I

Amo a Dios desde el fondo de mi corazón y nunca me volveré a alejar de Él.

El amor de Dios me ha derretido el corazón;

entiendo Sus cuidadosas intenciones.

Entiendo el corazón de Dios y Su amor, sé que Su amor es profundo y fuerte.

A partir de ahora, nunca malinterpretaré a Dios

y le ofrendaré mi amor verdadero.

II

Amo a Dios desde el fondo de mi corazón y nunca me volveré a alejar de Él.

Lamento que mi verdadero amor sea limitado,

mientras que el amor de Dios es tan real.

Él viene a esta tierra sucia para salvar a las personas

y darle al hombre el camino de la vida eterna.

Él se entrega a la humanidad;

ahora sé que el amor de Dios es lo más grande y valioso.

III

Amo a Dios desde el fondo de mi corazón y nunca me volveré a alejar de Él.

Las adversidades y los refinamientos no significan nada;

estoy dispuesto a soportar más.

El amor por Dios no lo engendran las bendiciones.

Sin sufrimiento, ¿cómo podría haber amor verdadero.

El amor de Dios es muy real y verdadero;

incluso si sufro y sacrifico todo, no lo merezco.

IV

Amo a Dios desde el fondo de mi corazón y nunca me volveré a alejar de Él.

Ahora que he ganado a Dios, no debo perderlo, pues temo no volver a encontrarlo.

Nunca olvidaré la bondad de Dios, Su amor

ni Sus comisiones y arreglos.

Dios me eleva tanto; incluso si debo morir, le recompensaré Su amor.

de Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos