I

¡Despertad, hermanos! ¡Despertad, hermanas! El día de Dios no se retrasará.

¡El tiempo es vida y aprovechar el tiempo es salvar la vida!

¡El tiempo no está muy lejos!

Si haces exámenes pero no apruebas,

puedes probar de nuevo y estudiar más.

Pero debes saber que el día de Dios no tardará.

¡Recuerda! ¡Recuerda! Dios te exhorta con estas buenas palabras.

El fin del mundo se desarrolla ante tus propios ojos,

grandes desastres se acercan rápidamente.

¿Es tu vida importante o es importante dormir, comer, beber y vestirse?

Ha llegado la hora de que reflexiones sobre esto.

II

¡Qué patética, pobre, ciega y cruel es la humanidad!

Se aleja de la palabra de Dios, ¿acaso Él te habla en vano?

Aún eres demasiado negligente, ¿por qué? ¿Por qué pasa eso?

¿Nunca antes has pensado?

¿Para quién crees que Dios dice todo esto? ¡Creed en Dios!

¡Dios es tu Salvador! ¡Él es tu Único Todopoderoso!

¡Vigilad! ¡Vigilad! ¡Vigilad! El tiempo perdido no regresará,

¡recordad esto! No hay cura para el arrepentimiento.

¿Cómo te dirá esto Dios?

¿No es Su palabra digna de

tu cuidadosa consideración y repetida ponderación?

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”