es decir, todos ven todos los hechos que Yo he llevado a cabo en todo el universo. Los que van en contra de Mis intenciones —es decir, los que se oponen a Mí con las acciones del hombre— caerán en medio de Mi castigo. Yo renovaré las innumerables estrellas de los cielos; gracias a Mí, el sol y la luna se renovarán. Los cielos ya no serán más como eran y todas las cosas que hay sobre la tierra serán renovadas; todo esto se logrará en virtud de Mis palabras. Todos los países del universo se dividirán de nuevo y serán reemplazados por Mi reino, de forma que los países sobre la tierra desaparecerán para siempre y solo existirá el reino que me adore; todos los países de la tierra serán destruidos y dejarán de existir. De los seres humanos del universo, todos los que son de los diablos serán aniquilados. Todos los que adoran a Satanás caerán en medio de Mi fuego ardiente: es decir que, excepto los que están ahora dentro de la corriente, todos quedarán reducidos a cenizas. Cuando Yo castigue a cada pueblo, las comunidades religiosas, en grados diferentes, regresarán a Mi reino y serán conquistadas a través de Mis hechos, porque habrán visto que “el Santo que cabalga sobre una nube blanca” ya ha llegado. Toda la humanidad será ordenada según su tipo y recibirá diversos castigos proporcionales a sus acciones. Todos aquellos que se han resistido a Mí perecerán y, en cuanto a aquellos cuyos actos en la tierra no me han involucrado, seguirán existiendo en ella bajo el gobierno de Mis hijos y de Mi pueblo debido a la forma como se han comportado. Yo apareceré ante los innumerables pueblos y países, y expresaré Mi propia voz sobre la tierra, proclamando la terminación de Mi gran obra, con lo que permitiré que todas las personas la vean con sus propios ojos.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Las palabras de Dios al universo entero, Capítulo 26

Ahora estoy caminando entre Mi pueblo y vivo entre ellos. Hoy en día, quienes tengan un amor genuino hacia Mí son bendecidos. Bienaventurados quienes se someten a Mí, pues ellos permanecerán en Mi reino. Bienaventurados quienes me conocen, pues ellos ejercerán poder en Mi reino. Bienaventurados quienes me buscan, pues ellos con seguridad escaparán de las ataduras de Satanás y disfrutarán de Mis bendiciones. Bienaventurados quienes son capaces de rebelarse contra sí mismos, pues serán ocupados por Mí y heredarán la abundancia de Mi reino. Recordaré a los que corren de un lado para otro por Mí; aceptaré a los que se esfuerzan por Mí y daré cosas para su disfrute a los que se ofrendan a Mí. Bendeciré a los que disfruten Mis palabras; ellos serán los pilares que sostienen la viga maestra de Mi reino; gozarán de abundancia incomparable en Mi casa y nadie se puede comparar con ellos. ¿Alguna vez habéis aceptado las bendiciones que se os han preparado? ¿Alguna vez habéis perseguido las promesas que os han hecho? Bajo la guía de Mi luz, os abriréis paso entre el yugo de las fuerzas de la oscuridad. En medio de la oscuridad, no perderéis la guía de la luz. Seréis los amos de todas las cosas. Seréis vencedores delante de Satanás. Cuando caiga el país del gran dragón rojo, os erguiréis entre la infinidad de personas como prueba de Mi victoria. Permaneceréis firmes e inquebrantables en la tierra de Sinim. Como resultado de los sufrimientos que soportéis, heredaréis Mis bendiciones e irradiaréis Mi luz de gloria por todo el universo.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Las palabras de Dios al universo entero, Capítulo 19

¡Levántate y coopera conmigo! Desde luego, no trataré mal a nadie que se esfuerce sinceramente por Mí. A los que os dedicáis en serio a Mí, os otorgaré todas Mis bendiciones. ¡Ofrécete a Mí por completo! Lo que comes, la ropa que te pones y tu futuro están en Mis manos; lo arreglaré todo de forma adecuada, permitiéndote disfrutar infinitamente y tener un suministro inagotable. Esto se debe a que he dicho: “A aquellos de vosotros que sinceramente os entregáis por Mí, Yo os bendeciré con toda certeza en gran manera”. A todas las personas que se esfuercen sinceramente por Mí les llegarán todas las bendiciones.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Declaraciones de Cristo al principio, Capítulo 70

Todo lo que he preparado para vosotros, es decir, tesoros raros y preciosos de todas partes del mundo, se os dará. Ahora mismo, no podéis concebir ni podéis imaginar todo esto, y nadie lo ha disfrutado antes. Cuando estas bendiciones vengan sobre vosotros, os sentiréis infinitamente extasiados, pero no olvidéis que todo esto es debido a Mi poder, Mis acciones, Mi justicia y, más aún, Mi majestad. (Seré clemente con quienes escoja ser clemente y seré misericordioso con quienes escoja ser misericordioso). En ese momento no tendréis padres y no habrá relaciones de sangre. Vosotros sois todas las personas a las que amo, Mis hijos amados. A partir de ese momento, nadie se atreverá a oprimiros. ¡Será un momento para que os convirtáis en adultos, además de un tiempo para que gobernéis las naciones con vara de hierro! ¿Quién se atreve a obstruir a Mis hijos amados? ¿Quién se atreve a atacarlos? Todos temerán a Mis hijos amados, porque el Padre ha recibido gloria. Todas las cosas que nadie podría jamás imaginar aparecerán delante de vuestros ojos; serán ilimitadas, inagotables, e interminables. En poco tiempo, seguramente ya no necesitaréis ser quemados por el sol ni soportar el torturante calor; tampoco tendréis que sufrir el frío; y ni la lluvia, ni la nieve o el viento os alcanzarán. Esto es porque os amo y será por completo un mundo de Mi amor. Os daré todo lo que queráis y prepararé para vosotros todo lo que necesitéis. ¿Quién se atreve a afirmar que Yo no soy justo? Te mataré de inmediato, porque he dicho antes que Mi ira (contra los malvados) durará hasta la eternidad, y no cederé ni siquiera un poco. Sin embargo, Mi amor (por Mis hijos amados) también durará para siempre; no lo reprimiré lo más mínimo.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Declaraciones de Cristo al principio, Capítulo 84

Una vez acabada la obra de conquista, el hombre será llevado a un mundo hermoso. Esta vida, por supuesto, seguirá transcurriendo en la tierra, pero será totalmente distinta a la vida actual del hombre. Es la vida que la humanidad tendrá después de que toda ella haya sido conquistada, será un nuevo comienzo para el hombre en la tierra; tener este tipo de vida será la prueba para la humanidad de que ha entrado en un ámbito nuevo y hermoso. Será el principio de la vida del hombre con Dios sobre la tierra. La premisa de una vida tan bella debe ser que, después de que el hombre haya sido purificado y conquistado, se someta delante del Creador. Así, la obra de conquista es la última etapa de la obra de Dios antes de que la humanidad entre en el maravilloso destino. Semejante vida es la vida futura del hombre en la tierra, la vida más hermosa sobre la tierra, el tipo de vida que el hombre anhela, la que nunca antes alcanzó en la historia del mundo. Es el resultado final de la obra de gestión de los 6000 años; es aquello que más anhela la humanidad, y también la promesa de Dios al hombre. Pero esta no puede cumplirse de inmediato: el hombre entrará en el destino futuro solo cuando la obra de los últimos días se haya completado y él haya sido totalmente conquistado; es decir, una vez que Satanás haya sido derrotado por completo. Después de haber sido refinado, el hombre no tendrá una naturaleza pecaminosa, porque Dios habrá derrotado a Satanás, lo que significa que no habrá invasión por parte de fuerzas hostiles, y que ninguna de estas podrá atacar la carne del hombre. Por tanto, este será libre y santificado; habrá entrado en la eternidad.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Restaurar la vida normal del hombre y llevarlo a un destino maravilloso

Cuando los humanos hayan sido restaurados a su semejanza original y cuando puedan cumplir sus deberes respectivos, permanecer en su sitio adecuado y someterse a todos los planes de Dios, Dios habrá ganado un grupo de personas sobre la tierra que lo adoren y también habrá establecido un reino sobre la tierra que lo adore. Tendrá una victoria eterna sobre la tierra y todos aquellos que se le oponen perecerán por toda la eternidad. Esto restaurará Su intención original al crear la humanidad; restaurará Su intención al crear todas las cosas y también restaurará Su autoridad sobre la tierra, entre todas las cosas y entre Sus enemigos. Estos serán los símbolos de Su victoria total. En adelante, la humanidad entrará en el reposo y empezará una vida que está en el camino correcto. Dios también entrará en el reposo eterno con la humanidad y comenzará una vida eterna que compartirán Dios y los humanos. La inmundicia y la rebeldía sobre la tierra habrán desaparecido, así como los lamentos sobre la tierra y todo lo que en este mundo se opone a Dios no existirá. Solo Dios y esas personas a las que Él ha llevado a la salvación permanecerán; solo Su creación permanecerá.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Dios y el hombre entrarán juntos en el reposo

Aquellos que aman a Dios son los únicos capaces de dar testimonio de Él, Sus únicos testigos, los únicos bendecidos por Él y capacitados para recibir Sus promesas. Los que aman a Dios son Sus íntimos, las personas que Él ama, y pueden gozar de las bendiciones junto a Él. Estas personas son las únicas que vivirán hasta la eternidad y para siempre bajo el cuidado y la protección de Dios. Dios está para que las personas lo amen y es digno del amor de todas ellas, pero no todas son capaces de amarlo ni de dar testimonio de Él y tener el poder con Él. Dado que son capaces de dar testimonio de Dios y de dedicar todos sus esfuerzos a Su obra, aquellos que verdaderamente aman a Dios pueden caminar en cualquier lugar bajo los cielos sin que nadie se atreva a oponerse a ellos y ejercer el poder en la tierra, así como gobernar a todo el pueblo de Dios. Estas personas se han congregado procedentes de todo el mundo. Son personas de todas partes del mundo que hablan diferentes idiomas y tienen distintos colores de piel, pero el significado de su existencia es el mismo; todas ellas tienen un corazón amante de Dios, dan el mismo testimonio y tienen la misma determinación y el mismo deseo. Quienes aman a Dios pueden caminar libremente por todo el mundo, y quienes dan testimonio de Dios pueden viajar por el universo. Dios los ama y bendice y vivirán por siempre en Su luz.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Quienes aman a Dios vivirán por siempre en Su luz

Todos aquellos a los que Dios pretende perfeccionar recibirán Sus bendiciones y Su herencia. Es decir, ellos asimilan lo que Dios tiene y es para que se convierta en lo que ellos llevan dentro. Tienen todas las palabras de Dios forjadas dentro de ellos; sea Dios lo que sea, vosotros tenéis la capacidad de asimilarlo todo tal y como es, y así vivir la verdad. Este es el tipo de persona que es perfeccionada y ganada por Dios. Solo alguien así es elegible para recibir las bendiciones otorgadas por Dios:

1. Obtener todo el amor de Dios.

2. Actuar de acuerdo con las intenciones de Dios en todas las cosas.

3. Obtener la guía de Dios, vivir en la luz de Dios y obtener Su esclarecimiento.

4. Vivir en la tierra la imagen que ama Dios; amar a Dios de verdad, como hizo Pedro, crucificado por Dios y digno de morir en recompensa por Su amor; tener la misma gloria que Pedro.

5. Ser amado, respetado y admirado por todos en la tierra.

6. Vencer todos los aspectos de las cadenas de la muerte y el Hades, sin dar oportunidad alguna a Satanás para hacer su obra, siendo poseído por Dios, viviendo dentro de un espíritu fresco y vivaz, sin desgastarse.

7. Poseer un inefable sentido de júbilo y emoción en todos los momentos a lo largo de la vida, como si uno hubiera presenciado la llegada del día de la gloria de Dios.

8. Ganar gloria junto a Dios y tener un semblante que se parezca al de los amados santos de Dios.

9. Convertirse en lo que Dios ama en la tierra, esto es, un amado hijo de Dios.

10. Cambiar de forma, ascender con Dios al tercer cielo y trascender la carne.

Sólo las personas que pueden heredar las bendiciones de Dios son perfeccionadas y ganadas por Él. ¿Has ganado algo en este momento? ¿Hasta qué punto te ha perfeccionado Dios? Dios no perfecciona al hombre al azar. Su perfección del hombre es condicional y tiene resultados claros, visibles. No es como imagina el hombre, que mientras tenga fe en Él, puede ser perfeccionado y ganado por Dios y puede recibir en la tierra las bendiciones y herencia de Dios. Tales cosas son extremadamente difíciles, por no hablar del cambio de forma de las personas. Por ahora, lo que vosotros deberíais buscar principalmente es ser perfeccionados por Dios en todas las cosas, a través de todas las personas, acontecimientos y cosas a los que os enfrentáis, para que más de lo que es Dios sea forjado en vosotros. Primero debéis recibir la herencia de Dios en la tierra, solo entonces os convertís en elegibles para heredar más y mayores bendiciones de Dios. Todas estas son cosas que deberíais buscar y entender antes que todo lo demás.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Promesas a aquellos que son perfeccionados

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