18. La palabra de Dios me guía a través de las trampas
Cuando hojeo el artículo de las palabras de Dios “¿Sabías que Dios ha hecho algo grande entre los hombres?”, no puedo más que recordar la experiencia por la que pasé hace dos años cuando me liberé de las ataduras de los rumores y regresé ante Dios.
Mi familia y yo vivimos en Hong Kong. Mi suegro y mi cuñado (el hermano menor de mi esposo) creen en el Señor Jesús. Mi cuñado es pastor en una iglesia, así que los hermanos y hermanas de esta a menudo venían de visita a nuestra casa donde podían orar juntos y cantar himnos de alabanza al Señor. Y, luego, en diciembre de 2014, una buena amiga me contó que ella también creía en el Señor. Influida por mi familia y mis amigos, nació en mí un cierto interés en tener fe en el Señor. Poco tiempo después, conocí a la hermana Peipei, otro miembro de la Iglesia. Era de trato fácil y amigable. Se puso muy contenta cuando se enteró de que algunos familiares y amigos míos creían en el Señor y me invitó a su casa, donde me presentó a la hermana Chen Hui. A lo largo de varias reuniones, la hermana Chen compartió conmigo verdades relacionadas con que Dios había creado todas las cosas y que Él tenía soberanía sobre todo, así como acerca del origen de Satanás, etcétera. Las cosas que me contó verdaderamente me interesaron y me dejaron con una sensación de extrema felicidad. Me gustaba mucho escuchar que compartieran sus experiencias y el entendimiento que tenían de la fe, y realmente deseaba compartir esta felicidad con otras personas. Un día, incapaz de contenerme, compartí con mi familia el deseo de volverme creyente. La noticia rápidamente llegó a oídos de mi cuñado, quien me llamó por teléfono y me preguntó por qué de repente creía en Dios y también dijo: “Hay una Iglesia que se llama Relámpago Oriental y están por todos lados dando testimonio de que el Señor Jesús ha regresado. Se han robado a muchos buscadores comprometidos de todas las denominaciones. No te lo tomes demasiado a la ligera; no te involucres con ellos”. Luego volvió a cuestionarme una y otra vez acerca de si las personas que habían compartido el evangelio conmigo me habían dado un libro y me exhortó en repetidas ocasiones a que tuviera especial cuidado con cualquier cosa relacionada con la fe. Las palabras de mi cuñado dieron vueltas y vueltas en mi cabeza y me dejaron sintiéndome alterada. Por una parte, mi cuñado se oponía a que yo encontrara una iglesia diferente, pero, por la otra, yo disfrutaba realmente lo que la Hermana Chen decía acerca de creer en Dios. Me sentía entre la espada y la pared y no tenía idea de si debía permanecer en contacto con la hermana Chen o no.
Así pues, comencé a buscar en línea algunos sermones de los pastores para escucharlos. Vi mucha información acerca del Relámpago Oriental, pero no le presté mucha atención; estaba plenamente enfocada en encontrar buenos sermones. Escuché muchos y los comparé y, al final, seguía pensando que los sermones de la hermana Chen y de los demás eran mejores, porque hablaban más acerca de dar testimonio de Dios y escucharlos me permitió tener una mayor comprensión de Él. Después de meditarlo un poco, decidí seguir escuchando la enseñanza de la hermana Chen. En los días siguientes, me contó historias de cuando Moisés sacó a los israelitas de Egipto, de cuando Abraham sacrificó a Isaac, de cuando el Señor Jesús fue crucificado por la humanidad, las experiencias de Pedro, de cuando Lázaro fue resucitado y glorificó a Dios, y más. Todas estas maravillosas historias bíblicas me parecieron verdaderamente fascinantes y me permitieron tener un entendimiento más profundo de la obra que Dios ha llevado a cabo. Después de cada reunión esperaba con ansias que llegara la siguiente.
Un mes después, durante una reunión, la hermana Chen me leyó algunos versículos de la Biblia y un pasaje de las palabras de Dios Todopoderoso. En la Biblia dice: “Porque como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Pues así como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en matrimonio, hasta el día en que entró Noé en el arca, y no comprendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos; así será la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:37-39). Dios Todopoderoso dice: “Echa un vistazo a la época en que Noé construyó su arca: la humanidad era profundamente corrupta, las personas se habían desviado de la bendición de Dios, Él ya no cuidaba de ellos, y habían perdido Sus promesas. Vivían en las tinieblas, sin la luz de Dios. Entonces los hombres se volvieron licenciosos por naturaleza y se abandonaron a sí mismos a una depravación horrible. Tales personas ya no podían recibir la promesa de Dios; no eran dignos de ver Su rostro, ni oír Su voz, porque lo habían abandonado, habían dejado de lado todo lo que Él les había concedido y habían olvidado Sus enseñanzas. Su corazón se apartaba más y más de Dios, y conforme lo hacía, se volvieron depravados más allá de toda razón y humanidad, y cada vez más malvados. Entonces caminaron cada vez más cerca de la muerte y cayeron bajo la ira y el castigo de Dios. Solo Noé adoró a Dios y se apartó del mal, y por eso fue capaz de oír Su voz y Sus instrucciones. Él construyó el arca siguiendo las instrucciones de la palabra de Dios y allí reunió a toda forma de criaturas vivientes. Y de esta manera, una vez que todo se había preparado, Dios desató Su destrucción sobre el mundo. Solo Noé y los otros siete miembros de su familia sobrevivieron a la destrucción, porque Noé adoró a Jehová y se apartó del mal.
“Ahora, mira la era presente: los hombres justos como Noé, que podían adorar a Dios y apartarse del mal, han dejado de existir. Aun así Dios sigue siendo misericordioso con esta humanidad y todavía la absuelve durante esta era final. Dios busca a aquellos que anhelan que Él aparezca. Busca a aquellos que son capaces de oír Sus palabras, los que no han olvidado Su comisión y le ofrecen su corazón y su cuerpo. Él busca a aquellos que son obedientes como bebés ante Él y que no se le resisten” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Apéndice II: Dios preside el destino de toda la humanidad). La hermana Chen dijo en su enseñanza: “La gente que vivió en la época de Noé ‘comía y bebía, se casaba y abandonaba el matrimonio’; eran promiscuos y corruptos y no escuchaban la palabra de Dios ni lo adoraban. En cambio, adoraban ídolos y eran pecaminosos en extremo. Con el fin de salvar a la gente de aquel tiempo, Dios convocó a Noé para que construyera el arca y dijera a las personas que un diluvio destruiría el mundo. Sin embargo, aun después de que Noé predicó esto durante más de 100 años, nadie creyó en las palabras de Dios y nadie se arrepintió ante Él. Así pues, Dios utilizó un gran diluvio para destruir a las personas de aquella época. Las personas de los últimos días son todavía más corruptas que aquellas que vivieron en los tiempos de Noé. La sociedad entera está en bancarrota moral y recae día a día. La tasa de divorcio sigue siendo alta, la criminalidad es moneda corriente, además de que la pornografía, las apuestas y las drogas han erosionado el alma de las personas. Estas se han vuelto cada vez más astutas, avaras, malvadas, mezquinas y egoístas. A nadie le preocupa tener conciencia o ser una persona buena y honesta, y solo dan importancia a comer, beber, divertirse e intercambiar poder por sexo o sexo por poder. Las personas están hartas de la verdad y exaltan el mal. Ambicionan los gozos del pecado y desde hace mucho tiempo han llegado a un punto que amerita que Dios las destruya. Todas estas señales indican que los últimos días han llegado. Ahora, el Señor Jesús ha vuelto y Su segunda encarnación vive en el mundo. Él ha pronunciado todas las verdades para la purificación y salvación de la humanidad; ha venido a salvarnos por completo, a nosotros, personas profundamente corruptas. ¡El amor y la compasión de Dios hacia la humanidad son verdaderamente grandes!” Cuando escuché a la hermana decir estas palabras me emocioné y pensé: “Somos personas profundamente malvadas y desde hace mucho tiempo Dios debió habernos destruido. Es solo gracias a la misericordia de Dios que tenemos la fortuna de entrar en la casa de Dios, leer las palabras que Dios ha pronunciado y tener la oportunidad de conocerle. ¡Qué gran bendición!” Agradecí a Dios una y otra vez por guiarme y permitirme enterarme sobre la obra de Dios de los últimos días y tener la oportunidad de alcanzar la salvación. Justo cuando estaba a punto de irme, la hermana me dio un libro de las palabras de Dios. Cuando tomé el libro entre mis manos, me conmovió tanto que comencé a llorar. Decidí seguir a Dios de la mejor manera posible.
Un día, después de encender mi computadora, vi un sitio web que decía algo sobre el Relámpago Oriental. Movida por la curiosidad, hice clic en el enlace y vi propaganda negativa acerca del Relámpago Oriental por parte del Gobierno del PCCh y la comunidad religiosa. Cuando me di cuenta de que el “Relámpago Oriental” que se mencionaba en el sitio web era la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días que la hermana Chen me había predicado, quedé boquiabierta y me sentí muy aturdida: ¿podría ser posible que me hubiera desviado en mi creencia? ¿Qué debía hacer? Sin embargo, recordé cómo cada vez que había estado en contacto con la hermana Chen y con los demás todos habían sido muy amorosos conmigo y no eran, en absoluto, como lo que se decía en internet. Recordé la primera vez que leí la palabra de Dios y fui tocada por Su amor: esas palabras poseían autoridad y poder; así pues, ¿cómo podrían no ser la expresión y la voz de Dios? Luego saqué las palabras de Dios con la intención de leerlas, pero no pude volver a conmoverme, como me ocurrió al principio: Dios me había ocultado Su rostro. Todo lo que podía ver era un papel blanco con palabras en negro. Cada propaganda negativa que había visto en línea aparecía en mi mente, una por una. Estaba desesperada. Seguí preguntándome: “¿Debo creer esto o no? ¿El Relámpago Oriental es la obra de Dios? ¿Qué tal si el Relámpago Oriental es verdaderamente la obra de Dios? Si no practico esta fe, ¿acaso no perderé la oportunidad de conocer a Dios y ser salva? Sin embargo, si es falsa y la sigo ciegamente, ¿no significará esto que he sido engañada? ¿Debo seguir investigándola o no?” Estas preguntas siguieron molestándome e incluso me dejaron sin ánimo para trabajar. En verdad quería discutir esto con mi familia y pedirles su consejo, pero pensé cómo una y otra vez mi cuñado me había exhortado a que tuviera cuidado y no simplemente buscara otras iglesias. Si mi fe realmente estaba equivocada, ¿acaso no me sobrevendría un castigo peor? Así pues, deseché la idea de discutirlo con mi familia aunque había tocado fondo mentalmente, tenía un gran dolor emocional y me sentía verdaderamente perdida. Me sentía muy alejada de la alegría y la calma que había experimentado unos días atrás cuando hablé con las hermanas.
Al no tener un lugar adonde ir, probé orar y buscar a Dios, confiarle todas y cada una de las dificultades e inseguridades que había en mi corazón y rogarle que me diera Su esclarecimiento. Después de orar, de repente me vino a la mente algo que la hermana Chen me dijo alguna vez: cuando el Señor Jesús nació, debido a que el rey Herodes tenía miedo de perder el trono en aquel momento, dio la orden de que todos los niños de toda la ciudad menores de dos años fueran asesinados. Cuando el Señor Jesús compartió Sus enseñanzas, los líderes de la fe judía se pusieron como locos y adoptaron una postura contra Él y lo condenaron, pues temían que los creyentes lo siguieran y que ellos perdieran su estatus. Sabían bien que ningún hombre común podía llevar a cabo los milagros que el Señor Jesús realizaba, pero, con toda la intención, lo calumniaron, diciendo que Él echaba fuera demonios con la ayuda de Belcebú. También acusaron de blasfemia al Señor Jesús. Al final, cooperaron con el Gobierno romano para crucificarlo. Y, hoy, el Gobierno del PCCh y los actos demenciales de condenación hacia Dios Todopoderoso por parte de la comunidad religiosa son exactamente los mismos que los perpetrados por el Gobierno romano y los líderes del judaísmo en la Era de la Gracia contra el Señor Jesús. El camino verdadero ha sido reprimido desde aquellos tiempos. Cada vez que Dios viene a realizar Su obra, sufre persecución por parte del mundo religioso y de los poderes existentes. No obstante, nadie puede interponerse en el camino de la obra de Dios. Aun así, finalmente, el Señor Jesús completó la obra de ser crucificado y salvar a la humanidad y Su evangelio se difundió por todo el mundo. Y, actualmente, el Gobierno chino y la comunidad religiosa han inventado muchos rumores en internet que condenan a Dios Todopoderoso y Su obra, pero Su evangelio del reino se ha difundido rápidamente. Si esta no fuera la obra de Dios, ¿acaso no habría sido destruida por el Gobierno chino desde hace mucho tiempo? Luego se me ocurrió que, cada vez que me había reunido con la hermana Chen y todos los demás, ellos habían sido verdaderamente sinceros conmigo y todas sus enseñanzas exaltaban a Dios y daban testimonio de Él. Jamás hablaban sobre cosas mundanas o sobre cosas que no fueran beneficiosas para la vida de las personas. Todo eso me había proporcionado una guía positiva y ayuda. Antes de que me diera cuenta, las dudas que había en mi corazón se disiparon de alguna manera, así que oré nuevamente a Dios con un corazón suplicante: “¡Dios! Si realmente eres Tú quien ha vuelto, por favor guíame para conocer Tu obra y para regresar ante Ti”. Por supuesto, Dios escuchó mi oración.
Bajo la guía del Espíritu Santo, abrí el libro de las palabras de Dios, La Palabra manifestada en carne y vi el artículo “¿Sabías que Dios ha hecho algo grande entre los hombres?”, en el cual Dios Todopoderoso decía: “Deberíais saber que, sin la existencia de esta carne, toda la humanidad enfrentaría una calamidad inevitable y le resultaría imposible escapar del castigo más severo de Dios para la humanidad en los últimos días. Sin el nacimiento de esta carne corriente, todos vosotros estaríais en un estado en el que rogar por la vida no haría posible vivir, y orar por la muerte no haría posible morir; sin la existencia de esta carne no podríais recibir hoy la verdad y venir ante el trono de Dios. Más bien, Él os castigaría por vuestros graves pecados. ¿Sabéis que si no fuera por el retorno de Dios a la carne, ninguno tendría oportunidad de salvarse, y que si no fuera por la venida de esta carne, Dios habría acabado hace mucho la era antigua? Así, ¿podéis todavía rechazar la segunda encarnación de Dios? Ya que os podéis beneficiar tan enormemente de este hombre corriente, entonces ¿por qué no lo aceptáis de inmediato?”. “La obra de Dios es algo que no puedes comprender. Si no puedes comprender si tu decisión es correcta ni saber si la obra de Dios puede tener éxito, entonces por qué no probar tu suerte y ver si este hombre corriente puede ser de gran ayuda para ti, y si Dios ha llevado a cabo una gran obra”. ¡Gracias a Dios! Me sentí mucho más tranquila después de leer las palabras de Dios: ¡no podrían ser más precisas! Me di cuenta de que, ya que yo no estaba familiarizada con la obra de Dios y no podía comprender plenamente todo lo que se decía en internet, ¿por qué no probar suerte? ¿Porque no continuar profundizando en mi investigación y, luego, llegar a una conclusión? Si realmente es la aparición y la obra de Dios, entonces, si yo la rechazo, ¿no es eso rechazar a Dios? ¿No sería eso algo que lamentaría eternamente? Decidí ir a ver a la hermana Chen al día siguiente y continuar con mi búsqueda e investigación.
Cuando vi a la hermana Chen, compartí con ella la experiencia que había tenido en los días pasados y le pregunté qué ocurría realmente con el Relámpago Oriental. Me leyó dos pasajes de las palabras de Dios: “Cuando todas las personas prestan atención, cuando todas las cosas se renuevan y reviven, cuando cada persona se somete a Dios sin reparos y está dispuesta a asumir la pesada responsabilidad de la carga de Dios, ahí es cuando el relámpago oriental surge, iluminando todo desde Oriente hasta Occidente, aterrorizando a toda la tierra con la llegada de esta luz, y, en este momento, Dios, una vez más, comienza una nueva vida. […] Esto significa que, en el Oriente del mundo, desde el momento en el que el testimonio de Dios mismo comienza, y Él comienza a obrar, hasta el momento en el que la divinidad comienza a ejercer soberanía a lo largo de la tierra, este es el rayo resplandeciente del relámpago oriental, que siempre ha brillado sobre todo el universo. Cuando las naciones de la tierra se convierten en el reino de Cristo, en ese momento el universo entero es iluminado. Ahora es el momento en el que el relámpago oriental surge. Dios encarnado comienza a obrar y, además, habla directamente en divinidad. Puede decirse que, cuando Dios comienza a hablar en la tierra, surge el relámpago oriental. Dicho de manera más precisa, cuando el agua viva fluye del trono —cuando las declaraciones provenientes del trono comienzan— ese es precisamente el momento en el que las declaraciones de los siete Espíritus comienzan formalmente” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Interpretaciones de los misterios de “las palabras de Dios al universo entero”, Capítulo 12). “Sólo cuando la luz del oriente se vuelva gradualmente blanca, la oscuridad a través de la tierra comenzará a convertirse en luz, y sólo entonces el hombre descubrirá que hace mucho tiempo salí de Israel y que estoy volviendo a levantarme en el oriente. Habiendo descendido una vez a Israel y partido luego de allí, no puedo volver a nacer en Israel, porque Mi obra guía todo el universo y, lo que es más, el relámpago brilla directamente del oriente al occidente. Por esta razón, he descendido en el oriente y llevado Canaán a la gente del oriente. Deseo llevar a los pueblos de toda la tierra a la nación de Canaán, y por eso sigo emitiendo declaraciones en la tierra de Canaán para controlar todo el universo. En este momento, no hay luz en toda la tierra a excepción de Canaán y todos los hombres están en peligro por el hambre y el frío. Le di Mi gloria a Israel y luego la retiré, y después llevé a los israelitas al oriente, así como a toda la humanidad. Los he traído a todos a la luz para que puedan reunirse y asociarse con ella, y que ya no tengan que buscarla. Dejaré que todos los que están buscando vuelvan a ver la luz y vean la gloria que tuve en Israel; les haré ver que hace mucho tiempo descendí sobre una nube blanca en medio de la humanidad, que vean las innumerables nubes blancas y frutos en sus racimos abundantes y, más aún, que vean a Jehová Dios de Israel. Dejaré que vean al Maestro de los judíos, al Mesías anhelado y a la aparición completa de Mí, quien ha sido perseguido por los reyes a lo largo de las eras. Obraré en todo el universo y realizaré una obra maravillosa, revelando toda Mi gloria y todas Mis acciones al hombre en los últimos días. Mostraré Mi semblante glorioso en toda su plenitud a quienes han esperado muchos años por Mí, a quienes han anhelado que Yo llegue sobre una nube blanca, a Israel, que ha anhelado que Yo aparezca de nuevo, y a toda la humanidad que me persigue, para que todos sepan que hace mucho tiempo retiré Mi gloria y la llevé al oriente, así que ya no está en Judea. ¡Porque ya han llegado los últimos días!” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Los siete truenos retumban: profetiza que el evangelio del reino se extenderá por todo el universo).
Luego compartió esto en una enseñanza: “A partir de las palabras de Dios podemos ver que Su obra y Sus palabras en los últimos días son el relámpago que viene de Oriente. El ‘Relámpago’ se refiere a la luz y la ‘luz’ se refiere a las palabras de Dios; esto es, el regreso de Dios en los últimos días es Su encarnación como el Hijo del hombre que aparece y obra primero en Oriente, en China, hablando y formando un grupo de vencedores. Y, luego, Su evangelio de los últimos días se difunde rápidamente a Occidente, para que todas las personas en todo el mundo puedan recibir la salvación de Dios de los últimos días. Esto cumple lo que se dijo en Mateo 24:27: ‘Porque así como el relámpago sale del oriente y resplandece hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre’. Además, el tiempo de Dios para obrar en los últimos días es corto y pasa rápidamente, igual que el relámpago. A lo largo de tan solo dos cortas décadas, el evangelio del reino de Dios ya se ha difundido por toda China continental y se está difundiendo a lo largo de los países del mundo. El Relámpago Oriental es la palabra y la obra de Dios de los últimos días, la verdad expresada por Dios. Dios Todopoderoso es el Hijo del hombre que aparece delante de este en los últimos días, tal y como se profetiza en la Biblia; Él lleva a cabo la nueva obra en los últimos días. Todos aquellos que no acepten la obra de Dios de los últimos días serán eliminados por la obra del Espíritu Santo”. Fue cuando escuché esto que me di cuenta de que el Relámpago Oriental se refiere a la obra de Dios, a la verdad expresada por Dios ¡y es la aparición de Dios en los últimos días! Dios apareció y comenzó Su obra primero en China, una potencia política atea. Primero conquistó y perfeccionó a un grupo de personas en China y las convirtió en vencedores y, luego, extendió esto a Occidente e, incluso, al mundo entero para que el pueblo elegido de Dios de todas las naciones y todos los lugares pudiera aceptar la obra de Dios de los últimos días y alcanzar la purificación y la salvación de Dios, cumpliendo plenamente el plan de gestión de Dios de 6000 años. ¿No es esto una manifestación de Su sabiduría? Si Dios mismo no hubiera hablado para revelar estos misterios, ¡yo jamás habría comprendido!
La hermana Chen continuó con su enseñanza: “Sin embargo, al tener frente a sí la aparición y la obra de Dios, los líderes de todas las denominaciones no solo no la buscaron e investigaron, sino que condenaron furiosamente a Dios, se resistieron a Él y blasfemaron en Su contra; solo difundieron rumores para desprestigiar a la Iglesia de Dios Todopoderoso y unieron fuerzas con el Gobierno ateo del PCCh para coaccionar, arrestar y perseguir histéricamente a quienes siguen a Dios Todopoderoso en un intento por evitar que se difunda el evangelio de Su reino, destruir la obra de Dios de los últimos días e impedir que los creyentes regresen a Dios Todopoderoso. Tal y como lo hicieron el Gobierno romano y los líderes judíos, quienes se resistieron al Señor Jesús, lo condenaron y lo crucificaron, todos ellos son demonios satánicos que odian la verdad, odian a Dios y son Sus enemigos. Ellos saben que las palabras pronunciadas por Dios Todopoderoso son la verdad y que poseen autoridad y poder. Una vez que estas palabras se hayan difundido por todo el mundo, todos aquellos que aman la verdad y anhelan la aparición de Dios recurrirán a Dios Todopoderoso y le adorarán. Luego, nadie continuará siguiéndolos. Por lo tanto, ahora que Dios ha encarnado una vez más con el fin de llevar a cabo Su obra para salvar a la humanidad, el Gobierno ateo del PCCh y las fuerzas anticrísticas de la comunidad religiosa están tratando desesperadamente de bloquear y destruir la obra de Dios. Están utilizando todo tipo de medios y métodos despreciables para atar y engañar a las personas, para evitar que busquen y examinen el camino verdadero. Ocurre igual que cuando ustedes tienen dudas acerca de la obra de Dios después de ver todos esos rumores que circulan en internet: la meta de Satanás consiste en hacer que todos dudemos de Dios. Quiere que neguemos y traicionemos a Dios, que perdamos Su salvación y regresemos a estar bajo su campo de acción para que logre su meta malvada de controlar y dañar permanentemente a las personas. Tal y como lo revelan las palabras de Dios: ‘Dios hace Su obra, se preocupa por la persona, la escudriña, y mientras tanto Satanás sigue de cerca cada uno de Sus pasos. A quienquiera que Dios favorece, Satanás también le observa y va a la zaga. Si Dios quiere a esa persona, Satanás hará todo lo que pueda para estorbarle usando diversas tácticas malvadas para tentarle, para alterar y estropear la obra que Dios hace, todo ello con el fin de lograr su objetivo oculto. ¿Cuál es este objetivo? No quiere que Dios gane a nadie; él quiere para sí a todos a los que quiere Dios, para ocuparlos, controlarlos, hacerse cargo de ellos para que le adoren y entonces se le unan para cometer actos malvados. ¿Acaso no es esta su siniestra motivación?’ (La Palabra, Vol. II. Sobre conocer a Dios. Dios mismo, el único IV). Debemos distinguir el engaño de Satanás de acuerdo con las palabras de Dios y ver claramente que la esencia malvada de Satanás es ser un enemigo de Dios e impedir que las personas regresen a Él. Debemos ver su intención siniestra de poseer y devorar a las personas por completo, de modo que no perdamos la oportunidad de ser salvos por Dios”. Al leer las palabras de Dios y escuchar la enseñanza de la hermana, comprendí verdaderamente que todos esos rumores que circulan en internet vinieron de Satanás y que son los engaños y las trampas que Satanás ha colocado para evitar que las personas examinen el camino verdadero y regresen a Dios. Si yo carecía de discernimiento en relación con ellos, entonces sería atrapada por Satanás. La enseñanza de la hermana me brindó cierto entendimiento verdadero del Relámpago Oriental, que es la obra y la aparición de Dios. Ahora poseo el discernimiento en relación con los medios despreciables que utilizan las fuerzas malignas satánicas del Gobierno del PCCh y la comunidad religiosa para atacar a Dios; también he visto que el camino verdadero ha sido reprimido desde tiempos ancestrales. Sorprendentemente, las perturbaciones de Satanás me proporcionaron una mayor comprensión de la obra de Dios y también me permitieron obtener un discernimiento verdadero en relación con Satanás y rechazarlo. Ciertamente, la sabiduría de Dios se manifiesta con base en las tácticas de Satanás. ¡Gracias a Dios!
Cuando llegué a casa, comencé a ver en internet los videos de la Iglesia de Dios Todopoderoso. Vi una serie de diez videos corales al hilo, así como algunas de las recitaciones de las palabras de Dios y algunas películas sobre el evangelio. Todo lo que se transmitía en estos videos y películas era la verdad y daba testimonio de la aparición de Dios y de Su obra de los últimos días. Me permitieron ver la autenticidad y la hermosura de Dios y obtener cierto conocimiento de Su carácter justo. Cuando vi que las palabras pronunciadas por Dios Todopoderoso son la verdad y que realmente pueden cambiar, purificar y salvar a las personas, eso me permitió encontrar la senda que lleva al reino de los cielos: me dio la esperanza de la salvación. Cuando, posteriormente, mi cuñado se enteró de que yo había aceptado la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días, me visitó varias veces para molestarme e incluso reunió a algunas personas de la iglesia para que también lo hicieran. También repitió como loro un montón de campañas negativas provenientes de internet en un intento por confundirme y hacer que abandonara mi fe en Dios Todopoderoso. Sin embargo, yo ya estaba completamente segura de la obra de Dios Todopoderoso y esos rumores no tuvieron efecto en mí. Cuando miro atrás, me doy cuenta de que realmente fue la guía de Dios lo que me permitió comprender algunas verdades; paso a paso, me liberé de los grilletes y las ataduras de los rumores y construí un cimiento sobre el camino verdadero. ¡Doy gracias a Dios por salvarme y protegerme y por guiarme a Su casa!