Ⅰ

Cuando Sinim se materialice en la tierra

—cuando se materialice el reino—

no habrá más guerra en la tierra, no habrá más guerra;

nunca más habrá hambrunas, plagas y terremotos;

las personas dejarán de fabricar armas;

todos vivirán en paz y estabilidad, todos vivirán en paz y estabilidad,

y habrá interacciones normales entre las personas y entre los países.

Con todo, el presente no tiene comparación con esto.

Todo lo que hay bajo los cielos está en el caos;

los golpes de estado empiezan a producirse poco a poco en cada país.

A causa de las declaraciones de Dios,

las personas cambian gradualmente.

Ⅱ

Y, de forma interna, cada país se destroza lentamente.

Los sólidos fundamentos de Babilonia empiezan a temblar,

como un castillo de arena,

y al cambiar las intenciones de Dios,

se producen tremendas alteraciones desapercibidas en el mundo,

y toda suerte de señales aparece en cualquier momento,

¡para mostrar a las personas que el último día del mundo ha llegado!

Este es el plan de Dios, este es el plan de Dios;

estas son las etapas mediante las que Él obra,

y cada país será hecho pedazos con seguridad.

La vieja Sodoma será aniquilada por segunda vez

y, así, Dios afirma: “¡El mundo está cayendo!

¡Babilonia está paralizada!”.

de La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Interpretaciones de los misterios de “las palabras de Dios al universo entero”, Capítulos 22 y 23