La protagonista se hizo creyente a temprana edad, y de adulta se ha esforzado con entusiasmo por el Señor con la esperanza de ser arrebatada al reino de los cielos. Sin embargo, se da cuenta de que está atrapada en un círculo de pecado y confesión y parece vivir sumida en el pecado. Al recordar un pasaje de la Escritura que dice "Sin santidad, ningún hombre contemplará al Señor" (Hebreos 12:14), no puede evitar que le preocupe si realmente será llevada al reino de los cielos. Pensando en esta preocupación, recurre a su pastor y a otros miembros de la iglesia, pero todos dicen que, por creer en el Señor, a las personas se les perdonan los pecados, y que cuando el Señor regrese podrán ser ascendidas al reino de los cielos. Se ofusca: concretamente, ¿qué tipo de persona será arrebatada al reino de los cielos? ¿De verdad pueden ser arrebatados aquellos que siempre están pecando? Más adelante conoce a dos hermanas de la Iglesia de Dios Todopoderoso en internet. Por medio de las reuniones y la comunión, finalmente logra entender que solo si acepta la obra del juicio de Dios Todopoderoso en los últimos días puede purificarse y entrar en el reino de los cielos. Así, recibe gustosa la obra de Dios Todopoderoso y halla la senda al reino de los cielos.