Desde que se enteraron de que habíamos aceptado a Dios Todopoderoso, el pastor y el anciano nos molestan sin cesar y nos explican la Biblia continuamente. Aunque los refutemos y rechacemos, no paran. Eso es acosar con dureza a unos ciudadanos. Antaño nunca se esmeraban tanto cuando estábamos débiles o negativos. Pero ahora, en cuanto hemos aceptado a Dios Todopoderoso, se han enfadado mucho y nos vienen con el palo y la zanahoria, molestándonos sin parar. ¡Parece que sus maldades no pararán hasta que nos hayan arrastrado al infierno con ellos! Simplemente no lo entiendo. El pastor y el anciano, como personas que sirven al Señor y que suelen hablar de la Biblia, deberían ser capaces de ver que todas las palabras expresadas por Dios Todopoderoso son verdad. ¿Por qué no buscan la verdad? ¿Por qué no investigan la obra de Dios Todopoderoso en los últimos días, en vez de condenar y oponerse a Dios Todopoderoso y de blasfemar contra Él de manera demencial? El pastor y el anciano dedican grandes esfuerzos a impedir que aceptemos a Dios Todopoderoso. Nos cuesta percibir la naturaleza de este asunto. Por favor, habladnos un poco de esto.
Respuesta: ¿Cómo no van a estar preocupados el pastor y el anciano por vuestra aceptación de Dios Todopoderoso? A ojos del pastor y del anciano, sois sus ovejas. Os han robado, y esto golpea al pastor y al anciano en un punto vital, por lo que han de hacer todo lo necesario por enredaros y adueñarse otra vez de vosotros. Recordad los tiempos en que el Señor Jesús apareció y realizó Su obra. Los sumos sacerdotes, escribas y fariseos del judaísmo calumniaron y condenaron al Señor Jesús y blasfemaron contra Él de manera desenfrenada; incluso lo crucificaron. En aquel tiempo, sin duda muchas personas de credo judío deseaban aceptar al Señor Jesús. ¿Por qué no se atrevieron a aceptar al Señor Jesús y ni mucho menos a seguirlo? Yo pienso que aquellos sumos sacerdotes, escribas y fariseos judíos debieron de amenazar con frecuencia a los creyentes del judaísmo y que incluso adoptaron diversos métodos para impedir que el pueblo aceptara al Señor Jesús. En aquel tiempo, había una persona llamada Nicodemo. ¿Por qué solamente podía ir a ver al Señor Jesús de noche? Por supuesto que ello guarda relación con esta situación. La Biblia recoge estas cosas de forma muy clara. Por desgracia, apenas unas pocas personas de los círculos religiosos eran capaces de percibir el origen de la oposición de los fariseos al Señor. Todavía eran menos aquellos capaces de diferenciar a los pastores y ancianos de los círculos religiosos según las palabras que pronunció el Señor Jesús para condenar, dejar al descubierto y maldecir a los fariseos. ¿No era esta la verdadera situación? Dios Todopoderoso de los últimos días ha llegado y ha dejado al descubierto la esencia y la auténtica situación de la oposición de los fariseos, pastores y ancianos religiosos hacia Dios. Leamos unos pasajes de la palabra de Dios Todopoderoso.
Dios Todopoderoso dice: “¿Deseáis conocer la raíz de la oposición de los fariseos a Jesús? ¿Deseáis conocer la esencia de los fariseos? Estaban llenos de fantasías sobre el Mesías. Aún más, sólo creían que Él vendría, pero no buscaban la verdad-vida. Por tanto, incluso hoy siguen esperándole, porque no tienen conocimiento del camino de la vida ni saben cuál es la senda de la verdad. Decidme, ¿cómo podrían obtener la bendición de Dios tales personas insensatas, tozudas e ignorantes? ¿Cómo podrían contemplar al Mesías? Se opusieron a Jesús porque no conocían la dirección de la obra del Espíritu Santo ni el camino de la verdad mencionado por Jesús y, además, porque no entendían al Mesías. Y como nunca le habían visto ni habían estado en Su compañía, cometieron el error de aferrarse al mero nombre del Mesías mientras se oponían a Su esencia por todos los medios posibles. Estos fariseos eran tozudos y arrogantes en esencia, y no obedecían la verdad. El principio de su creencia en Dios era: por muy profunda que sea Tu predicación, por muy alta que sea Tu autoridad, no eres Cristo a no ser que te llames el Mesías. ¿No es esta creencia absurda y ridícula? Os pregunto de nuevo: ¿No es extremadamente fácil para vosotros cometer los errores de los antiguos fariseos, dado que no tenéis el más mínimo entendimiento de Jesús? ¿Eres capaz de discernir el camino de la verdad? ¿Puedes garantizar realmente que no te opondrás a Cristo? ¿Eres capaz de seguir la obra del Espíritu Santo? Si no sabes si te opondrás o no a Cristo, entonces Yo digo que ya estás viviendo al filo de la muerte. Los que no conocían al Mesías fueron todos capaces de oponerse a Jesús, de rechazarlo, de difamarlo. Las personas que no entienden a Jesús son capaces de rechazarlo y vilipendiarlo. Además, son capaces de ver el regreso de Jesús como el engaño de Satanás, y más personas condenarán el retorno de Jesús a la carne. ¿No os asusta todo esto? Lo que afrontáis será blasfemia contra el Espíritu Santo, la ruina de Sus palabras a las iglesias y el rechazo de todo lo expresado por Jesús. ¿Qué podéis obtener de Él si estáis tan confundidos? ¿Cómo podéis entender la obra de Jesús cuando Él vuelva a la carne sobre una nube blanca, si os negáis obstinadamente a ser conscientes de vuestros errores? Os digo esto: las personas que no reciben la verdad, pero que esperan ciegamente la llegada de Jesús sobre nubes blancas, blasfemarán sin duda contra el Espíritu Santo y pertenecen a la categoría que será destruida” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. En el momento que contemples el cuerpo espiritual de Jesús, Dios ya habrá vuelto a crear el cielo y la tierra).
“Hay algunos que leen la Biblia en grandes iglesias y la recitan todo el día, pero ninguno de ellos entiende el propósito de la obra de Dios. Ninguno de ellos es capaz de conocer a Dios y mucho menos es conforme a la voluntad de Dios. Son todos personas inútiles y viles, que se ponen en alto para enseñar a Dios. Se oponen deliberadamente a Él mientras llevan Su estandarte. Afirman tener fe en Dios, pero aun así comen la carne y beben la sangre del hombre. Todas esas personas son diablos que devoran el alma del hombre, demonio jefes que estorban a aquellos que tratan de entrar en la senda correcta y obstáculos que amenazan a los que buscan a Dios. Pueden parecer de ‘buena constitución’, pero ¿cómo van a saber sus seguidores que no son más que anticristos que llevan a la gente a levantarse contra Dios? ¿Cómo van a saber sus seguidores que son diablos vivientes dedicados a devorar a las almas humanas?” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Todas las personas que no conocen a Dios son las que se oponen a Él).
“Todos los días buscan rastros de Mí en la Biblia y encuentran al azar pasajes ‘adecuados’ que leen sin cesar. […] No prestan atención a Mi existencia o acciones, sino que dedican una atención extrema y especial a todas y a cada una de las palabras de las Escrituras. Muchas más incluso creen que Yo no debería hacer nada que quisiera a menos que las Escrituras lo predijeran. Le atribuyen demasiada importancia a las Escrituras. Se puede decir que ven las palabras y expresiones como demasiado importantes, hasta el punto de que usan versículos de la Biblia para medir cada palabra que digo y para condenarme. Lo que buscan no es el camino de la compatibilidad conmigo, o el camino de la compatibilidad con la verdad, sino el camino de la compatibilidad con las palabras de la Biblia, y creen que cualquier cosa que no se ciña a la Biblia, sin excepción, no es Mi obra. ¿No son esas personas los descendientes sumisos de los fariseos? Los fariseos judíos usaron la ley de Moisés para condenar a Jesús. No buscaron la compatibilidad con el Jesús de esa época, sino que diligentemente siguieron la ley al pie de la letra, hasta el grado de que, después de haberlo acusado de no seguir la ley del Antiguo Testamento y de no ser el Mesías, al final crucificaron al inocente Jesús. ¿Cuál era su sustancia? ¿No era que no buscaban el camino de la compatibilidad con la verdad? Se obsesionaron con todas y cada una de las palabras de las Escrituras mientras que no prestaron atención a Mi voluntad ni a los pasos ni métodos de Mi obra. No eran personas que buscaran la verdad, sino que se aferraban a las palabras; no eran personas que creyeran en Dios, sino que creían en la Biblia. En esencia, eran los guardianes de la Biblia” (La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Deberías buscar el camino de la compatibilidad con Cristo).
“Mira a los líderes de cada denominación: son todos arrogantes y farisaicos y sus interpretaciones de la Biblia carecen de contexto y están guiadas por sus propias imaginaciones. Todos confían en los dones y la erudición para hacer su obra. Si fueran incapaces de predicar nada, ¿les seguirían las personas? Después de todo, poseen cierto conocimiento y pueden predicar sobre cierta doctrina o saben cómo convencer a los demás y cómo usar algunos artificios. Los usan para llevar a las personas ante ellos y engañarlas. Esas personas creen en Dios sólo de nombre, pero, en realidad, siguen a sus líderes. Cuando se encuentran con alguien que predica el camino verdadero, algunos de ellos dicen: ‘Tenemos que consultarle a nuestro líder respecto a nuestra creencia’. Un ser humano es el medio de su fe en Dios. ¿No es esto un problema? ¿En qué se han convertido, pues, esos líderes? ¿Acaso no se han vuelto fariseos, falsos pastores, anticristos y obstáculos para que las personas acepten el camino verdadero?” (La Palabra, Vol. III. Discursos de Cristo de los últimos días. Solo buscar la verdad es creer verdaderamente en Dios).
Ahora que hemos leído las palabras de Dios Todopoderoso, ¿tenéis todos más claro el modo en que los fariseos religiosos se opusieron y condenaron al Señor Jesús, el modo en que los pastores y ancianos de los círculos religiosos se oponen a la obra de Dios en los últimos días y la condenan, y la realidad y el origen de su oposición a Dios? En la Era de la Gracia, el Señor Jesús maldijo a los fariseos y dejó al descubierto su verdadero semblante de hipócritas. Dios Todopoderoso de los últimos días ha llegado y ha revelado la conducta, el comportamiento y la esencia opuestos a Dios de los pastores y ancianos de los círculos religiosos. En las dos encarnaciones de Dios, ¿por qué Él, en ambas ocasiones, ha dejado al descubierto la esencia y la realidad de la hipocresía y la oposición de los líderes religiosos hacia Dios? Porque, aunque enarbolen la bandera del servicio a Dios, en realidad no practican ni experimentan las palabras de Dios ni cumplen Sus mandamientos. Por eso no tienen ninguna realidad de la verdad y ni mucho menos son personas que se sometan a Dios; solamente observan un puñado de doctrinas, normas y ritos religiosos. Emplean su elocuencia y sus dones, explican conocimientos bíblicos y teología, nada más que para llamar la atención y lucirse a fin de que la gente los venere y obedezca. Esto hace que el pueblo elegido de Dios los obedezca y les consulte respecto a todos los asuntos y los obedezca en todo. El pueblo elegido de Dios debe recibir la aprobación del pastor y del anciano hasta para estudiar y buscar el camino verdadero. Sea cual sea la cuestión que deban afrontar, en vez de hacer hincapié en orar al Señor o en buscar la verdad, dependen del pastor y del anciano y acuden a pedirles ayuda. Hacen lo que les dicen el pastor y el anciano. Nunca distinguen si las palabras del pastor y el anciano concuerdan con la Biblia o con la verdad. Ni siquiera cuando Dios encarnado se apareció para realizar Su obra y expresar la verdad tuvieron la potestad de decidir por sí mismos si debían investigarlo, si debían escuchar la voz de Dios. Los pastores y ancianos religiosos tenían que tomar esa decisión por ellos, entregando así su vida y su destino final al cuidado de los pastores y ancianos. ¿Qué problema hay aquí? Al final, ¿creen en los pastores y ancianos o en el Señor Jesús? La verdad es que da que pensar. En realidad, los fariseos, pastores y ancianos religiosos no han llevado a la gente ante Dios, sino que más bien la han controlado bajo su poder. Como gran parte del pueblo elegido de Dios no tiene discernimiento, le ha engañado esta apariencia hipócrita de los fariseos, pastores y ancianos religiosos. Si Dios no hubiera venido a expresar la verdad y a dejar al descubierto su esencia de odio a la verdad y oposición a Dios, ¡nadie habría sido capaz de ver que son unos anticristos que odian la verdad y luchan contra Dios por Su pueblo elegido! De este modo, el pueblo elegido de Dios no tiene forma de escapar a sus engaños y trampas, no tiene manera de aceptar la obra de Dios ni de volverse hacia Él para alcanzar la salvación, y acaba cayendo en desgracia por estos malos siervos y anticristos. Dios Todopoderoso ha revelado a fondo la esencia y el origen de la oposición de los fariseos, pastores y ancianos religiosos hacia Dios y les ha quitado la máscara y el disfraz de hipócritas, con lo que los creyentes en Dios pueden ver la realidad y la verdad de cómo se oponen a Dios mientras le sirven. ¿Acaso esto no es que Dios nos está salvando de las trabas de los fariseos religiosos y de la influencia de Satanás? Si Dios no obrara así, ¿podrían los creyentes en Él regresar voluntariamente ante Su presencia? Si Dios no hubiera revelado la verdad y la realidad de la oposición de los fariseos hacia Él, ¿sabrían distinguir los creyentes en Dios a los fariseos? Si Dios no hubiera revelado la verdad y la realidad de la oposición de los pastores y ancianos religiosos hacia Él en los últimos días, ¿podrían los creyentes en Dios escapar a sus trabas y trampas? No podrían; de ahí que digamos que esta manera de obrar de Dios es Su compasión por nosotros ¡y Su salvación para nosotros!
En los lugares de culto religioso, la mayor parte de la gente venera a los pastores y ancianos. Creen que los pastores y ancianos entienden la Biblia y son devotos. Además, estos son bastante afectuosos con los hermanos y hermanas y suelen predicar la Biblia a la gente, trabajando así sin descanso. ¿Cómo pueden ser unos fariseos hipócritas y unos anticristos? En realidad, si los pastores y ancianos religiosos son o no unos anticristos, no se puede determinar exclusivamente por lo buenos que son con los demás de manera superficial, ni por cuánto trabajan para el Señor ni por cuánto sufren. Lo más decisivo es ver cómo tratan la aparición y obra de Dios, además de cómo tratan a Cristo encarnado y la verdad que Él expresa. Sólo así se puede ver su verdadero semblante con claridad. Eso es bastante parecido a los sumos sacerdotes, escribas y fariseos del judaísmo de hace tiempo. Todos eran expertos en explicar las Escrituras y hasta las llevaban bordadas en las orlas de su vestimenta. Por fuera parecían muy devotos, pero cuando apareció el Señor Jesús y comenzó a realizar Su obra, ¿cómo lo trataron? Cuando los fariseos vieron al Señor Jesús curar a los enfermos y expulsar a los demonios, manifestando así la autoridad y el poder de Dios, lo que hicieron fue blasfemar contra el Señor Jesús por utilizar al príncipe de los demonios para expulsarlos y cometieron el pecado de blasfemar contra el Espíritu Santo. Es más, el sumo sacerdote puso a prueba al Señor Jesús preguntándole si era Cristo. Cuando el Señor Jesús dijo “Yo soy”, lo usaron como motivo para acusarlo de blasfemo. Entregaron al Señor Jesús al Gobierno romano. Preferían que liberaran a un ladrón con tal de que pudieran crucificar al Señor Jesús. Todos los sumos sacerdotes, escribas y fariseos judíos sabían que el Señor Jesús decía palabras de autoridad y poder, pero no buscaron la verdad lo más mínimo y ni mucho menos la aceptaron. Se empeñaron en aferrarse a los decretos y leyes de las Escrituras, con cuyas palabras condenaban la obra de Dios. Hacían oídos sordos a la mucha verdad expresada por el Señor Jesús y a los muchos milagros y prodigios que obraba. Mientras no lo llamaran el Mesías, lo condenaban y se oponían frenéticamente a Él, empeñados en crucificarlo. Estos hechos bastan para demostrar que la naturaleza y esencia de los fariseos era de odio a la verdad, la de unos anticristos demoníacos que odiaban a Dios. En los últimos días, el Señor Jesús ha regresado como Dios Todopoderoso para expresar la verdad y realizar la obra de juzgar y purificar a la gente. Las ovejas buenas y líderes de diversas denominaciones oyen las palabras de Dios Todopoderoso, las reconocen como la voz de Dios y se han convertido a Dios Todopoderoso. Los pastores y ancianos de los círculos religiosos saben claramente que todas las palabras pronunciadas por Dios Todopoderoso son verdad y que tienen autoridad y poder, pero para nada buscan la verdad. Por el contrario, desvirtúan la Biblia y la citan fuera de contexto diciendo que apartarse de la Biblia viene a ser una herejía y que es falso cualquier Señor Jesús que no descienda sobre una nube. También declaran todo mensaje de la venida de Dios encarnado como herejía y falsa doctrina. Difunden frenéticamente diversos rumores y falacias que condenan, calumnian y atacan a Dios Todopoderoso y blasfeman contra Él. Por las buenas o por las malas, impiden que la gente busque e investigue la obra de Dios en los últimos días, con lo cual el pueblo elegido de Dios rechaza de la llegada de Dios. Los pastores y ancianos saben que son ovejas de Dios, pero no se las devuelven a Él. En cambio, consideran suyas las ovejas de Dios con la perspectiva de controlar y dominar para siempre al pueblo elegido de Dios. ¿No es esta la conducta de unos anticristos? ¿No actúan así los pastores y ancianos de los círculos religiosos? Más abominable incluso es que, en cuanto descubren que alguien va a una iglesia a difundir la buena nueva y dar testimonio de Dios Todopoderoso, le dan una paliza, lo denos tan y humillan, y hasta llaman a la policía. Entregan al satánico régimen del PCCh a aquellos que dan testimonio de Dios Todopoderoso, con la vana esperanza de prohibir la obra de Dios de los últimos días con la ayuda del malvado poder del PCCh y al objeto de satisfacer su objetivo perverso de controlar la religión en China por siempre. Esto revela completamente su naturaleza satánica de odio a la verdad y a Dios.
Extracto del guion de la película de “No os metáis en mis asuntos”
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