Zhao Xinliang cree en Dios, al igual que sus padres, desde pequeño. En mayo de 2014, con solo 20 años, la policía lo detiene en una reunión y lo lleva a un centro educativo de reforma para lavarle el cerebro. A fin de forzarlo a traicionar a la iglesia, la policía emplea todo tipo de métodos de tortura, como quemarle los pezones y debajo de la cintura con cigarrillos encendidos y echarle cuatro teteras de agua hirviendo por todo el cuerpo y los genitales, lo que lo cubre de ampollas de sangre, tanto grandes como pequeñas, y le deja la piel hecha una birria. Zhao Xinliang comienza a desear la muerte en su agonía, pero con el esclarecimiento y guía de las palabras de Dios recobra la fe y tiene valor para seguir adelante, totalmente decidido a mantenerse firme en el testimonio de Dios. Incluso antes de que su piel haya sanado, los instructores de lavado de cerebro continúan, por turnos, con sus intentos incesantes de adoctrinarlo. Mientras tanto, la policía lo amenaza e intimida constantemente para tratar de forzarlo a negar y traicionar a Dios. Ante esta brutal persecución de la policía comunista china y de los instructores de lavado de cerebro, al final, ¿será capaz Zhao Xinliang de mantenerse firme en el testimonio? Mira Memorias de juventud para averiguarlo.