I

Un relámpago ha salido de Oriente,

las palabras de Dios despiertan a las masas adormecidas.

El Hijo del hombre expresa la verdad y lleva la luz a la humanidad corrupta.

Envueltos en tinieblas,

todos los pueblos oyen la voz de Dios y vuelven ante Él.

Se deleitan con las palabras de Dios hasta saciarse y asisten al gran banquete.

Al comprender la verdad de las palabras de Dios,

cumplimos con nuestros deberes y vivimos ante Él.

Al experimentar el juicio y el castigo de Dios,

nuestro carácter corrupto se purifica.

Al ver la santidad y la justicia de Dios,

amamos a Dios con el corazón y damos testimonio de Él.

Dios perfecciona y gana a Su pueblo,

que le ofrece su agradecimiento y alabanza.

II

Las palabras de Dios revelan a todas las personas y las ovejas de Dios oyen Su voz.

El pueblo escogido de Dios de todas las naciones y denominaciones

regresa gradualmente ante Él.

Nutridos por el agua viva de la vida,

nos encontramos cara a cara con Dios en Sus palabras.

Al ver el amor y las bendiciones de Dios,

todos seguimos a Dios Todopoderoso y damos testimonio de Él.

El evangelio del reino se ha extendido por todo el mundo

y ha avergonzado y derrotado por completo a Satanás.

El pueblo de Dios adora al único Dios verdadero,

Dios Todopoderoso ha alcanzado una gloria plena.

La justicia y la ira de Dios se han desatado

y Él castiga y destruye al gran dragón rojo.

Concluida la gran obra de la gestión de los seis mil años,

la humanidad creada rinde eterna alabanza a Dios.

de Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos