I

La obra que más valora el hombre corrupto

es aquella que le da palabras precisas,

metas claras que seguir,

que puede ver y tocar,

que puede ver y tocar.

Sólo obras realistas y guía oportuna

son perfectas para el gusto del hombre.

Sólo la obra real lo salva de la perversión y su carácter corrupto.

Sólo el Dios encarnado puede hacerlo,

salvar al hombre de su previa corrupción y carácter depravado.

Él le mostrará la importancia de Su obra en la carne para el hombre,

para que el hombre entienda la importancia

que la carne va a tener en el sentido de su existencia,

y sabrá el valor real para el crecimiento de su vida.

Y el hombre entenderá que esta carne será la fuente viva de vida,

de la cual no se podrá separar,

de la cual no se podrá separar.

II

La gente se ha vuelto contra Dios, enemigos,

debido a la carne. Pero al terminar,

Su obra concluirá, no habrá más enemistad,

ya no estarán contra Él.

Por el contrario, ahora serán testigos,

todos conquistados por Él;

compatibilidad, son compatibles con Él

y no se separan de Él.

Sólo el Dios encarnado puede hacerlo,

salvar al hombre de su previa corrupción y carácter depravado.

Él le mostrará la importancia de Su obra en la carne para el hombre,

para que el hombre entienda la importancia

que la carne va a tener en el sentido de su existencia,

y sabrá el valor real para el crecimiento de su vida.

Y el hombre entenderá que esta carne será la fuente viva de vida,

de la cual no se podrá separar,

de la cual no se podrá separar.

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”