En la vida real, cada vez que me enfrento a eventos desafortunados como contratiempos o enfermedades, pienso que Dios me ha abandonado y ya no me va a proteger más, sumergiéndome en la tristeza y perdiendo mi fe en Dios. Sé perfectamente que este punto de vista no está en línea con la intención de Dios? ¿Cómo debo revertirlo? (Parte 1)

7 May 2021

Las palabras relevantes de Dios:

Creer en Dios no es, para nada, fácil. Esas prácticas religiosas deben ser eliminadas; buscar la sanación de los enfermos y la expulsión de demonios, enfocarse en señales y prodigios, codiciar más de la gracia, la paz y el gozo de Dios, buscar las perspectivas y comodidades de la carne, estas son prácticas religiosas, y esas prácticas religiosas son una forma vaga de creencia. ¿Qué es, hoy, creer realmente en Dios? Es aceptar Su palabra como la realidad-vida y conocer a Dios a partir de Su palabra para lograr un amor verdadero hacia Él. Para decirlo con claridad: creer en Dios tiene como propósito que puedas obedecerle, amarle y llevar a cabo el deber que debe realizar una criatura de Dios. Este es el objetivo de creer en Dios. Debes obtener el conocimiento de la hermosura de Dios, de cuán digno de veneración Él es, de cómo Él lleva a cabo la obra de salvación y perfeccionamiento en Sus criaturas; esto es lo esencial de tu fe en Dios. Creer en Dios es, principalmente, el cambio de una vida de la carne a una vida de amar a Dios; de vivir dentro de la corrupción a vivir dentro de la vida de las palabras de Dios. Es dejar de estar bajo el campo de acción de Satanás y vivir bajo el cuidado y la protección de Dios; es ser capaz de lograr obedecer a Dios y no a la carne; es permitir que Él gane la totalidad de tu corazón, permitirle que te perfeccione y liberarte del carácter satánico corrupto. Creer en Dios tiene como objetivo, principalmente, que Su poder y Su gloria puedan manifestarse en ti, que puedas llevar a cabo Su voluntad, que cumplas Su plan y seas capaz de dar testimonio de Él delante de Satanás. La fe en Dios no debería girar alrededor del deseo de contemplar señales y prodigios ni tener como propósito el beneficio de tu carne personal. Debe consistir en buscar conocer a Dios y ser capaz de obedecerle, y, como Pedro, obedecerle hasta la muerte. Estas son las metas principales de la fe en Dios. Se come y bebe la palabra de Dios para conocerle y satisfacerle. Comer y beber la palabra de Dios te proporciona un mayor conocimiento de Él y solo después de esto puedes obedecerle. Solo teniendo conocimiento de Dios puedes amarle, y esta es la meta que el hombre debería tener en su fe en Dios.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Todo se logra por la palabra de Dios

Mis acciones son mayores en número que los granos de arena en la playa y Mi sabiduría sobrepasa a todos los hijos de Salomón, pero las personas simplemente me consideran como un médico de poca monta y un desconocido maestro del hombre. Muchos creen en Mí solo para que pueda sanarlos. Muchos creen en Mí solo para que use Mis poderes para expulsar espíritus inmundos de sus cuerpos, y muchos creen en Mí simplemente para poder recibir de Mí paz y gozo. Muchos creen en Mí solo para exigir de Mí una mayor riqueza material. Muchos creen en Mí solo para pasar esta vida en paz y estar sanos y salvos en el mundo por venir. Muchos creen en Mí para evitar el sufrimiento del infierno y recibir las bendiciones del cielo. Muchos creen en Mí solo por una comodidad temporal, sin embargo no buscan obtener nada en el mundo venidero. Cuando hice descender Mi furia sobre el hombre y le quité todo el gozo y la paz que antes poseía, el hombre se volvió confuso. Cuando le di al hombre el sufrimiento del infierno y recuperé las bendiciones del cielo, la vergüenza del hombre se convirtió en ira. Cuando el hombre me pidió que lo sanara, Yo no le presté atención y sentí aborrecimiento hacia él; el hombre se alejó de Mí para en su lugar buscar el camino de la medicina maligna y la hechicería. Cuando le quité al hombre todo lo que me había exigido, todos desaparecieron sin dejar rastro. Así, digo que el hombre tiene fe en Mí porque doy demasiada gracia y tiene demasiado que ganar.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. ¿Qué sabes de la fe?

Muchas personas empiezan creyendo por su búsqueda basada en una premisa falsa, con la consecuencia de que son frecuentemente negativos y débiles, y no pueden permanecer firmes. Por ejemplo: algunas personas sienten en sus ideas que Dios les hace la promesa de que no serán capturadas, o de que ahora que han abandonado a su familia, Él garantizará cuidarlas durante el resto de su vida. Sienten que Dios debería ser así, hasta que un día surge algo que no se ajusta a sus deseos; podría ser una enfermedad, y vivir con su familia de acogida no es tan cómodo como lo ha sido hacerlo con la suya propia, cuando podían comer lo que querían y acostarse cuando les venía en gana, y se sienten incapaces de soportarlo si el cuidado que otros les brindan es un poco deficiente, por lo que se vuelven débiles bajo estas condiciones. Algo como esto puede llevarlas a descorazonarse y debilitarse, y se quejarán durante mucho tiempo, incluso hasta el punto de dejar de buscar la verdad y negar el sentido de la creencia en Dios. Hay algunos estados en las personas que, si no los entienden y no piensan que son incorrectos, por muy intensa que sea su búsqueda de la verdad o por mucho entusiasmo que tengan, pueden hacer que caigan un día. Solo una minoría de personas puede obtener la verdad, después de todo. Entender la verdad no es un asunto simple. Se requiere mucho tiempo para entender incluso un poco, mucho tiempo para obtener un poco de entendimiento empírico, para lograr un poco de entendimiento puro u obtener un poco de luz. Si no resuelves todas las impurezas dentro de ti, ese poco de luz puede ahogarse en cualquier momento o lugar. Ahora, la dificultad principal del hombre es que cada persona alberga en su interior algunas imaginaciones, nociones, deseos e ideales vacíos que ellos mismos son incapaces de descubrir. Estas cosas acompañan continuamente a las personas como corrupciones en su interior. Esto es realmente muy peligroso y la gente es susceptible de expresar sus quejas en cualquier momento. Hay muchísimas impurezas en el hombre. Aunque la gente tenga buenas aspiraciones, con el deseo de buscar la verdad y de creer sinceramente en Dios, aún no puede lograrlo. Este tipo de cosas son habituales en la experiencia de toda persona: cuando afronta un asunto menor, los demás consideran que debería poder ponerle fin fácilmente. ¿Por qué no puede? ¿Por qué aquellos que son relativamente experimentados la mayor parte del tiempo, que a otros les suelen parecer fuertes en comparación, y que tienen la mente clara, caen cuando se enfrentan a un asunto pequeño, y lo hacen con tanta rapidez? El hombre está realmente sujeto a la volubilidad de la fortuna; ¿cómo podría predecirlo? Dentro de cada persona hay algunas cosas que cada una de ellas está dispuesta a buscar y obtener, y cada cual tiene sus propios gustos. A menudo, las personas no pueden percibir esto por sí mismas, o creen que estas cosas están bien, que no hay nada incorrecto en ellas. Entonces, un día se presenta algo así y tropiezan, se vuelven negativas, débiles y no pueden levantarse. Puede que no sepan por sí mismas cuál es el problema y que sientan que está justificado y que es Dios quien las ha agraviado. Si las personas no se comprenden a sí mismas, nunca podrán saber dónde radican sus dificultades ni en qué áreas pueden fallar y caer. Son lamentables. Por lo tanto, los que no se comprenden a sí mismos pueden caer, fallar y hundirse en cualquier momento.

Extracto de ‘Solo puedes embarcarte en el camino correcto si entiendes tu propio estado’ en “Registros de las pláticas de Cristo

Solía ocurrir que las personas tomaban todas sus determinaciones delante de Dios y decían: “No importa quién no ama a Dios; yo debo amarlo”. Pero ahora, te enfrentas al refinamiento. No está en línea con tus nociones, por lo que pierdes la fe en Dios. ¿Es esto amor genuino? Has leído muchas veces sobre los hechos de Job; ¿te has olvidado de ellos? El amor verdadero sólo puede tomar forma desde el interior de la fe. Desarrollas un amor real por Dios a través de tus refinamientos, en tus experiencias reales tienes en cuenta la voluntad de Dios a través de tu fe, y por medio de ella, abandonas tu propia carne y buscas la vida; esto es lo que deberían hacer las personas. Si haces esto serás capaz de ver las acciones de Dios, pero si careces de fe no serás capaz de hacerlo ni de experimentar Su obra. Si quieres que Dios te use y te perfeccione, debes poseerlo todo: la voluntad de sufrir, la fe, la paciencia, la obediencia, así como la capacidad de experimentar la obra de Dios, obtener un entendimiento de Su voluntad, ser considerado con Su pesar, etcétera. Perfeccionar a una persona no es fácil, y cada refinamiento que experimentas requiere de tu fe y de tu amor. Si quieres ser perfeccionado por Dios, no basta con simplemente apresurarse por el camino ni solamente erogarte por Dios únicamente tampoco lo es. Debes poseer muchas cosas para ser capaz de convertirte en alguien perfeccionado por Dios. Cuando te enfrentes a sufrimientos debes ser capaz de no considerar la carne ni quejarte contra Dios. Cuando Él se esconde de ti, debes ser capaz de tener la fe para seguirlo, para mantener tu amor anterior sin permitir que flaquee o desaparezca. Independientemente de lo que Dios haga, debes respetar Su designio, y estar más dispuesto a maldecir tu propia carne que a quejarte contra Él. Cuando te enfrentas a pruebas, debes satisfacer a Dios, a pesar de cualquier reticencia a deshacerte de algo que amas o del llanto amargo. Sólo esto es amor y fe verdaderos. Independientemente de cuál sea tu estatura real, debes poseer primero la voluntad de sufrir dificultades, una fe verdadera y tener la voluntad de abandonar la carne. Deberías estar dispuesto a soportar las dificultades personales y sufrir pérdidas en tus intereses personales con el fin de satisfacer la voluntad de Dios. Debes ser capaz de sentir arrepentimiento en tu corazón. En el pasado no fuiste capaz de satisfacer a Dios, y ahora, puedes arrepentirte. Ni una sola de estas cosas puede faltar y Dios te perfeccionará a través de ellas. Si careces de estas condiciones, no puedes ser perfeccionado.

La Palabra, Vol. I. La aparición y obra de Dios. Los que serán hechos perfectos deben someterse al refinamiento

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